Los 10 países donde más crece el cristianismo

Los 10 países insólitos donde más crece el cristianismo

Europa y su desinterés por Cristo es una rareza: en el mundo hay un fortísimo crecimiento del número de cristianos en países insospechados, especialmente estos diez que recogemos. (Publicado el 17 de octubre de 2005).

Pablo J. Ginés

Cuando aquel predicador galileo fue crucificado, sus enemigos pensaron que su incipiente movimiento quedaba erradicado. Sus discípulos lo habían abandonado y estaban escondidos. Pero 50 días después de la ejecución del galileo, sus discípulos salieron a las calles a predicar que Yeshuá de Nazaret había resucitado. Las autoridades no fueron capaces de sacar el cadáver para desmentir la nueva fe. Ni azotes ni persecuciones acallaron a los discípulos: el sermón del pescador Simón Bar-Jonáh convirtió a 3.000 personas de un solo golpe. Y 2.000 años después, hay más de 2.000 millones de personas que siguen al Resucitado en todo el mundo, rezándole en toda lengua y en todo lugar.

«Lo más remarcable es que el cristianismo está creciendo rápidamente en lugares que hace pocas décadas se consideraban inalcanzables», explicaba hace cinco años en la revista CHARISMA uno de los editores asociados de la World Christian Encyclopedia, Justin Long.

«Los movimientos para implantar iglesias hoy experimentan una explosión en África y Asia y cientos de nuevas comunidades se implantan en meses, no en años. Es cierto que hay una cuarta parte de la población mundial que aún no oído nada sobre Jesucristo. Pero en mi investigación he identificado diez países donde las iglesias crecen rápidamente«, señalaba Long, que investigaba el mundo de la expansión misionera cristiana (católica, evangélica y ortodoxa) desde la Red de Trabajo para Misiones Estratégicas en Asia Suroriental.

1. NEPAL

Un misionero protestante calculaba 25 cristianos en Nepal en el año 1960. En 2005 Justin Long hablaba de un millón de cristianos, y el informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) de 2004 hablaba de 576.000 cristianos en el reino del Himalaya (sólo 7.000 católicos).

Nepal tiene 23 millones de habitantes y 132.000 refugiados de Bhután. Esta monarquía es el único país oficialmente definido como «un reino hindú», aunque el hinduismo no es estrictamente hablando la religión del Estado. La guerrilla maoísta que controla partes aisladas del país no hace fácil las cosas a los cristianos.

Pese a todo, el cristianismo crecía hace cinco años el doble de rápido que las otras religiones misioneras del país, el budismo (8-9%) o el islam (4%). La mayoría de los cristianos del país son pentecostales o evangélicos carismáticos que crecen rápidamente. Se calculaba que en 25 años puedan ser más de 2 millones de cristianos. La Iglesia católica mantiene 23 escuelas en el país y ofrece instrucción a 35.000 refugiados bhutaneses.

2.  CHINA

El comunismo se hizo con el poder en 1949, pero desde la muerte de Mao Zedong en 1976 China ha ido permitiendo más resquicios de libertad religiosa. Según Justin Long, en 1970, tras décadas de persecuiones y revolución, sólo había en el país un millón y medio de cristianos. Justin Long y el informe de AIN coinciden en calcular unos 90 millones de cristianos… en un país de 1.286 millones de habitantes, de los que la mitad se considera agnósticos y un 29% seguidores de religiones tradicionales.

De los cristianos, se calcula que unos 60 millones pertenecen a iglesias pentecostales o evangélicas carismáticas, las de más rápido crecimiento. El catolicismo crece también con fuerza. En Hebei, en el área de Wu’an, trabajan 5 sacerdotes: de 1996 a 2003 se pasó de 5.000 a 30.000 católicos, y 200 aldeas (de un total de 502) se bautizaron en masa. En esta región de Hebei las autoridades han detenido una docena de sacerdotes y derribado iglesias. Uno de sus obispos, monseñor Jia, ha pasado 20 años en prisión y ha sido encarcelado 6 veces, la última el pasado julio. En el país de los Juegos Olímpicos 2008 todos los obispos fieles a Roma están bajo vigilancia, encarcelados o desaparecidos. Hay 12 millones de católicos, la mitad en las comunidades clandestinas fieles a Roma.

