¿Vergüenza? ¡Sólo para pecar!

Es cierto que hoy se confiesa menos gente que hace años, y es que los cristianos están perdiendo el sentido del pecado.

En esto tienen mucho que ver algunos sacerdotes: hay muchas iglesias con el confesionario vacío.

Algunos creerán que ese kiosco será una reliquia, un adorno. Ahora bien, no en todas ocurre lo mismo. Y cuando los sacerdotes están en el confesionario, los fieles acudimos.

Hace unos días me encontré con una amiga a la que hacía años no veía, y hablando de todo un poco, llegamos al sentido trascendente de la vida y a la confesión.

Yo le hablé del bien que me hacía y ella de que la echaba de menos: había pasado tanto tiempo que no sabía cómo volver, le daba vergüenza.

Decía una santa mujer a su hijo cuando éste le decía que le daba vergüenza hacer esto o aquello: «¡Hijo mío, vergüenza sólo para pecar!» Sea por vergüenza, pereza o desánimo, a muchos nos cuesta acudir al confesionario.

También a gente de hábitos sucios le cuesta darse una ducha. Pero la incomodidad de la ducha, como la del confesionario, es necesaria para limpiarse.

¡Un pequeño esfuerzo, y después la gran alegría de saberse libres e hijos amados de Dios!

Carta de María Muñoz, Málaga. Publicada en Alfa y Omega

La audacia de Dios

«Yo sé que mi marido me quiere, pero ¡me gustaría tanto que me lo dijera alguna vez!»: así se expresaba una sencilla mujer desahogándose en el confesonario. Justamente, ese deseo tan profundamente humano, y en definitiva el deseo de vivir, y vivir en plenitud, explica de modo admirable por qué ha querido el Señor instituir el sacerdocio. Podemos saber perfectamente que Dios nos quiere, y sin embargo, ¿no necesitamos acaso que nos lo diga cara a cara, de un modo realmente humano?; ¿y no necesitamos acaso ver y tocar y recibir, de un modo realmente humano, esa Vida divina que anhela el corazón de todo hombre y mujer, y que el mundo entero es incapaz de darnos?

«El sacerdocio no es un simple oficio, sino un sacramento»: lo dijo Benedicto XVI en su homilía de la Misa de clausura del Año Sacerdotal, el pasado viernes, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Sí, un sacramento, un signo visible de la misma Presencia de Cristo: el sacramento de la audacia de Dios, en luminosa expresión del Papa, que explicaba a continuación: «Dios se vale de un hombre con sus limitaciones para estar, a través de él, presente entre los hombres y actuar en su favor. Esta audacia de Dios, que se abandona en las manos de seres humanos; que, aun conociendo nuestras debilidades, considera a los hombres capaces de actuar y presentarse en su nombre, esta audacia de Dios es realmente la mayor grandeza que se oculta en la palabra sacerdocio», pues el sacerdote, en verdad, es alter Christus, Cristo mismo que sigue, de carne y hueso, con los hombres todos los días hasta el fin del mundo, para darnos su Cuerpo y su Sangre, ¡la Vida!, y decirnos su palabra de perdón. ¡Nunca pudo nadie imaginar un Dios tan asombrosamente cercano!

El Señor es mi pastor, nada me falta: el salmo de la liturgia del día del Corazón de Jesús lo proclamó gozoso Benedicto XVI, «porque Dios está presente y cuida del hombre. Él cuida de mí. No es un Dios lejano». El Dios único de las religiones del mundo «era bueno, pero lejano. No constituía un peligro, pero tampoco ofrecía ayuda. Por tanto, no era necesario ocuparse de Él. Extrañamente -añadió el Papa-, esta idea ha resurgido en la Ilustración. Se aceptaba que el mundo presupone un Creador. Este Dios, sin embargo, habría construido el mundo, para después retirarse de él. Dios es sólo un origen remoto. Muchos, quizás, tampoco deseaban que Dios se preocupara de ellos. Pero allí donde la cercanía del amor de Dios se percibe como molestia, el ser humano se siente mal». ¿Y cómo podría sentirse de otro modo sin la mano cercana de Dios omnipotente y misericordioso? Ésa es, exactamente, lamano del sacerdote, consagrada el día de su ordenación.

