¿Qué hay detrás de los ataques a Ratzinger?

lunes, 27 de septiembre de 2010
Andrea Tornielli


ZENIT.org (Entrevista de Antonio Gaspari y Carmen Elena Villa)

«Lo único que no se le perdona a Ratzinger es que haya sido elegido Papa…» Así termina el libro Attacco a Ratzinger. Acusaciones, escándalos, profecías, complots contra Benedicto XVI, escrito por Paolo Rodari y Andrea Tornielli, y cuya edición en italiano ha sido publicada por Almudi.org - Andrea TornielliPiemme.

Rodari, vaticanista del periódico Il Foglio y Tornielli, vaticanista del periódico Il Giornale, reconstruyen, enriqueciendo con informaciones inéditas, el hecho de cómo la prensa internacional se ha enfurecido contra Benedicto XVI. Ambos estuvieron en el curso The Church up Close que se realizó en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma del 6 al 12 de septiembre, en la que hablaron sobre este tema a los allí presentes.

Para profundizar este tema, ZENIT entrevistó a uno de los autores, Andrea Tornielli, quien ha escrito, entre otros libros, Pio XII. Un uomo sul trono di Pietro (Mondatori 2007) y Paolo VI. L’audacia di un Papa (Mondatori 2009). También es autor del blog Sacri palazzi.

¿Qué cree que hay detrás de los ataques al Papa?

No creo que los ataques vengan de una sola dirección ni que sea un complot. Creo que son varios grupos, varias realidades sueltas y diferentes entre ellas, que tienen un interés que es el de transformar la Iglesia en una secta protestante cualquiera, porque las enseñanzas de la Iglesia molestan.

No me refiero sólo, como muchos podrían pensar, a los temas de ética o de sexualidad sino también a los temas de globalización, desarrollo, defensa del ambiente, política multilateral, entre otras aproximaciones. Estos grupos no necesariamente actúan usando una única orientación pero es claro que critican públicamente y que atacan el Papa. Creo que tienen todo un interés en hacer énfasis a los problemas de la Iglesia como, por ejemplo el escándalo de la pedofilia.

¿Por qué lo atacan? ¿Por qué le han impedido hablar en la Universidad de la Sapienza de Roma en enero de 2008?

Ciertas campañas mediáticas son determinadas por el «hambre» negativo del prejuicio consolidado y para nada corresponden a la realidad que ha dibujado primero el cardenal Ratzinger y luego el Papa Benedicto XVI. Lo quieren hacer ver como un retrógrado conservador, anti liberal y anti democrático.

El caso de la Sapienza es ejemplar porque no sólo fue causado por grupúsculos de estudiantes ideologizados sino también porque investigadores y profesores han «juzgado» a Ratzinger, partiendo de la base de una cita equivocada que fue tomada de Wikipedia (esto debería decirnos algo también sobre el estado de nuestras universidades).

El poder secularizado teme al anuncio de una verdad irreducible, hay lobbies y grupos de poder a los que les molesta la moral cristiana y la enseñanza ética de la Iglesia. En ciertas situaciones la voz de la Iglesia permanece como el único baluarte de una conciencia no anestesiada.

Dice usted que hay ataques externos. ¿Cree que también hay ataques internos?

¡Por supuesto! Esto lo determina un fenómeno que nosotros llamamos una disidencia interna de la Iglesia. Es decir, teólogos e incluso obispos que critican abiertamente algunos aspectos del magisterio de Benedicto XVI. El fin último no son los ataques inconscientes, porque son queridos por alguna maquinaria curial, que facilita algunas crisis que se hubieran podido evitar o apagar a tiempo algunos incendios que en cambio han crecido y se han convertido en un problema más grande.

Siguiendo con el tema, durante el vuelo hacia Portugal el pasado 11 de mayo el Papa dijo «hoy lo vemos de manera realmente aterradora: la mayor persecución de la Iglesia no procede de los enemigos de afuera, sino que nace del pecado en la Iglesia» ¿Cuáles son esos pecados a los que se refiere el Papa y cuáles son los grupos y las personas que crean enemistades al interior de la Iglesia?

