Gabriele Amorth y Medjugorje

El Padre Gabriele Amorth es exorcista en la diócesis de Roma y presidente honorario de la Asociación de Exorcistas que él mismo fundó en 1990, y la cual presidió hasta el año 2000. Durante su estancia en Medjugorje, en Julio de 2002, él concedió una entrevista al P. Dario Dodig.

Padre Dario Dodig: Padre Gabriele, entiendo que Ud. es exorcista en la diócesis de Roma?

Padre Gabriele Amorth: Soy exorcista en Roma y presidente honorario de la Asociación de Exorcistas, que yo mismo fundé. En el año 2000, celebramos su 10o. aniversario. Yo tenía 75 años y pedí que alguien más asumiera esta función. Cuando los Obispos cumplen 75 años se retiran, así que yo hice lo mismo!

Padre Gabriele, sería Ud. tan amable de decirnos qué es un exorcismo?

El exorcismo es una oración pública de la Iglesia que se hace con la autoridad de la Iglesia, porque la realiza un sacerdote designado por el Obispo; es una oración de liberación del demonio, de la influencia maligna del demonio o del mal provocado por el demonio.

Hablando del exorcismo, podría Ud. decirnos cómo puede influir Satanás en los cristianos?

La influencia de Satanás es inmensa. Satanás actúa de dos maneras diferentes. La acción ordinaria de Satanás es cuando él tienta a los hombres para hacer el mal. Todos los hombres, desde que nacen hasta que mueren, están involucrados en este combate contra Satanás quien los tienta para hacer el mal. Y Jesús, en Su naturaleza humana, también estuvo sujeto a ser tentado por Satanás. Además de la acción ordinaria, Satanás también actúa de manera extraordinaria,

Hablando de la posesión diabólica, cómo podemos defendernos de Satanás?
Primero debemos hablar de la prevención – de qué hay que hacer para evitar estos males. Las medidas de prevención son: vivir en gracia de Dios, ser fieles a la oración y no llevar a cabo acciones que abran la puerta al demonio, especialmente no realizar obras de lo oculto. Hay tres obras principales de ocultismo: la magia, el espiritismo y el satanismo. Quien se dedica a estas cosas se expone a la acción extraordinaria del demonio.

La influencia de Satanás en el mundo de hoy es más fuerte que antes, especialmente su influencia en los jóvenes, por ejemplo a través de la música?

Hoy en día, Satanás tiene manos libres. Esto no significa que él sea más poderoso hoy que en el pasado, pero tiene las puertas totalmente abiertas. En primer lugar, hoy vivimos un tiempo de poca fe. Es simplemente matemático: cuando la fe declina, crece la superstición. Cuando abandonamos a Dios, nos entregamos a prácticas que abren las puertas a Satanás. No hay duda que los medios de hoy han hecho mucho en favor de Satanás, primeramente por la inmoralidad de ciertos programas, la abundancia de películas que muestran violencia, terror o sexo. Además de esto, los medios han colocado en primer plano y han dado popularidad a figuras de brujos y magos y por tanto, dan publicidad a sus obras.

El exorcismo es el más alto grado de acción contra Satanás? Existen otros medios que puedan considerarse antes de acudir a este último recurso?
La conversión! Lo primero que pedimos a las personas que acuden a nosotros es que vivan en gracia de Dios, que sean fieles a una intensa vida sacramental y a una vida de oración. Después de esto, si es necesario, los animamos a que reciban oraciones de sanación y liberación, como se practican en la Renovación Carismática Católica. Después de un número de este tipo de oraciones, la persona o ya ha sido liberada o evidencia la necesidad de recibir un exorcismo. Entonces hacemos el exorcismo, teniendo en mente que el exorciso es una oración en la que el resultado no siempre se obtiene inmediatamente. A veces se necesitan años de exorcismo para que una persona sea liberada.

Es el exorciso la forma más elevada de actuar en nombre de Dios?

En teoría, sí. Con todo, debemos tener presentes otros factores que son muy importantes ante Dios. El exorcismo es una oración. Como todas las oraciones, será más eficaz mientras más fuerte sea la fe. La fe es de vital importancia. Por eso leemos a menudo en las vidas de los Santos que liberaron a las personas de posesiones diabólicas sin ser exorcistas ellos mismos.

Cuando hablamos de Satanás de la acción satánica, generalmente sentimos miedo…

Esto sucede porque ya no estamos acostumbrados al exorcismo. Los sacerdotes en general creen muy poco en la acción extraordinaria de Satanás. Si un obispo les propone que hagan un exorcismo, se asustan y esto es como si pensaran: «Si dejo al diablo en paz, él me dejará en paz. Si lo combato, él me atacará.» Y esto es equivocado. Mientras más luchemos contra Satanás, más miedo tendrá él de nosotros.

En sus mensajes en Medjugorje, Nuestra Señora a menudo dice que Satanás es fuerte y nos invita a orar, a ayunar y a convertirnos.
Sí, esto es cierto. En una revista italiana, tuve la oportunidad de comentar algunos mensajes de la Virgen en los que Ella habla de Satanás. Ella ha hablado a menudo de esto. Ha subrayado que Satanás es poderoso y que quiere desbaratar sus planes. Ella nos ha invitado a orar, orar, orar.

En sus mensajes, Nuestra Señora ha hablado del Rosario, de la Adoración al Santísimo Sacramento, de la oración delante de la Cruz, y dijo incluso que por medio de la oración podemos detener las guerras.

Sí. A través de la oración, podemos incluso detener las guerras. Yo siempre he entendido Medjugorje como una continuación de Fátima. De acuerdo a las palabras de la Virgen en Fátima, si hubiéramos orado y ayunado, no habría habido una Segunda Guerra Mundial. Pero no la escuchamos y por eso hubo una guerra. También aquí, en Medjugorje, la Virgen nos llama insistentemente a orar por la paz. En sus apariciones, la Virgen siempre se presenta bajo una advoación diferente para mostrar la meta de dichas apariciones. En Lourdes, Ella se presentó como la Inmaculada Concepción, en Fátima como la Reina del Santo Rosario. Aquí en Medjugorje, la Virgen se ha presentado como la Reina de la Paz. Todos recordamos las palabras «Mir, mir, mir!» (paz, paz, paz) que aparecieron escritas en el cielo al principio de las apariciones. Vemos claramente que la humanidad corre el peligro de una guerra, y Nuestra Señora insiste en la oración y en una vida cristiana para alcanzar la paz.

En sus mensajes, la Reina de la Paz también recalca el ayuno, el cual está un poco olvidado en la Iglesia. Ella habla del ayuno de acuerdo con lo que está escrito en los Evangelios – que a través del ayuno y la oración podemos eliminar cualquier influencia de Satanás.

