Misa de la Sagrada Familia en la Plaza de Colón
El Papa se hace presente en Madrid y pide celebrar «con gozo el valor del matrimonio y la familia»
En un saludo en conexión con el Vaticano, Benedicto XVI consolida a Madrid como la capital europea de la familia.
Actualizado 2 enero 2011
Miles de personas se dieron cita en la Plaza de Colón y sus alrededores para participar en la Misa de la Sagrada Familia en la que el Papa Benedicto XVI, en conexión desde el Vaticano, alentó a las familias a ser «auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión» y a vivir con renovado entusiasmo la vocación cristiana en el seno del hogar, «como genuinos servidores del amor que acoge, acompaña y defiende la vida».
A la asamblea reunida bajo el lema «La familia cristiana. Esperanza para Europa», el Ponntífice, en conexión con la Plaza de San Pedro a la hora del Ángelus, envió un caluroso saludo en el que pidió celebrar «con gozo el valor del matrimonio y la familia».
Benedicto XVI pidió a los asistentes «ser fuertes en el amor y contemplar con humildad el misterio de la Navidad, que continúa hablando al corazón y se convierte en escuela de vida familiar y fraterna».
En su intervención, seguida con atención por los participantes en el acto, el Papa dijo que «la mirada maternal de la Virgen, la amorosa protección de San José y la dulce presencia del Niño Jesús son una imagen nítida de lo que ha de ser cada una de las familias cristianas, auténticos santuarios de fidelidad, respeto y comprensión, en los que también se trasmite la fe, se fortalece la esperanza y se enardece la caridad».
Asimismo Benedicto XVI pidió a las familias que hagan de sus casas «un verdadero semillero de virtudes y un espacio sereno y luminoso de confianza» donde se pueda discernir la llamada del Señor.
Defender con «coraje» a la familia
Minutos antes de la Eucaristía, obispos europeos animaron a las familias a tener «coraje» frente a todo aquello que las «destruye» y defendieron el amor entre hombre y mujer para que, por medio del sacramento del matrimonio, transmitan la vida y la fe.
El arzobispo de Avignon (Francia), monseñor Jean Pierre Cattenoz, instó a enfrentarse a la «cultura de la muerte» y a tener el «coraje de decir no a lo que ataca y desfigura la familia».