La pregunta fue formulada con referencia explícita a los escándalos de pedofilia que tocan a exponentes del clero. La respuesta del Papa fue dramática. Benedicto XVI ha explicado que el ataque más fuerte ha sido al interior, es el pecado en la Iglesia. En el fondo, la historia nos enseña que en los ataques externos a la Iglesia, siempre hay al final una salida reforzada, quizás luego de largos períodos de dificultad, sino de persecución. El ataque interno la demuele. Ahora no son sólo los tremendos, incluso los «espantosos» episodios del abominable crimen de la pedofilia.

Está también el crecimiento de un pensamiento no católico al interior de la Iglesia católica: una realidad denunciada con extrema lucidez desde el papa Pablo VI que hoy lamentablemente persiste. Me sorprendieron, por ejemplo, ciertas reacciones contra la decisión de Benedicto XVI de liberalizar la misa antigua. Reacciones públicas, venidas incluso de obispos. Los ejemplos serían muchos.

El Papa, en la homilía de la misa en la que se concluía el año sacerdotal el pasado 11 de junio, habló en un tono muy específico de herejías y de la necesidad de usar el bastón contra los lobos que quieren ahuyentar el rebaño. ¿A qué se refería?

En nuestro libro analizamos las crisis de los primeros cinco años de pontificado del Papa Ratzinger, no hacemos una lista de posibles herejías. Quisiera recordar que, lamentablemente hoy se difunden en un modo más o menos subterráneo, ideas e interpretaciones que terminan por minar la fe de la gente sencilla y en general la fe católica a toda costa —debe quizás ser más comprensible un debate entre la coexistencia de interpretaciones diferentes pero esenciales de la fe.

En este sentido, como explicaba el entonces cardenal Ratzinger a los inicios de su mandato como prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, el Magisterio tiene el deber de proteger la fe de los sencillos, de quienes no escriben en los periódicos ni van a hablar en televisión.

En este sentido, el Magisterio tiene un deber —decía— «democrático». Creo que un cambio radical que el Papa impide a todos sea el de ser conscientes de que la Iglesia no está «hecha» por nosotros, no se le puede considerar una empresa, no todo puede quedar reducido a reivindicaciones sobre funciones y ministerios, su vida no puede estar planificada sólo con estrategias pastorales. Si aprendiéramos de este constante llamamiento del Papa, a lo mejor muchos opositores abiertos y ocultos comprenderían que el Papa no es un monarca absoluto, sino que obedece a Jesucristo en la transmisión del depositum fidei.

Regresemos al tema de los ataques que vienen de fuera de la Iglesia: Ratisbona, preservativo, Williamsom, abusos sexuales. ¿Qué tienen en común?

Creo que la única verdad que tienen en común es la de haber trasladado la atención de lo que el Papa verdaderamente quería decir o hacer. Por ejemplo, en Ratisbona. El Papa no estaba hablando contra el Islam sino que estaba haciendo un discurso sobre la fe y la razón. Este discurso pasó a un segundo plano desde el punto de vista mediático. Luego, poco a poco se extendió al diálogo con los intelectuales islámicos.

El preservativo es un tema que el Papa nunca tocó en los discursos que dio en África. Este fue un viaje bellísimo: atención de la gente, participación de la liturgia, mensaje importante en lo que tiene que ver con el trabajo del Sínodo y con los aspectos importantes del desarrollo en África, mensajes importantes sobre el desarrollo de una teología africana. Todo olvidado…

Así, en el caso de Williamsom, una iniciativa como levantar la excomunión, que se trataba de un gesto de reconciliación, fue explicada como una gran crisis en las relaciones con el mundo judío. El elemento en común es que no se transmite el verdadero mensaje del Papa.

¿Cómo presenta el libro el caso de Williamsom?

Allí quisimos evidenciar que hubo un problema que siempre puede ocurrir: la información, que fue expedida desde Suecia, cuando fue transmitida la entrevista, no llegó a tiempo al Vaticano. Cuando se decidió concluir y levantar la excomunión, en aquel momento, ni el Papa ni sus colaboradores conocían la entrevista.