Esto es cierto. Primero en Fátima y ahora aquí, en Medjugorje, la Virgen habla a menudo de la oración y el ayuno. Yo creo que esto es muy importane, porque los hombres contemporáneos van detrás del espíritu de consumismo. La humanidad busca cómo evitar cualquier clase de sacrificio y de ese modo se expone al pecado. Para la vida cristiana, además de la oración, necesitamos cierta austeridad de vida. Si no hay austeridad de vida, no hay perseverancia en la vida cristiana. Le voy a dar un ejemplo – hoy, las familias e destruyen muy fácilmente. Celebran el matrimonio, pero las parejas se divorcian rápidamente. Esto sucede porque ya no estamos acostumbrados al sacrificio. Para vivir unidos, tenemos que ser capaces también de aceptar las deficiencias de los demás. La falta de espíritu de sacrificio nos lleva al hecho de que no vivimos la vida cristiana en plenitud. Vemos con cuánta facilidad se comete el aborto, a causa de la falta de disposición a sacrificarse para educar a los hijos. Es así como se destruye un matrimonio en primer lugar. Y esto porque no se practica el sacrificio. Sólo si nosotros mismos nos acostumbramos a hacer sacrificios, seremos capaces de vivir una vida cristiana.

Los frutos de Medjugorje son numerosos. Las conversiones son numerosas. Un teólogo dice que aquí, el cielo bajó a la tierra. Nuestra Señora nos invita a abandonarnos enteramente a Ella para que pueda guiarnos a Jesús. No es esto esencial para la vida cristiana?

Sin duda! Medjugorje es realmente un lugar donde se aprende a orar, pero también a sacrificarse uno mismo, donde las personas se convierten y cambian de vida. La influencia de Medjugorje es mundial. Basta con pensar en cuántos grupos de oración han surgido gracias a la inspiración de Medjugorje. Yo también guío un grupo de oración que se fundó en 1984. Este grupo tiene ya 18 años. Vivimos una tarde como se vive en Medjugorje. Siempre asisten entre 700 y 750 personas. Siempre meditamos en los mensajes de la Virgen del día 25 de cada mes y yo siempre leo este mensaje en relación con algún versículo del Evangelio, porque la Virgen no dice nada nuevo. Ella nos invita a hacer lo que Jesús nos enseñó a hacer. Grupos como el mío existen en todas partes del mundo.

Es cierto que Medjugorje es un «gran obstáculo» para Satanás?

Seguro. Medjugorje es una fortaleza contra Satanás. Satanás odia Medjugorje porque es un lugar de conversión, de oración, de transformación de vida.

Podría darnos algún consejo?

El «testamento» de María, sus últimas palabras escritas en el Evangelio son: «Hagan lo que El les diga.» Aquí en Medjugorje, la Virgen insiste nuevamente en el respeto a las leyes del Evangelio. La Eucaristía está en el centro de todos los grupos Medjugorje, porque la Virgen siempre nos lleva a Jesús. Esta es su principal preocupación: hacernos vivir las palabras de Jesús. Esto es lo que yo les deseo a todos. Que la Inmaculada interceda por ustedes, para que la bendición de Dios descienda sobre cada uno de ustedes en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén!

Gracias, Padre, y que Dios le dé una larga vida!

Mensajes de la Virgen Maria a Teresa Musco

A Teresa Musco estigmatizada Italiana

La Iglesia de Pedro

20 de mayo 1951

«Verás muchos cambios en la Iglesia. Los cristianos que recen serán pocos Muchas almas caminan al infierno. Las mujeres perderán el pudor y la vergüenza. Satanás tomará su forma para hacer caer a muchos… En el mundo habrá crisis comunes… El Papa pasará horas de agonía; al final yo estaré para conducirlo al Paraíso. Tendrá lugar una gran guerra. ¡Muertos y heridos incalculables! Satanás cantará su victoria. Será el momento en que todos verán a mi Hijo aparecer sobre las nubes y juzgará a cuantos han despreciado su sangre inocente y divina. Y entonces mi Corazón triunfará».

El 7 de octubre 1951

«A partir de 1972 se iniciará el tiempo de Satanás; el tiempo de las grandes pruebas. Hija mía, se atraviesa un tiempo muy delicado. Los cardenales se opondrán a los cardenales, los obispos a los obispos. Entre ellos no hay amor. Muchos hijos se encuentran sin amor y se han descarriado. No saben ya como dirigir las almas, pero no son capaces de acercarse a la oración».

El 14 de febrero de 1976 habla la Virgen
«Verás una gran revolución en mi casa: los comunistas al poder en mi casa, pero se producirá sólo cuando puedan actuar libremente, sin obstáculos, entonces habrá derramamiento de sangre inocente.»
«
En el vaticano están los comunistas al poder, esperando el tiempo y el momento adecuado.
Mi hija, te he escogido pobre y miserable porque tu me entiendes, el sabio y aprendido no puede comprender mi lenguaje, hasta que estén de rodillas con un corazón contrito«.

 

13 de octubre de 1973, María le dice:
«Mi dolor es grande al ver que muchos de mis hijos predilectos le darán razón al diablo negando a Mi Hijo. Hija MIA, celebren misas con las partículas ya consagradas”

23 de julio de 1973, María le dice:
«Mi hija Teresa, sabemos que muchos sacerdotes, mis amados hijos y muy queridos por mí, oscurecen la gloria y el honor de mi hijo …”¡Oh, pobres Hijos míos insensatos … Porque son ciegos …? Como se han dejado tomar por el diablo …? Una gran parte han llegado a la ceguera de no escuchar a Jesús o a mí, pero estoy dispuesta a aceptarlos en mis brazos, con el perdón de cada ofensa.»… pero no se me ha creado para servir a mi hijo?
No me ha dado a todos Uds. a los pies de su cruz? … Y ahora ocultan la adoración de Jesús? … Mis pobres hijos, cuantos son insensatos, cuantos son ciegos!…
El demonio hace uso de sus propios niños: dad a conocer esto.
Lo que yo necesito son sacerdotes humildes y valientes, dispuestos a ser sacrificados, burlados y pisoteados, sin temor a perder su vida, su sangre, para que a través de ellos pueda brillar en la Iglesia después de la gran purificación.«

 

Mi hija, ofrece tus sufrimientos por los sacerdotes, porque la mayoría no entiende cual es la voluntad de Dios. Los pocos que permanecieron fieles a mí, tienen tanto miedo a exponerse, y así seguir viviendo, hasta cuando mi Hijo lo decida»


«Mi casa está pasando un mal momento:
a los que he mandado contra la oscuridad, han hecho mucho daño por su comodidad porque la comodidad daña directamente a la carne y pone en silencio el espíritu. Hija, reza por ellos que tanto lo necesitan!. Y si en tu vida tienen algún un día sin haber rezado por mis hijos amados, ese es un día perdido en su vida» 

Jesús habla:

«yo sangré por los sacerdotes, han dejado caer mi sangre y la de mi Madre Adoradísima. Me basta su fidelidad para hacer conocer a todos el designio divino.» 

