«Al diablo le gusta los políticos»

Actualizado 1 abril 2011

El periódico La Razón reproducía un artículo publicado por la revista “María Mensajera” sobre la intensa actividad que desempeña en Roma el padre Gabriel Amorth, exorcista de aquella diócesis. Por su interés he querido traerlo al Blog, sobre todo por destacar la querencia que el demonio tiene con los políticos. Hay que reseñar que son 70.000 los exorcismos practicados por este singular sacerdote romano.

Se afirma que en su «consulta» cuelgan imágenes del Padre Pío, de Juan Pablo II y de Cándido Amantini, su preceptor. No aparece nada inquietante a la vista: ni olor a azufre ni potros para atar a los poseídos. «A los que vienen a verme les aconsejo que primero vayan al médico o al psicólogo. En la mayoría de los casos hay una base física o psicológica para explicar sus sufrimientos. Los psiquiatras me envían los casos incurables. No hay rivalidad. El psiquiatra establece si es una enfermedad; el exorcista, si hay una maldición», explica el padre Gabriele Amorth

El interior de la iglesia de la Inmaculada Concepción está débilmente iluminado. El sacerdote entra, acompañado por tres diáconos, a una sala contigua; allí les esperan tres ayudantes: tres señoras de cierta edad y aspecto jovial. La puerta se cierra y, poco después, empieza a oírse un murmullo; de vez en cuando se aprecia la voz del padre Amorth. De repente, un grito obscenamente intenso. El murmullo se hace más alto. Otro grito: «¡Maledetto!» («¡Maldito!»). Es una voz de mujer. Al cabo de un rato, una de las mujeres sale y se lava las manos. Sonríe, como si en la habitación a sus espaldas no ocurriera nada, no se oyeran gritos, rugidos salvajes y sollozos. «¡Yo te maldigo!», se oye también; luego otra vez al padre Amorth preguntando: «¿Cuál es tu nombre?». Un lamento gutural se transforma en un grito agudo. «iDime tu nombre! ¿Es Asgaroth

Comenta el articulista que en la sala de espera se encuentra Tonino con sus padres. Viven en un barrio humilde de Roma y tienen un problema: los muebles de su casa se mueven. «Ocurre por la noche, y se ven sombras de encapuchados», dice su madre. Su marido y su hijo Tonino permanecen en silencio. «Pasen, por favor», les dice Don Gabriele. A sus espaldas se ve una pequeña sala con un viejo sillón, unas sillas y, en el centro, una camilla. A su alrededor ya están sentadas las tres ayudantes con sus rosarios en la mano. Hablan de las rebajas, tan tranquilas. Junto a ellas, tres diáconos jóvenes y fornidos. «Lo primero que hago es preguntarle al demonio cuál es su nombre. A menudo no quiere decirlo, pues se vuelve más vulnerable. No hay que hacerle nunca preguntas estúpidas, como si la Roma ganará al Lacio. Sólo preguntas directamente relacionadas con la curación del poseído. Así, que, primero el nombre; luego el día de entrada en el cuerpo, los motivos y quién lo envía», explica el exorcista.

Tonino ya está tumbado en la camilla. Una mujer sostiene la cabeza y uno de los diáconos le coge la mano. Los padres permanecen de pie. El exorcista rocía al joven con agua bendita. «Renuncia, Tonino, al satanismo, a la brujería, a los demonios, a los echadores de cartas?».   Tonino lleva pendientes en las orejas: dos puntas de acero. Don Gabriele traza varias veces la señal de la cruz sobre la frente del joven, luego lo golpea con la yema de los dedos. «¿Cómo te llamas?», pregunta, y acerca su oreja a los labios de Tonino. No hay respuesta.

A Tonino se le ve inquieto. Esto no mola nada –afirma el periodista -,  ni siquiera a un chaval de 17 años del extrarradio de la capital italiana. «Con la ayuda de don Cándido, con la ayuda de Juan Pablo II, con la ayuda de la Inmaculada Virgen María, libera a Tonino repite una y otra vez el Padre Amorth mientras golpea la frente del joven. El chico suda, arruga el rostro como si algo empezara a dolerle, agita las piernas. «Libera a Tonino, libera a Tonino Su cuerpo empieza a rebelarse, el torso se comba hacia arriba. La ayudante más robusta se sienta sobre sus muslos. Otra sostiene una servilleta por si el joven empieza a escupir o vomitar. El ambiente empieza a cargarse.».»,

Pero Tonino no escupe, – sigue comentando el periodista-  sólo cierra los ojos con fuerza durante un momento, y todo termina. Los presentes rezan un Avemaría. Tonino también, para alivio de sus padres y los religiosos presentes. «Bueno, ¿te sientes mejor?», pregunta el exorcista. Tonino asiente. «Un exorcista puede ayudarte, pero sólo tú puedes sanarte. Tienes que rezar todos los días», le aconseja el padre Amorth, y le entrega una lista de diez oraciones. «¿Y qué hacemos con los muebles que se mueven, padre?», pregunta la madre de Tonino. «El agua bendita suele ser de ayuda. Un par de gotas en cada rincón de la casa», responde. La mujer sostiene con fuerza la mano del Padre Amorth y le da una limosna para los pobres, ya que la actividad del exorcista es gratuita.

