Lo que enseña Newman al cristiano de hoy

Firmado por Aceprensa

En la vigilia de oración en el Hyde Park de Londres el día 18, Benedicto XVI quiso reflexionar sobre “algunos aspectos de la vida de Newman, que considero muy relevantes para nuestra vida como creyentes y para la vida de la Iglesia de hoy”.

En primer lugar, destacó que la vida de Newman nos recuerda que estamos llamados a buscar la verdad. “Al final de su vida, Newman describe el trabajo de su vida como una lucha contra la creciente tendencia a percibir la religión como un asunto puramente privado y subjetivo, una cuestión de opinión personal. He aquí la primera lección que podemos aprender de su vida: en nuestros días, cuando un relativismo intelectual y moral amenaza con minar la base misma de nuestra sociedad, Newman nos recuerda que, como hombres y mujeres a imagen y semejanza de Dios, fuimos creados para conocer la verdad, y encontrar en esta verdad nuestra libertad última y el cumplimiento de nuestras aspiraciones humanas más profundas. En una palabra, estamos destinados a conocer a Cristo, que es ‘el camino, y la verdad, y la vida’ (Jn 14,6)”.

Newman luchó “contra la creciente tendencia a percibir la religión como un asunto puramente privado y subjetivo”

Pero la búsqueda de la verdad no es cómoda, y hay que estar dispuesto a pagar un precio”.La vida de Newman nos enseña también que la pasión por la verdad, la honestidad intelectual y la auténtica conversión son costosas. No podemos guardar para nosotros mismos la verdad que nos hace libres; hay que dar testimonio de ella, que pide ser escuchada, y al final su poder de convicción proviene de sí misma y no de la elocuencia humana o de los argumentos que la expongan”. Tras evocar el testimonio de los mártires, advirtió que “en nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, pero a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado”.

Una verdad que cambia la vida

Junto a la honestidad intelectual, hace falta también coherencia entre fe y vida. “Newman nos enseña que si hemos aceptado la verdad de Cristo y nos hemos comprometido con él, no puede haber separación entre lo que creemos y lo que vivimos. (…) Vio claramente que lo que hacemos no es tanto aceptar la verdad en un acto puramente intelectual, sino abrazarla en una dinámica espiritual que penetra hasta la esencia de nuestro ser. Verdad que se transmite no sólo por la enseñanza formal, por importante que ésta sea, sino también por el testimonio de una vida íntegra, fiel y santa”.

Pues Benedicto XVI dejó claro que la búsqueda de la verdad de la fe implica dar frutos para la transformación del mundo, responsabilidad propia de cada uno y más en este tempo. “Nadie que contemple con realismo nuestro mundo de hoy podría pensar que los cristianos pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada, haciendo caso omiso de la profunda crisis de fe que impregna nuestra sociedad, o confiando sencillamente en que el patrimonio de valores transmitido durante siglos de cristianismo seguirá inspirando y configurando el futuro de nuestra sociedad. Sabemos que en tiempos de crisis y turbación Dios ha suscitado grandes santos y profetas para la renovación de la Iglesia y la sociedad cristiana; confiamos en su providencia y pedimos que nos guíe constantemente. Pero cada uno de nosotros, de acuerdo con su estado de vida, está llamado a trabajar por el progreso del Reino de Dios, infundiendo en la vida temporal los valores del Evangelio”.

“En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado”

En la ceremonia de beatificación de Newman en el Cofton Park de Rednal, en Birmingham, Benedicto XVI utilizó el lema del cardenal, “cor ad cor loquitur”, “el corazón habla al corazón”. Este lema, dijo el Papa, “nos da la perspectiva de su comprensión de la vida cristiana como una llamada a la santidad, experimentada como el deseo profundo del corazón humano de entrar en comunión íntima con el Corazón de Dios”.

La oración nos espiritualiza

“Nos recuerda que la fidelidad a la oración nos va transformando gradualmente a semejanza de Dios”, añadió. La oración, dijo citando al nuevo beato, “tiene lo que se puede llamar un efecto natural en el alma, espiritualizándola y elevándola. Un hombre ya no es lo que era antes; gradualmente… se ve imbuido de una serie de ideas nuevas, y se ve impregnado de principios diferentes”.

Con esta experiencia puede entenderse que Jesucristo “nos ha asignado una tarea específica a cada uno de nosotros, un “servicio concreto”, confiado de manera única a cada persona concreta: ‘Tengo mi misión’, escribe Newman, ‘soy un eslabón en una cadena, un vínculo de unión entre personas. No me ha creado para la nada. Haré el bien, haré su trabajo”.