¡Qué inmenso don! ¡Y qué inmensa responsabilidad! Lo recordaba Benedicto XVI en su Carta para la convocación del Año Sacerdotal, con las palabras del santo Cura de Ars: «¡Qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría… Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia… ¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!… Él mismo sólo lo entenderá en el cielo… Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. ¿De qué nos serviría una casa llena de oro, si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta». Asombra, ciertamente, la audacia de Dios poniendo este don tan inmenso del sacerdocio en vasijas de barro. Se entiende bien que el Papa lance con fuerza a los sacerdotes «el llamamiento a la conversión», y a «dirigir con humildad una súplica apremiante e incesante al Corazón de Jesús para que nos preserve del terrible peligro de dañar a aquellos a quienes debemos salvar».

Pero esta audacia, no lo olvidemos, ¡es de Dios!, y Él es más grande y más fuerte que todo el mal del mundo. Su amor infinito no ha dejado, ni dejará, de hacer obras grandes aun con los instrumentos más pobres y frágiles, y sin duda mostrando, también con asombrosa frecuencia, la santidad de sus sacerdotes. «¿Cómo no recordar -decía Benedicto XVI al convocar el Año Sacerdotal- a tantos sacerdotes ofendidos en su dignidad, obstaculizados en su misión, a veces incluso perseguidos hasta ofrecer el supremo testimonio de la sangre?» Así es la audacia de Dios, la sabiduría de la Cruz. Su nombre es Amor.

Alfa y Omega

Carta a los jóvenes

El apóstol Santiago nos habla por experiencia de algo grande y nuevo, que responde plenamente a lo que espera el corazón; de un amor y una compañía que hace posible estar en el mundo en el modo justo, eliminando toda sensación de inutilidad o de frustración. Esta buena noticia, que resuena de modo especial en quienes peregrinan este año, es una invitación a un camino de vida. Y, aunque es un camino personal, es al mismo tiempo un camino en compañía y, en el fondo, una amistad. Jesucristo nos aporta la verdad y la alegría invitándonos a una relación profunda.

Nuestra fe es creíble porque tiene la fuerza de la amistad de los que caminan unidos, sin exclusiones ni fronteras, guiados por el verdadero Maestro. Por eso, el Camino de Santiago tiene en su meta una presencia y un abrazo de amigo, que el peregrino da al Apóstol.

En particular, en este Año Santo tendrá lugar una especial Peregrinación y Encuentro de Jóvenes (PEJ 2010) que se celebrará en Compostela del 5 al 8 de agosto, bajo el lema: Como el apóstol Santiago, amigos del Señor, y en el que participarán jóvenes de todas partes de España. Sería muy significativo que los jóvenes de Galicia fueran los protagonistas de la acogida de estos peregrinos en las diferentes etapas del Camino, y que luego todos pudiéramos participar unidos en los días de la celebración en Santiago.

En el año 2011, la Jornada Mundial de la Juventud nos dará la oportunidad de encontrarnos en Madrid con el Papa Benedicto XVI y de descubrir una comunidad inmensa de jóvenes, que supera toda frontera, unidos en libertad y verdad, con el deseo de construir sobre roca, no sobre mil arenas, siguiendo con fe al Señor Jesús. Pocas veces coincidirán en nuestra tierra, en tan poco tiempo, tantos acontecimientos significativos. Se trata de una oportunidad especial, providencial, para encontrar y renovar la experiencia de la fe, para experimentar personalmente lo que es la Iglesia.

