Dormía por penitencia en el suelo y se flagelaba

ESCRITO POR EL POSTULADOR DE SU CAUSA

Un libro revela que Juan Pablo II dormía por penitencia en el suelo y se flagelaba

Juan Pablo II firmó en 1989 una carta en la que expresaba su voluntad de renunciar al Papado si sufría una enfermedad incurable que le impidiera ejercer y en 1994 lo ratificó, señala en un libro el postulador de su causa de canonización, Slawomir Oder, que asegura que el pontífice antecesor de Benedicto XVI también se flagelaba.

Actualizado 26 enero 2010

El sacerdote polaco Oder ha escrito junto al periodista italiano Saverio Gaeta el libro Perché e santo (Porqué es santo), que saldrá a las librerías mañana y del que ha adelantado un extracto la revista Famiglia Cristiana. De la posible dimisión del Papa Wojtyla ya se ha hablado en otras ocasiones, especialmente a partir del periodo en el que su enfermedad de parkinson avanzaba inexorablemente, pero ahora Oder y Gaeta han puesto fecha al primer momento en el que Juan Pablo II ya mostró esa disponibilidad, un año después de ser elegido.

En 1994, cuando se encaminaba a los 75 años, fecha en la que los obispos y cardenales están obligados a presentar su dimisión al Pontífice, Juan Pablo II también se preguntó si debía aplicarse esa norma y llamó a consultas a responsables de la Secretaria de Estado y a los colaboradores y amigos más íntimos. Uno de ellos fue el actual Papa y por entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger.

Al final, Juan Pablo II decidió «ponerse en manos de la Providencia», según cuenta Oder, que coincide con lo ya afirmado en 2008 al respecto por el cardenal Giovanni Battista Re, que fue uno de sus estrechos colaboradores. Oder cuenta que Juan Pablo II le dijo al médico Gianfranco Fineschi en 1994, cuando le operaba de la fractura del fémur, que ambos «sólo» tenían una elección: «Usted me debe curar y yo tengo que sanar, ya que no hay puesto en la Iglesia para un Papa emérito (jubilado)», le dijo el Pontífice.

En el libro se narra cómo al principio, cuando la enfermedad avanzaba y se vio obligado a usar bastón, al Papa le costó acostumbrarse y lo «escondía» cuando aparecía en público, hasta que lo superó y bromeaba con el mismo. También se añade que tras el Año Jubilar 2000, Juan Pablo II se puso de nuevo en manos de Dios con la esperanza de que le «ayudara a reconocer hasta cuándo debía estar al frente de la Iglesia». Ya en su testamento, abierto el 7 de abril de 2005, cinco días después de su muerte, Juan Pablo II dio a entender que pensó en la posibilidad de renunciar al papado tras el jubileo del 2000, una vez conducida la Iglesia al tercer milenio.

En el texto, Oder también señala -según otros medios que han tenido acceso al libro- que Juan Pablo II solía infligirse daños corporales y se flagelaba, especialmente durante la Cuaresma, y dormía en el suelo. En aquellos días -asegura el cura polaco- comía sólo una vez al día. Wojtyla se flagelaba, siempre según Oder, ya en su época de arzobispo de Cracovia y el personal del arzobispado lo sabía y algunos incluso lo escuchaban quejarse ante el dolor, aunque él intentaba que no se dieran cuenta que había dormido en el suelo deshaciendo la cama.

Esa costumbre la mantuvo incluso de Papa y Oder señala que en su apartamento del Vaticano tenía entre las sotanas un cinturón que usaba como disciplina. Esa fusta se la llevaba cada vez que marchaba a la residencia de Castel Gandolfo. Oder también desvela que el grupo terrorista Brigadas Rojas intentó secuestrar a Wojtyla antes de que el 13 de mayo de 1981 el terrorista turco Ali Agca le disparara varios tiros en la plaza de San Pedro, que a punto estuvieron de matarle. El pasado 19 de diciembre, Benedicto XVI proclamó «venerable» a Juan Pablo II, primer paso hacia la santidad del Pontífice polaco.

Un mes de permiso de paternidad

Un mes de permiso de paternidad: buen ejemplo de Mutua Madrileña

Fue la primera aseguradora multirramo en certificarse como Empresa Familiarmente Responsable

La aseguradora Mutua Madrileña ha anunciado que amplía a un mes

Con un mes de permiso paternal, ambos cónyuges comparten la primera atención del bebé

natural el permiso de paternidad de sus empleados, dos semanas más de lo que establece la ley en la actualidad, informa la compañía en un comunicado. Se podrán acoger aquellos empleados que hayan sido padres a partir del 1 de enero de 2010.

Mutua Madrileña afirma que así se convierte «en la primera gran empresa de España en adoptar esta medida que tiene como objetivo contribuir a equiparar los beneficios concedidos por la maternidad y paternidad, apoyando y favoreciendo la corresponsabilidad de tareas en las familias».
En los últimos años, Mutua Madrileña también ha puesto en marcha otras medidas de conciliación familiar, como la flexibilización horaria o ayudas económicas para cubrir el coste de los fármacos derivados de tratamientos por enfermedades crónicas. Esta empresa fue la primera aseguradora multirramo en certificarse como Empresa Familiarmente Responsable.

Entre ellas sus medidas más antiguas está la ampliación del permiso de maternidad hasta las 18 semanas (dos más que lo legalmente establecido) y un año en caso de partos múltiples o nacimientos de hijos con minusvalía, además de una ayuda de 6.000 euros por el nacimiento de un hijo.