El problema, desde mi punto de vista, es que ocurrió después, es decir, que en aquellos cuatro días que pasaron entre la publicación de la entrevista y el anuncio oficial, el decreto ya había sido entregado. Y en aquel período no se hizo nada. Se podía haber dicho a los lefebrianos: «No lo publiquemos, esperemos un mes», se pudo haber explicado el decreto por un cardenal como Kasper o incluso como el Secretario de Estado que dijera en nombre del Papa que estas cosas que dijo Williamsom son inaceptables, que la Iglesia no las ha creído ni las creerá nunca, que el gesto de levantar la excomunión no tienen nada que ver con estas ideas. La culpa es más nuestra —me refiero a nosotros, los periodistas— pero el Vaticano pudo haber actuado mejor.

Y en el caso de Murphy. ¿Muestran la manera como el New York Times ha manipulado la información?

El problema existe, no son casos falsos sino verdaderos, aunque tengan que ver con el pasado. Es una cosa gravísima pero creo que en muchos casos ha habido falta de competencia y de voluntad de entender la totalidad de los factores y se ha querido, de manera directa y un poco gratuita, llegar rápido al Papa, decir que él fue el culpable de esta situación y de este hecho, porque el caso de los documentos del New York Times fueron traducidos con google translator y no correspondían en inglés a lo que en realidad estaba escrito en latín. No estoy juzgando a los otros medios, pero es verdad que hubo una campaña que pretendía llevar la responsabilidad al Papa y que era necesario involucrarlo en esta materia.

¿Cómo analizan las reacciones del Papa frente a estas informaciones distorsionadas?

Creo que hay una gran respuesta del Papa: nunca ha sido la de defenderse atacando a los demás, ni hablando de una campaña mediática de la prensa. Nunca se ha refugiado en las estadísticas como han hecho sus colaboradores. Él ha mostrado a toda la Iglesia y no toda la Iglesia le está haciendo caso.

Él ha mostrado otro punto de vista, que es el de la fe y ha dicho que los ataques más grandes vienen de dentro de la Iglesia. Él llama a éste, un tiempo de gracia y de purificación. Dice «Debemos hacer penitencia y cambiar». Esto yo lo encuentro muy cristiano y muy bello desde el punto de vista del Papa. Me gustaría que esta actitud estuviera más al alcance de todos.

¿Cómo comunicar lo más bello del mensaje del Papa? ¿Cuál es la tarea de los periodistas católicos en el dar a conocer lo más bello que dice en lugar de resaltar lo que dicen otras noticias?

Hablo desde mi experiencia. Yo escribo en un periódico laico, Creo que una perspectiva justa es la de tener en cuenta ciertos títulos, tener en cuenta también ciertas polémicas pero no olvidar nunca el corazón del mensaje.

También porque es necesario recordar que no es verdad que a la gente no le interese el corazón del mensaje. Les interesa más que cualquier cosa. Si uno piensa «La gente está interesada por lo que dice el Papa sobre las parejas homosexuales pero no lo que dice sobre la historicidad de Jesucristo». ¡Al contrario! Hoy hay una ignorancia grandísima de contenidos religiosos. El problema está en que el contenido religioso debe ser expresado, comunicado en modo que resulte interesante. No es cierto que la religión no sea el corazón del mensaje para los lectores.

¿Cómo influyen estos escándalos en el punto de vista del ciudadano común que no necesariamente va a ir a buscar el verdadero mensaje del Papa en el sitio web del Vaticano?

Lamentablemente me di cuenta durante los meses que estuve en Irlanda de algo que no había visto antes, porque en Italia la situación es diferente. He visto cómo una comunicación incorrecta de parte de los medios y de ciertos títulos que vienen citados fuera de contexto, pueden influir sobre la fe de la gente.