Benedicto XVI hizo que las enseñanzas de Newman sobre cuestiones de su época constituyen una valiosa herencia para los cristianos de hoy. “Sus intuiciones sobre la relación entre fe y razón, sobre el lugar vital de la religión revelada en la sociedad civilizada, y sobre la necesidad de una educación esmerada y amplia fueron de gran importancia, no sólo para la Inglaterra victoriana. Hoy también siguen inspirando e iluminando a muchos en todo el mundo”.

Su visión de la educación

En particular destacó su visión de la educación. “Firmemente contrario a cualquier enfoque reductivo o utilitarista, buscó lograr unas condiciones educativas en las que se unificara el esfuerzo intelectual, la disciplina moral y el compromiso religioso. (…) La colección de discursos que publicó con el título ‘La Idea de una Universidad’ sostiene un ideal mediante el cual todos los que están inmersos en la formación académica pueden seguir aprendiendo”.

Entonces y hoy se trataba de formar un laicado con una buena preparación, capaz de dar razón de su fe: “Quiero un laicado –escribía Newman– que no sea arrogante ni imprudente a la hora de hablar, ni alborotador, sino hombres que conozcan bien su religión, que profundicen en ella, que sepan bien dónde están, que sepan qué tienen y qué no tienen, que conozcan su credo a tal punto que puedan dar cuentas de él, que conozcan tan bien la historia que puedan defenderla”, escribía Newman en “La Posición Actual de los Católicos en Inglaterra”, en cita recogida por el Papa.

Benedicto XVI también presentó la extraordinaria vida sacerdotal de Newman, con su visión del ministerio pastoral llena de humanidad, citando otro de sus escritos: “Si vuestros sacerdotes fueran ángeles, hermanos míos, ellos no podrían compartir con vosotros el dolor, sintonizar con vosotros, no podrían haber tenido compasión de vosotros, sentir ternura por vosotros y ser indulgentes con vosotros, como nosotros podemos; ellos no podrían ser ni modelos ni guías, y no te habrían llevado de tu hombre viejo a la vida nueva, como ellos, que vienen de entre nosotros”.



Fervientemente católico

El actor Mark Wahlberg se declara fervientemente católico en la revista ‘Time’

“Me paso una gran parte de mi día dando gracias a Dios por todas las bendiciones que me ha concedido” responde a una de las preguntas de los lectores y afirma que “todo lo bueno que ha sucedido en mi vida ha sido a causa de mi fe”

La revista Time dedicó al actor Mark Wahlberg la sección ’10 preguntas’ el pasado 16 Agosto -que fueron remitidas por los lectores de la publicación- y de las que destacamos dos.

Preguntado por su vida disipada durante su adolescencia y su paso por la cárcel el actor reconoce que cometió un montón de errores debido a un exceso de tiempo libre mientras que sus padres trabajaban muchas horas al día “para llevar comida a nuestra mesa”.

Desde su recorrido vital se le pide: “¿qué consejo le da a su hijos para que no cometan los mismos errores?”. A lo que responde: “ahora, antes de aceptar un papel, quiero asegurarme de que me queda tiempo para mis hijos y puedo estar comprometido con cada aspecto de su vida. Mi mujer y yo tratamos de inculcarles los valores más importantes, y la fe es el más importante”.

Otro lector le pregunta hasta qué punto el hecho de ser católico practicante le ayuda en su carrera. Mark responde sin ambages que “todo lo bueno que ha sucedido en mi vida ha sido a causa de mi fe” a lo que añade “mucha gente sufre una crisis, va a la cárcel y encuentra a Dios, y en cuanto ya no Le necesitan, se olvidan de Él”. En contraposición afirma que “sin embargo, yo me paso una gran parte de mi día dando gracias a DiosSi todo se acabara hoy para mí, estaría feliz. Porque en mi vida he tenido un itinerario maravilloso”. por todas las bendiciones que me ha concedido.

Profunda transformación

Estas respuestas no serían noticia si no vinieran de un star system hablando con total libertad sin importarle lo más mínimo el ‘qué dirán’ y por la profunda transformación que ha sufrido la vida del artista de 39 años. Nacido en una familia irlandesa y educado en la fe católica, Wahlberg -el pequeño de nueve hermanos- creció sin demasiado control por parte de sus padres, que se separaron cuando él tenía 11 años. Abandonó pronto la costumbre de ir a clase y dedicó su tiempo a vender drogas y cometer pequeños robos hasta que, durante un atraco, hirió a un hombre y fue condenado a pasar 45 días en la cárcel.