«No estoy a salvo»

A una pregunta que se le hace al P. Amorth, responde: -«No, por supuesto que no estoy a salvo del diablo. Todo el mundo es vulnerable», aclara el sacerdote. “Incluso Madre Teresa fue exorcizada en sus últimos años. Y otros santos también. El diablo es muy inteligente. Ha conservado la inteligencia del ángel que fue», agrega. «Puede ser, por ejemplo, que alguien de su trabajo sienta envidia de usted y le lance una maldición. Usted enfermará. El origen del 90 por ciento de los casos que trato es, precisamente, una maldición. El resto se debe a la pertenencia a sectas satánicas, a haber tomado parte en sesiones de espiritismo o practicar la magia. Si usted vive en consonancia con Dios, al diablo le resultará mucho más difícil llevar a cabo la posesión», continúa.

«El Papa apoya a los exorcistas», añade. «Sin embargo, las sectas satánicas proliferan», se lamenta. Y con semblante serio, agrega: «El diablo trabaja en todas partes. Está en Fátima, en Lourdes y con toda seguridad también actúa en el Vaticano, en el centro mismo del cristianismo».

70.000 exorcismos

Sigue llevando la sotana con 33 botones. El padre Amorth es uno de los mayores expertos en el diablo. A sus 82 años de edad ha realizado más de 70.000 exorcismos. «Ojalá no tuviese vecinos tan quisquillosos. Todo sería más sencillo. Se quejaban de alteración al orden público, de los gritos…, claro. Pero es que en los casos más difíciles son inevitables. Por suerte, un amigo me ha dejado un local. Tengo también cinco o seis ayudantes, por si alguien se pone violento. Además, allí sí que pueden gritar». Habla, claro, de los poseídos por el diablo. Para el padre Amorth, Satanás no es una metáfora. «Soy el único exorcista que trabaja siete días a la semana, desde la mañana hasta la tarde, incluidas Nochebuena y Semana Santa», asegura. Todos los martes y viernes a partir de las nueve de la mañana aguarda en su consulta. Y no le falta trabajo: «¿Ve mi agenda? Está llena para los próximos dos meses».

Hitler y Stalin, poseídos

El padre Amorth ya se dedicaba a luchar contra el mal antes de hacerse exorcista. Combatió a los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. A los 18 años se unió a los partisanos. Su nombre de guerra era Alberto. Tras la caída del régimen fascista, Giulio Andreotti intentó llevarlo a la política, pero al final decidió hacerse sacerdote.

Por supuesto que existe el mal en la política, incluso es frecuente. Al diablo le gusta adueñarse de aquellos que ocupan cargos de responsabilidad, empresarios, políticos… Hitler y Stalin estuvieron poseídos. ¿Por qué lo sé? Porque mataron a millones de personas. El Evangelio dice: ¡Por los frutos los conoceréis! Desagraciadamente, un exorcismo no habría bastado con ellos, pues estaban convencidos de lo que hacían. No se puede decir que fuera un posesión en el sentido estricto de la palabra, más bien se trataba de un aceptación total y voluntaria de las sugerencias del diablo”, aclara.

Cuando contemplas los programas y actuaciones de algunos políticos, o colaboradores suyos, que contradicen al sentido común y a ley natural, y sobre todo si va directamente contra Dios,  uno no puede menos que pensar que aquello no es normal, y que demonio no puede andar muy lejos. A este siniestro espíritu del mal decididamente le gusta mucho los políticos.

www.youtube.com/watch

Juan García Inza

juan.garciainza@gmail.com

 

La fe, ¿pasada de moda?

El taquillazo de películas sobre la fe y valores humanos que atraen a creyentes y no creyentes

Éxito de «Encontrarás dragones» en su estreno en España: vendió cien mil entradas en preventa, superando a una supertaquillera cinta española de cine negro.

Actualizado 1 abril 2011

Nieves San Martín/Zenit

Es un fenómeno imparable. Los aparentemente pasados de moda temas de la fe, el perdón, los valores cristianos y humanos, interesan a creyentes y no creyentes. La película «Encontrarás dragones», estrenada en España el 25 de marzo con trescientas copias, vendió cien mil entradas en preventa, superando a la supertaquillera del momento, una cinta española de cine negro surrealista e irreverente.