Se calcula que -con o sin persecución- los cristianos en China para el año 2030 sean 120 millones. Pero si hubiese una insospechada «perestroika» china, ¿quién sabe la velocidad de crecimiento para seguir a Cristo si el país abandonase el maoísmo como culto de Estado?

3. BURKINA FASO

Un país pequeño en medio del Sahel africano, sin salida al mar, pobre y azotado por hambrunas… la mitad de sus habitantes no han oído el evangelio nunca; la mitad son musulmanes. De 12 millones de habitantes, 2 millones son cristianos, siendo 1,5 millones católicos. La mitad de estos cristianos (católicos incluídos) son de espiritualidad carismática, especificaba Justin Long a los lectores de CHARISMA. El país experimentó un crecimiento impactante de 1983 a 1990, cuando se dobló el número de cristianos. Hay una oleada misionera actualmente entre sus 72 grupos étnicos.

A modo de signo solidario, en la capital del país está la sede de una fundación pontificia creada por Juan Pablo II en 1984 para asistir a los países del Sahel: de 2001 a 2004 esta fundación ha invertido casi 10 millones de euros en proyectos de formación técnica y desarrollo agrícola en comunidades necesitadas de apoyo en la lucha contra el hambre y la miseria.

4. SINGAPUR

Es una diminuta ciudad estado en una isla… y uno de los «tigres asiáticos», una potencia financiera y comercial, moderna y tecnológica con su 5% de agnósticos. En ella viven algo menos de 4 millones de habitantes… y la mitad del agua potable que beben han de traerla de Malasia. Las leyes son muy estrictas: mascar chicle estaba prohibido, pero en el 2004 se legalizó aunque, eso sí, ¡hay que apuntarse en un registro estatal de mascadores de chicle!

En pleno centro neurálgico del comercio asiático viven 500.000 cristianos asiáticos, incluyendo 160.000 católicos. El cristianismo crece, ganando adherentes entre las familias de cultura y religiones tradicionales chinas.

5. INDIA

Tiene  unos 1.030 millones de habitantes, de los que 62 millones son cristianos, entre ellos 17 millones de católicos. La mitad de los cristianos de la India (católicos o protestantes) son carismáticos. La India es una potencia misionera, y no sólo mediante sacerdotes. El movimiento católico Jesus Youth, por ejemplo, ha creado grupos -más o menos clandestinos- de espiritualidad carismática en diversos países islámicos del Golfo (Qatar, Bahrein, Arabia Saudí, etc…), aprovechando la potente emigración india en estos países. Publicábamos recientemente en ForumLibertas que la diócesis católica de Delhi era la primera del mundo en financiar una película popular de aventuras y romance al más puro estilo de Bollywood.

Se trata de un cristianismo comprometido y creativo que crece al doble de velocidad que la población. El fenómeno de las conversiones masivas de los «dalit» o «intocables» merece un análisis propio.

El nacionalismo hindú -algo absolutamente novedoso- reacciona frente al crecimiento del cristianismo y así hay declaraciones como las de Dilip Singh Judev, parlamentario en el estado de Chhattisgarh, declarando su voluntad de «reconvertir, de todas las formas posibles, 300.000 cristianos al hinduismo». Es novedoso, porque al contrario que el budismo, el Islam o el cristianismo, el hinduismo nunca fue una religión misionera ni proselitista. Ayuda a la Iglesia Necesitada, en su informe sobre persecución contra cristianos del 2004, tiene que dedicar 10 páginas a la India por el auge del nacionalismo hindú -político y religioso- que apunta a cristianos y musulmanes como rivales e incluso enemigos.

6. VIETNAM

Como China, se trata de otro país bajo régimen comunista que empieza a crecer económicamente abriendo algunos espacios de libertad. Cuenta con casi 80 millones de habitantes, incluyendo 6,5 millones de cristianos, la inmensa mayoría católicos (5,5 millones). Las iglesias pentecostales y evangélicas carismáticas son las que más crecen, sobre todo entre las minorías tribales de zonas montañosas y rurales, desatendidas -cuando no maltratadas- por el gobierno comunista.