Me impresionó porque pensaba que el error de comunicación, el título equivocado manchaba un poco la imagen del Papa, pero confiaba en que esto quedara en los círculos mediáticos y en que la gente tarde o temprano sabría cuál es la verdad. Pero ¡el problema es que la gente no lo sabe! Todos ven la televisión o leen el periódico y terminan por creer que es verdad.

Entonces sí hay una responsabilidad grandísima porque un mensaje equivocado puede tocar la fe de las personas. Creo que es necesario que la Iglesia también lo entienda.

Doy un ejemplo banal: cuando fue publicado El Código Da Vinci, yo di varias conferencias sobre el tema y había muchísima gente con varias preguntas. Conocí a varios sacerdotes que a menudo decían «bueno, es sólo una novela». Ahora, varios años después, hay investigaciones académicas que han demostrado que en Italia, dentro chicos de secundaria, el 25 % están convencidos de que Jesús estuvo casado. ¿Y cuál es la fuente de esta información? No es el párroco, ¡son los medios!

Es necesario darse cuenta de que ciertas mentiras, deben ser combatidas un poco con las mismas armas, no con otras mentiras. Con un mensaje y con un lenguaje que busque el mismo nivel de difusión y de claridad y de interés.

Usted ha escrito sobre un par de libros sobre Pío XII, Pablo VI. ¿Qué relación ve entre los ataques a estos papas y los ataques actuales?

Hay algunas cosas en común, aunque también debo decir que los ataques contra Pío XII vinieron justo después de su muerte, por eso era algo completamente diferente. En cambio los ataques a Pablo VI fueron durísimos en comparación con Ratzinger. La situación hoy es mucho mejor.

Los ataques contra Pablo VI eran feroces, estaban dentro de la Iglesia y eran de una maldad y una fuerza verdaderamente devastadora, tanto que él, después de haber escrito la encíclica Humane Vitae (1968), no pudo escribir más encíclicas para no someter un documento tan autoritario como una encíclica a criticas así de fuertes. Ahora bien, es necesario también tener una visión histórica y creo que hay muchas semejanzas, pero el tiempo es diferente.

Hoy nos encontramos de frente al hecho que para Benedicto XVI hay un prejuicio negativo, que es presentado como retrógrado, como anti democrático y anti liberal y contra la modernidad y esto es, lamentablemente, muy difícil de desmantelar.

En cuanto al caso de Pío XII, se dice que era amigo de los nazis, que era anti semita. Tú puedes escribir lo que quieras, y sacar todos los argumentos que quieras pero es un trabajo dificilísimo, de muchos años, para hacer cambiar poco a poco las ideas. La suerte es que mientras que Pío XII murió sin poder defenderse, Benedicto XVI ha encontrado gente que cuando lo escucha se da cuenta de que el retrato que casi siempre han construido los medios no corresponde a la realidad.

Separaciones y divorcios

jueves, 23 de septiembre de 2010
Juan Luis Lorda


Diario de Navarra

Hablar forma parte de la vida. Si no, ¿cómo convives? Unos y otras encuentran tema en el deporte. Otras y unos, en cambio, prefieren el corazón o los ecos de sociedad.

Con mayor peligro, claro, de que te pase lo que le decía una dama a otra, en la magnífica novela de Tolstoi, Ana Karenina: «Procure no morderse la lengua porque se puede Almudi.org - Juan Luis Lordaenvenenar». Porque en este terreno muchas veces no se respeta el viejo precepto que es «la regla de oro de la moral» y la expresión más elemental de la justicia: «No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti». En estos días, la separación de una persona de la vida política ha soltado las lenguas de unos y otras. La cuestión no es sólo la del veneno. Es que también se oye mucha confusión.

Que en España el matrimonio ya no es lo que era, lo sabe todo el mundo. Ni es lo que era, ni es lo que es. A base de descosidos legales, hechos sin consulta pública en un tema grave que nos afecta a todos, el matrimonio español ya no tiene ni marido ni mujer, ni padre ni madre, ni compromiso de por vida, ni relación entre los dos sexos. Además, ya no hace falta ningún motivo para divorciarse, sino que se puede hacer a iniciativa de parte. Con lo que un matrimonio español se disuelve más fácilmente que una venta por correo. Con o sin hijos.