Obispos de las diócesis gallegas

Así pervierten a los hijos

Padres, alumnos y centros, contra los talleres de Educación sexual que ya se está impartiendo

No hay que esperar a que, el curso que viene, el Gobierno imponga su visión de la sexualidad, a través de la vertiente educativa de la Ley del Aborto: desde hace años, los centros escolares (públicos y concertados) son el escenario de charlas y talleres en los que se pervierte la inocencia de los menores y se embota a los adolescentes.

Así lo denuncian los padres, los expertos, los profesores y hasta los propios alumnos

«Mi hija estudiaba 2º de la ESO y en el colegio (concertado no católico) tuvo unas charlas de educación afectiva, por parte de Cruz Roja. Esos días, mi hija se iba entristeciendo, encerrando en sí misma, y un día rompió a llorar. Les habían hablado de sexualidad a lo bruto, y ella, en una pregunta sobre el amor, respondió que amor, sexo y matrimonio iban unidos. Pintaron un círculo en el suelo a su alrededor, y preguntaron si alguien más opinaba así (para que entrara en el círculo). Nadie respondió. Ella, encerrada en el círculo, aguantó la mofa de los monitores, que le informaron de que estaba equivocada. Hablé con el tutor, al que no habían permitido estar en clase durante las charlas; y se lo conté al director y a la Inspección Provincial: Son nuevos tiempos, me decían. Supe que estas charlas se habían realizado en casi todos los centros de la ciudad, incluso en los concertados católicos y en los diocesanos. Después, en el colegio, descubrí que el dossier que presentaron decía que el curso sería impartido por psicólogos, pero no era cierto: fueron chavales de 18 años que habían recibido un cursillito y algunas prácticas. En la última sesión, regalaron un condón a cada alumno, aunque mi hija no lo aceptó y se sintió orgullosa». La denuncia que ocupa este extenso primer párrafo lleva la firma de una madre de Castilla la Mancha y es el mejor ejemplo de que la Educación sexual que el Gobierno impondrá el curso que viene -según imponen los primeros capítulos de la Ley del Aborto- en todos los centros escolares es, desde hace tiempo, una realidad en nuestras aulas.

No sólo con las Guías oficiales

Tal como denuncian las asociaciones de padres y los equipos directivos de muchos centros, la Administración lleva años dando el visto bueno a este tipo de talleres. Más allá de las polémicas Guías y webs de recursos didácticos que promueven los Gobiernos autonómicos y el Ministerio de Igualdad, la corrupción de la inocencia se perpetra hoy entre los pupitres del colegio de sus hijos.

De amor no daba tiempo a hablar

El caso que encabeza estas líneas no es una anécdota. Los ejemplos sobreabundan y bastan los siguientes para hacerse una idea de a qué se enfrentan los menores españoles, privados de la vigilancia de sus padres e incluso de sus tutores escolares. El primer ejemplo ocurrió hace unas semanas en un instituto público de Madrid. Una profesora entró en el aula de 3º de la ESO (14-15 años) y los alumnos le comentaron: «Profe, hoy nos han hablado de sexo». Según relataron los menores, unos psicólogos «nos han hablado, con toda claridad, de lo que queríamos saber del sexo», durante unas charlas de educación afectivo-sexual. «¿Y os han hablado del amor y de los sentimientos?», pregunta la tutora. La respuesta es clara: «No profe, del amor y esas cosas ya nos han avisado que no daba tiempo a hablar». Los padres, por cierto, no habían sido informados.

Segundo caso, esta vez en un centro católico concertado: las representantes de una empresa de productos de higiene femenina, con el pretexto de hablar de la menstruación a los alumnos, aprovechan para promocionar la píldora post-coital, la masturbación y el uso del preservativo. Ni los padres habían sido avisados, ni la tutora estaba en el aula.