“Creemos que la cifra es real, aunque está basada en un cálculo oficioso. Todavía no tenemos datos oficiales debido al singular método de preventa”, declaró al diario español Público, de izquierdas y favorito de un cierto público juvenil, el productor del filme, Ignacio Gómez-Sacha, supernumerario del Opus Dei. El diario ha dedicado una página entera al éxito de las películas con tema religioso, aunque titula: “El mercado de la fe desembarca en la España católica”.

Sin embargo, el término “mercado de la fe” no es original del diario madrileño, sino como el mismo periódico reconoce, recogido de la terminología de Motive Entertaiment, la empresa estadounidense que ha diseñado el marketing de Encontrarás Dragones. Motive fue la que popularizó el concepto faith market (mercado de la fe), definido como “la demanda del consumidor de libros, discos o películas con fuertes valores morales y espirituales”.

Más que de mercado de la fe, se trata de un público numeroso que ha visto cubierto un hueco para el que según los expertos de mercadotecnia no había demanda. Ya es difícil conseguir el dinero que financie un proyecto así. De hecho, Gómez-Sacha se lanzó a la aventura de buscar a más de cien inversores para aportar los 25 millones de euros que costó la obra cinematográfica de Roland Joffé.

Sin embargo, este es el último éxito de filmes aparentemente con poco futuro comercial, como el género documental, en el que hubo entre otros dos señalados taquillazos: uno sobre la vida diaria en la cartuja de Grenoble, El gran silencio, de 2005 o La última cima, de 2010, que narra la vida de un sacerdote madrileño muerto trágicamente en un accidente de montañismo.

Hace dos años triunfaba en Estados Unidos, Prueba de fuego, un drama romántico que trataba abiertamente los valores cristianos, hecho con poco presupuesto y con un solo actor profesional, gracias a la implicación de las comunidades religiosas del país.

Eso es lo que está pasando con la obra de Joffé. Hay comunidades católicas, grupos y colegios que están asistiendo a pases promocionales y que se encargan de hacer de líderes de opinión para el resto del público interesado en este tipo de proyecciones.

La página Camino de Emaús ofrece un buen resumen de estos filmes con valores:

http://www.caminodeemaus.net/Secciones/Cine_y_religion_cristiana.htm

Para los redactores de esta página web centrada en el cine que trata estos temas, “éste ha sido un gran año para el cine en general, y para el género religioso y con valores, en particular, tanto en cantidad como en calidad”.

Cada año, la página elige las cinco mejores películas que tratan estos argumentos. Este año, no ha sido fácil quedarse con cinco películas. “Cuando hace unos meses escribíamos sobre las películas religiosas esperadas para este año, no nos imaginábamos que un documental sobre un sacerdote iba a irrumpir con tanta fuerza en la taquilla española”, afirma. Actualmente, “está siendo proyectado en diversos países de Hispanoamérica con una gran aceptación”, añade.

Otro de los filmes señalados por esta página es Lourdes. A través de un grupo de peregrinos que viajan hasta Lourdes, Jessica Hausner se introduce en el día a día del santuario. El filme revela los anhelos y flaquezas que habitan en el alma de sus personajes, y formula preguntas, a la vez que ofrece respuestas, sobre la aparente arbitrariedad de los milagros y el por qué del sufrimiento. “Su estilo es sobrio y pausado, quizás no excesivamente atractivo para las grandes audiencias, pero se trata de una de las mejores y más profundas películas del año”, afirma Camino de Emaús.

En tercer lugar, apuesta por El secreto del libro de Kells, una “modesta joya de la animación tradicional” que ha entusiasmado a los críticos de todo el mundo. Trata sobre Brendan, un pequeño aspirante a monje asombrado por las ilustraciones de los libros. Estuvo nominada al Oscar a la mejor película de animación.

The blind side (Un sueño posible), es una historia basada en hechos reales sobre una familia cristiana que, en su intención de ser fiel a sus principios, decide acoger a un joven sin hogar. Aunque tardó mucho en ser estrenada en España, en Estados Unidos fue un éxito de taquilla y ha recaudado más de 300 millones en todo el mundo. Además, le deparó el Oscar a la mejor actriz a Sandra Bullock.

Y concluye el ranking con Toy Story 3. La marcha de Andy a la universidad pone en alerta a sus viejos juguetes quienes, tras años olvidados en una caja, volverán a vivir grandes aventuras.

En la misma página, se puede encontrar un buen elenco de películas altamente recomendables por calidad y temática. Es lo que ha sucedido con el último taquillazo: calidad unida a valores humanos. Parece que ahora sí vende el tema religioso o de valores humanos. Y hasta más que la comedia gorda basada en muertes a granel, salsa de tomate en abundancia y sexo banal. Otro pequeño milagro de la comunicación.