Habla la Virgen:

«podrás ver cómo muchos sacerdotes, hijos predilectos de mi querido hijo, que niegan la presencia de él, muchos no quieren seguir. Sabes hija, que se necesitan muchas almas que se ofrezcan de víctimas por los sacerdotes. Muchos de ellos se oponen a sus obispos, y muchos ni siquiera admiten que se habían equivocado. Ofrece, sufre, reza por ellos

Homilía del Papa Benedicto XVI en la Sagrada Familia

Homilía del Papa Benedicto XVI en la Misa de Dedicación del Templo de la Sagrada Familia de Barcelona

Por SIC el 8 de Noviembre de 2010

VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI A SANTIAGO DE COMPOSTELA Y BARCELONA

HOMILÍA DEL SANTO PADRE
en la Misa de Dedicación del Templo de la Sagrada Familia – Barcelona
Domingo, 7 de noviembre de 2010

En catalán:
Estimats germans i germanes en el Senyor:
«La diada d’avui és santa, dedicada a Déu, nostre Senyor; no us entristiu ni ploreu… El goig del Senyor sarà la vostra força» (Ne 8, 9-11). Amb aquestes paraules de la primera lectura que hem proclamat vull saludar-vos a tots els qui us trobeu aquí presents participant en aquesta celebració. Adreço una salutació afectuosa a Ses Majestats els Reis d’Espanya, que han volgut acompanyar-nos cordialment. La meva salutació agraïda al Senyor Cardenal Lluís Martínez Sistach, Arquebisbe de Barcelona, per les seves paraules de benvinguda i la seva invitació a dedicar aquesta Església de la Sagrada Família, suma admirable de tècnica, d’art i de fe. Saludo també al Cardenal Ricard Maria Carles Gordó, Arquebisbe emèrit de Barcelona, als altres Senyors Cardenals i Germans en l’Episcopat, especialment, al Bisbe auxiliar d’aquesta Església particular, com també als nombrosos sacerdots, diaques, seminaristes, religiosos i fidels que participen en aquesta solemne cerimònia. També adreço la meva deferent salutació a totes les Autoritats Nacionals, Autonòmiques i Locals, com també als membres d’altres comunitats cristianes, que s’han unit al nostre goig i a la nostra lloança agraïda a Déu.
[Amadísimos Hermanos y Hermanas en el Señor:
«Hoy es un día consagrado a nuestro Dios; no hagáis duelo ni lloréis… El gozo en el Señor es vuestra fortaleza» (Neh 8,9-11). Con estas palabras de la primera lectura que hemos proclamado quiero saludaros a todos los que estáis aquí presentes participando en esta celebración. Dirijo un afectuoso saludo a Sus Majestades los Reyes de España, que han querido cordialmente acompañarnos. Vaya mi saludo agradecido al Señor Cardenal Lluís Martínez Sistach, Arzobispo de Barcelona, por sus palabras de bienvenida y su invitación para la dedicación de esta Iglesia de la Sagrada Familia, admirable suma de técnica, de arte y de fe. Saludo igualmente al Cardenal Ricardo María Carles Gordó, Arzobispo emérito de Barcelona, a los demás Señores Cardenales y Hermanos en el Episcopado, en especial, al Obispo auxiliar de esta Iglesia particular, así como a los numerosos sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosos y fieles que participan en esta solemne ceremonia. Asimismo, dirijo mi deferente saludo a las Autoridades Nacionales, Autonómicas y Locales, así como a los miembros de otras comunidades cristianas, que se unen a nuestra alegría y alabanza agradecida a Dios.]
Este día es un punto significativo en una larga historia de ilusión, de trabajo y de generosidad, que dura más de un siglo. En estos momentos, quisiera recordar a todos y a cada uno de los que han hecho posible el gozo que a todos nos embarga hoy, desde los promotores hasta los ejecutores de la obra; desde los arquitectos y albañiles de la misma, a todos aquellos que han ofrecido, de una u otra forma, su inestimable aportación para hacer posible la progresión de este edificio. Y recordamos, sobre todo, al que fue alma y artífice de este proyecto: a Antoni Gaudí, arquitecto genial y cristiano consecuente, con la antorcha de su fe ardiendo hasta el término de su vida, vivida en dignidad y austeridad absoluta. Este acto es también, de algún modo, el punto cumbre y la desembocadura de una historia de esta tierra catalana que, sobre todo desde finales del siglo XIX, dio una pléyade de santos y de fundadores, de mártires y de poetas cristianos. Historia de santidad, de creación artística y poética, nacidas de la fe, que hoy recogemos y presentamos como ofrenda a Dios en esta Eucaristía.
La alegría que siento de poder presidir esta ceremonia se ha visto incrementada cuando he sabido que este templo, desde sus orígenes, ha estado muy vinculado a la figura de san José. Me ha conmovido especialmente la seguridad con la que Gaudí, ante las innumerables dificultades que tuvo que afrontar, exclamaba lleno de confianza en la divina Providencia: «San José acabará el templo». Por eso ahora, no deja de ser significativo que sea dedicado por un Papa cuyo nombre de pila es José.
¿Qué hacemos al dedicar este templo? En el corazón del mundo, ante la mirada de Dios y de los hombres, en un humilde y gozoso acto de fe, levantamos una inmensa mole de materia, fruto de la naturaleza y de un inconmensurable esfuerzo de la inteligencia humana, constructora de esta obra de arte. Ella es un signo visible del Dios invisible, a cuya gloria se alzan estas torres, saetas que apuntan al absoluto de la luz y de Aquel que es la Luz, la Altura y la Belleza misma.
En este recinto, Gaudí quiso unir la inspiración que le llegaba de los tres grandes libros en los que se alimentaba como hombre, como creyente y como arquitecto: el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la Liturgia. Así unió la realidad del mundo y la historia de la salvación, tal como nos es narrada en la Biblia y actualizada en la Liturgia. Introdujo piedras, árboles y vida humana dentro del templo, para que toda la creación convergiera en la alabanza divina, pero al mismo tiempo sacó los retablos afuera, para poner ante los hombres el misterio de Dios revelado en el nacimiento, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. De este modo, colaboró genialmente a la edificación de la conciencia humana anclada en el mundo, abierta a Dios, iluminada y santificada por Cristo. E hizo algo que es una de las tareas más importantes hoy: superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana, entre existencia en este mundo temporal y apertura a una vida eterna, entre belleza de las cosas y Dios como Belleza. Esto lo realizó Antoni Gaudí no con palabras sino con piedras, trazos, planos y cumbres. Y es que la belleza es la gran necesidad del hombre; es la raíz de la que brota el tronco de nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo.