Esto y que la gente se casa y se descasa a toda velocidad, lo confunde todo. Los famosos, con reportaje y pose de fotos, debidamente contratado, te explican sus líos. Aunque ya empieza a haber, no una sino muchas estrellas arrugadas de Hollywood que confiesan que, después de 8 maridos, no han encontrado la felicidad. Es que la felicidad, como cualquier cristiano sabe, tiene más que ver con darse que con recibir. Dicho sea de paso, ellos no suelen contártelo de la misma manera, porque si han tenido 8 mujeres, todo el mundo sabe que lo que buscaban no era la felicidad. No somos iguales unas y otros.

El matrimonio español ha cambiado tanto que ya no se parece nada al punto de partida Pero el matrimonio cristiano sigue en el mismo punto de partida: uno con una y para siempre.

Y no va a cambiar a pesar de todas las presiones ambientales, porque lo dijo el señor: «Serán una sola carne, y lo que Dios ha unido no lo separe el hombre». Es bonito, porque responde a lo que reclama espontáneamente el amor. Pero es difícil, porque el amor es difícil. Y las cosas no salen siempre de acuerdo con el ideal.

¿Y entonces? En la Iglesia no existe el divorcio, porque el compromiso es para toda la vida. Existe la anulación que es una cosa muy distinta, y se da cuando se demuestra que no hubo matrimonio. O sea que se casaron mal, o porque no eran capaces o porque no estaban dispuestos a asumir lo que es el matrimonio.

Y existe la separación, cuando hay causa justa. El Código de Derecho Canónico le dedica un capítulo. Separarse es, sencillamente, dejar de convivir, sin que se rompa ni el compromiso de fidelidad ni el matrimonio. Y esto lo puede hacer un cristiano. Todos conocemos a personas a las que la vida ha puesto en esta situación.

Y que la procuran vivir cristianamente, manteniéndose fieles al compromiso contraído, y al ideal cristiano de matrimonio, que no se puede disolver. Son también un elocuente testimonio cristiano en medio de una sociedad atacada de frivolidad. ¿La felicidad? La felicidad está en la entrega, en lo que la vida le pide a cada uno. Es cuestión de responder honradamente a esa voz de la vida, que es la voz de la conciencia y, al final, la voz de Dios. Pero entonces ¿la felicidad tiene más que ver con la conciencia que con el sexo?

Pues sí, mira por dónde. Lo sabe cualquiera que haya vivido un poco. Pero se olvida cuando se habla demasiado, porque se va la fuerza, la fuerza que tiene la vida, por la boca.

Juan Luis Lorda. Facultad de Teología. Universidad de Navarra

Un joven «muere» y regresa a la vida

Actualizado 22 septiembre 2010

De visita en Medjugorje, un jovencito “muere” y regresa a la vida

Un joven, llamado Daniel, viajó a Medjugorje con su mamá, su papá y un buen amigo para el Festival de la Juventud que tuvo lugar del 31 de julio al 6 de agosto de 2010. Durante uno de los días de su peregrinación, hacia finales de la semana del festival, ellos decidieron viajar a la hermosa cascada de Kravice, localizada a diez kilómetros de Medjugorje, cerca del poblado de Mostar en Bosnia Hercegovina.

No eran los únicos [que estaban ahí] de peregrinación. Más de 50,000 jóvenes y más de 500 sacerdotes llegaron de todas partes del mundo para asistir al popular festival. Durante un largo encuentro a medio día, uno de los sacerdotes franciscanos de Medjugorje hizo un breve anuncio, pidiendo a todos que oraran por un joven llamado Daniel. Después hubo un silencio. No se dijo nada más. El sacerdote no compartió los detalles. Nadie sabía entonces por qué estaban orando por él.

