Desiste de abortar gracias a ella

Mujer que amenazó con cuchillo a pro-vida desiste de abortar gracias a ella

NUEVA YORK, 19 Feb. 10 / 06:50 am (ACI)

Una mujer embarazada, que amenazó con un cuchillo a una activista pro-vida que se manifestaba pacíficamente en las afueras de una clínica abortista en Duluth, Minnesota (Estados Unidos), explicó que fue gracias a la valiente intervención de la joven que desistió de abortar y conservar a su bebé.

Los hechos ocurrieron el pasado 24 de noviembre de 2009 pero no fue sino hasta ahora, en el juicio que se le sigue por esta agresión, que se conoció el desistimiento de abortar de Mechelle Hall, una mujer de 26 años que amenazó con un cuchillo en la garganta a Leah Winandy, de 21 años de edad.

Ella, su madre Sarah Winandy y otros activistas se manifestaban pacíficamente en las afueras de una clínica abortista tratando de convencer a las mujeres para que no aborten a sus bebés.

«Gracias por estar allí. Si no hubieras estado allí, probablemente hubiera seguido adelante y me hubiera arrepentido el resto de mi vida. Probablemente hubiera seguido otro camino (el aborto). Estoy verdaderamente apenada por lo que le hice a ella», declaró Hall telefónicamente al ser consultada sobre lo que piensa de Winandy.

Por su parte, Leah Winandy desde Wisconsin comentó que «estaba allí para pedirle a las madres que no maten a sus bebés en la clínica abortista. Ella (Hall) caminaba hacia mí. Sacó un cuchillo y lo blandía mientras me decía ‘no te me acerques’. Yo le dije ‘por favor no mates a tu bebé. Teme a Dios’. Me acerqué un poco más y le dije: ‘mira y escucha tu ultrasonido’. Se abalanzó sobre mí y puso el cuchillo en mi garganta».

La oficina del fiscal que sigue el caso contactó a Leah Winandy y le preguntó si estaba de acuerdo con que a Mechelle Hall se le diera solamente libertad condicional en vez de mandarla a prisión. Ella accedió. «Perdono a Mechelle por lo que hizo y lo hago porque Dios me ha dado el perdón en mi corazón por ella», agregó.

Mechelle Hall explicó que sabrá el sexo del bebé, que lleva en su seno desde noviembre, el próximo mes de marzo.

Por su parte, el Director Nacional de Priests for Life (Sacerdotes por la Vida), P. Frank Pavone, dijo que este caso muestra «lo que es verdad sobre quienes buscan abortar e incluso sobre quienes hacen los abortos: están confundidos y son ambivalentes. Pese a sus esfuerzos por aparecer seguros de lo que hacen, no lo están. Pese a la retórica sobre la ‘libertad de elegir’, se vuelcan al aborto porque sienten que no tienen libertad ni opción».

«Y la lección para los activistas pro-vida es que lo que con frecuencia se presenta como ira y disgusto es el primer paso para la conversión. No debemos temerle a estas reacciones», concluyó.

Después del Cristo de Monteagudo….

FERRÍN CALAMITA YA SUFRIÓ AL ABOGADO

Después de querer eliminar el Cristo de Monteagudo, va a por la Cruz de Muela

El abogado oriolano José Luis Mazón va a iniciar acciones judiciales para reclamar la desaparición la Cruz de la Muela, uno de los principales símbolos que dominan el paisaje de Orihuela, enclavado desde hace un siglo en la sierra, de titularidad pública. El letrado se ampara en sentencia anticrucifijos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Actualizado 19 febrero 2010

José Luis Mazón, presidente de la Asociación Preeminencia del Derecho abre así otro frente contra los monumentos de culto religioso católico instalados en suelo público, como ya lo hiciera días pasados con la petición de desmonte del Cristo de Monteagudo, de Murcia, contra el que ya ha presentado un recurso contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. El sábado pasado mil personas se manifestaron en defensa de ese símbolo en Murcia. A Mazón le parece «muy bien» que «los símbolos religiosos estén los lugares de culto, en tu coche o en tu casa, pero éstos, que no son obras de arte, están ocupando un lugar y suelo público».

En la tarjeta de presentación de este letrado oriolano están causas como la que acabó apartando de la carrera judicial al conservador juez Ferrín Calamita por frenar el proceso de adopción de una pareja homosexual. También ha propiciado una investigación del Tribunal de Cuentas sobre el dinero destinado para que el Congreso americano diera una medalla a Aznar. O la que terminó condenando en 2000 al presidente del Constitucional y a diez magistrados, a pagar una indemnización por archivar un recurso sin examinarlo. Igualmente, denunció el cobro de cursos por el juez Garzón en Nueva York.

Siete toneladas en hierro a 462 metros de altura

La actual cruz se ubicó sobre el monte que le da nombre, La Muela (462 metros de altura), en junio de 1985. Realizada en hierro galvanizado, tiene catorce metros de alto y ocho metros de cruceta. Está situada sobre una peana de otros dos metros. El conjunto pesa casi ocho mil kilos, según señala el cronista oficial de Orihuela, Antonio Luis Galiano, en un ensayo histórico sobre este monumento.

Aunque existen referencias muy antiguas, la cruz como tal domina el horizonte de la huerta y el casco urbano de Orihuela de forma casi ininterrumpida desde principios del siglo XX. La cruz original fue derribada durante la Guerra Civil y repuesta de nuevo en 1942. En la madrugada del día de Año Nuevo de 1985 la base fue aserrada en un acto cuya autoría nunca pudo ser aclarada y de ahí el origen de la actual. Al margen de su simbología religiosa forma parte de la estampa que identifica a Orihuela junto al seminario de San Miguel, y el sendero para alcanzar la cumbre donde se emplaza es muy popular entre los deportistas de la Vega.