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Benedicto XVI provoca el desconcierto de «El País» [y «El Mundo»]

Benedicto XVI, que no ‘condena’ ni ‘arremete’, provoca el desconcierto de «El País» [y «El Mundo»]

La Iglesia en la prensa

Santiago

El Papa ha demostrado, una vez más, su enorme capacidad para decir cosas interesantes, y no solo para los creyentes. Ha ocurrido en Gran Bretaña hace menos de dos meses y ahora en España. Y lo hace con un tono de propuesta, de razonamiento desapasionado, que me parece una de sus mejores armas persuasivas. Desde luego, rompe el estereotipo (que todavía dura) de un Papa que quiere imponer sus ideas.

Estaba pensando en eso cuando he visto la portada de la página web de El País, donde se dice en un titulo que : “El Papa carga contra la pérdida de la fe y el aborto en su primera homilia”. Como ese titular desmontaba todo lo que acabo de decir en el primer párrafo, he repasado con preocupación el texto de la homilía para ver dónde y cómo el Papa “carga contra” (o “arremete”, otro de los verbos de decir preferidos por El País cuando se refiere al Papa…). La búsqueda ha sido inútil.

La única frase relacionada con el aborto, palabra que no menciona, podría ser esta: “¿Cómo es posible que se haya hecho silencio público sobre la realidad primera y esencial de la vida humana?”, pronunciada en el contexto de una glosa a un pasaje del Libro de la Sabiduría.  La verdad es que la homilía en la plaza del Obradoiro es una propuesta, un canto a la “gloria del hombre” amenazada por algunos enemigos que quieren robarle su dignidad. Hay que entender el desconcierto de El País, que ve como el Ratzinger real no coincide con el suyo: la respuesta del periódico parece que consiste en… cambiar al Ratzinger real para que se adapte al cliché.

[Actualización, 7.XI.10] Veo hoy que también El Mundo se ha sumado al uso del mismo verbo. La frase resulta un poco enrevesada, pero aquí va: «El Papa carga en Santiago su ‘peregrinaje’  contra el laicismo en España«.  No es el colmo de la claridad, desde luego.

No quiero ser monotemático, pero estoy sorprendido del éxito del verbo. El País vuelve a usarlo en su portada web de hoy al titular la homilía del Papa en la Sagrada Familia así: » «El Papa pide proteger el matrimonio tradicional y carga contra el aborto». El párrafo «implicado»  no menciona la palabra aborto sino el hecho de que la Iglesia «aboga para que se defienda la vida de los hijos como sagrada e inviolable desde el momento de su concepción» y «se opone a todas las formas de negación de la vida humana». Como en los demás casos, el tono agresivo que otorga la expresión «carga contra» está totalmente ausente.

La sonrisa del Papa

martes, 09 de noviembre de 2010
Rafael Navarro-Valls


La Gaceta

La calurosa acogida en Santiago y Barcelona, así como el intenso deseo de políticos de signo diverso (desde Rubalcaba a Rajoy, desde los Reyes y los Príncipes de España hasta Zapatero) de ser recibidos por el Papa, viene a confirmar: «La religión no es un problema que los legisladores deban solucionar», sino que es más bien una positiva inyección intravenosa en el torrente circulatorio de la sociedad. Como había dicho el Papa en su visita al Reino Unido: «Una contribución vital al debate nacional». Un factor social que merece un lugar bajo el sol. Tal vez por eso ha resonado con especial énfasis en el Obradoiro gallego la exclamación de Benedicto XVI: «Europa debe abrirse a Dios».

Su exaltación en Barcelona de la mujer y su trabajo (también el doméstico), del matrimonio «natural», de la belleza, la conciencia y la vida se insertan en la línea de las grandes declaraciones de Derechos del Hombre. Una vez más se ha puesto de manifiesto que Benedicto XVI está en la vanguardia de la defensa de los derechos humanos.

Tal vez por eso no ha sido exacto el reproche que se le ha hecho desde alguna prensa cuando —todavía en vuelo— hizo una referencia a la laicidad en los años treinta y en la España de hoy. Es evidente que no era una comparación entre «violencias», sino entre ideologías. Para los expertos en relaciones entre las Iglesias y los Estados, es sencillamente cierto que tanto en aquellos momentos como en éstos, existe un debate ideológico entre fe y modernidad. Un debate que lleva trazas, en mi opinión, de tener un desenlace positivo.

Es decir, hacer resurgir la noción originaria de laicidad, que es no tanto ser un instrumento para «liberar» a los ciudadanos de la fe, cuanto un expediente técnico para hacer a los ciudadanos «oficialmente libres» para practicarla o no (W. McLoughlin). Es decir, lo que vienen llamando hoy las Cortes de Italia, Alemania y Estados Unidos, «laicidad positiva» o «neutralidad benevolente».

En este contexto de altura, la polémica sobre la «financiación» del viaje, como es natural, se ha ido difuminando. Recuerdo una anécdota de Juan Pablo II que, bromeando, comentó en una ocasión: «Cuando viajo a Occidente, a veces oigo que dicen «el viaje costó tanto». Cuando viajo a África, la gente me pregunta: «¿Qué más podemos hacer por usted?»».

La moraleja es clara. Es una marca de fábrica en Occidente cuantificarlo todo en dinero. Si no es traduciendo en moneda la magnitud de un acontecimiento se nos escapa su valoración. Tal vez sea porque todo lo «cosificamos». La verdad es que las personas y lo que las personas originan no tiene «un precio», sino «un valor», que es cosa distinta.

El Papa está llevando a cabo una labor titánica, de inmenso valor: renovar culturalmente el Viejo Continente. Despertar en tantos países esa «minoría creativa», que sirva de palanca para el cambio antropológico de toda una civilización. En España también lo ha hecho. El tiempo irá mostrando su valor.

Cuando un Papa visita reiteradamente un país (hoy por hoy España es el país más visitado) significa dos cosas: especial afecto por sus gentes y también cierta preocupación por su destino. El cariño del Papa a España se explica por el hecho de que de sus 45.920.000 habitantes, más de 42 millones están bautizados en la Iglesia Católica.

Su preocupación, proviene del hecho de que nuestro país es un calidoscopio donde se mira Latinoamérica, casi un continente con ocho de cada diez de sus habitantes bautizados en la Iglesia católica. El influjo de las leyes, modas, costumbres, etc. españolas influye más de lo que pensamos.

Un ejemplo: sociólogos serios han adelantado que ni Argentina ni México hubieran introducido en sus legislaciones el matrimonio entre personas del mismo sexo si España no lo hubiera hecho antes. Algo similar está ocurriendo con la liberalización de las prácticas abortivas o la trivialización del vínculo conyugal.