Lo que la gente no sabía era que Daniel había estado nadando en las aguas de la cascada de Kravice y acababa de ahogarse. Había pasado siete minutos completos bajo el agua, cuando su amigo se percató que había desaparecido. Lleno de pánico, el amigo buceó bajo el agua, encontró a Daniel, lo sacó a la superficie y llevó su cuerpo sin vida hasta la orilla. El padre de Daniel, un médico, trató en vano de resucitarlo.

Recogieron el pesado cuerpo inerme de Daniel y lo llevaron en automóvil a la ciudad de Mostar, donde estaba el hospital más cercano, a una hora de camino. Pero la apariencia de Daniel era cadavérica. Sus pulmones estaban llenos de agua y cualquier ser humano que no ha recibido oxígeno durante veinte minutos o más, sufrirá inevitablemente un daño cerebral.

En el hospital, el personal médico bombeó el agua de sus pulmones e intentó todo lo posible para reanimarlo. Pero sus esfuerzos fueron en vano. Después de poco tiempo, el hospital lo declaró oficialmente muerto. Los padres de Daniel y su amigo se derrumbaron en el lugar, abrumados por el dolor y la impresión. [Pero] a la mañana siguiente, Daniel comenzó a moverse. Él dijo a su madre: «La verdad no te conozco, ¿pero podrías orar a Jesús conmigo?» Más tarde ese día, recobró totalmente la memoria y preguntó si podrían asignarle una cama más grande, porque no podía estirar sus piernas.

Un gozo y una gratitud indescriptibles brotaron desde la cama de hospital de Daniel, llegando hasta Medjugorje. Y para subrayar las bendiciones que provienen de la caridad, el padre de Daniel había pagado la peregrinación del chico que rescató a su hijo del agua.

En Medjugorje, los milagros abundan y éste es quizá el más llamativo hasta ahora. Por intercesión de María de Medjugorje y las oraciones de los fieles peregrinos, Jesús “resucitó” a uno de entre los muertos, tal como lo hizo cuando recorrió esta tierra hace 2000 años.

Publicado:  El 23 de Agosto de 2010.

Esta historia verdadera fue escuchada de primera mano y transmitida por Nancy Latta, (traductora del Padre Jozo y fundadora de la Casa de Retiro de Nuestra Señora en Medjugorje) a Jordan Lindsey, un peregrino de Medjugorje y seminarista que estuvo presente durante ese Festival de Jóvenes.

Fuentes: blog medjugorjemiracles.com. Visiten su sitio Web en www.christinewatkins.com.

Sor Emmanuel comentó el acontecimiento en la intervención que tuvo en mi Parroquia el 18 de este mes.

Más fuentes sobre el hecho comentado:

www.childrenofmedjugorje.com

Conversión del actor Jim Caviezel

Actualizado 26 septiembre 2010

Entrevistado por José Martínez Colín

–       Para saber, Medjugorje, que significa “entre montañas”, es un pueblo europeo situado en la parte occidental de Bosnia y Herzegovina, cerca de la frontera con Croacia. En esta localidad, presumiblemente, están aconteciendo apariciones de la Santísima Virgen María, y la Iglesia Católica ya está estudiando este fenómeno para poder declarar su autenticidad. En febrero de 2010 el actor Jim Caviezel, quien fue protagonista principal de la película “La Pasión” del director Mel Gibson, después de hacer su sexta peregrinación al Santuario de la Virgen María en Medjugorje, viajó a Viena donde concedió una entrevista a una revista. La entrevistadora le preguntó a Jim sobre su devoción religiosa. Él comentó que fue gracias a su esposa que pudo tener una conversión y acercarse a Dios. Antes pensaba que no tenía tiempo para dedicarle algo a Dios, pues trabajaba intensamente, incluso los siete días de la semana. Estando en Irlanda, su esposa lo animó a hablar con un joven que venía del Santuario de la Virgen, Iván. Este le habló con claridad: “Jim, el hombre siempre encuentra tiempo para aquello que ama. Si alguien que no tiene nunca tiempo conoce a una chica y se enamora de ella, siempre encontrará tiempo para ella. La gente no tiene tiempo para Dios porque no le aman. Dios te está invitando a rezar con el corazón”. Jim le preguntó: – “¿Cómo se supone que he de hacerlo?”