Homosexualidad en el recreo

Tercer caso, de nuevo en un pueblo madrileño: tras impartir unas charlas de sexualidad, unos jóvenes monitores (que el Ayuntamiento había enviado a un centro concertado) pusieron una mesa en el patio del colegio para que, durante el recreo, los menores cogiesen folletos editados por la Comunidad de Madrid y las asociaciones de gays Triángulo y Cogam. Folletos al alcance de todos los niños, que promovían el sexo anal, oral o vaginal y en los que se leían frases como Si eres mujer, no temas ser protagonista: lleva preservativos y acuerda un sexo más seguro. Los padres protestaron ante el centro, éste lo hizo ante el Ayuntamiento, y éste pidió disculpas porque eso no entraba en lo acordado. Ahora, la directora recomienda a todos los institutos y colegios que, cuando algún grupo llegue a impartir estos talleres, «aunque tenga respaldo oficial, la dirección revise todos los materiales, avise a los padres y tenga cuidado para saber lo que llega a los alumnos, porque si no, puedes salir escaldado. Una cosa es tratar la afectividad para que los niños salgan formados como personas, y otra repartir estos materiales nefastos».

Los padres, en pie de guerra

En el último caso, fueron los padres quienes dieron la voz de alarma. De hecho, la mayoría de las denuncias parten de las familias. Concapa, Cofapa, el Foro de la Familia, las APAS de cada centro y las asociaciones de objetores que nacieron para oponerse a Educación para la ciudadanía se presentan hoy como un agente educativo de primer orden, dispuesto a plantar cara a la perversión sexual que promueve la Administración. Talavera, xq te callas? a amigos de confianza, instituciones locales o a los especialistas en juventud de la Junta, pero no aparece por ningún lado la figura de los padres». Además, critica que «los cursos de educación sexual se imparten sin informar a los padres, en horario de tutorías o saltándose el horario de otras asignaturas. Vamos, que mandas a tus hijos a aprender Mates o Filosofía, y aprovechan para enseñarles a ponerse un preservativo con la pata de la silla, o a usar juguetes eróticos». es una de esas asociaciones quedenuncia, por boca de su Presidenta, doña María Jesús Aranda, cómo «algunos libros que edita la Junta de Castilla la Mancha recomiendan que, ante los problemas, los jóvenes acudan a amigos de confianza, instituciones locales o a los especialistas en juventud de la Junta, pero no aparece por ningún lado la figura de los padres». Además, critica que «los cursos de educación sexual se imparten sin informar a los padres, en horario de tutorías o saltándose el horario de otras asignaturas. Vamos, que mandas a tus hijos a aprender Mates o Filosofía, y aprovechan para enseñarles a ponerse un preservativo con la pata de la silla, o a usar juguetes eróticos».

Negarles el pensamiento

Ante esta promoción de la sexualidad, don Giovanni Alario, miembro de la Fundación Gift and Task y psicoterapeuta especializado en adolescentes, pone un poco de sensatez y explica que «los menores que por su momento evolutivo o su

s procesos mentales recurren, por ejemplo, a la masturbación, no necesitan que se les promueva esta conducta, porque ya lo hacen solitos y en su intimidad. Pero los que viven la sexualidad como parte natural de su desarrollo, sin mucho peso, están siendo dirigidos a darle excesiva importancia. En los chicos y chicas que tienden a la impulsividad, no sólo se les niega la posibilidad de pensar y de abrir un espacio de reflexión sobre su mundo interior (la meta de cualquier educación), sino que este tipo de promociones les incita a no pensar, traduciendo en acción todo lo que difícilmente pueden poner en palabras. Si hasta entonces el refugio era la Play Station, ahora será la sexualidad».

Lo que usted no haga en casa…

Sin embargo, lo importante pasa por la respuesta a este despropósito. Don Luis Carbonel, Presidente de Concapa, recuerda que «los padres tienen que saber que lo que no hagan en casa, otros lo harán sin su permiso. Los padres tenemos que formarnos y perder el miedo a hablar con nuestros hijos de sexualidad; tenemos que acudir a escuelas de padres y exigir, desde las AMPAS, que podamos ocuparnos de la formación de nuestros hijos en esta materia». Una formación para padres como la que el Foro de la Familia propone con su campaña La sexualidad sí importa, sin ningún género de duda, que busca evitar que la ideología de género cale en los menores. Así, el Foro impartirá charlas a las familias, y ya ha puesto en marcha el bloghttp://familiaysexualidad.wordpress.com para responder a las preguntas de los padres, informar sobre la educación afectivo sexual y aportar formación en materia de familia. Porque, como avisa Carbonel, «estamos hablando de algo muy serio: o educamos nosotros a nuestros hijos, o van a pervertir su inocencia».

