Nueva Adoración por la JMJ

El jueves 6 de enero, nueva Adoración por la JMJ

Por fin llega el año 2011, el año de la Jornada Mundial de la Juventud, en el que toda España, y sobre todo Madrid, acogerá a cientos de miles de jóvenes de todo el mundo, que acuden a la llamada del Papa para, a través de la Iglesia, encontrarse con Cristo. Qué mejor oportunidad para estrenar el año que adelantar ese encuentro con el Señor, a la vez que se ora por los preparativos y los frutos de la Jornada. Ésta es la invitación que lanzan los organizadores de la JMJ para el próximo jueves, 6 de enero. Ese día, como cada primer jueves de mes de este curso, tendrá lugar una nueva Adoración por la JMJ. Estos encuentros ante el Santísimo, que comenzaron en el curso 2009-2010, se celebran a las 20.30 horas en la parroquia de San Juan de la Cruz (plaza San Juan de la Cruz, 2), de Madrid.

En la misma línea, la página oficial de la JMJ (http://www.madrid11.com), dentro de la sección Ideas para venir, donde se plantean propuestas para prepararse material y espiritualmente para la Jornada, invita a celebrar Horas Santas de la JMJ: «Ven ante Aquel por Quien hacemos este viaje, trae a otros ante el regalo verdadero de Jesús en el Sagrado Sacramento, y reza para que la Jornada Mundial de la Juventud dé sus frutos en tu propia alma y en la de los futuros participantes y espectadores».

¿Quieres ser un Rey Mago?

Propuestas para que el día 6 todo el mundo tenga regalo

Es la noche del 5 al 6 de enero. Los niños no pegan ojo de emoción: ¡Vienen los Reyes Magos cargados de regalos! Es el momento de disfrutar de todos esos juguetes que han pedido durante el año los más pequeños, y de darse ese caprichito los más mayores. Pero muchos no podrán vivir esa noche mágica.
O bien no tienen recursos, o bien no tienen a nadie que piense en ellos: ¿Ponemos remedio?

Shhh, no hagas ruido, que vas a asustar a los camellos.
-No se asustan, les he dejado un vaso de leche a cada uno.
-¿Crees que nos hemos portado bien y nos traerán todo lo que hemos pedido?
-¡Sííí! El año pasado me trajeron un montón de regalos…

Cada noche del 5 al 6 de enero, esta escena se repite en multitud de hogares del mundo. Niños nerviosos esperan la llegada de los Reyes Magos cargaditos de regalos -tantos, que, a veces, ni los disfrutan-. Reyes Magos que no sólo pasan esa noche por su casa, sino por la casa de los abuelos, de los tíos, de los vecinos… Pero hay muchos niños -y no tan niños- que en Navidad no pueden recibir ese regalo que tanto ansían. Ni ése ni ninguno. Menores tutelados que viven en casas de acogida, hijos de familias que apenas tienen dinero para comer, ancianos solos… se levantarán el día 6 y su salón no estará repleto de bonitos paquetes. ¿Y por qué unos sí pueden tener esa ilusión y otros no? El Niño Jesús, que recibió los regalos de los Reyes Magos, nace para todos.

Reyes Magos de verdad

Doña Paloma Lladó, hace cuatro años, habló con una amiga suya, profesora en una barriada de Barcelona, que le contó la ilusión con la que los 30 niños a los que daba clase recibían los regalos que ella y sus amigos les compraron por Navidad. Dos años después, se acercaba esta época y Paloma cogió el teléfono: «¿Por qué no hacemos algo parecido para los niños de la casa hogar en la que somos voluntarios?» A la mañana siguiente, 100 personas se habían sumado a la iniciativa. El primer año, repartieron 150 regalos. Esta Navidad, se van a repartir 2.400: «La gente es muy generosa, tanto, que este año también vamos a repartir comida, porque en los centros nos dicen que necesitan cosas muy básicas. Sí, los niños siempre querrán un peluche, pero sobre todo necesitan pañales», señala Paloma. El aumento extraordinario de los voluntarios, Paloma lo explica en una frase: «Somos plenamente conscientes de que no somos nosotros los que estamos detrás: sólo somos sus manos y pies». De Dios, claro.

¿Cómo ha llegado a tener esta repercusión? Paloma y sus Reyes Magos más allegadas han puesto en marcha una  web, http://www.reyesmagosdeverdad.org, en la que todo aquel que envía un e-mail y se suma al proyecto recibe una carta escrita por uno de los niños de los hogares que forman parte del proyecto, en el que pide tres regalos. Cada Rey Mago de verdad compra uno de esos regalos, y se lo hace llegar a los coordinadores, que a su vez, lo envían a los centros. Los regalos se entregan a los niños de dos formas: o bien los dejan la noche del día 5, o bien se hace una fiesta en la que los Reyes entregan en mano los juguetes.

Los niños deben tener infancia

Una Reina Maga de verdad, doña Susana García-Vaquero, cuenta que se animó porque «recuerdo el 6 de enero como un día especial en el que se mezclaban el misterio de los Reyes Magos, la alegría y la ilusión. Es un recuerdo agradable que me hace sonreír ahora, de mayor, y me gustaría que los demás también puedan vivirlo. Los niños deberían tener una infancia en la que estén presentes la ilusión, la alegría y esa inocencia del misterio de los Reyes Magos».

Y ocurre. Claro que ocurre. La Madre Elisa, una de las encargadas de la Casa hogar San José de la Montaña, que la Congregación de las Madres de los Desamparados gestiona en Valencia, a la que llegan los regalos de esta iniciativa, afirma que todo ha cambiado desde que los niños reciben estos presentes: «Recuerdo que una niña tenía mucha ilusión por una mochila, y nosotras, por nuestros medios, no podíamos proporcionársela. Ahora todo es diferente». Además de los Reyes Magos de verdad, muchos amigos de esta Casa hogar toman la iniciativa por su cuenta: «Hoy mismo ha venido un señor con una furgoneta cargada de juguetes», cuenta la Madre Elisa.
Este año, los Reyes Magos de verdad ya han repartido sus regalos, pero además de sumarse a la iniciativa en años venideros, lo importante es dejarse contagiar por la ilusión: «Seguro que hay una residencia de ancianos cerca, o una casa de acogida, que necesite ayuda. Sólo hay que preguntar y hacer unas cuantas llamadas a los amigos. Una amiga mía preguntó en la residencia de al lado de su casa quiénes eran los ancianos más solitos y les compró tres bonitos regalos», recuerda Paloma. Todo es ponerse.

Cristina Sánchez