De su paso por la prisión el actor sacó en claro que su vida tenía que cambiar, y mucho. Redescubrió a Dios y se acercó de nuevo a la fe católica. Al salir de la cárcel, se centró en el trabajo y comenzó una brillante carrera que le llevaría por escenarios musicales, por los carteles publicitarios como modelo y, por fin, el cine.

Pero fue a principios de 2000 cuando verdaderamente la vida de Mark cambió. Después de numerosas relaciones amorosas con estrellas de Hollywood, conoció a la modelo Rhea Durham. Se acercó a ella atraído por su aspecto físico –“fue sexo a primera vista, no porque lo tuviéramos, sino porque era lo que yo quería”, bromea el propio Wahlberg- y se encontró a una mujer con las ideas claras.

Aunque convivieron juntos -se casaron (por la Iglesia) cuando ya tenían tres hijos-, desde que empezó a salir con la que ahora es su mujer Mark se niega a posar ligero de ropa y rechaza las escenas subidas de tono.
Ahora asegura que su fe es “consuelo, sentido, todo” y que por ella se ha arrepentido del mal que ha hecho a muchos a lo largo de su vida, a los que dice haber pedido “perdón frecuentemente”.

Consciente de la necesaria presencia de los padres en casa durante la infancia -quizá porque él no la disfrutó-, se esfuerza por implicarse en todos los aspectos de la educación de sus hijos.

Y, además, dedica tiempo y dinero a su fundación, creada con la intención de evitar que otros jóvenes cometan los mismos errores que él cometió durante su adolescencia.

In God I trust
En referencia a la publicación de sus declaraciones en la revista ‘Time’, llama la atención el hecho de que, así que como en la edición impresa aparece su imagen con la firma del actor junto a las palabras -de su puño y letra- ‘In God I trust’ (en Dios confío), mientras que en la versión digital omiten esta frase y sólo aparece la imagen.

Para muchos, el actor está en el mejor momento de su carrera y ha revelado que este éxito “va de la mano con mi reencuentro con Dios a través de la Eucaristía”. Wahlberg sostiene que por propia determinación asiste a la Misa dominical y “si es necesario interrumpo la filmación, pero no dejo de ir a Misa. Es mucho más importante que el trabajo”.

Su última película –Los otros dos– ha sido éxito de taquilla este agosto en Estados Unidos y se estrenará el 15 de octubre en España. Un nuevo triunfo laboral de Wahlberg, quien, a pesar de todo, sigue convencido de que su mejor papel es el de padre de familia.

‘Cuatro sermones sobre el Anticristo’

‘Cuatro sermones sobre el Anticristo’, de John Henry Newman

Este libro recoge toda la claridad expositiva del cardenal Newman al servicio de una cuestión siempre actual y espinosa. Newman ha sido beatificado recientemente por Benedicto XVI en Gran Bretaña.

“Así como la primera venida del Señor tuvo su precursor, así también lo tendrá la segunda. El primero fue «Alguien más que un profeta», San Juan Bautista; el segundo será más que un enemigo de Cristo, será la misma imagen de Satán, el pavoroso y aborrecible Anticristo. Acerca de él, tal cual las profecías lo describen, me propongo hablar; y al hacerlo me guiaré exclusivamente por los antiguos Padres de la Iglesia”.
Los sermones que componen esta obra (El tiempo del Anticristo, La religión del Anticristo, La ciudad del Anticristo y La persecución del Anticristo) fueron predicados durante los cuatro domingos del tiempo de Adviento de 1835. Se trata de un tema original y atrayente, muy atractivo para un público muy definido.

John Henry Newman (Londres, 1801 – Birmingham, 1890) fue el primogénito de seis hermanos nacidos en el seno de una familia burguesa de confesión anglicana. A los quince años experimentó su primera conversión religiosa, que le llevó a vivir una fe evangélica. Tras cursar estudios en Oxford, fue ordenado presbítero de la iglesia de Inglaterra. Formó parte del llamado Movimiento de Oxford que, como reacción de una iglesia sometida a un gobierno secularizado, surgió con el propósito de restituir en el anglicanismo el derecho a considerarse como parte de la Iglesia universal, engarzándolo con la tradición de los padres de la Iglesia y de los grandes teólogos, pero sin ”romanizarlo”.