Cuando Gorbachov presentó a su esposa al Papa Juan Pablo II le dijo: «Raisa, te presento a la primera autoridad moral de la Tierra». Los españoles —católicos o no— han visto en acción durante estas dos jornadas a esa «autoridad moral» que, al tiempo, es el líder espiritual de casi mil doscientos millones de personas en todo el mundo. Es natural que, cualquiera con un mínimo de sentido común, haya sentido surgir el reconocimiento y el afecto por este «peregrino» en Santiago y enamorado de la belleza en Barcelona.

Con motivo de su breve estancia, un periodista me preguntó el posible titular para un artículo sobre este viaje. Inicialmente me resistí a encapsular en cuatro palabras la riqueza ideológica, teológica y sociológica de este acontecimiento. Luego, tímidamente, sugerí éste: «La sonrisa del Papa». Efectivamente —me lo hizo notar una prestigiosa corresponsal de La Gaceta— en ninguno de sus ya casi veinte viajes, el Papa ha estado tan relajado y sonriente. Su natural afabilidad, su sencillo savoir-faire, su poderosa inteligencia y visible humildad han estado en España normalmente adornados con una sonrisa. No es poca cosa.

Muere Jutta Burggraf

Muere Jutta Burggraf, una teóloga abierta a los demás

Firmado por Juan Meseguer

Fecha: 8 Noviembre 2010

El pasado 5 de noviembre falleció la teóloga alemana Jutta Burggraf (1952-2010), profesora de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Su docencia y su actividad investigadora estuvo centrada en el ecumenismo, la teología de la mujer, la teología de la creación…

Doctora en Psicopedagogía por la Universidad de Colonia y en Teología por la Universidad de Navarra. Es autora de más de 20 libros, algunos de ellos traducidos a otros idiomas, y colaboró en 70 publicaciones colectivas. Se incorporó al departamento de Teología Dogmática de la Facultad en 1996.

Burggraf destacó por su visión positiva de los nuevos tiempos y su empatía hacia los demás. La conocí personalmente en un Congreso internacional celebrado en Roma hace unos meses. Era una de las ponentes invitadas. Tanto su conferencia –“Comunicar la identidad cristiana en una sociedad postmoderna”– como su puesta en escena sedujeron al público.

La conferencia concluyó con una diapositiva un tanto cursi –sólo puso dos en toda la sesión– que mostraba una puesta de sol. Eso, en un Congreso dedicado a la comunicación, era una apuesta arriesgada. Y ahí estuvo el golpe de humor.

Pero el “número” no terminó ahí. Con la diapositiva de fondo, la profesora alemana leyó un poema de Nietzsche dedicado “Al Dios desconocido”. Cuando terminó, el público correspondió al regalo con una ovación abrumadora.

Creo que la anécdota refleja algo del estilo de Burggraf. Si se había propuesto hablar de la fe en una sociedad postmoderna, ¿no era razonable traer a colación –con puesta de sol incluida– al filósofo que decretó la “muerte de Dios”?

Con ocasión del congreso le hice una entrevista sobre cómo transmitir el mensaje cristiano en una sociedad postmoderna, caracterizada por una pluralidad de visiones del mundo y una creciente ignorancia religiosa. Allí me dijo que “para influir en el mundo moderno hay que amarlo” y que “antes de enredarnos en cuestiones controvertidas, debemos mostrar a la gente el atractivo de las verdades cristianas”.

Un diálogo creíble

Se podría decir que el encanto personal de Burggraf iba muy unido a su teología, y al revés. Por eso, era creíble cuando hablaba de temas tan manidos como el diálogo y la convivencia entre personas de diferentes culturas y credos religiosos.

La profesora alemana se inclinó por temas de estudio donde había distintas visiones del mundo en juego. Su preocupación por la unidad de los cristianos queda reflejada en su libro Conocerse y comprenderse (Rialp, 2003).

Con la lectura de ese libro entendí por primera vez que el “compromiso ecuménico” es una cosa de dos; un empeño común que requiere conocer y comprender mejor a nuestros hermanos en la fe.

Algo parecido me ocurrió con su libro de bolsillo Cartas a David (Palabra, 2000), donde Mary entra en diálogo con un antiguo compañero de la carrera que es homosexual. Aunque se trata de un folleto, en pocos sitios he visto reflejada mejor la postura de la Iglesia católica hacia los homosexuales.

Sin esquemas rígidos

Junto a la empatía hacia los demás, cabe destacar su apertura de mente. Burggraf supo descubrir los aspectos positivos de la sociedad actual, pero también se mostró crítica con las soluciones simplistas.

Así ocurre, por ejemplo, en sus estudios sobre las relaciones entre hombre y mujer. Frente a las recetas de cierto feminismo bienintencionado que prescribe una distribución a partes iguales de tareas en el hogar, Burggraf prefirió abordar este asunto sin esquemas rígidos.

A su juicio, la convivencia en el hogar es algo más que un reparto externo de tareas. Lo verdaderamente importante es la “disposición positiva de ambos cónyuges”; una actitud interior que se expresa de modos muy diversos “pero siempre debe quedar clara la voluntad de compartir –sea como sea– las preocupaciones del hogar” (cfr. Aceprensa, 22-06-2004).

El cristianismo es libertad

Otro rasgo del pensamiento teológico de Burggraf es su empeño por hacer visible la belleza del mensaje cristiano; un mensaje que –como recuerda continuamente Benedicto XVI– tiene que ver con el amor y la libertad antes que con las prohibiciones.

“Dios no es enemigo de la libertad; muy al contrario, es su creador, su gran amigo y protector. Nuestra libertad es un don suyo”, escribe Burggraf en su libro Libertad vivida con la fuerza de la fe (Rialp, 2006).

Este libro, por cierto, constituye una apología convincente del cristianismo (aunque no sea éste su principal objetivo) a la vez que conduce al ensanchamiento del alma del lector.

Entre otros trabajos, Burggraf participó como perito en el Sínodo Ordinario de los Obispos sobre “La vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo” (1987). Era coeditora de la revista alemana Mariologisches, miembro del Consejo Científico del Internationaler Mariologischer Arbeitskreis Kevelaer (Alemania) y miembro correspondiente de la Pontificia Academia Mariana Internationalis.

 

La más alta condecoración francesa a una tetrapléjica

Michael Cook escribe en MercatorNet sobre la figura de Maryannick Pavageau, una mujer afectada por el síndrome locked-in, premiada por su lucha en favor de los discapacitados.

Fuente: MercatorNet

Fecha: 5 Noviembre 2010

Francia ha concedido la Legión de Honor a una mujer afectada por el síndrome de locked-in (personas totalmente paralizadas y conscientes, pero que pueden utilizar el movimiento vertical de los ojos para comunicarse) y afectada por una tetraplejia desde hace 30 años. Maryannick Pavageau, de 56 años, recibió la distinción por sus años de lucha en favor de la dignidad de los discapacitados y los minusválidos.