El Certificado de Empresa Familiarmente Responsable lo da la Fundación Más Familia, avalada por el Ministerio de Sanidad. En su web hay una lista de empresas certificadas: http://www.certificadoefr.org/empresas.php

También hay empresas que recibieron esta certificación y después renunciaron a ella (Avanvida, Cintra, Ferrovial, Iberaval, Ibersnacks…), otras que lo recibieron pero están en vías de perderlo por no cumplir con los mínimos que acreditaron en su momento (Coca Cola, Infodesa, Machine Point) y otras a los que se les ha retirado (Almacenes Javier, Comofer, Esal Consultoría).

Ley que acabaría con los centros pro-vida

No quieren que se ayude a la mujer embarazada para no perder clientes

El lobby abortista presiona para que el estado de Washington apruebe una ley que acabaría con los centros pro-vida

Dos grupos anti-vida, Planned Parenthood, la multinacional abortista más grande del mundo, y NARAL Pro-Choice, están presionando a los legisladores de Washington para que aprueben una ley que busca «acabar» con los centros pro-vida de ayuda gratuita a mujeres embarazadas. El proyecto de ley para «eliminar» más de 45 centros de ayuda gratuitos será debatido a partir de este miércoles 27 de enero. La idea principal de esta iniciativa abortista pretende llenar de trabas legales a estos centros de atención materna-infantil para hacerles prácticamente imposible realizar su labor.

27/01/10 9:26 AM | Imprimir | Enviar

(Aci/InfoCatólica) Al respecto, Paula Cullen, ex directora de Life Services of Spokane, uno de estos centros afectados por esta iniciativa anti-vida, señala que «esta ley daña a las mujeres embarazadas, así de sencillo. Será muy importante para nuestros legisladores que conozcan de primera mano la tremenda contribución de estos centros en sus distritos«.

«Así se darán cuenta que estas instituciones han servido a sus comunidades durante años sin quejas y que juegan un importante rol en proporcionar ayuda a mujeres que se enfrentan a embarazados no planeados«.

Esta regulación que proponen los partidarios del aborto, concluyó Cullen, «no solo no es necesaria sino también es una bofetada a estos grupos de caridad que han trabajado muy duro durante mucho tiempo«.

En 2009, estos centros de ayuda que trabajan desde hace 25 años en Washington han realizado las siguientes obras:

Han servido a más de sesenta mil mujeres gratuitamente.

Han aportado con servicios sociales como vestido, cuidado prenatal, pañales, etc., a más de treinta y cuatro mil mujeres.

Han realizado más de veinte mil pruebas gratuitas de embarazo.

Han realizado más de seis mil exámenes de ultrasonido gratuitos.

Más de 22 agencias de servicios sociales las tienen como referencia en el estado de Washington.

Proporcionaron, en total, más de 15 millones de dólares en servicios gratuitos a hombres, mujeres y adolescentes.

Detalles privados de su vida espiritual en un libro

«Perché è santo» puede ser un superventas

El postulador de la causa de beatificación de Juan Pablo II relata detalles privados de su vida espiritual en un libro

El libro «Perché è santo» («Por qué es santo»), de inminente lanzamiento en las librerías italianas, contiene aspectos desconocidos que permiten aproximarse mejor a la vida humana, espiritual y eclesial de Karol Wojtyla (Juan Pablo II). Un volumen que, con los datos facilitados por el postulador –monseñor Slawomir Oder- de la causa de beatificación del Papa polaco, evidencia, entre otros puntos, que ya en 1989 el entonces pontífice había firmado una carta de renuncia a su ministerio petrino si fuera necesario. La revista «Famiglia Cristiana» ha anticipado, con firma de monseñor Oder, contenidos su libro, que traza los rasgos de un místico devotísimo de la Virgen María, que pasaba horas postrado en tierra orando y que se flagelaba, como mortificación corporal.

(Cope/InfoCatólica) Hombre capaz de perdonar y de reconocer la grandeza del prójimo, Juan Pablo II escribió una carta abierta (a los cuatro meses de su agresión, para su posible lectura en la Audiencia general; misiva inacabada) a quien atentó contra su vida, Ali Agca -fechada el 11 de septiembre de 1981, veinte años antes del atentado de las Torres Gemelas-, y también al padre Pío de Pietrelcina (ya canonizado).

“Por qué es santo. El verdadero Juan Pablo II contado por el postulador de la causa de beatificación” (Ed. Rizzoli): son 200 páginas escritas por monseñor Oder con el periodista italiano de “Famiglia Cristiana” Saverio Gaeta.

Apunta Gaeta en la publicación semanal: “`Intentan entenderme desde fuera. Pero sólo se me puede comprender desde dentro´. Cuán cierta era esta confidencia de Juan Pablo II resulta hoy definitivamente claro, después de que la documentación del proceso para su beatificación haya evidenciado aspectos desconocidos, capaces de ofrecer nueva luz” sobre la totalidad de la vida del Papa Wojtyla.

La revista propone en exclusiva uno de estos documentos inéditos, procedente del libro “Perché è santo”, donde monseñor Oder condensa las miles de páginas de testimonios y escritos recogidos en las tres investigaciones diocesanas –de Roma, Cracovia y Nueva York- que han conducido a la declaración de las virtudes heroicas de Juan Pablo II.