En 1999 un decreto dio libertad a los ciudadanos para «seguir, no seguir o cambiar de religión» pero con unas penas severísimas para quien «use la religión para minar la unidad del Estado». Este artículo se puede usar cuando un clérigo osa denunciar violaciones de los derechos humanos en el país, como es el caso del padre Thaddeus Nguyen Van Ly, condenado a 20 años de cárcel.

Se calcula que en estas condiciones de «vigilancia condicionada», el cristianismo vietnamita triplicará sus números en el 2050. Pero si el comunismo diera paso a un régimen de mayor libertad ideológica y de opinión el proceso podría ser más rápido.

7. BENIN

Este país africano, que junto con la vecina Nigeria es cuna del vudú, tiene 6,5 millones de habitantes, más de la mitad menores de 15 años. Para el año 2050 su población podría ser de 21 millones de habitantes. Cada año hay 120.000 benineses que se suman a las iglesias cristianas, lo que implica un índice de crecimiento del 3,1% con lo que en el 2050 podrían ser un 40% de la población (actualmente son el 28%, AIN cuenta 1.587.000 católicos; Justin Long sólo cuenta 1 millón de católicos y otro de protestantes).

Como en Nigeria y otros países vecinos, al crecer el cristianismo en el sur del país cabe esperar choques con el islam del norte: dependerá de si el Islam de estos países se mantiene en la línea pragmática y sincrética tradicional de África, o cae en la órbita del fundamentalismo financiado desde Sudán y Arabia Saudí.

8. RUSIA

Con la caída del comunismo, millones de rusos acudieron en masa a bautizarse como ortodoxos: fue la “epidemia de bautismos” de los años 90, que tenía más de sociológico que de religioso. La Iglesia Ortodoxa, debilitada tras 70 años de comunismo, no ha podido ofrecer catequesis ni formación a los recién bautizados.

Actualmente, el 57% de los rusos se consideran cristianos, el 33% se siguen considerando agnósticos, ateos o irreligiosos, y un 7-8% son musulmanes, concentrados en las repúblicas tártaras o caucásicas de tradición islámica.

Hay pues, 84 millones de cristianos poco atendidos y poco formados. Justin Long habla de 1,5 millones de católicos. Es muy generoso: Ayuda a la Iglesia Necesitada, que conoce bien el país, cuenta sólo 809.000 católicos bautizados. Justin Long calculaba que hay también 1,5 millones de protestantes, sobre todo baptistas, pentecostales y evangélicos carismáticos.

Tanto los católicos como los protestantes –de nuevo, especialmente los pentecostales- crecen mucho más rápido que los ortodoxos, sobre todo lejos de Moscú. El número de cristianos crece a un ritmo del 0,1%: parece muy poco, pero es que en Rusia la población decrece a causa del aborto generalizado, la crisis salvaje de la familia, la anticoncepción, la emigración y, últimamente, la combinación de sida, alcohol y drogas.

En el 2050 Rusia habrá perdido población, pero para entonces el porcentaje de cristianos habrá aumentado: del 57% al 75%, con una mayor proporción de católicos y de protestantes.

9. BANGLADESH

La antigua Bengala Oriental tiene 130 millones de habitantes y es el sexto país más poblado del mundo. Desde que se independizó de Pakistán en una cruel guerra civil en 1971, la corrupción, la pobreza y 18 golpes de estado han marcado a este país, de absoluta mayoría islámica. Desde 1991 hay una cierta democracia.

Justin Long contaba que hay sólo un millón de cristianos. Los datos de Ayuda a la Iglesia Necesitada eran muy distintos: casi 15 millones de cristianos, de los que sólo 277.000 son católicos.

Lograr conversiones de musulmanes en un país de legislación islámica es muy difícil, aunque hay casos de conversos que mantienen su cristianismo en secreto para protegerse de ataques fundamentalistas y otras amenazas (incluyendo el grupo Huji, en la órbita de Al-Qaeda).

Pero sí hay muchas conversiones entre las castas inferiores de la minoría hindú, que son un 12% de la población. Es posible que para el 2050 se haya doblado el número de cristianos, pero aún así serían una pequeña minoría en un mar musulmán.