En 1984, cuando tenía 29 años, Maryannick tuvo un ataque que le dejó parcialmente paralizada. Durante algunos meses estuvo en coma y cuando finalmente despertó sólo podía mover los párpados. Pasado un tiempo recuperó en parte el habla y el movimiento de los dedos. A pesar de ello, cuando regresó a casa después de 32 meses en el hospital seguía necesitando atención médica las 24 horas del día. Apenas podía comunicarse con su marido y con su hija de dos años. Algo realmente demoledor para una mujer activa que trabajaba como abogada y consejera matrimonial.

Pero la señora Pavageau resultó ser una mujer con determinación y coraje. “Cuando descubrí el estado en el que estaba no se me ocurrió nunca pensar `¿Por qué a mí?´ -señala- sino al contrario, me dije, `¿Qué es lo que sigue?´”.

Rechaza la eutanasia

A pesar de sus grandes impedimentos ha sacado adelante a su hija –diplomática en la actualidad-, ha viajado a sitios como Roma o Pekín y se ha convertido en una activista en la defensa de los discapacitados y en contra de la eutanasia. Jean Leonetti, cardiólogo y diputado en el Parlamento francés que escribió en 2008 un informe que sirvió para que el Gobierno cerrara la puerta a la legalización de la eutanasia, quedó tan impresionado por su inteligencia y coraje que le dedicó un capítulo titulado “la fuerza inmóvil” de su libro sobre la eutanasia en el que describe cómo Pavageau hace frente a su discapacidad.

Su entrevista con el doctor Leonetti, en la que éste recogió material para su informe sobre la eutanasia, es verdaderamente conmovedora. “Toda situación dolorosa exige respeto. Pero ¿es justo decir que ‘ya es suficiente’ cuando la gente pide ayuda a gritos? Debemos redefinir el significado de las palabras, dar un paso atrás, y no dejarnos atrapar por las olas de la emoción. Hay que saber distinguir entre lo que se presenta como un gesto de amor y lo que en realidad es un grito y una desesperada búsqueda del amor.

“Ha llegado el momento de que las asociaciones que defienden a los más débiles participen en el actual debate y afirmen inequívocamente que todos, a pesar de sus impedimentos, percances, desánimos, tienen su lugar en la sociedad, que no hay límites a la dignidad humana”.

“Confieso que en ocasiones me he sentido deprimida, completamente harta de todo”.

“Pero como respuesta a esa profunda desmoralización, ¿sólo podemos esperar lo que hipócritamente se ha venido en llamar “el último acto de amor”?. Reconozco que nuestra situación puede ser muy difícil a veces. Incluso aunque se alivie el dolor físico existe un sufrimiento mental, pero puedes mantener la esperanza porque no estas solo. Debemos mantener la esperanza, aunque solo sea en el progreso de la ciencia.

El estímulo para luchar por la vida

La señora Pavageau concedió una entrevista a un periódico local de Sainte Nazaire, donde reside, en la costa Atlántica francesa, después de recibir el premio. “Toda vida merece ser vivida, afirma. Puede ser hermosa, a pesar de la situación en la que nos encontramos. Siempre es posible un cambio. Este es el mensaje de esperanza que me gustaría transmitir. Estoy firmemente en contra de la eutanasia porque no es el sufrimiento físico el que conduce al deseo de morir, sino el desaliento que supone sentirse como una carga. Todos aquellos que piden morir por lo general lo que buscan en realidad es amor”.

A pesar de su parálisis y de necesitar atención médica continua, Pavageau encontró en el amor su familia el estímulo para luchar por la vida. “Mi vida no es lo que podría haber sido, pero es mi vida. Al final, tengo que ser fiel a mis valores. Contaba con el amor de mi marido y mi hija Myriam, que tan sólo tenía dos años en aquel momento y eso me dio la fuerza para luchar. A pesar de mis dificultades, Myriam me ha comprendido siempre al hablar con ella”.

Hace dos años, Pavageau escribió un artículo en el que criticaba el debate sobre la eutanasia en los medios. “Los pronunciamientos públicos causan daños colaterales inesperados entre la gente que padece enfermedades serias como el síndrome de locked-in. Vemos muchos programas de televisión y de radio. Y en respuesta a nuestro profundo desaliento –¿quién está libre de sufrirlo?– solamente se nos ofrece ese supuesto derecho final, hipócritamente bautizado como signo de amor”.

“Un estudio reciente sobre la calidad de vida de los pacientes que sufren el síndrome locked-in descubrió, ante el asombro de los médicos, que a la pregunta ‘¿Si sufres un ataque al corazón te gustaría ser reanimado?’, la gran mayoría de la gente contestaba afirmativamente”.

Pavageau se mostraba orgullosa de convertirse en Caballero de la Legión de Honor, la más alta condecoración francesa, aunque la ve como un reconocimiento a todos aquellos cuya dignidad queda reducida cuando los consideramos como “vegetales”.

Mensaje del Papa a España

Actualizado 8 noviembre 2010

Volando a España dijo el Papa a los periodistas que “España padece hoy un laicismo agresivo”.

Y en su homilía en Santiago de Compostela dijo que “no podemos vivir de espaldas a Dios. No podemos arrinconar a Dios. Tenemos que abrirnos a Dios. A Él debe Europa las grandes creaciones filosóficas, literarias, culturales y sociales”. “Hoy hay que construir una Europa preocupada no sólo por lo material sino también por las necesidades morales y sociales, espirituales y religiosas”.

Los españoles no podemos ni debemos ser cobardes.

“Hay que dar testimonio, valiente del Evangelio en la vida pública, en las instituciones y en el compromiso ciudadano”.

Y en Barcelona, aludiendo al templo de la Sagrada Familia, “cuyas torres son saetas que señalan a Dios”, dijo que “la familia debe ser apoyada por el Estado jurídica, social y legislativamente, pues fundada en el amor generoso e indisoluble entre un hombre y una mujer, es la esperanza de la humanidad, pues en ella se acoge la vida desde la concepción hasta la muerte natural”.

Y dijo también: “He venido a confirmar a los españoles en la fe, en un mundo que quiere desplazar a Dios”.

JORGE LORING, S.I.
jorgeloring@gmail.com
www.arconet.es/loring
Tel.: (34) 956 87 46 47

 

Me quito el sombrero ante Popular TV y RomeReports

Actualizado 9 noviembre 2010

Jorge Enrique Mújica, LC

Benedicto XVI ya dejó España y ahora es el momento de los frutos. Frutos copiosos que son, sobre todo, don de Dios. Dones de Dios en los que Él quiere que colaboren los hombres. Y vaya si los hombres y las mujeres ayudaron para que el mensaje del Papa, para que su sonrisa cercana, para que su sensibilidad conmovedora y sus palabras sabias llegaran transparentes a miles de personas.

Y quiero referirme muy especialmente a dos medios de comunicación católicos que estuvieron a la altura de la circunstancia: Popular TV y RomeReports.