La anticipación de “Famiglia Cristiana”, con firma de monseñor Oder, relata que, avanzando en su edad, el Papa Wojtyla empezó a reflexionar sobre la oportunidad de presentar su dimisión en caso de manifiesta imposibilidad para cumplir su propio ministerio. Próximo a su 75 cumpleaños (el 18 de mayo de 1995), emprendió una consulta informal con los responsables de la Secretaría de Estado y sus amigos y colaboradores más estrechos, tratando con ellos la posibilidad de aplicarse la norma de Derecho canónico que prevé para los obispos la renuncia de su cargo al alcanzar tal edad.

Según monseñor Oder, el Papa Juan Pablo II sometió la cuestión al estudio desde el punto de vista histórico y teológico, consultando en particular al entonces cardenal Joseph Ratzinger –prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe-, pero al final se confió a la voluntad de Dios. En síntesis, confirmó cuanto ya había dicho en 1994 al cirujano Gianfranco Fineschi, quien le había intervenido recientemente de su fractura de fémur: “Profesor, tanto usted como yo tenemos una sola elección. Usted me debe atender. Y yo debo sanar. Porque no hay lugar en la Iglesia para un Papa emérito”.

Así escribió el pontífice un texto en 1994 –confirma monseñor Oder-, destinado probablemente a que se leyera en voz alta (¿al colegio cardenalicio?), dado que sobre algunas palabras está indicado a mano el acento tónico para facilitar la pronunciación”:

“Ante Dios he reflexionado largamente sobre qué debe hacer el Papa por sí mismo en el momento en que cumpla los 75 años. Al respecto, os confío que, desde que hace dos años se perfiló la posibilidad de que el tumor del que debía ser operado fuera maligno, pensé que el Padre que está en los cielos querría proveer él mismo a resolver anticipadamente el problema”.

Pero no fue así

Tras haber orado y reflexionado por largo tiempo sobre mis responsabilidades ante Dios, considero un deber seguir las disposiciones a ejemplo de Pablo VI, quien, ante la perspectiva del mismo problema, juzgó que no podía renunciar al mandato apostólico más que en presencia de una enfermedad incurable o de un impedimento tal que obstaculizara el ejercicio de las funciones de Sucesor de Pedro”.

También yo, por lo tanto, tras las huella de mi predecesor, ya he puesto por escrito mi voluntad de renunciar al sagrado y canónico oficio de Romano Pontífice en el caso de enfermedad que se presuma incurable y que impida ejercer (suficientemente) las funciones del ministerio petrino”. ”Fuera de esta hipótesis, advierto como obligación grave de conciencia el deber de seguir desarrollando la tarea a la que Cristo Señor me ha llamado, hasta que él, en los misteriosos designios de su Providencia, quiera”.

Superados los ochenta años, cumplido el Gran Jubileo del 2000, Juan Pablo II se abandonó en las manos de Dios –añade monseñor Oder»-. Como confió en el testamento, “espero que Él me ayude a reconocer hasta cuándo debo continuar este servicio, al que me llamó el 16 de octubre de 1978. Le pido que me llame cuando Él mismo quiera. “En la vida y en la muerte, pertenecemos al Señor… somos del Señor” (Cf. Romanos 14, 8). Espero también que, mientras se me done el cumplimento del servicio petrino en la Iglesia, la Misericordia de Dios me dé las fuerzas necesarias para este servicio”.

Acepta la enseñanza de la Iglesia en materia de sexualidad

El 61% está a favor de la eutanasia y el 39% tolera el aborto

Sólo un 1% de los católicos belgas acepta la enseñanza de la Iglesia en materia de sexualidad

El 90 por ciento de los católicos de Bélgica se declara a favor de los métodos anticonceptivos no naturales, rechazados por el magisterio de la Iglesia, según informa ayer el diario Le Soir. Sólo el 1 por ciento de los católicos belgas asegura que respeta plenamente las recomendaciones de la Iglesia Católica en materia de sexualidad, según una encuesta realizada por esta publicación. Además, el 61% está a favor de la eutanasia y el 39% tolera el aborto.

(Efe/InfoCatólica) Cerca de uno de cada dos hombres católicos en Bélgica (48%) admite que «jamás» sigue la moral sexual vaticana, frente al 56% de las mujeres.

«Defendemos, en la pareja, una manera de vivir la sexualidad que evite recurrir a la anticoncepción«, declaró a Le Soir el jesuita Tommy Scholtès. «Es un ideal a alcanzar. La Iglesia debe defenderlo, pero no condenar a los que no lo consiguen«, añadió.

En materia de eutanasia, el 61 por ciento de los encuestados se muestra favorable y el 39 por ciento dice tolerar el aborto.

«La Humanidad no tardará en avergonzarse del aborto»

El cardenal critica la nueva ley del aborto

Cardenal Cañizares: «La Humanidad no tardará en avergonzarse del aborto»


El cardenal valenciano Antonio Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede, afirmó ayer por la noche en Valencia que «la Humanidad no tardará en avergonzarse del aborto, como se avergüenza de la esclavitud, de genocidios tan cercanos todavía a nosotros o del deterioro de la naturaleza». El purpurado, que pronunció una conferencia titulada «Ecología humana: No matarás», en el marco del Foro sobre Educación y Solidaridad que organiza la Gran Asociación de Beneficencia Domiciliaria Nuestra Señora de los Desamparados, explicó que el aborto «quiebra la ecología humana y, por tanto, la ecología en general», ya que «atenta contra el derecho fundamental de la persona a la vida», que es «la base de los demás derechos».