El origen histórico de la actual cruz se sitúa, según las mismas fuentes, en el viaje que San Vicente Ferrer realizó a Orihuela en febrero de 1411 y al que se le atribuye una primera colocación.

El demonio está más presente que nunca

EL ARZOBISPO DE OVIEDO HABLA DEL «SEPARADOR»

«El demonio, en medio de un mundo que lo frivoliza, está más presente que nunca»

Muchos son los que aseguran que el diablo es un invento de los cristianos para meter miedo y tener sometidos a sus fieles. Incuso algunos lo creen entre su clero. El arzobispo de Oviedo, monseñor Sanz Montes, expone con claridad el contenido de la misión diabólica que sigue presente hoy: lograr la ruptura de la unión del hombre con Dios, mediante sutiles argucias.

Actualizado 19 febrero 2010

La sociedad postmoderna occidental es, en buena medida, descreída. No cree ni en Dios ni en el diablo, aunque a veces se recurra a este último, incluso para entretener como parte de la trama central de una serie de televisión, como sucede esta temporada en «Los hombres de Paco». Incluso, hay sacerdotes que niegan la existencia del Príncipe de las Tinieblas.

Sin embargo, «el demonio -en medio de un mundo que lo ignora y lo frivoliza- está más presente que nunca en los miedos, en los dramas, en las mentiras y en los vacíos del hombre postmoderno, aparentemente desenfadado, juguetón y divertido», como apunta el arzobispo de Oviedo, monseñor Sanz Montes, en una meditación sobre el evangelio del próximo domingo, primero de Cuaresma, en el que se relatan las tentaciones del diablo a Jesús en el desierto.

Separar al hombre de Dios

Según el prelado, en todos los nombres que el diablo recibe en la Biblia, subyace el mismo cometido de su misión: «El que separa, el que arranca; diablo, dia-bolus: el que divide», que con Jesús se manifiesta de tres formas distintas, pero que, en definitiva, se trata de «romper la comunión con el Padre Dios».

Las tres tentaciones que narra el capítulo 4 del evangelio según san Lucas son universales y por tanto, muy actuales a juicio de monseñor Sanz. Son las seducciones del «dios-tener (en todas sus manifestaciones de preocupación por el dinero, por la acumulación, por las «devociones» de lotos y azarees, por el consumo crudo y duro)»; del «dios-poder (con toda la gama de pretensiones trepadoras, que confunden el servicio a los demás con el servirse de los demás, para los porpios intereses y controles)» y del «dios-placer (con tantas, tan desdichadas y sobre todo tan deshumanizadoras formas de practicar el hedonismo, tratando de censurar inúltilmente nuestra limitación y fuinitud».

A través de ellas, el diablo trató de conducir a Jesús, y hoy a nosotros, «por un camino en el que Dios o es banal y superfluo, o es inútil y pernicioso».

Tiempo de buscar la unión con Dios

«¿Quién duda de que hay mil diablos que nos encantan y seducen desde el chantaje de sus condiciones y ponmiéndonoslo fácil y atractivo, nos separan de Dios, de los demás y denosotros mismos?», se pregunta  finalmente monseñor Sanz en su meditación, para animar a continuación a los fieles a vivir la cuaresma como «un tiempo para volvernos al Señor volviendo a unir todo cuanto el tentador ha separado».

Abraza la Fe Romana

MONSEÑOR RICHARDSON ABRAZA LA FE ROMANA

Un antiguo obispo anglicano se muestra feliz de ser ahora «sólo un católico común»

Fuera de la oferta de acogida de Benedicto XVI a los anglicanos que quieran abrazar la fe católica, hay otros caminos. Es el caso de Paul Richardson, antiguo obispo anglicano que ahora se muestra feliz de ser «sólo un católico común», de misa diaria.

Actualizado 18 febrero 2010

Nicolás de Cárdenas/ReL

Quien fuera obispo anglicano auxiliar de Newcastle, Paul Richardson, ya se encuentra en plena comunión con la Santa Sede. Richardson, que también ejerció como prelado anglicano en Papua Nueva Guinea y en la diócesis Wangaratta en Australia – fue recibido en la Iglesia en la capilla de la Universidad de Durham el mes pasado.


Según informa Damian Thompson en el diario británico The Telegraph, Paul Richardson asegura que su conversión no es el producto de las recientes controversias relativas a la posibilidad de acceder al orden sacerdotal para mujeres y homosexuales. «Me hubiera convertido en un católico, incluso si no de la Iglesia de Inglaterra era ordenar mujeres obispos», asegura el antiguo prelado. «En cierto sentido creo que es lo que he sido siempre, así que esto es como volver a casa».

Richardson, de 63 años, no tiene previsto unirse a la estructura basada en un ordinariato prevista en la «oferta» de Benedicto XVI a los anglicanos que quieran unirse a las filas católicas, pero no ha descartado la ordenación como sacerdote católico: «No se puede saltar y decir “quiero ser ordenado”. Creo que tengo que dejar que la Iglesia me guíe sobre eso», asegura Richardson.

En la actualidad, Paul Richardson vive en Londres, donde asiste a la misa diaria en la catedral de san Jorge en Southwark con el convencimiento de que «estoy muy feliz de ser sólo un católico común».