La primera retransmitió en vivo los actos públicos de la visita del Papa con una calidad no sólo técnica. Las intervenciones ricas y variadas de quienes participaron en los diferentes momentos como comentaristas dieron el rasgo distintivo a este canal de televisión católico español.

Es verdad que otros canales nacionales también transmitieron el evento que ganó y atrapó a la audiencia (la agencia zenit refería los datos estadísticos). Pero los comentarios de la mayoría dejaban mucho que desear. Una mirada a la prensa impresa reflejaba más o menos lo mismo.

RomeReports, a quien ya he alabado en otras ocasiones, se mantuvo a la vanguardia del reporte continuo. No por nada es una referencia en la mayoría de las informaciones que emite y, además, dicho sea de paso, de modo gratuito.

Es cierto que EuropaPress y la agencia EFE (españolas las dos) también produjeron algunos videos. Pero entre desviar la atención a los tres gays que se besaron cuando pasó el Papa por las calles de Barcelona (y que seguramente ni vio) y el supuesto cariz reaccionario de Benedicto XVI contra el gobierno español, pues como que estaban fuera de la sintonía real del conjunto y motivo de la visita del Romano Pontífice a Santiago y la ciudad condal.

Así las cosas, me pongo de pie, me quito el sombrero y aplaudo a Popular TV y RomeReports. Dos medios católicos a la altura de muchos medios no confesionales.

 

Nos hablan las almas del Purgatorio (4)

Actualizado 8 noviembre 2010

La vuelvo a ver en seguida y continuamos con nuestras preguntas
– Sí, por cierto que es difícil describirlos. Pero, dime, ¿Jesús no va al Purgatorio?.

– Ningún alma me lo ha dicho. Es la Madre de Dios quien va. Una vez pregunté a un alma del Purgatorio si debía ir ella misma a buscar a las almas de las que pedían noticias. Me respondió que no: es la Madre de Misericordia quien da noticias. Ni siquiera los santos van al Purgatorio; en cambio los Angeles están allí: San Miguel… y cada alma tiene cerca a su Angel Custodio.

– ¡Qué estupendo, los Angeles están con nosotros! Pero, ¿qué hacen los Angeles en el Purgatorio?

– Alivian y consuelan. Las almas pueden verlos.

– ¡Oh, qué bello!. María, si continuas a hablarnos de los Angeles casi me haces venir el deseo de ir al Purgatorio. Otra pregunta: tú sabes que, hoy, mucha gente cree en la reencarnación, ¿Qué dicen las almas sobre este tema?

– Las almas dicen que Dios nos da una sola vida.

– Pero algunos sostienen que una sola vida no es suficiente para conocer a Dios y para tener el tiempo de convertirse verdaderamente, y piensan que eso no sea justo. ¿Que le respondes a tales personas?

– Todas las almas tienen una fe interior; aun si no son practicantes, ellas reconocen a Dios. No existe nadie que no crea totalmente. Cada hombre tiene una conciencia para reconocer el bien y el mal, una conciencia dada por Dios y un conocimiento interior, ciertamente de grados diversos, como sea, sabe distinguir el bien del mal. Con tal conciencia cada ser humano puede llegar a la bienaventuranza.

– ¿Qué pasa con las personas que se suicidan?. ¿alguna vez te visitó una de esas almas?

– Las almas que vienen a mí son sólo almas del Purgatorio. Por lo tanto, hasta hoy, nunca encontré el caso de un suicida que se haya perdido; eso no significa que no las haya. Pero algunas almas me dicen que con frecuencia son más culpables aquellos que han estado alrededor de ellas, porque han sido negligentes o han difundido calumnias.

A este punto pregunté a María si las almas se arrepienten de haberse suicidado, y María me respondióque si, pero me dijo que, con frecuencia, el suicida es una persona enferma. Con todo, las almas se arrepienten porque, apenas ven las cosas a la luz de Dios, comprenden, en un solo instante, todas las gracias que les estarían reservadas a ellas durante el tiempo que aún les quedaba por vivir, y ven todo el tiempo restante (meses o años), y todas las almas que hubiesen podido ayudar ofreciendo el resto de su vida a Dios; y lo que a ellas les causa mayor dolor por su pasado es ver el bien que hubiesen podido hacer y que, en cambio, no hicieron porque abreviaron su vida. Pero, si la causa del suicidio fue una enfermedad, el Señor, sin duda, no lo tiene en cuenta.
– María, quisiera preguntarte si almas de personas de otras religiones, por ejemplo judíos, han venido a visitarte

– Sí, y están en la felicidad. Quien vive bien su fe está en la paz; pero es a través de la fe católica que se gana mucho más para el Cielo.

– ¿Existen religiones que son malas para las almas?

– No, pero ¡hay tantas religiones en la tierra!. Los más cercanos a la fe Católica son los ortodoxos y los protestantes. Hay muchos protestantes que recitan el Rosario; pero las sectas son muy, muy malas. ¡Hay que hacer de todo para salir de ellas!.

– María, ¿hay sacerdotes en el Purgatorio?. (Aquí veo que María alza los ojos al Cielo como para decir: “¡Ay de mí!…”).

– Sí, hay muchos. Esos no han colaborado para tener respeto por la Eucaristía, y entonces toda la fe sufre. Con frecuencia están en el Purgatorio por haber descuidado la oración, y su fe ha disminuido; pero es también cierto que muchos de ellos han ido directamente al Paraíso. Un encuentro inolvidable para mí fue aquel con un sacerdote cuya mano derecha era negra. Le pregunté la causa: “Hubiera tenido que bendecir más”, me dijo. “Di a todos los sacerdotes que encuentres que deben bendecir mucho más: ellos pueden dar numerosas bendiciones y conjurarían las fuerzas del mal”.

– Bien, ¿y qué le dirías a un sacerdote que quisiera vivir verdaderamente según el corazón de Dios?

– Le aconsejaría de rezar mucho al Espíritu Santo y de recitar cada día el Rosario.

– María, ¿hay niños en el Purgatorio?

– Sí, pero para ellos el Purgatorio no es muy largo ni muy penoso, porque a ellos les falta el pleno discernimiento.

– Pienso que algunos de ellos han venido a encontrarte. Tu nos contabas la historia de aquella niñita… el alma más pequeña que has visto; era una niñita de 4 años. Pero ¿por qué estaba en el Purgatorio?

– ¿Por qué?. Esta niñita había recibido de sus padres, como regalo de Navidad, una muñeca. Tenía una hermana melliza, que también había recibido una muñeca. Y he aquí que esa niñita de 4 años había roto su muñeca y entonces, a escondidas, sabiendo que nadie la veía, fue a poner esa muñeca rota en el lugar de la de su hermana, y a hacer así el cambio, sabiendo muy bien, en su corazoncito, que habría ocasionado muchísimo dolor a su hermana; se daba cuenta que eso era un engaño y una injusticia. Por esta causa pasó por el Purgatorio.
Sí, los niños con frecuencia tienen una conciencia más viva que la de los adultos, y es preciso sobre todo luchar contra la mentira; ellos son muy sensibles.