Tras una serie de controversias con distintos obispos anglicanos debidas a sus posiciones cada vez más pro-católicas, en 1842 se retiró a Littlemore. Como consecuencia de sus estudios y tras varios años de oración, en 1845 dio el paso de entrar en la Iglesia Católica. En 1847 fue ordenado sacerdote. El Papa León XIII, en reconocimiento a sus méritos, le elevó al cardenalato en 1879. En 1991, Juan Pablo II impulsó su causa de beatificación al declararlo venerable. Finalmente, fue beatificado por Benedicto XVI el 19 de septiembre de 2010.
Entre sus numerosas obras cabe destacar su autobiografía Apologia pro Vita Sua (publicada en Ciudadela Libros) además de Perder y Ganar, Persuadido por la Verdad o Cartas al Duque de Nortfolk.
John Henry Newman
Cuatro sermones sobre el Anticristo
El buey mudo
122 páginas

Joven sacerdote martirizado durante el nazismo

GERHARD HIRSCHFELDER

Un joven sacerdote de Schönstatt martirizado durante el nazismo fue beatificado el domingo

El arzobispo de Colonia propone al mártir, fallecido en el campo de concentración de Dachau a los 35 años, como modelo para los jóvenes.

Actualizado 21 septiembre 2010

Zenit

El sacerdote martirizado durante el nazismo Gerhard Hirschfelder, perteneciente al primer grupo de sacerdotes del movimiento de Schönstatt en el campo de concentración de Dachau, fue beatificado este domingo en la catedral de Munich.

El arzobispo de Colonia, el cardenal Joaquim Meisner, representó al Papa en la ceremonia y definió al sacerdote, fallecido en el campo de concentración de Dachau a los 35 años, como un modelo para los jóvenes, informó Radio Vaticano.

Peregrinos de toda Alemania y también de P olonia y de la República Checa, donde el recuerdo del sacerdote está muy vivo, peregrinaron hasta la ciudad alemana para asistir a la beatificación.

El padre Gerhard Hirschfelder fue proclamado beato como “mártir y testigo de la fe”. El cardenal Meisner destacó que el sacerdote rechazó la inhumana lógica nazi y recordó su especial compromiso en la pastoral juvenil.


El acto del domingo estuvo precedido por una eucaristía vespertina en la iglesia de Überwasser, el sábado por la tarde, seguida de una procesión con candelas hasta la catedral y una hora de oración silenciosa.

Por los jóvenes

El nuevo beato nació el 17 de febrero de 1907 en el condado de Glatz, en Silesia. Estudió en el Liceo humanístico de Glatz, y aprobó allí su examen de bachiller en 1926.

Según la biografí a P. Gerhard Hirschfelder, un mártir del condado de Glatz, fallecido el 1º de agosto de 1942 en el campo de concentración de Dachau, editada por monseñor Franz Jung, visitador canónico para los sacerdotes y fieles del condado de Glatz, fue ordenado sacerdote en 1932.

Por ser hijo natural, su camino al sacerdocio estuvo lleno de dificultades, ya que el antiguo código de derecho canónico no lo permitía.

Necesitó una autorización especial para estudiar Teología y una dispensa para las órdenes mayores, que recibió con retraso, por lo que no pudo ser ordenado junto con sus compañeros de curso.

Desde 1932 hasta 1939 fue capellán en Grenzeck (Tscherbeney), y desde ese año hasta el 1 de agosto de 1941 fue capellán mayor en Habelschwerdt y responsable de la pastoral juvenil de la diócesis.

El joven sacerdote constató la natu raleza y los efectos de la propaganda nazi e intentó mantener lejos de ésta a sus jóvenes, a través de su cercanía y de la dirección espiritual.

En sus homilías, denunció con valentía los excesos y la violencia de aquel periodo. La Gestapo reaccionó a todo ello arrestándole en 1941, durante una reunión con jóvenes.

Durante los más de cuatro meses que permaneció en la cárcel en Glatz, escribió un impresionante Vía crucis y algunas reflexiones sobre el sacerdocio, el matrimonio y la familia.

Fue trasladado al campo de concentración de Dachau el 15 de diciembre de 1941 y falleció por hambre y por una grave neumonía el 1 de agosto de 1942.

Sus cenizas están enterradas en la ciudad polaca de Czermna (Tscherbeney), en la Baja Silesia, donde el padre Hirschfelder había trabajado como capellán.