José Antonio Méndez

Los retratos más antiguos de cuatro apóstoles al descubierto

HALLADOS EN UNAS CATACUMBAS ROMANAS

Salen a la luz las imágenes de los discípulos de Cristo, pintados en varios medallones ubicados en el techo de un mausoleo del siglo IV en las catacumbas romanas de Santa Tecla

Actualizado 23 junio 2010

R..R./ReL

Arqueólogos del Vaticano descubrieron retratos antiguos correspondientes a los apóstoles Pedro, Pablo, Andrés y Juan, durante la restauración de un mausoleo del siglo IV en las catacumbas romanas de Santa Tecla.

«En ese período comienza el culto a los santos, se trata de las primeras iconografías de los apóstoles en absoluto», anunció hoy a la prensa Fabrizio Bisconti, superintendente arqueológico para las catacumbas de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra.

Las imágenes de los discípulos de Cristo, pintados en varios medallones ubicados en el techo de la tumba colectiva, salieron a la luz tras dos años de labores que incluyeron la utilización de técnicas laser, nunca antes usadas en las catacumbas.

«El monumento estaba cubierto por una espesa capa de carbonato de calcio, por ello condujimos una profunda investigación histórica para saber qué habría abajo porque las pinturas no se veían», reveló Bárbara Mazzei, responsable de la restauración.

Explicó que tras realizar análisis químicos y físicos los restauradores optaron por usar la herramienta del láser, pero no un láser tradicional, sino uno modificado especialmente. El costo de toda la operación fue de 60 mil euros (unos 73 mil dólares), informa Notimex.

Las catacumbas de Santa Tecla ocupan una vasta extensión sobre la vía Ostiense, al sur de Roma, bajo los actuales edificios y avenidas de la capital italiana cientos de túneles subterráneos contienen los vestigios de los cementerios cristianos que datan de los primeros siglos de nuestra era.

A unos 500 metros de la actual Basílica de San Pablo, donde yacen los restos verdaderos del apóstol, y bajo el subsuelo de un simple edificio de una compañía de seguros, una puerta de metal permite descender unos 15 metros bajo tierra.

Junto a cientos de tumbas colectivas, lápidas de mármol escritas en latín y tejas talladas destaca el ´cubículo de los apóstoles´, como fue bautizado por los arqueólogos el mausoleo donde se descubrieron no sólo los retratos de los discípulos, sino también otras pinturas.

Entre otras imágenes salieron a la luz diversas escenas cristianas que decoran las paredes: el Cristo maestro, la resurrección de Lázaro, la curación del paralítico, el colegio apostólico, la adoración de los Reyes Magos, el sacrificio de Isaac.

En uno de los arcos aparece una figura de una señora noble, suntuosamente vestida, que porta joyas, en compañía de una hija orante entre dos santos que introducen a las difuntas al más allá.

Bisconti precisó que la mujer, a la cual llamó simplemente ´matrona´, era quien mandó a construir el decorado mausoleo y que, por el entorno, seguramente perteneció a parte de la aristocracia romana que a finales del siglo IV dejó el paganismo y se unió a los cristianos.

«La matrona de tecla, extremamente pudiente, conocía bien la escritura, el griego y el latín. Con su tumba nos hace entrar en una Roma que cambia, la urbe de los últimos paganos era también la de una sistemática cristianización», evocó.

¿Por qué los apóstoles? «Porque en este tiempo nace el culto a ellos -insistió-; se hizo enterrar ahí, quiso a los apóstoles como sus custodios e imitó los mausoleos y edificios de su tiempo».