(AVAN/InfoCatólica) En relación a la nueva ley del aborto que en la actualidad impulsa el Gobierno de España, el cardenal Cañizares ha advertido que no sólo “atenta contra la vida de seres humanos inocentes”, sino que “abre también una puerta a la eutanasia”, ya que según plantea su articulado “se puede practicar el aborto al final mismo de la gestación, incluso con un embarazo de nueve meses, si hay previsión de enfermedades graves e incurables”. La ley, que fue aprobada el pasado mes en el Congreso de los Diputados y está previsto que sea sometida a votación en febrero en el Senado, “contempla ya, por tanto, el principio de la eutanasia”.

El cardenal valenciano ha subrayado la contradicción en la que algunos grupos incurren cuando “defienden el cuidado del medio ambiente, lo que es loable, pero no protegen la verdad y la dignidad de la persona, comenzando por su derecho a la vida desde su concepción hasta su muerte natural”. Por ello, ha asegurado que “no puede haber una auténtica ecología sin una verdadera protección de la persona humana, es decir, sin una ecología humana”.

En este sentido, el prelado ha lamentado que “muchas veces se actúa hoy como si Dios, que es el Creador de la naturaleza, no existiese, y como si no hubiera una verdad de lo que es el hombre que nos viene dada por Él”. Ello conduce a que “el hombre se erija en creador de esa verdad, aun cuando la falsifique”, lo que “hiere no sólo a la persona, sino a la sociedad y la naturaleza”. Sin embargo, la verdad del hombre “está inscrita en nuestra naturaleza, y no habrá auténtico desarrollo si no se la respeta”.

Desde el punto de vista ecológico, “la verdad del hombre es que Dios lo ha constituido administrador de la naturaleza, pero no debe abusar de ella”. De ahí que, “debemos reafirmar que el hombre ha sido creado superior a las demás criaturas por su dignidad como persona, al ser imagen de Dios”, al contrario de lo que sostienen “teorías igualitaristas que ponen a la persona en un plano similar a otras especies”.

Durante su presencia en la Gran Asociación, el purpurado, que ha sido acompañado por el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, y los obispos auxiliares de la diócesis, monseñores Esteban Escudero y Enrique Benavent, ha firmado en el libro de honor de la entidad. Monseñor Osoro ha agradecido la presencia del cardenal Cañizares, de quien ha destacado su “gran servicio en el anuncio de la verdad”, así como el hecho de que “sus palabras siempre son algo muy valioso para nuestra sociedad”.

A la conferencia del cardenal valenciano han asistido también el vicepresidente tercero de la Generalitat, Juan Cotino; el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau; la secretaria autonómica de Inmigración, Gotzone Mora; el presidente de la Audiencia Provincial, Pedro Castellano; el rector de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), José Alfredo Peris; el presidente de la Gran Asociación, Fernando Musoles; y el coordinador del Foro sobre Educación y Solidaridad, así como vicerrector de Extensión Universitaria y Cultural de la UCV, José Luis Sánchez, entre otros.

La Gran Asociación, fundada en 1853, además de regentar un colegio, desarrolla una labor benéfica basada en el humanismo cristiano y centrada en la asistencia a personas y familias
necesitadas, en la educación y formación de la infancia y en la entrega de alimentos a personas sin recursos. Además, mantiene acuerdos de colaboración con diversos programas de instituciones de acción social dirigidos a jóvenes madres solteras, ancianos y enfermos de alzheimer, así como comedores sociales.

Las quejas de bloggers católicos surten efecto

Las quejas de bloggers católicos surten efecto

Retiran de la web de la CEE un artículo polémico sobre el Motu Proprio Summorum Pontificum

La Conferencia Episcopal Española ha retirado de su web un artículo firmado por el secretario técnico de la Comisión Episcopal de Liturgia, D. Juan Mª Canals Casas, cuyo contenido fue calificado por diversos bloggers católicos como crítico con el Motu Proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI. El más leído en lengua española de todos esos bloggers, Francisco José Fernández de la Cigoña, estaba dispuesto a recoger firmas y enviar una carta de protesta a la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.

(InfoCatólica) El artículo, titulado «¿Dos formas para un solo Rito?, a propósito del regreso de la Misa Preconciliar«, escrito por el secretario técnico de la Comisión Episcopal de Liturgia de la CEE, Juan Mª Canals Casas, contenía una crítica más o menos velada al motu proprio Summorum Pontificum, por el cual el Papa Benedicto XVI liberalizaba la celebración de la Misa según el misal anterior a la reforma litúrgica, conocida como Novus Ordo, que siguió al Concilio Vaticano II.

Las críticas al artículo del P. Canals se dirigían al uso del término «Misa Preconciliar» en el título así como a la inclusión de reflexiones inadmisibles, entre ellas la de que no debiera darse la tentación de oficiar la Forma Extraordinaria, o la de que una plegaria eucarística sea menos venerable que otra. El hecho de que el texto fuera firmado por el secretario de la Comisión de Liturgia añadía más gravedad a la situación.

