Trabajo pastoral en Internet

domingo, 24 de enero de 2010
AgenciaSic.es


El arzAlmudi.org - Mons. Claudio María Celliobispo Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, ha presentado esta mañana en la Sala de Prensa de la Santa Sede el Mensaje que el Papa Benedicto XVI ha escrito para la 44ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el 16 de mayo de 2010, y en el que anima a los sacerdotes de todo el mundo, en este Año Sacerdotal, a utilizar las nuevas tecnologías de la comunicación para difundir el Evangelio e inculturarlo en el continente digital.

Ofrecemos a continuación la intervención de Mons. Claudio Maria Celli:

«El Mensaje que el Papa Benedicto XVI ha escrito para la 44ª Jornada Mundial de las Comunicaciones —El Sacerdote y la pastoral en el mundo digital: Los nuevos medios al servicio de la Palabra— continúa el tema donde el Papa lo dejó en su mensaje del año pasado: con una consideración de la evangelización del continente “digital”.

El mundo de la comunicación digital, con su capacidad casi ilimitada de expresión, nos hace apreciar todos los signos de exclamación de San Pablo más de: “¡Ay de mí si no predicara el Evangelio” (1 Co 9:16). La mayor disponibilidad de las nuevas tecnologías exige una mayor responsabilidad por parte de los llamados a proclamar la Palabra, sino que también les obliga a ser más centrado, eficaz y convincente en sus esfuerzos. Sacerdotes en el umbral de una nueva era: las nuevas tecnologías crear formas más profundas de las relaciones a través de grandes distancias, están llamados a responder pastoralmente poniendo los medios de comunicación cada vez más eficaz al servicio de la Palabra.

En el mensaje, el Papa se centra en el carácter pastoral de la participación de sacerdotes en esta misión general de la evangelización y la comunicación. Los sacerdotes están invitados a apreciar el gran potencial de las nuevas tecnologías para dar a conocer la Buena Nueva del amor de Dios para todas las personas en mayor medida y más directamente a un número cada vez mayor en todos los tipos de límites. Es posible, utilizando las nuevas tecnologías para alcanzar nuevas audiencias, para invitarlos a un examen de las cuestiones fundamentales sobre el significado y propósito de la vida y ofrecer a ellos la gran sabiduría de nuestra tradición. Este es un mensaje de aliento para todos los sacerdotes, no sólo aquellos que son técnicamente competentes y especialistas en medios.

El sacerdote es invitado a estar presente en el mundo digital, precisamente como un sacerdote, “como un hombre de Dios”. “Los sacerdotes presentes en el mundo de la comunicación digital deben ser menos notables por su habilidad mediática que por su corazón sacerdotal, su cercanía a Cristo”. “Si el sacerdote es ser un comunicador eficaz del Evangelio en el entorno digital, como en cualquier otro foro, debe ser un hombre del Evangelio”. Los esfuerzos de comunicación que el sacerdote debe hacer de la escucha profunda propia, y la meditación de la Palabra de Dios. El mensaje resuena con esta idea —sacerdotes tienen que estar presentes como “testigos fieles al Evangelio”; El uso de nuevos medios de comunicación deben reflejar “una espiritualidad sacerdotal fuerte basada en el diálogo constante con el Señor” y la tarea debe llevarse a cabo “con el Evangelio en nuestras manos y en nuestros corazones”.

El Papa Benedicto XVI enumera algunos de los nuevos recursos (imágenes, videos, películas de dibujos animados, blogs, sitios web) que puede ser empleado por los sacerdotes para proclamar el Evangelio y él insiste en que se utilizará de una manera competente y adecuada. Su mensaje da por sentada la necesidad de la formación de sacerdotes en el hábil uso de las nuevas tecnologías, pero su principal preocupación es garantizar que se utilizan en formas que promuevan el Evangelio y ofrecer esperanza a todos.

Como se observó en Caritas in veritate: El mero hecho de que los medios de comunicación social multipliquen las posibilidades de interconexión y de circulación de ideas, no favorece la libertad ni globaliza el desarrollo y la democracia para todos. Para alcanzar estos objetivos se necesita que los medios de comunicación estén centrados en la promoción de la dignidad de las personas y de los pueblos, que estén expresamente animados por la caridad y se pongan al servicio de la verdad, del bien y de la fraternidad natural y sobrenatural lo sobrenatural (73), el Papa invita a los sacerdotes, y por ende todos los creyentes, a utilizar la Web para crear un espacio de diálogo donde los cristianos, los creyentes de otras religiones y no creyentes pueden encontrar unos a otros en una búsqueda de respeto por la verdad y la sabiduría. Si todos los que participan se sienten libres para llevar sus más profundas convicciones y creencias a este diálogo, que ayudará a “dar un alma a la estructura de las comunicaciones que constituye la web”.

En los últimos diez o quince años ha habido una proliferación de iniciativas institucionales que el uso de las nuevas tecnologías para hacer frente a los sacerdotes. La Congregación para el Clero tiene un sitio muy rico dedicado al Año para los sacerdotes y muchas Conferencias Episcopales y otras instituciones han desarrollado sitios similares en Internet. Promociones y uso de Web se están convirtiendo en una característica común de las promociones de profesionales. En todo el mundo las nuevas tecnologías se están utilizando para promover la formación teológica y espiritual permanente de los sacerdotes, que están facilitando una mayor facilidad en las comunicaciones en las diócesis y congregaciones religiosas y las nuevas formas de comunidad están en desarrollo que ofrecen apoyo y solidaridad a los sacerdotes en las misiones aisladas.

