Dragones vistos por dentro

A Melchor Miralles le gustan los dragones: esta vez, vistos por dentro

23 febrero 2011. Juan José García-Noblejas

Scriptor.org

Recomiendo leer lo investigado, escrito y publicado por Miralles, no sólo por lo que puede tener de novedad o curiosidad para personas ajenas al mundo de la producción cinematográfica, sino también por lo que supone el hecho de que en este caso esté de por medio la imagen de una figura muy destacada de la Iglesia católica del siglo XX, san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei

Para saber acerca de «Encontrarás dragones» («There Be Dragons»), por el momento, hay que seguir leyendo a Melchor Miralles, quien la califica como un peliculón y que sigue escribiendo los resultados de su investigación, porque –dice– «me gustan los dragones».

Hoy acaba de publicar en su blog «Los dragones por dentro». Y ofrece informaciones acerca de la financiación y de las relaciones entre el productor Ignacio Gómez-Sancha y el también productor, guionista y director Roland Joffé.

Es interesante el retrato al fresco el que va saliendo de estas indagaciones de Melchor Miralles sobre aspectos poco conocidos de lo que supone sacar adelante una producción cinematográfica independiente sobre un asunto importante (amor, perdón, reconciliación) sobre el telón de fondo de unas circunstancias extremas como son las de toda guerra civil y más si se trata de España y entre los personajes figura Josemaría Escrivá.

Recomiendo leer lo investigado, escrito y publicado por Miralles, no sólo por lo que puede tener de novedad o curiosidad para personas ajenas al mundo de la producción cinematográfica, sino también por lo que supone el hecho de que en este caso esté de por medio la imagen de una figura muy destacada de la Iglesia católica del siglo XX, san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei.

En su momento —cuando «Encontrarás dragones» («Thre Be Dragons») se estrene— publicaré mi propia crítica, visión, perspectiva o manera de entender esta difícil y apasionante película, que por su evidente pretensión de no ser otra cosa que cine-cine, resulta un auténtico regalo para la cultura ambiental. Y también la alegría de ver regresar al director de La misión y Los gritos del silencio por los fueros marcados en aquellas películas, tan difíciles y apasionantes como ésta.

Así comienza esta nueva entrega de Melchor Miralles en su blog:

Os prometí detalles acerca de la producción de “Encontrarás dragones”, la película de Roland Joffe basada en una parte de la vida de Josemaría Escrivá de Balaguer, el polémico fundador del Opus Dei. El estreno ha generado una gran expectación, y simpatizantes y críticos con el Opus afilan las plumas para recibir a la que promete ser una de las películas de año. Ya os puedo ir contando cosas, opiniones al margen.

¿Quién ha pagado la película? Esta es la pregunta que más personas me han formulado. Bueno, pues ahí van algunos datos. Ignacio Gómez Sancha, productor ejecutivo, trabajó durante meses en la búsqueda de los 25 millones de € que costaba hacer realidad el proyecto, y no le resultó sencillo. El aportaba una parte, pero ni en sueños estaba en condiciones de financiarla al cien por cien, y recurrió a especialistas en la captación de capital. Uno de ellos fue el William Blair Funds, contratado para hacer el primer road show con potenciales inversores americanos.

El 20 de septiembre de 2008 aterrizó en Nueva York Ignacio, cuatro días después de la quiebra de Lehman Brothers, y de las 25 reuniones que tenía cerradas por gestión de WBF le cancelaron 23. No estaba el patio para invertir en películas. Pero no desfalleció, consiguió semanas después las reuniones, siguió viajando por los cinco continentes y finalmente logró el dinero necesario con la aportación de 104 inversores entre los que se cuentan particulares, empresas del sector, Antena 3 y algunos fondos de capital riesgo.

En España se estrena el 25 de marzo, distribuida por Aurum, con 300 copias en salas. En los Estados Unidos se estrena en mayo con más de 1.000 copias y en estos momentos ya está en marcha, “con resultados iniciales estupendos”, el proceso de ventas internacionales. Finalmente es una coproducción de España, Argentina y EEUU y los productores son el propio Ignacio, Roland Joffe, Ignacio Nuñez y Guy Louthan. (…)

Y así termina esta entrega de Melchor Miralles:

(…) A partir de la idea inicial, Joffe, según me explicó el mismo en la entrevista que le hice la semana pasada en Madrid, construyó una historia donde se entremezcla el personaje real de Escrivá con personajes de ficción, en una historia que se centra en la pre guera y en la guerra civil española, y en la que un joven periodista que tuvo una tromentosa relación con su padre, a punto de morir éste, comienza una investigación acerca de uno de los mejores amigos de su progenitor, que es Escrivá, fundador del Opus Dei. La relación entre estos dos amigos constituye el hilo narrativo de la historia y permite al director narrar el proceso de fundación del Opus Dei.