“Constructor de puentes”

El padre Hirschfelder “daba una impresión sumamente humilde, casi tímida, practicó una noble discreción y a la vez estaba siempre dispuesto a hacer un favor a los demás”, recuerda un sacerdote que vivió con él en el bloque 26/3 del campo de concentración, el padre Engelbert Rehling, OMI.

“Lo conocí un poco más de cerca por medio del padre Fischer; me puso en contacto con él y así conversamos sobre Schoenstatt; el padre Hirschfelder se interesó por la comunidad y conoció y amó a la Madre tres veces Admirable”, explica, en un testimonio recogido en la página web del movimiento de Schönstatt.

El nuevo beato perteneció al primer grupo de sacerdotes de Schoenstatt en el campo de concentración de Dachau, ju nto al beato Carlos Leisner, al sacerdote palotino Ricardo Henkes y al párroco alemán Alois Andritzki, ambos en proceso de beatificación.

La promulgación del decreto sobre el martirio del sacerdote fue autorizada el pasado 27 de marzo por Benedicto XVI.

Su causa de beatificación se abrió en la catedral de Munich en 1998. En abril de 2002 fue entregada en Munich la Positio terminada.

Además de toda la documentación, se reunieron -en Alemania, Polonia y la República Checa- más de diez mil firmas pidiendo su beatificación.

Ante esta cifra, el prelado decano de Glatz, monseñor Franz Jung, dijo que el beato puede ser “un constructor de puentes para una Europa unida”.

Mártires durante el nazismo

A la beatificación de Gerhard Hirschfelder seguirán ceremonias análogas durante el próximo año pa ra otras figuras significativas de sacerdotes mártires del régimen nazi: Georg Häfner, en Wurzburgo; y Johannes Prassek, Hermann Lange y Eduard Müller, en Lubeca.

Con los sacerdotes de Lubeca se rendirá homenaje también al pastor evangélico Karl Friedrich Stellbrink, como explicó el Papa en el discurso que dirigió al nuevo embajador alemán el pasado 13 de septiembre en Castel Gandolfo.

Benedicto XVI se refirió a estos testimonios como “indicaciones luminosas” para el camino ecuménico.

“Son hombres que enseñan a dar la propia vida por la fe, por el derecho a ejercer libremente su propio credo y por la libertad de palabra, por la paz y la dignidad humana”, dijo.

“La probada amistad de los cuatro eclesiásticos -afirmó el Papa- es un testimonio impres ionante del ecumenismo de la oración y del sufrimiento, que floreció en varios lugares durante el oscuro periodo del terror nazi”.

Sor Emmanuelle, de Medjogorje, con nosotros

Actualizado 20 septiembre 2010

El sábado día 18 tuvimos el regalo de tener con nosotros en el Santuario de la Divina Misericordia de Murcia, del cual soy Párroco, a Sor Emmanuelle. Vino de Medjugorje  a evangelizar algunos lugares de España. Había una gran expectación. Desde bien temprano comenzaron a llegar al templo personas provenientes de distintos lugares de nuestra región y de las regiones limítrofes. Había una señora venida de Ceuta. El templo, que tiene una capacidad para seiscientas personas,  fue insuficiente. Muchos siguieron los actos desde el amplio atrio de la Parroquia.

Comenzamos con Adoración al Santísimo y Santo Rosario. Continuamos con la Santa Misa. Y al terminar comenzó su conferencia Sor Emmanuelle. Era realmente llamativa la atención que prestaba la gente, que llegaban sentados hasta los mismos pies de la religiosa. Con su tono amable y afrancesado de voz nos dio en primer lugar un repaso por la historia de Medjugorje, que ella conoce de primerísima mano. El tema central de la charla giró en torno a la “oración del corazón”. Habló largamente de la necesidad de hacer oración, individual y en familia. Pero no rutinariamente, sino con el corazón. ¿Cómo se ora con el corazón? Sencillamente poniendo mucha fe y amor de Dios y de la Virgen en eso que pedimos, reflexionamos, o contemplamos. Recordaba aquellas palabras  del Señor: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”. Que Dios, y su Madre Santísima.se sientan amados sinceramente. Necesitamos ser cristianos auténticos.

Habló del estrago que está haciendo el demonio en los jóvenes y en las familias. Satanás está muy activo. Contó el testimonio de un chico que habló con ella y le dijo que él había pertenecido a una secta satánica, y que uno de los proyectos que tenían en sus actividades diabólicas era ir por las maternidades de los hospitales para consagrar al demonio a los recién nacidos. Por ello, nos decía Sor Emmanuelle, es necesario que consagremos toda la familia al Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón  de María. Especialmente a los niños.