Ya a finales del año 2008, concretamente el 27 de diciembre de dicho año, Isaac García Expósito publicó en su blog un post titulado «Un artículo que no debe estar ni un minuto más en la página de la CEE». Pero las reacciones contrarias a la presencia de dicho artículo en la web de la Conferencia Episcopal crecieron exponencialmente cuando Francisco José Fernández de la Cigoña denunció, en octubre del año pasado, lo ilógico que resultaba que la CEE diera cobertura a un texto que podía considerarse como crítico contra la decisión del Papa Benedicto XVI de liberalizar la celebración de la Misa según el Uso Antiguo.

Desde entonces, diversos blogs católicos se unieron a la petición de que se retirara el artículo que hoy, por fin, ha sido retirado.

Enlaces de interés:

Web de la Comisión Episcopal de Liturgia

Blog de Francisco José Fernández de la Cigoña

Benedicto XVI: “Nunca más Auschwitz”

Hoy durante la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 de enero de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el llamamiento del Papa Benedicto XVI, realizado al término de la Audiencia General, en el Aula Pablo VI, con motivo de la celebración mundial del Día de la Memoria, en recuerdo de las víctimas de los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

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Llamamiento del Santo Padre

Hace sesenta y cinco años, el 27 de enero de 1945, se abrían las verjas del campo de concentración nazi de la ciudad polaca de Oświęcim, conocida con el nombre alemán de Auschwitz, y fueron liberados los pocos supervivientes. Este acontecimiento y los testimonios de los supervivientes mostraron al mundo el horror de crímenes de inaudita crueldad, cometidos en los campos de exterminio creados por la Alemania nazi.

Hoy se celebra el “Día de la memoria”, en recuerdo de las víctimas de aquellos crímenes, especialmente del aniquilamiento planificado de los Judíos, y en honor de cuantos, arriesgando su porpia vida, protegieron a los perseguidos, oponiéndose a la locura homicida. Con ánimo conmovido pensemos en las innumerables víctimas de un ciego odio racial y religioso, que sufrieron la deportación, la prisión, la muerte en aquellos lugares aberrantes e inhumanos. La memoria de estos hechos, en particular del drama de la Shoá que golpeó al pueblo judío, suscite siempre un respeto más convencido de la dignidad de toda perosna, para que todos los hombres se perciban como una sola gran familia. Que Dios omnipotente ilumine los corazones y las mentes, para que no se repitan más tales tragedias.

[Traducción del italiano por Inma Álvarez]

El verdadero Juan Pablo II

El verdadero Juan Pablo II, explicado por el postulador de su causa

Libro presentado a la prensa en Roma

ROMA, miércoles 27 de enero de 2010 (ZENIT.org).- Juan Pablo II es el mismo en público y en privado, “transparente, sincero, íntegro”.

Así es como el portulador de la causa de beatificación, monseñor Slawomir Oder, califica al Juan Pablo II que emerge de los 114 testimonios escuchados para la instrucción de la causa.

El libro publicado en italiano por Rizzoli “Por qué es santo. El verdadero Juan Pablo II explicado por el postulador de la causa de beatificación” fue presentado este martes en Roma por monseñor Slawomir Oder, postulador, y por el autor, Saverio Gaeta, con una intervención especial del prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal José Saraiva Martins.

Pero en este momento, ¿en qué punto se encuentra la causa?

El pasado 19 de diciembre, Benedicto XVI firmó el decreto de la Congregación que reconoce las virtudes heroicas humanas y cristianas del Papa Wojtyla, el que se da para ostentar el título de “venerable”.

Las distintas comisiones (de médicos, de teólogos), explica monseñor Oder, examinan la curación extraordinaria ocurrida en Francia -en Aix en Provence, por intercesión de Juan Pablo II-, de la Hermana Marie Simon Pierre.

Se trata de una religiosa de las Maternidades católicas que sufría la enfermedad de Parkinson, cuyos síntomas han desaparecido.

Si este “presunto milagro” es reconocido por la Congregación para las Causas de los Santos, el Papa Benedicto XVI podría decidir la beatificación.

Por su parte, monseñor Oder destacó que la curación “francesa” ha sido escogida para ser presentada al examen de la Congregación romana, entre otras razones, por el hecho de la “simplicidad”, de la ausencia total de montaje de la persona curada en la carta escrita por la superiora a la postulación.

En esa carta, no había “nada inútil”, mientras que en otros casos se destaca primero la “santidad” de la persona curada.

También por el hecho de que la religiosa sufría la misma enfermedad que el Papa Juan Pablo II, y finalmente porque su curación le permitirá reemprender su actividad al servicio de la vida naciente, una causa que Juan Pablo II tenía en el corazón.

Documentos inéditos

Lo que el libro aporta como novedad son los documentos inéditos procedentes de estos 114 testimonios.

Se trata de documentos de los servicios secretos polacos, la mención de los servicios secretos italianos, la carta de dimisión en caso de incapacidad a causa de la enfermedad (en italiano), la carta abierta a Ali Agca nunca publicada (en polaco) y los testimonios sobre su vida mística.

Los servicios secretos polacos espiaron en efecto al sacerdote Karol Wojtyla, después al obispo en sus compromisos públicos y su vida privada, y fue así desde mayo de 1946 (incluso antes de su ordenación el 1 de noviembre de 1946).

Tras su nombramiento como auxiliar de Cracovia, la vigilancia se hizo más estricta. Y en los años sesenta, se dedicó toda una estructura a su vigilancia.