– María, ¿cómo pueden los padres ayudar en la formación de la conciencia de sus hijos?

– Sobre todo con el buen ejemplo: es lo más importante; y luego con la oración. Los padres deben bendecir a sus hijos e instruirlos bien en las cosas de Dios.

– Lo dicho es muy importante. ¿Te han visitado almas que, sobre la tierra, practicaban perversiones?. Pienso, por ejemplo, en el campo de la sexualidad.

– Las almas que he conocido (todas del Purgatorio), no se han perdido, pero deben sufrir mucho para purifìcarse. En todas las perversiones está presente la obra del Maligno. En modo particular en la homosexualidad.

– ¿Qué consejo darías a todas esas personas que son tentadas por la homosexualidad, que tienen en ellos esas tendencias?

– Les diría de rezar, rezar mucho, para tener la fuerza de alejarse. Sobre todo hay que orar al Arcángel san Miguel, pues es él, por excelencia, quien combate contra el Maligno.

-¡Oh, sí el Arcángel san Miguel! ¿Y cuáles son las tendencias del corazón que pueden conducir a la pérdida de nuestra alma, a la pérdida definitiva de nuestra alma, es decir al infierno?

– Es cuando no se quiere ir hacia Dios, es decir cuando se dice decididamente: “¡Yo no quiero!”

Te agradezco por esta aclaración. Y aquí te quisiera contar que, sobre este argumento, he interrogado a Vicka, una de las videntes de Medjugorje, que me decía también ella que al infierno (¡y ella al infierno lo ha visto!), van únicamente aquellos que deciden de ir allí, y no es Dios quien los manda. Al contrario, El suplica al alma de acoger Su Misericordia. El pecado contra el Espíritu Santo del que habla Jesús, y que por tanto no es perdonado, es el rechazo radical de su misericordia, y eso en plena luz y en plena conciencia. Yo señalo que Juan Pablo II lo explica muy bien en su encíclica sobre la Misericordia; pero también en esto podemos hacer mucho, por medio de la oración, por las almas que están en peligro de perderse.
– María, ¿tendrías algún testimonio al respecto?

– Un día me encontraba en el tren. En mi compartimento había un hombre que no terminaba de criticar a la Iglesia, a los sacerdotes y hasta de ofender a Dios. No cesaba de maldecir, y yo le dije: “Usted no tiene el derecho de decir todo eso, ¡no está bien!”. Llegada a mi estación, mientras bajaba los dos peldaños de la escalerita, dije sencillamente a Dios: “¡Señor, que esta alma no se pierda!…”. Algunos años después el alma de este hombre vino a visitarme y me contó de haber estado a la orilla del Infierno y de haberse salvado sólo por la oración que yo había hecho en aquel momento.

Sí, es extraordinario ver como tan solo un pensamiento, un impulso del corazón, una sencilla oración por alguien, pueda impedirle de caer en el infierno, porque es el orgullo que hace ir al infierno. Y el infierno es eso: es el obstinarse a decir NO a Dios; pero nuestras oraciones pueden suscitar, en quien muere, un acto de humildad; y sólo un impulso de humildad, por mínimo que sea, tiene tanta fuerza como para hacemos evitar el infierno.

– Un alma me contó: “No habiendo observado las leyes de tránsito, me maté a causa del golpe, mientras iba en motocicleta en Viena”. Le pregunté: “¿Estabas preparada para entrar en la eternidad?”. “No lo estaba, agregó, pero Dios da dos o tres minutos para que se puedan convertir a cuantos pecan contra de él con insolencia y presunción. Y sólo quien lo rechaza es condenado”. El alma continuó con su comentario interesante e instructivo: “Cuando uno muere en un accidente, las personas dicen que era su hora. Es falso: eso se puede decir sólo cuando una persona muere no por su culpa. Pero según los designios de Dios, yo hubiera podido vivir aún treinta años; entonces hubiese transcurrido todo el tiempo de mi vida”. Por eso el hombre no tiene el derecho de exponer su vida a un peligro de muerte, salvo en caso de necesidad. Un médico vino un día a lamentarse que debía sufrir por haber acortado la vida de sus pacientes con inyecciones para que no sufrieran más. Dijo que el sufrimiento, soportado con paciencia, tiene para el alma un valor infinito; se tiene el deber de aliviar los grandes sufrimientos, pero no el derecho de acortar la vida con medios químicos. En otra ocasión vino una mujer. Confesó: “He debido sufrir treinta años de purgatorio porque a mi hija no la he dejado ir al convento”.

– María, ¿no te parece increíble que alguno pueda llegar al punto de decir NO a Dios en el momento de la muerte, cuando lo ve?

– Bien, por ejemplo un hombre me dijo que no quería ir al Cielo; ¿y saben por qué?. Porque, según él, Dios permite los injustos y las injusticias… Yo le dije que esto lo hacen los hombres y no Dios. Me respondió: Espero no encontrar a Dios, después de la muerte, porque entonces le romperé la cabeza con un hacha”. El tenía un odio profundo contra Dios; pero Dios deja al hombre su voluntad libre; podría impedir esta voluntad, pero no, quiere dejar a cada uno su libre elección. Dios da a cada uno, durante la vida terrena y en la hora de la muerte, muchas gracias para convertirse, aun después de una vida transcurrida en las tinieblas; pero si se pide perdón sin cálculo, ciertamente podemos salvarnos.

– Jesús dijo que es difícil, para un rico, entrar en el Reino de los cielos. Tú, personalmente, ¿has visto a veces casos de este género?

– Sí, si hacen buenas obras, pero obras de caridad, si viven el Amor, entonces pueden llegar a ser como los pobres.

– Y ahora, María, actualmente, ¿te visitan las almas del Purgatorio?

– Sí, dos o tres veces por semana.

– Quisiera saber qué piensas sobre las prácticas de espiritismo; por ejemplo cuando se llaman a los espíritus de los difuntos, se hacen girar las mesas, etc.

– ¡No es bueno!. Con frecuencia es el diablo quien hace mover las mesas.
¡Oh, si, es importante decirlo!. Hay que hacer saber esto a la gente; pues hoy, por desgracia, estas absurdas prácticas espiritistas aumentan cada vez más…

– Ahora, te ruego, acláranos, ¿existe una diferencia entre lo que tú vives con las almas de los difuntos y las prácticas de espiritismo?

– No es lícito llamar a las almas. Yo no busco su venida; vienen por sí solas, con el permiso de Dios. En el espiritismo, en cambio, se evocan a los espíritus, se los llaman. Pero es el demonio quien viene, fingiendo ser el alma de ése o de aquél. A veces se presenta bajo falsas apariencias, sin ser llamado.