Los hogares  están muy desprotegidos porque ahora se usan poco los signos religiosos (cuadros, crucifijos, etc.) A muchos les da vergüenza llevar crucifijos o medallas colgadas del cuello, como siempre se ha hecho. El demonio no tiene nada que hacer cuando se encuentra con una imagen del Señor. De la Virgen o de los santos. Propuso a todos que bendigan sus casas con agua bendecida, o incluso con sal bendecida como hacen las familias croatas. Contó algunos testimonios importantes que había tenido la ocasión de presenciar en el último encuentro de la juventud en Medjugorje a principios del mes de Agosto.

Animó a todos a tener una especial devoción al Niño Jesús. Mostró la imagen del Niño que siempre lleva consigo, y recordó que casi todas las imágenes del Niño Jesús que se venden en el mundo están hechas en España. Pero no solo hay que hacerlas, sino querer de verdad a Jesús Niños.

Al final de la charla todos querían saludar a Sor Emmanuelle. Dedicó muchos de los libros que ella ha escrito, y todos se marcharon muy contentos por haber escuchado y tratado a un alma de Dios.

Como Párroco de Esta iglesia Santuario doy las gracias públicamente a todos los que han  hecho posible este acto, y en especial a Sor Emmanuelle

Juan García Inza

El demonio existe pero no tiene «cuernos, ni alas, ni colas»

EL SACERDOTE ESPAÑOL JOSÉ ANTONIO FORTEA

Un exorcista asegura que el demonio existe pero no tiene «cuernos, ni alas, ni colas»

«Es una entidad incorpórea, invisible», y aclaró que en vez de tenerle miedo, «hay que tener miedo a pecar, a ofender a Dios».

Actualizado 21 septiembre 2010

ACI

El sacerdote y exorcista español José Fortea recomendó a los creyentes tener miedo a pecar, recordó que Satanás existe aunque no tenga «cuernos, ni alas ni colas» y recomendó a los fieles buscar a un sacerdote ante la sospecha de una posesión.

En une entrevista concedida al diario El Tiempo durante su visita a Colombia, el sacerdote explicó que «el demonio no tiene cuerpo, no tiene color, ni una forma visual, ni cuernos, ni alas, ni colas. Es una entidad incorpórea, invisible», y aclaró que en vez de tenerle miedo, «hay que tener miedo a pecar, a ofender a Dios».

«Creer en Dios supone creer en lo que Él ha dicho. Y Él ha hablado de la existencia del demonio y ha advertido, al final del Padre Nuestro: ´líbranos del mal´, que se puede traducir como ´líbranos del maligno´», señaló.

Admite que nunca ha visto a un demonio pero está seguro de su existencia y asegura haber sentido la presencia del mal. «Ni me han tocado ni me hacen cosas. En eso he actuado como un científico; así lleve hábito, no estoy desprovisto de la razón. He visto muchos posesos a lo largo de mi vida, hay fenómenos que no son enfermedades mentales y que se han liberado con exorcismos. No se puede sanar a un esquizofrénico con un exorcismo», explicó.

«Un cierto número de veces, estando solo en mi casa o en otros lugares, he sentido una presencia maligna. Y yo no soy nada sugestionable. Y mentiría si no reconociera que sentí esa presencia maligna de un modo intenso y poderoso. Yo tenía un gato y vi cómo se agazapaba detrás de las cortinas, mirando un punto concreto del aire; no es normal que un gato se esconda, tiemble y mire hacia un punto concreto», agregó.

Asimismo, aclaró que «aunque se suele hablar del demonio, en realidad hay muchos demonios, cada uno distinto, pero hay uno que es el jefe de todos los demonios, el más poderoso: Satanás».

El padre Fortea señaló que «todos aquellos que acuden al espiritismo, la brujería y, peor todavía, al satanismo, quedan en peligro de ser poseídos. Esa es la ley general, pero hay casos que no se explica por qué ocurren, así no hayan acudido a esas prácticas».

«Cuando un poseso recibe el exorcismo, pasa un tiempo razonable en ser liberado. Se requiere un número de sesiones. El demonio se resiste, porque sabe que está condenado a salir», agregó y recordó que siempre ha habido pocos casos de posesión y pocos exorcistas.

El sacerdote explica que no se siente «especialmente acosado, pero la razón me dice que el demonio, dado que existe, tiene unas cuentas pendientes conmigo».