La Iglesia en España se rejuvenece

Actualizado 22 junio 2010

Los pesimistas hablan de un envejecimiento generacional en la Iglesia Católica en España. Es verdad que abunda el clero y fieles que ya han pasado los sesenta. Y este dato nos puede distorsionar un poco la visión real del estado de nuestras comunidades.

Yo observo que hay un resurgir de nuestra Iglesia, son muchos los “brotes verdes” que llenan la viña del Señor. Y esto que digo no es una afirmación gratuita, optimista, y triunfalista. Nuestras comunidades cristianas están cada vez más activas. Se observa una inquietud que ya la quisieran los movimientos ideológicos que pululan por nuestro suelo patrio.  Las parroquias se van viendo nutridas por generaciones nuevas que, en respuesta a la Palabra de Dios, se comprometen con una fe viva. Asociaciones, Movimientos, Cofradías, Comunidades Neocatecumenales, Focolares, Cursillos de Cristiandad, Comunión y Liberación, movida juvenil en torno a las parroquias con motivo de la JMJ, las abundantes actividades juveniles de la Prelatura del Opus Dei, Colegios Católicos, Catequesis, etc.  En estos momentos en la Diócesis de Cartagena (España) hay una gran movida juvenil en torno a la Cruz de los Jóvenes que está recorriendo nuestros pueblos. Hay ilusión y esperanza, realidades y proyectos.

Es verdad que en muchas diócesis el clero es mayor, pero se está notando un revulsivo vocacional que empieza a animar los Seminarios, sobre todo de jóvenes ya baqueteados por la vida que han encontrado a Jesucristo cuando menos lo esperaba. En cuanto a las chicas es ilusionante observar la tendencia a la vida contemplativa, que está provocando, afortunadamente, el resurgir de muchos monasterios que estaban en cuadro. Ellas están presentes, en número significativo, en multitud de iniciativas y proyectos espirituales y apostólicos.

Si hablamos de la Jerarquía nos alegra mucho ese regalo que nos está haciendo el Señor de Obispos jóvenes, que conectan fácilmente con el mundo de hoy. Pienso, por ejemplo, en el Obispo de Cartagena: D. José Manuel Lorca Planes, en el Obispo de Guadix: D. Ginés Ramón García Beltrán, el Administrador A. de Bilbao: D. Mario Iceta Gavicagogeascoa, el Obispo de Coria-Cáceres: D. Francisco Cerro Chaves, el Obispo de San Sebastián: D. José Ignacio Munilla, y otros muchos que, siendo menos jóvenes gozan de una mentalidad muy puesta al día. Trato a mi Obispo con toda naturalidad y confianza, y estos días he podido tratar al Obispo de Guadix. Da gusto conectar tan fácilmente  con alguien que goza de la agilidad mental que suele dar la juventud.

Hay diócesis vacantes que deberían cubrirse ya, y esperamos que siga el Nuncio de Su Santidad en España tirando de la lista que tenga preparada con excelentes curas de hornada reciente, que vendrán a seguir completando el rejuvenecimiento de nuestra Iglesia. Pienso en las Diócesis de Tarazona, Teruel-Albarracín, Palencia, Orense y Jaca-Huesca.  ¿Por qué tanta demora en estos nombramientos? Al final se tienen que nombrar, y los candidatos posibles estarán en lista. Habría que acelerar el proceso para que las Diócesis no sufran las consecuencias pastorales de una lentitud burocrática, o pastoral,  que considero  excesiva.

España es una Iglesia joven. Digan lo que digan los del lado oscuro de la vida. Y con el Encuentro Internacional de la Juventud con el Papa en Madrid el próximo año, veremos lo que esta gente que nos viene pisando los talones es capaz de hacer. Habría que repetir muchas veces: “Me acercaré al altar de Dios, al Dios que alegra mi juventud”. Tengamos los años que la vida nos ha regalado, todos debemos ser jóvenes de corazón.

Juan García Inza

juan.garciainza@gmail.com