Tras su elección, en 1978, el archivo que lo comunicaba a Varsovia se llenó con 18 cajas de documentos.

Pero los servicios eran demasiado optimistas: desean que la visión “amplia” de Roma haga descubrir al nuevo Papa “los grandes límites del capitalismo” y las “realidades del mundo subdesarrollado”, de manera que se dé cuenta así “de los valores del comunismo”.

Fue su chófer Jozef Mucha quien informó al arzobispo Wojtyla de la muerte de Juan Pablo I, que le causó una emoción intensa: una fuerte migraña le hizo anular un desplazamiento.

Él rogó largamente. “¿Qué es lo que el Señor quiere decirnos con esto?”, les dijo a los miembros de su secretariado.

Antes de tomar el avión a Roma, su chófer le deseó que volviera pronto. “No lo sé”, respondió, “en un tono serio con un aire de tristeza”.

Cuando fue nombrado auxiliar de Cracovia, unos veinte años antes, su obispo, monseñor Eugeniusz Baziak lo tomó por el brazo y lo condujo a unos sacerdotes presentes en la sala de espera, diciendo: “Habemus Papam”…

Un testigo afirma que los servicios secretos italianos habían advertido al Vaticano, antes del atentado de 1981, que las “Brigadas Rojas” planeaban un “secuestro” del Papa.

Esto podría explicar la frase sibilina pronunciada por Juan Pablo II en la ambulancia y comunicada por el cardenal Dziwisz: “Como para Bachelet…”: una víctima de este grupo terrorista italiano de extrema izquierda. Sus operaciones (atentados y asesinatos) causaron 415 muertos entre los años 1969 y 1988.

El perdón, don de Dios

Otro documento interesante, con fecha del 11 de septiembre de 1981, y que no ha sido publicado, quizás porque el proceso todavía está en curso, es la “Carta abierta a Ali Agca”, sugirió monseñor Oder.

El 27 de diciembre de 1983, el Papa tuvo un largo encuentro con su agresor en la cárcel rumana de Rebibbia.

Él destacó después que había querido reiterarle el perdón que ya le había dado “inmediatamente”.

Pero, comenta monseñor Oder, el Papa quiso insistir en el hecho de que este perdón, otorgado desde la ambulancia, el 13 de mayo de 1981, no era sólo un paso “afectivo”, “emotivo”, del momento, sino un “don de Dios” que formaba parte de su ministerio como Papa.

Él preparó esta carta para la catequesis del miércoles 21 de octubre de 1981. El texto fue hallado con una gran “X” trazada sobre él.

Otro documento es un texto en italiano mecanografiado con los acentos tónicos marcados a mano, como si fuera un texto destinado a ser pronunciado.

El cardenal Saraiva Martins, que todavía no era miembro del colegio cardenalicio, no ha podido decir si fue efectivamente pronunciado ante el colegio de los cardenales o no.

El Papa decía, esencialmente, que se planteaba “qué debía hacer el Papa a los 75 años”, edad canónica de dimisión del cargo para los obispos desde Pablo VI.

Sin embargo, se basó en el ejemplo de Pablo VI para decidir no “renunciar al mandato apostólico a no ser que existiera una enfermedad incurable o una incapacidad que hiciera imposible el ejercicio de las funciones del Sucesor de Pedro”.

El texto de Pablo VI es del 2 de febrero de 1965. Un primer texto de Juan Pablo II está datado el 2 de febrero -la misma fecha- de 1989 y otro, en 1994.

Él creyó en 1992 que su tumor en el intestino no era maligno; no fue el caso. Después vinieron las caídas y la fractura del hombro derecho (1993), el dolor en la cadera y la fractura del cuello del fémur derecho (1994)…

La vía mística

El libro también habla de “mortificaciones corporales” y de varios aspectos de su vida mística y de su vida de oración.

El cardenal Saraiva confió haberse sentido sobrecogido por la profundidad de su recogimiento cuando él invitaba a alguien a comer y la visita comenzaba con una oración silenciosa en la capilla privada.

“Estaba como absorbido por Dios. Era un hombre de Dios y su oración intensa era una verdadera evangelización”.

El cardenal Saraiva también destacó su profunda devoción a María, y citó la “alegría”, la “felicidad” que Juan Pablo II manifestó en el año 2000, tras la beatificación de los dos pastorcillos de Fátima, Francisco y Jacinta Marto, el 13 de mayo.

Un testigo afirma que, a la pregunta “¿Ve usted a la Virgen?”, el Papa respondió: “No, pero la oigo”. Como el Padre Pío, Juan Pablo II confió a un testigo que la “vio”.

Sobre los santos, el Papa Juan Pablo II había confiado al cardenal Saraiva Martins que su dicasterio era el más importante porque trata de “lo más importante de la Iglesia” que es “la santidad” y que todos los demás dicasterios están diseñados para servir a esta santidad.

El libro relata esta respuesta del Papa a una religiosa que le expresó su “preocupación” por “Su Santidad”: “¡Yo también estoy preocupado por mi santidad!”

Finalmente, monseñor Oder destacó “la humanidad” del Papa y su capacidad de percibir en todas las personas “la huella de Dios”

Y el cardenal Saraiva destacó que la humanidad y la santidad son una sola cosa: cuanto más santo se es, se hace uno más “humano”.