10. COREA DEL SUR

Los coreanos son un pueblo muy espiritual que se encuentran en el “mercado religioso” con una amplia oferta. Y que a menudo escogen varias religiones al mismo tiempo. Por ejemplo, el  15% de animistas y seguidores de religiones tradicionales, el otro 15% de budistas, y el 11% de confucionistas en realidad combinan bastante las tres ramas de espiritualidad oriental. Además, diversas sectas y grupos de nuevas espiritualidades reúnen hasta un 15% de la población, incluyendo la potente secta Moon, que pese a hablar de Jesucristo no puede considerarse cristiana.

Hay un 41% de cristianos, es decir, 19 millones de personas que siguen a Cristo. En ningún sitio hay un crecimiento del catolicismo como en Corea, con 150.000 bautismos de adultos al año. En 1981 había 1,4 millones de católicos; hoy son 4,3. Corea envía misioneros católicos a Rusia, a China, Mongolia, África, América Latina… Florecen las vocaciones a la vida contemplativa.  Los seminarios mayores están llenos.

El número de cristianos va creciendo al atraer seguidores de las tradiciones orientales. Durante la tiránica ocupación japonesa en los años de la II Guerra Mundial y anteriores, muchos cristianos coreanos fueron ejecutados por negarse a adorar al Emperador del Japón, como en siglos anteriores los cristianos se negaron a adorar al César. Eso dio prestigio a los cristianos entre sus compatriotas y extendió la fe entre muchos coreanos.

Desde hace años, las iglesias cristianas de Corea están preparadas, esperando la caída del régimen autárquico de Corea del Norte, para crecer espectacularmente cuando el país se unifique en un régimen de libertades.

Cristianismo globalizado

“El cristianismo ya no está contenido, ni acuartelado, en Europa o EEUU, como en siglos pasados”, advertía Justin Long. “El evangelio se está convirtiendo en una fuerza dominante en África y Asia. Estas naciones ya envían misioneros a nuestros países”.

Aumenta el número de sacerdotes

Aumenta el número de sacerdotes: el Papa les llama a ser la “luz del mundo”

En 2010 crecieron un 1,4% y ya suman 410.593. El Santo Padre afirma que el sacerdocio cristiano no es un fin en sí mismo, sino que “ha sido querido por Jesús en función del nacimiento y de la vida de la Iglesia”
 


El Papa Benedicto XVI ha afirmado que los sacerdotes deben ser la luz del mundo y la Iglesia. Además, el obispo de Roma ha señalado que “el sacerdocio cristiano no es un fin en sí mismo. Ha sido querido por Jesús en función del nacimiento y de la vida de la Iglesia. Por ello, todo sacerdote puede decir a los fieles, parafraseando a San Agustín: Vobiscum christianus, pro vobis sacerdos. La gloria es la gloria del sacerdocio y de servir a Cristo y a su Cuerpo místico”.

El pontífice se ha manifestado así en su discurso a los participantes de la asamblea general de la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo en ocasión de su 25° aniversario. En ese contexto, Benedicto XVI recordó la necesidad constante de renovación de los sacerdotes.

En este sentido, en sus palabras a la rama sacerdotal del movimiento Comunión y Liberación, el Papa ha destacado demás que “la presencia de vocaciones sacerdotales es un signo seguro de la verdad y la vitalidad de una comunidad cristiana. De hecho Dios llama siempre, también al sacerdocio, ya que no hay crecimiento verdadero ni fecundo en la Iglesia in la auténtica presencia sacerdotal que la sostenga y la alimente”.

“Los diversos caminos de esta renovación no pueden dejar de lado algunos elementos irrenunciables –ha proseguido-. Primero que nada una educación profunda a la meditación y la oración, vividas como diálogo con el Señor resucitado presente en su Iglesia”. Y por otro lado: “un estudio de la teología que permita encontrar las verdades cristianas en la forma de una síntesis ligada a la vida de la persona y de la comunidad: solo una mirada sapiencial puede de hecho valorizar la fuerza que la fe posee para iluminar la vida y el mundo, conduciendo continuamente a Cristo, Creador y Salvador”.