Además, ha habido muchos esfuerzos que valen la pena elaborados por parte de sacerdotes individuales, a menudo con el apoyo de los laicos con destrezas técnicas y desarrolladas competentemente en los medios de comunicación, usando así las nuevas tecnologías para dar una nueva dimensión a su misión pastoral. Ya estamos en una etapa donde hay una necesidad de mayor coordinación e integración de estas distintas iniciativas a fin de garantizar que el perfil digital de la Iglesia refleje fielmente su verdadera naturaleza y misión.

Este mensaje nos anima a todos a asegurar que la presencia eclesial y sacerdotal emergentes en el mundo digital sea siempre algo que represente de manera fiel todo lo que sea más provechoso para la misma Iglesia: el testimonio del amor constante de Dios para con todas las personas y un trabajo caracterizado por un profundo compromiso en favor de la comunión en la Iglesia y la unidad de la familia humana».

Murió como vivió: entre los más pobres

Zilda Arns, misionera y pediatra

Zilda Arns, con uno de los niños a Pastoral de Criança.

Tantos años protegiéndola de las balas y cuando por fin va a Haití, muere por un terremoto“, se lamenta su fiel colaboradora Mayu, aún compungida por la noticia. El día 12 de enero, la doctora Zilda Arns, fundadora de Pastoral da Criança, su maestra, su amiga, murió en Puerto Príncipe a los 75 años.

Unos días antes, había interrumpido las vacaciones junto a sus nietos porque “me han llamado los obispos para explicar la Pastoral; esto es muy importante y yo quiero ir, yo tengo que ir“. Llevaba años esperando este momento, pero la Embajada siempre le denegaba el permiso, por su seguridad.

El 10 de enero estaba en Haití para dar una charla en la Conferencia Nacional de los Religiosos del Caribe. Dos días después yacía bajo los escombros de una iglesia derruida por el terremoto. Sepultada donde ella quería estar, donde siempre había estado, con los más pobres.

Médica pediatra, especialista en salud pública, representante titular de los Obispos de Brasil en el Consejo Nacional de Salud, miembro del Consejo Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil, madre de cinco hijos, abuela de diez nietos… Zilda Arns dedicó la mitad de su vida a la caridad cristiana a través de causas humanitarias en el área de la salud, especialmente en el combate contra la desnutrición y la mortalidad materno-infantil.

Florestópolis

Para millones de brasileños fue una de las personalidades más importantes de la historia de Brasil; amada, respetada y admirada por toda la sociedad, Zilda Arns deja tras su muerte una de las organizaciones en defensa de la infancia más importantes, eficaces y extraordinarias del mundo, con más de 270.000 voluntarios atendiendo a más de 2 millones de niños: la Pastoral da Criança. Una obra inmensa como Brasil, gigantesca como su pobreza.

El mundo puede ser mucho mejor si velamos por él con una mirada de fraternidad, donde todos tengan pan para comer, esperanzas y lleven dentro de su corazón la voluntad de servir al prójimo”. Esta idea es la que levantó la Pastoral da Criança en 1983, en el pequeño pueblo de Florestópolis, que padecía el más alto índice de mortalidad infantil de todo Brasil. Fue el comienzo de una extraordinaria historia de amor, garra, dificultades, heroísmo y esperanza. Sobre todo, de esperanza.

En Florestópolis Zilda desarrolló una metodología basada en la multiplicación del conocimiento y de la solidaridad entre las familias más pobres, inspirándose en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. La educación de las madres por los líderes comunitarios capacitados (voluntarios) resultó la mejor forma de combatir la desnutrición, las enfermedades y la marginación de los niños. “Si a la familia le va bien, al niño también le va bien”, sentenciaba la doctora.

El método es sencillo: mejorar las condiciones de vida de las mujeres para que sus hijos nazcan fuertes y sanos; y una vez nacidos, desarrollar un proyecto educativo integral (físico, mental, espiritual) hasta los seis años. Luego, a esa educación irremplazable es necesario añadir valores de esfuerzo, solidaridad, autoestima: “No se puede vivir de la limosna de la ONG o del Estado, eso sólo crea dependencia. Si se acaba la ‘vaca’, ya no hay leche. Hay que aprender a ser autosuficientes”.

Pero lo más importante es siempre llegar “abajito”, como decía ella, en el corazón de cada comunidad, de cada familia. En la periferia de las grandes ciudades, en los bolsones de miseria de los pequeños municipios de Brasil, en los monstruosos basureros, en las violentas favelas, en los pueblos perdidos, allí donde sobreviven los más pobres entre los pobres, y dentro de éstos, los más indefensos: las mujeres y los niños.

Para llevar a cabo esta misión, la Pastoral da Criança cuenta con una fuerza humana y espiritual inmensa, un verdadero ejército de 270.000 voluntarias (el 92% son mujeres), que llegan a cada rincón, a cada familia, a cada niño. Todos los meses, miles y miles de líderes comunitarias suben montes bajo un sol ardiente, o bajo la lluvia llegan en canoa hasta los ‘palafitos’ (casa de madera en el mar), atraviesan pantanos, se lastiman en caminos de piedra y espinos, a pie, a caballo, en bicicleta o en barca, sin medir sacrificios, sin pedir nunca nada. Para que todos los niños tengan vida, “y vida en abundancia”.

*Reportaje íntegro en el número 261 del semanario ALBA, desde el viernes 22 en los quioscos