Joffe explica que no ha escrito una biografía de Escrivá, y “tampoco he rodado un documental, he hecho una película, un drama sobre la traición, el perdón, la amistad, sobre lo que es el ser humano. Me importa el mensaje de la reconciliación, porque la vida es una oportunidad para amarnos. El título viene de una antigua expresión cartográfica latina que se utilizaba para señalizar lugares donde uno podía encontrarse peligros. En definitiva, es una película sobre lo que significa ser santo”.

Seguiremos conociendo detalles, me gustan los dragones.

¿El demonio estaba cerca?

Actualizado 21 febrero 2011

¿El demonio estaba cerca? Experiencias

Algunos lectores de ReL. me piden que cuente las historias vividas por mí en relación con el demonio, y que insinuaba en mi post anterior. No quiero ser sensacionalista, pero como hoy se tiende a silenciar la presencia del demonio, incluso se niega la existencia del mismo por parte de algunos teólogos y bastantes clérigos, voy a contar algo. Cuando uno habla de estas cosas lo mínimo que hacen algunos de los que te escuchan es sonreírse, y otros reaccionan con cierta violencia verbal, tratando de sentar cátedra sobre el tema, que consideran propio de teólogos trasnochados  de la edad media. Por eso trato el tema, para que no se duerma en una religiosidad plagada de angelitos simpáticos.

En una parroquia vino una feligresa a pedirme el favor de que fuera a ver a una vecina, en cuya casa ocurrían cosas muy raras. Se movían los muebles, se apagaban las luces, había gritos sorprendentes, y la mujer que allí vivía sola imponía por su aspecto y modales. Todos estaban atemorizados. Yo me armé de valor y me presenté en la casa. La señora no me quería dejar entrar, y lo decía con malos modales. Yo insistí y, por fin, puede entrar en la casa, o algo que parecía una casa debido a su mal aspecto. Después de hablar bastante tiempo con ella, y trasladarle la preocupación del vecindario, terminó por contarme su historia.

Resultó que ella le pidió una vez a la Virgen que solucionara un problema de su hijo. Le prometió que de ser así le llevaría velas y flores. Pero como no fue tal y como ella lo pedía, se enfureció y le ofreció las flores y las velas al diablo. Y desde aquel momento ella empezó a vivir un auténtico drama. Era víctima directa de todo lo que las vecinas percibían desde sus casas. Yo la invité a reflexionar y hacer un acto de arrepentimiento. Recé unas oraciones, eché agua bendita, y ella decidió, por fin,  recibir el sacramento de la penitencia, ya que hacía años que no practicaba nada, todo lo contrario.  Aquella mujer terminó llorando de dolor, y agradeciendo el haber recibido el perdón y la paz del Señor. Ya no se volvió a ver y oír nada raro en aquella casa. Se restableció con normalidad la relación con las vecinas.

En otra parroquia me vino un día un matrimonio a contarme, atemorizados, lo que les había sucedido. Habían alquilado un inmueble que contaba con un bar en la planta baja, un primer piso y un ático. Empezaron a vivir y a trabajar, pero no habían subido todavía al ático. Un día decidieron hacerlo y el gran susto fue que, al abrir la puerta, las pilas de cajas de bebida que allí había se abalanzaron todas contra ellos, sin que nadie físicamente las impulsara.  Allí no había subido nadie porque tenían ello la llave. ¿Quién movía las cajas de modo tan violento? Se bajaron rápidamente, pero días después, acompañados de otras personas volvieron a subir y vieron una mesa, en la que había unas velas y unos signos extraños. Indagaron y pudieron enterarse que allí, con los dueños anteriores, se celebraban misas negras, se publicaba una revista blasfema que distribuían entre los jóvenes, se traficaba con droga, y se organizaban las profanaciones que tuvieron lugar en el cementerio de la localidad.

Aquel día que vino a verme el matrimonio, celebrábamos la fiesta de San Miguel Arcángel, copatrono de la localidad. Ofrecí la Misa por esta intención, hablé sobre el tema en la homilía, y rece una oración de exorcismo por el caso, poniendo como intercesor a San Miguel. Aquellos fenómenos ya no se dieron, y el autor de esos panfletos fuertemente blasfemos vino a verme con la decidida intención, tras una larga conversación con él,  de no volver a publicarla.

En otra parroquia me llamaron a una casa que estaba siendo muy afectada por ciertas fuerzas sobrenaturales, que estaban provocando ya enfermedades psíquicas en sus moradores. Resulta que todas las noches, bien cerradas las puertas, y todos acostados, “alguien” se acercaba a las camas y despertaba a los que estaban durmiendo, sobre todo a una pobre chica de 15 años que terminó enferma de los nervios. Se encendían las luces solas, se movían los muebles, se oían pasos en el pasillo y en las habitaciones, etc. Yo pregunté si en esa casa había muerto alguien. Y efectivamente, había muerto un familiar, cuyo cuadro estaba a la entrada de la casa, y que no había recibido los sacramentos. Recé, rocié con agua bendita la casa y, sobre todo, invité a toda la familia a que viniera a la iglesia para celebrar una Misa por el eterno descanso de aquel familiar muerto. Desde entonces todo vino a la normalidad, y la joven se fue serenando con el paso del tiempo.