Junto a los documentos inéditos, el autor, Saverio Gaeta, destacó que el título del libro (“El verdadero Juan Pablo II explicado por el postulador de la causa de beatificación”) no quiere decir que las demás biografías no sean “verdaderas”, sino que el Juan Pablo II descrito en el libro es el que han conocido personalmente los testigos que intervienen.

El mismo Papa había indicado que no se le comprendería bien más que “desde el interior”.

[Por Anita S. Bourdin, traducción del francés por Patricia Navas]

Soy creyente pero no practicante

martes, 26 de enero de 2010
Jesús Ortíz López


Arvo.net (Entrevista de Carlos Azarola)

¿Quién no tiene un amigo o un pariente que, estando bautizado y creyendo en Dios, declara no ser practicante? ¿Quién no ha intentado explicarle la razón de nuestra esperanza y felicidad, pero sin conseguirlo?

Entrevistamos al Profesor Jesús Ortiz que acaba de publicar, en la Editorial EUNSA, una obra de gran actAlmudi.org - "Soy creyente pero no practicante"ualidad en nuestro tiempo titulada, precisamente, Creo pero no practico.

¿Cómo explicaría el fenómeno de los creyentes no practicantes?

Todos conocemos personas que creen pero no practican, pues no participan en la vida de la Iglesia. Quizá buscan sinceramente a Dios, pero de un modo tan subjetivo que no garantiza encontrarle ni tratarle de veras. Unas veces fallan las creencias o están diluidas en un humanitarismo genérico, y otras veces falla la conducta, guiada más por las tendencias emotivas que por la fe en el Dios real.

Fallan las creencias, pues muchos tienen sólo una formación elemental de las verdades de la fe y de las prácticas católicas, que juzgan desde los recuerdos de infancia. Han evolucionado preparándose para una profesión, haciendo una carrera, pero su conocimiento de la identidad cristiana y de las prácticas católicas ha quedado estancado, atrofiado.

Por eso les invitaría a buscar a Dios y comprender mejor el valor de la religión, la racionalidad de la fe, y la identidad de los discípulos de Jesús de Nazaret. Por otra parte, no me atrevería a decir que los católicos practicantes son creyentes perfectos. Solamente los santos han alcanzado la meta de la perfección y felicidad en Dios, como premio a sus luchas por ser coherentes y su servicio a los demás.

Basta con recordar a Madre Teresa de Calcuta, Josemaría Escrivá, el Padre Damián, Sor Ángela de la Cruz, Maximiliano Kolbe, etc., por mencionar sólo a santos recientes. Pero, salvo los canonizados, todos los demás podemos considerarnos también creyentes no practicantes «del todo», siempre en proceso de formación. Por eso no pretendemos dar lecciones ni ser ejemplo de perfección, pero sí dar testimonio de que luchamos por practicar la fe cristiana, en privado y en público.

Muchos se preguntan si rezamos al mismo Dios, desde las diversas religiones y culturas.

A veces las barreras personales a la fe suelen estar relacionadas con el relativismo religioso, según el cual se puede optar por una religión u otra porque, como se piensa, en el fondo rezamos al mismo Dios. Pero quizá no es como parece, si lo estudiamos haciendo un recorrido sencillo por las religiones del mundo, planteando qué significa creer de veras en Dios.

El cristianismo no es una religión de origen meramente humano, porque la iniciativa viene de Dios que ha prometido su venida desde la primera rebelión del hombre. No consiste esencialmente en seguir unas creencias contenidas en un libro, la Biblia, aunque sí profesar una doctrina revelada. No se limita a realizar unos ritos, aunque ha recibido los Sacramentos para tener participación en la Vida Divina. Y no es un código de conducta moral, aunque es depositario de los Mandamientos de la Nueva Alianza. El cristianismo es eso y mucho más: es vivir de Jesucristo y aceptar la elevación del hombre a la nueva dignidad de hijo de Dios. Lleva a responder a la llamada a ser santos mientras caminamos en la tierra, con la esperanza de llegar a la felicidad plena con Dios en el Cielo.

Es cierto que otras religiones tienen pretensión de universalidad y se consideran verdaderas, pero el cristianismo tiene a su favor la historia de la salvación, tal como Dios la ha desarrollado hasta culminar en Jesucristo. El diálogo con otras religiones sólo puede ser sincero desde la propia posición claramente definida y asumida, pues de lo contrario ese diálogo se falsearía, construyendo una religiosidad mínima y abstracta. Sería entonces obra de los hombres, pero no la Palabra salvadora de Dios.

No es extraño que haya muchas conversiones a la fe católica en la actualidad. Entre otras publicaciones, bastará recordar la obra de J. Pearce titulada Escritores conversos. Situándose en una época de incredulidad, desfilan en ella escritores e intelectuales como Newman, Belloc, Dawson, Lewis, Tolkien, Benson, Knox, Guinness o Greene, entre otros hombres y mujeres.

Todos ellos son bien distintos en personalidad y biografía, la mayoría conversos al catolicismo desde el anglicanismo o desde el agnosticismo. Sin embargo, coinciden en el diagnóstico de la enfermedad de un siglo sin trascendencia, y muestran su experiencia de la fe que salva a la cultura.

¿Diría que es necesaria la Iglesia para llegar a Dios?