La vida en común, realidad de la comunión

Benedicto XVI se ha referido también a la necesidad de la vida comunitaria para los sacerdotes y ha indicado que “la vida en común no es solamente una estrategia para responder a estas necesidades. No es tampoco, por sí misma, solo una ayuda ante la soledad y la debilidad del hombre. Todo esto puede ser, ciertamente, pero solo si la vida fraterna es concebida y vivida como camino para ingresar en la realidad de la comunión”.
Vivir con otros significa aceptar la necesidad de la propia y continua conversión y sobre todo descubrir la belleza de tal camino, la alegría de la humildad, de la penitencia, pero también de la conversación, del perdón efectivo, del mutuo acompañamiento”, ha dicho.
“Nadie puede asumir la fuerza regeneradora de la vida común sin la oración –ha matizado-, sin mirar la experiencia y la enseñanza de los santos, en particular modo de los Padres de la Iglesia, sin una vida sacramental vivida con fidelidad”.
Aumentan los sacerdotes católicos en el mundo
El número de sacerdotes en el mundo ha aumentado en un 1,4 por ciento. Así lo relevan las cifras el diario vaticano L’Osservatore Romano en su edición del 10 de febrero que adelantó datos que se harán públicos en el Anuario Estadístico de la Iglesia.
En el mundo ya hay 410.593 sacerdotes. De todos ellos, 275.542 pertenecen al clero diocesano y el resto al clero religioso. El incremento del 1,4 por ciento en el número de sacerdotes es el resultado del aumento del 4 por ciento del clero diocesano y de la disminución del 3,4 por ciento del religioso.
La mayor parte de los sacerdotes son europeos (el 46,5%), seguidos de los americanos (29,9%), asiáticos (13,5%), africanos (8,9%) y de Oceanía (1,2%).

Vocación sacerdotal de Juan Pablo II

Hace 70 años muerte de padre movió a Juan Pablo II hacia vocación sacerdotal

ROMA, 15 Feb. 11 / 12:43 am (ACI/EWTN Noticias)

El periodista italiano Gian Franco Svidercoschi recordó que esta semana hace 70 años, el entonces joven Karol Wojtyla sufrió la pérdida de su padre, hecho que lo movió interiormente de manera decidida hacia su vocación sacerdotal.

Svidercoschi recordó el aniversario en su programa de la televisión de la cadena RaiUno, en el que tomó un tiempo para contar un pasaje de la vida de quien fuera también su amigo, el Papa Juan Pablo II, y sobre el cual ha escrito diversos libros.

En 1941, el joven Wojtyla tenía 20 años y trabajaba en una cantera de pierdas luego de que el gobierno cerrara la Universidad Jagiellonia en donde estudiaba filosofía. El 18 de febrero volvió a su casa y vio que su padre, también de nombre Karol, había muerto por un paro cardiaco.

Así, el futuro Papa peregrino se quedaba «solo», ya que su hermana había muerto un año antes de que él naciera, su madre cuando era un pequeño niño y su hermano mayor había fallecido en 1914.

«Y esto lo hizo cambiar, o tal vez lo empujó más fuertemente hacia lo que él ya sentía dentro de sí, es decir, convertirse en sacerdote«, dijo el periodista italiano.

Svidercoschi señaló también que es importante recordar que estos «años polacos fueron decisivos porque formaron a este Papa, ya que cada experiencia que tuvo, cada proyecto que hizo, de algún modo volvieron y pudieron verse durante su pontificado».

Para el periodista, la experiencia personal de Juan Pablo II ante la Segunda Guerra Mundial y los nazis en los 40s’, así como el imperio del comunismo en Polonia en los años siguientes «explican su atención a la causa del hombre».

El Pontífice polaco puso un fuerte énfasis en la primera mitad de su pontificado en la defensa de la democracia ante el comunismo, especialmente en el bloque de Europa del Este dominadas por la Unión Soviética. Su posición ante el autoritarismo es considerada de vital importancia ante la caída del comunismo en esta región.

Svidercoschi dijo además que cuando Karol Wojtyla fue elegido como Arzobispo de Cracovia (Polonia) asumió una «batalla» para crear nuevas iglesias que mostraran la importancia de la relación entre la ley de Dios y la del hombre, «es decir, el derecho de todo ser humano a ser respetado».