El Vicario Episcopal de mi Zona Pastoral llevó a un joven al exorcista de la diócesis porque los médicos ya no podían hacer nada por su locura. El quiso estar presente en la primera sesión del exorcismo, pero cuando vio al joven en levitación a un metro del suelo, fue tal el pánico que le entró que se salió y ya no volvió. Este Vicario manifestó que jamás dudaría de la existencia del diablo. El joven, tras largas sesiones de exorcismo, terminó recuperando la normalidad. El exorcista de la diócesis tiene sesiones semanales con enfermos desahuciados por los médicos del psiquiátrico de Murcia, y la mayoría recuperan la salud una vez libres del espíritu que los tenía sometidos, tras largas oraciones, y a veces fuerte lucha con el demonio, o demonios,  siguiendo el ritual para el caso.

Estos son algunos de los casos vividos por mí. Seguro que hay casos mucho más fuertes. Se dan situaciones inexplicables en la vida de cada día. Odios a muerte, venganzas, profanaciones, violaciones, rupturas matrimoniales, etc.  ¿El demonio está cerca de estos casos? A mí me parece que sí. Por eso es bueno rezar la oración a San Miguel Arcángel.

Juan García Inza

 

El banquero que abrazó a Dios

Actualizado 23 febrero 2011

Juan García Inza

Lo publicó Daniel Postico  en El Mundo – Jueves 03 de Febrero del 2011. Y tal cual lo traemos al Blog por su interés.

Un buen día de 2005, David Barrins, un banquero irlandés, exitoso y con gran porvenir, que trabajaba en el centro financiero de Dublín, sorprendió a su familia, a sus amigos y a su empresa al anunciar que dejaba su trabajo para seguir la llamada de Dios y convertirse en monje.  Al día siguiente ingresaba en la orden católica de los dominicos y empezaba un noviciado que culminó este domingo cuando se convirtió en sacerdote en la iglesia de Santa María de Cork. El destino quiso que Barrins, de 32 años, fuera ordenado el mismo día que el primer ministro, Brian Cowen, comunicaba que había pedido un préstamo internacional para salvar la economía irlandesa.

Aunque el banquero irlandés se convirtió hace cinco años, había escuchado la llamada de Dios desde muy pequeño, desde los 10 años, cuando era monaguillo en Collooney, un pequeño pueblo bucólico y tranquilo, de apenas 900 habitantes, situado en el condado de Sligo, en el norte de Irlanda. «En ese momento me dije: o la ignoras [la llamada de Dios], o le das una oportunidad y la sigues», explicó al diario local The Irish Examiner. Al final ignoró la llamada de Dios, no se atrevió a explicarlo ni a sus padres ni a sus amigos, y siguió con su vida. Quería casarse y tener hijos como todo el mundo. Terminó la escuela e ingresó en la universidad, donde se licenció en Finanzas. Tenía un gran talento para el negocio del dinero y no tardó en ser contratado por el Allied Irish Bank (AIB), uno de los cuatro principales bancos comerciales irlandeses, como corredor en elmercado de divisas. Se especializó en transacciones internaciones, sobre todo en el yen japonés, convirtiéndose en uno de los corredores con mayor proyección. Barrins tenía su oficina en el centro financiero internacional de Dublín, viajaba continuamente, ganaba mucho dinero y percibía suculentos bonos. Vivía a todo lujo y tenía el mundo a sus pies. Sin embargo, se sentía vacío. «Mi trabajo no me satisfacía en un nivel profundo. Tenía mucho dinero, pero no me sentía independiente», confesó.

Pese a que «fueron años muy divertidos», en su interior seguía recordando aquel día en la iglesia de su pueblo, cuando era un monaguillo. Hasta que decidió hacer público su secreto. Veintidós años más tarde, comunicó a sus padres y amigos que abandonaba el trabajo y regresaba a su Sligo natal para hacer votos de pobreza, obediencia y castidad. Se enclaustró e inició su formación para convertirse en sacerdote. El domingo, ya convertido en el padre Barrins, el ex banquero contó que su estilo de vida anterior, sus viajes, la gente que había conocido, le habían permitido saber lo que el dinero significa y eso le ayuda en su misión actual como cura.

«Mis hermanos de la orden tienen orígenes muy variados, muchos fueron banqueros como yo y hay muchos farmacéuticos también», explicó, «creo que este bagaje nos ayuda a relacionarnos con la gente, nos da la habilidad de hablar sobre el mundo y de hablarle al mundo».

Barrins contó que en ningún momento se ha arrepentido de su decisión y que no echa en falta el lujo: «Decidí que lo intentaría y que me saldría del sistema, y durante este tiempo [de noviciado] he sido más feliz que en toda mi vida». Sus padres, sus tres hermanos y sus amigos más íntimos asistieron orgullosos a la ordenación. Ellos le  han apoyado desde el momento en que se lo comunicó. Durante la ceremonia, su rostro parecía relajado y liberado. Por fin había cumplido su sueño.