–       Le contestó Iván:- “Empezando a rezar”. En ese momento, dice Jim, las puertas de su corazón se le abrieron. Algo empezó a cambiar dentro de él. Su esposa le había querido enseñar en muchas ocasiones a rezar el Rosario, pero él nunca había querido aprender. Ahora ya quería rezar, aunque no sabía exactamente cómo hacerlo. Una mañana cuando iba al trabajo, le dijo al chofer que lo llevaba al rodaje: “No sé qué piensas acerca de esto, pero querría empezar a rezar el Rosario”. Para su sorpresa, él sólo dijo:- “De acuerdo, recemos”. Elige su camino En la entrevista habló del inicio de su vocación de actor. Comentó que tendría unos 20 años cuando algo interior le decía que su camino era ser actor. Habló con su padre, pero éste le dijo que si Dios le hablaba sería para que fuera sacerdote, pero no actor. Sin embargo él intuía que Dios lo quería como actor, siendo éste también un camino grato para Él. En ese entonces se dirigió al Santuario de la Virgen en Medjugorje y aprendió a rezar, pues no estaba acostumbrado. Ya de vuelta en su casa, trató de continuar: hacía su oración; con toda la familia vivían los sacramentos; mientras conducía el carro llevando a los niños al colegio rezaban juntos el Rosario. Gracias al rezo continuo del Rosario durante el rodaje, decía Jim, podía experimentar una gracia especial. Por ejemplo, sabía que no debía utilizar lenguaje grosero o ser maleducado con los otros miembros del rodaje. Y así se comportó. Gracias a su peregrinación al Santuario de la Virgen María dijo:

“Experimenté la poderosa oración que es el Rosario y el regalo que tenemos cuando vamos a la Santa Misa cada día”. También explicó algunos detalles interesantes de la filmación, que continuaremos comentando, con lo que refleja cómo en cualquier profesión honesta es posible encontrarse con el Señor, recibiendo, además, las gracias necesarias para santificar ese trabajo y llevarlo a cabo de la mejor manera.

Fuente:  www.expreso.com.mx/PortalNovo/sitio/nota.php

José Martínez Colín es sacerdote, Ingeniero en Computación por la UNAM y Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra Correo: articulosdog@gmail.com

Sor Emmanuele

Actualizado 27 septiembre 2010

Jesús García

Sor Emmanuel Maillard era en los sesenta una chica francesa que se graduó en Bellas Artes en la Universidad Sorbona, de París, y a la que, según ella misma cuenta, el mundo no contentaba.

Durante años de juventud se dedicó a buscar la Verdad de su vida y en su vida. Visitó países de Asia, buscó en otras culturas, probó otros tipos de meditación muy alejadas de la cristiana, pero no encontró ni rastro del sentido de la misma de su vida.

No fue hasta 1973 cuando, en una celebración de Pentecostés con miembros de la Renovación Carismática, vivió lo que ella misma ha definido como una “experiencia sobrecogedora del Dios Vivo”, y se decidió a entregar su vida a un Dios con nombre y apellidos en la persona de Cristo.

Tres años más tarde, en 1976, sintió la llamada a formar parte como consagrada en la Comunidad de las Beatitudes, comunidad a la que sigue perteneciendo a día de hoy, y ya han pasado más de treinta años.

Después de vivir siete años en Tierra Santa -Nazaret y Jerusalén-, en 1984 hace un viaje con miembros de su comunidad a Medjugorje. Sor Emmanuel tiene entonces 36 años y su vida da un vuelco brutal, el mismo vuelco que, hoy, 26 años después de aquel primer viaje a Medjugorje, la lleva a dar testimonio por todo el mundo.