Una monja es un bicho raro

Actualizado 15 febrero 2011

Lo publicaba Ana Barrio  en El Mundo el  02 de Febrero del 2011 a propósito de actividades que nos parecen chocante en la concepción clásica que tenemos de la vida en religión. En la Iglesia hay una rica variedad de formas de evangelización. Y siempre que  entre dentro de lo razonable no debemos por qué descalificarlas. Pero dejemos opinar a la autora del artículo:

Se siente un bicho raro, una rara avis que nada a contracorriente, una evangelizadora que predica su fe en el desierto. En los tiempos de facebook, del consumismo compulsivo y del auge del laicismo, ella decidió meterse a monja. Pero Inma Eibe no abrazó la religión con el fin de llevar una vida contemplativa, sino para pasar a la acción: es enfermera, teóloga y también forma parte del grupo musical Ain Karem, que ya va por su quinto CD.

Esta religiosa sabe que no corren buenos tiempos para los religiosos y añora la época en la que ser sacerdote era una vocación que estaba bien valorada. «Ser creyente es extraño hoy en día. Es difícil encontrar gente que quiere vivir su dimensión de fe, que ha descubierto que Jesús es algo importante en sus vidas. Nosotras, como religiosas, tenemos las dificultades de cualquier creyente. Antes ser sacerdote y religioso estaba bien visto y eran admirados. Ahora somos esos bichos raros». Esta gaditana, de 37 años, se considera una mujer corriente y, con su discurso y la pasión que pone en él, intenta desmontar los tópicos que siempre han acompañado a las monjas: ni está aburrida ni se metió a religiosa de manera obligada ni su forma de vida es antinatural. «Soy una mujer normal que vivo mis votos porque es lo que me hace feliz. He tenido la experiencia de Dios, deseo que sea el centro de mi vida, el único. Y eso lo manifiesto en un trabajo al servicio de los más necesitados», relata con convicción esta carmelita.

Pero, ¿a qué se dedica una religiosa en esta época de crisis económica? Inma compagina su trabajo como enfermera en un centro de día con sus labores en el equipo de gestión del Colegio Mayor Vedruna en la Universidad Complutense. Amarrada a su guitarra, la música ha sido su trampolín para aproximarse a Dios y acercar su palabra a los fieles. Empezó como un hobby con la recopilación de cantos religiosos. Tímidamente, los componentes del grupo comenzaron a componer sus propias canciones y dieron el salto a grabar su primer CD.

Sin duda, es una mujer de su tiempo y, por este motivo, considera que la Iglesia tiene que evolucionar: «Hay cosas que me gustaría que cambiaran dentro de la Iglesia. Percibimos que algunas celebraciones son aburridas y que en ellas no  hay diálogo. Pero nosotras intentamos que los jóvenes tengan la experiencia de una comunidad más participativa, que acoge a todos».

Cuando se le pregunta si la Iglesia tiene comportamientos machistas, no duda ni un segundo la respuesta: Sí. «Me gustaría que el liderazgo de la mujer en la Iglesia evolucionara y que el varón y la mujer tuviesen un papel más igualitario», argumenta. Por eso, desde su labor diaria, intenta luchar poco a poco por defender los derechos de la mujer. Primero, con formación, «ya que antes los teólogos eran sólo hombres». Segundo,  procurando que las ceremonias religiosas sean más cercanas. Y, tercero, fomentando un cambio en el discurso de los católicos: «Cuando se utiliza un lenguaje exclusivamente masculino se nos invisibiliza. A mí me ha pasado de ir a una celebración donde sólo había 20 señoras y el sacerdote dijo: ‘Queridos hermanos’. Entonces, piensas: ‘¡Eh, que todas somos mujeres: queridas hermanas!’. Para nosotras es fundamental decir nuestra palabra y decirla como mujeres». (Ana Barrio).

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Comprendemos que ser monja, para algunos que no entienden la fe como entrega a Dios, puede ser un bicho raro, como también lo sería el cura, y el, o la, que vive un celibato apostólico. Solo se comprende esta “locura” viendo las cosas desde más arriba, desde la fe. Y desde la luz de Dios se puede comprender que casi doscientas jóvenes hayan entregado su vida a Dios, con inmensa alegría, en unos conventos de Burgos. Dios tiene esos caprichos.

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Juan García Inza