Me parece que hoy tenemos una tendencia a sospechar de las mediaciones y huir de los compromisos estables. El abundante número de parejas de hecho, el aumento de los divorcios, el miedo a tener hijos o la escasez de vocaciones religiosas, pueden ser señal de la poca capacidad de compromiso de la persona para darse del todo y para siempre. Es bueno desear una relación personal con Dios, faltaría más, ¿pero puede quedar garantizada sólo desde la propia subjetividad?, ¿no es posible que uno se autojustifique para evitar compromisos, impidiendo que alguien le recuerde sus deberes?

Ese individualismo desaparece cuando necesitamos alguna mediación o un favor, porque la sociedad es un entramado de relaciones humanas. A lo largo de la vida, todos necesitamos mediaciones y amigos, abogados e intermediarios, para alcanzar metas profesionales, para avalarnos o para alcanzar un status social. Entonces sí que nos apoyamos en los parientes, los amigos y los compañeros. ¿Y por qué vamos a ir por libre en las cosas más importantes, como es la relación con Dios, las normas morales o la esperanza después de la muerte? Decía Aristóteles que quien no necesita de los demás o es un dios o es una bestia.

¿Por qué muchos se alejen de la fe de sus padres?

«El sueño de la razón produce monstruos», estampó Francisco de Goya en un famoso grabado. Lamentaba el poco uso de la razón, que lleva a engendrar fantasmas nocivos en la propia mente. Y de modo semejante podemos decir que, cuando dejamos dormir la fe, aparecen entonces caricaturas de Dios, de Jesucristo o de la Iglesia, viendo quizá monstruos donde hay belleza, y tinieblas donde brilla la luz.

Un ejemplo positivo de la relación entre fe, cultura y arte lo encontramos en el proyecto Las Edades del Hombre, que ha mostrado la riqueza artística y catequética del arte cristiano. Hasta en las poblaciones más pequeñas de nuestra tierra encontramos unas iglesias monumentales y un arte religioso que asombra. Todo eso refleja, en parte, la belleza y la luz de la fe católica, que sigue la ley de la Encarnación. Si el Verbo se hizo carne y habita entre nosotros, entonces toda materia tiene la huella de Dios, el Artista Divino, y por eso hay belleza en la naturaleza y dignidad en el hombre. Por ello, el fenómeno cultural de los nueve millones de visitantes a esas exposiciones temáticas, netamente católicas, indica que los contenidos de la fe tienen atractivo cuando sabemos presentarlas con el argumento adecuado.

Cuando uno deja de practicar como reacción a «experiencias negativas causadas por las incoherencias de los más practicantes» debería repensarlo. Los errores prácticos no invalidan la verdad de una doctrina. Desde el plano del conocimiento algo es verdadero o es falso, y luego viene el plano subjetivo de la conducta que puede ser coherente o no serlo. En concreto, la Iglesia tiene asegurada la asistencia de Dios para proponer la verdad, pero no el buen comportamiento de los fieles ni el éxito social.

Otra cuestión frecuente es la «supuesta oposición entre la fe y la ciencia». Sin embargo, cada avance en profundidad de ésta suele converger con los planteamientos de la fe, por ejemplo, a propósito del origen de la vida y de su defensa desde el seno materno. Se comprende que el investigador F. Collins, Premio Príncipe de Asturias 2001, haya escrito: «El Dios de la Biblia es también el Dios del genoma. Se le puede adorar en la catedral o en el laboratorio, porque su creación es majestuosa, sobrecogedora, complejísima y bella, y no puede estar en guerra consigo mismo».

Pero no todos están dispuestos a hacer cursos de teología…

Es cierto, pero todos intentan crecer intelectualmente, aunque sólo sea leyendo novelas históricas o ensayos esotéricos. Buscan a su modo la verdad sobre las cuestiones vitales de la vida, de la muerte, del dolor, del sentido de la vida, de los valores sociales, etc.

Precisamente los pensadores más lúcidos advierten que el relativismo gana terreno y se configura como una ideología dominante, dejando sin puntos de apoyo a las ciencias, la vida, o las normas sociales. Se establece, en cambio, el dogma de lo políticamente correcto, que se traduce en presentar como igualmente válidos todos los comportamientos, aunque choquen frontalmente con el sentido común.

Ejemplo bien patente es presentar el aborto como un derecho de la mujer y una conquista social. Hay una fuerte manipulación de la emotividad y de los sentimientos que impide pensar con rigor, y por ello muchos repiten consignas poco racionales. Benedicto XVI defiende la razón frente al relativismo cuando recuerda que: «Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. El amor se convierte en un envoltorio vacío que se rellena arbitrariamente. Este es el riesgo fatal del amor en una cultura sin verdad» (Caritas in veritate).

Según el relativismo moral, todas las costumbres serían igualmente válidas porque no habría verdades objetivas. Pero ese planteamiento deja sin puntos de apoyo a muchas personas, acarreando consecuencias negativas para sus vidas. Basta comprobar el incremento de las personas desarraigadas, el creciente número de familias desestructuradas o la violencia como sistema para lograr unos objetivos. Sin embargo, no olvidemos que ese relativismo moral depende del relativismo filosófico, que rechaza la capacidad humana para hallar la verdad de las cosas y renuncia a las preguntas últimas, que dan sentido a la vida.

En resumen, me parece certero aquel pensamiento de Pascal: «No hay más que tres tipos de personas: unas, que sirven a Dios habiéndole hallado; otras, que se empeñan en buscarlo sin haberle hallado; otras, que viven sin buscarle y sin haberle hallado. Las primeras son felices y razonables, las segundas son razonables, y las últimas son desdichadas».

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