En aquella primera visita, un mensaje de la Virgen María caló profundamente en el seno de la Comunidad de las Beatitudes. Decía así: “Yo misma os he invitado a cada uno de vosotros porque necesito que transmitáis mis mensajes a todo el mundo”. Que la Virgen María diera este mensaje precisamente el día que los miembros de la Comunidad de las Beatitudes estaban allí, no fue una casualidad, sino una vocación en toda regla. Es de este mensaje dado por la Virgen María por lo que se deciden a abrir una casa en Medjugorje, de la cual sor Emmanuel es fundadora. Era el año 1989 cuando se abrió la casa, aquello aún era la Yugoslavia comunista y un pequeño grupo de monjas, comandadas por sor Emmanuel, abría su primera fundación en Bosnia y Herzegovina.

En 1991, cuando comenzó la Guerra de Yugoslavia, recomendaron a todos los extranjeros huir del país. Sor Emmanuel y los miembros de su comunidad recibieron de los superiores de su comunidad la recomendación de abandonar Medjugorje, pero Sor Emmanuel decidió quedarse aún pensando que se quedaría sola. Según cuenta en un libro titulado “Medjugorje, la guerra día a día”, cuenta como ella habló con el padre Jozo, y este, con una sonrisa de oreja a oreja, estaba convencido de que la guerra no llegaría nunca a Medjugorje. Y así fue. La guerra no llegó.

Gracias a sor Emmanuel y a los miembros de su comunidad, que se quedaron con ella, y a un fax que funcionaba cuando le apetecía, el mundo entero recibió noticias puntuales, casi diarias, desde Medjugorje, cuando habían desaparecido de allí los peregrinos, los periodistas y se habían quedado solos los lugareños, los videntes, y la Virgen María.

Tantos años después Sor Emanuel escribió varios libros sobre los acontecimientos de Medjugorje y la espiritualidad que de allí se desprende. Uno de ellos es el “Triunfo del Corazón”, un libro que ha dado la vuelta al mundo, y que le ha dado la vuelta a más de un corazón con ese triunfo que no es otro que el del amor de Dios en tu vida. Entre aquellos a los que dio la vuelta este libro, os confieso, estoy yo.

Tanto es el bien espiritual que se desprenden de sus escritos y de sus conferencias, que sus propios superiores de comunidad le pidieron que ejerciera una misión especial: testimoniar por todo el mundo la gracia que supone la presencia de la Virgen María en Medjugorje.

Sus superiores se dieron cuenta de que Sor Emmanuel era un testigo de la gracia, un altavoz con un don para la escritura y la palabra a través del cual la Virgen María daría a conocer su plan, y que por el bien de miles de almas, tanto sus hermanos de comunidad como ella misma, tenían que aceptar un desprendimiento, que es el que conlleva que sor Emmanuel pase muy poco tiempo con su comunidad de Medjugorje, y esté dando la vuelta al mundo.

Allí, en Medjugorje, se abrió una segunda casa de las Bienaventuranzas, en la que sor Emmanuel recibe a miles de peregrinos que llegan hasta Herzegovina preguntando por ella. De este modo no se desvirtúa el día a día de su comunidad, y al mismo tiempo sor Emanuel responde al deseo de sus superiores de atiende a quienes llegan a Medjugorje conmovidos por alguno de sus libros.

Sor Emmanuel nunca ha dejado de pertenecer a la Comunidad de las Beatitudes. Es curioso como siempre en torno a las personas que hacen bien surgen otras personas aficionadas al insano deporte del mal.

Escuchar de viva voz el testimonio de quien ha vivido en Medjugorje los últimos 21 años es un privilegio. Si no conocéis sus libros, por favor, haceros con ellos. Los mejores libros de Medjugorje los ha escrito sor Emmanuele. En mi opinión, ningún otro periodista o profesional de la comunicación hemos superado a esta monja francesa de voz apagada y mirada fulminante.

Si por el contrario, ya conocéis sus libros… haceros con ellos otra vez y regalarlos. Aunque solo sea uno.

Los libros de Sor Emmanuel están llenos de vida, de alegría, de esperanza. Están llenos de Virgen María. Si regalas uno, tan solo uno, estarás llevando una pista de por donde empezar la búsqueda de la alegría, de la paz. De la Virgen María.