De ese gran muchacho llamado Rafa Nadal

Actualizado 19 noviembre 2009

He seguido de cerca las declaraciones de nuestro gran Rafa Nadal sobre el papel de las religiones, así como los comentarios, algunos de ellos muy críticos, realizados en nuestro diario por los lectores. Quiero pues aprovechar este espacio para hacer yo también el mío.

Empezaré por la figura del chaval, que tantas satisfacciones ha dado a los españoles. Y no sólo por haberse traído para España ya seis Grands Slams, una Copa Davis, una medalla de oro olímpica y tantas y tantas otras condecoraciones que nos han llenado de orgullo a todos. Tampoco sólo por haber paseado el nombre de España con dignidad y orgullo, algo de lo que andamos tan necesitados en este extraño país en el que lo que se lleva es denostarlo. Sino, sobre todo, por encarnar los valores que yo desearía ver reflejados en nuestros jóvenes: trabajo, esfuerzo, lucha, mérito, sacrificio, superación, humildad, deportividad y tantos otros en los que no me voy a extender.

Ahora al lío: sus declaraciones. Empezaré por la parte más delicada, aquélla en la que dice Rafa: “para mí la religión es la mayor causa de mortalidad de la historia”. Lo cierto es que si en vez de decir “la religión”, hubiera dicho “las patrias”, o “el Bien”, así con mayúsculas, nadie habría interpretado que la patria o el Bien sean las causantes directas de la mortandad a la que se refiere Rafa, y todos habríamos entendido que se refería a las personas abyectas que utilizan tan nobles causas para justificar las suyas personales, cuando no egoístas. No me parece en suma, que Rafa haya querido críticar ni las religiones ni, menos aún, la religiosidad de las personas de bien, y más bien me parece que lo que ha criticado es a quienes utilizan la religión de manera abyecta. De ser así, me uno a los que piensan como Rafa.

En cuanto al resto de su declaración, “uno puede ser religioso, ateo, cristiano, musulmán, lo que sea, pero de aquí a llegar a todas las barbaridades que se han hecho por la religión es demasiado”, a Rafa, lamentablemente, no le falta la razón.

No hay que irse muy lejos. Los cristianos saben bien lo que es la persecución: la sufrieron en Roma, en la Unión Soviética, en China, ¡qué decir de nuestra querida España! El conflicto árabe-israelí, el más importante de nuestros días, tiene una componente religiosa indiscutible, como lo tuvieron las cruzadas, como lo tuvo nuestra Reconquista. Una de las manifestaciones de la yihad (literalmente “esfuerzo”) islámica, es, como se sabe, la guerra santa. En la mitad de las guerras habidas sobre suelo europeo entre los siglos XV y XIX, alguna de las partes se presentaba en el campo de batalla agrupada bajo el apelativo de Santa Alianza. El atentado más espantoso de la historia, y la mayoría de los perpetrados este siglo, lo ha sido en nombre de Dios por personas que se inmolaban para ver su Rostro.

Por centrarnos en la propia responsabilidad y sin entrar en la de los demás, los cristianos hemos sembrado también el dolor. No voy a realizar aquí una relación de injurias. Me limitaré a extractar lo que alguien mucho más autorizado que yo dijo al respecto:

“¡Perdonemos y pidamos perdón! A la vez que alabamos a Dios, que, en su amor misericordioso, ha suscitado en la Iglesia una cosecha maravillosa de santidad, de celo misionero y de entrega total a Cristo y al prójimo, no podemos menos de reconocer las infidelidades al Evangelio que han cometido algunos de nuestros hermanos, especialmente durante el segundo milenio. Pidamos perdón por las divisiones que han surgido entre los cristianos, por el uso de la violencia que algunos de ellos hicieron al servicio de la verdad, y por las actitudes de desconfianza y hostilidad adoptadas a veces con respecto a los seguidores de otras religiones”.

Las precedentes, cómo muchos habrán columbrado, son palabras de Juan Pablo II en su homilía de la jornada del perdón del año santo de 2000, pronunciadas un importantísimo día 12 de junio de 2000.

Por volver a Rafa, entre las muchas virtudes que atesora su persona, se le atisban también inquietudes sociales e intelectuales. No es poco, no lo habría sido nunca, pero menos aun en tiempos como los que corren, con una juventud que parece interesada en casi nada. Tiempo tendrá para terminar de afianzarlas y también para afinar la manera de expresarse. Personalmente, apuesto por que así sea y de esa forma, vuelva a dar una lección similar a la que está dando como el gran deportista que es.

Lleva escrito en las botas: «Dios es amor»

LA FE HA SIDO CLAVE PARA SUPERAR LA ANSIEDAD

El futbolista del Sevilla Jesús Navas lleva escrito en las botas: «Dios es amor»

El futbolista del FC Sevilla y de la selección española, Jesús Navas ha padecido durante muchos meses crisis de ansiedad que le impedían vestir la elástica nacional. La fe y el apoyo de la familia han sido los pilares para superarlo. Lo lleva en las botas.

Actualizado 19 noviembre 2009

Cuenta Norberto Javier en La Gaceta que las graves crisis de ansiedad que impedían al futbolista Jesús Navas desarrollar en plenitud su carrera deportiva han sido superadas gracia a dos factores fundamentales: su fe y la familia. De hecho, el escurridizo pelotero (mide 1,60 y pesa 60 kilos) ha logrado realizar su mejor regate con un santo y seña que lleva bordado en sus botas: «Dios es amor», mismo título de una de las encíclicas del Papa Benedicto XVI. Con este lema saltó al Vicente Calderón la pasada semana en el partido contra la selección de Diego Armando Maradona, a quien muchos consideran un dios con su propia Iglesia y credo.

Según se detalla, Navas siempre ha oído en su entorno que «todo se lo debemos a Dios, todo nos lo ha puesto él, todo debemos agradecérselo a él». Y esa ha sido su fuerza.

Jesús Navas debutó en primera división a los 17 años y ya ha logrado dos Copas de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una Supercopa de Europa, marcando en todas las competiciones. Y, por fin, ha logrado debutar en la selección española.

El cardenal Schonbörn visitará el santuario de Medjugorje

SERÁ UN VIAJE DE ÍNDOLE PRIVADA

El cardenal Schonbörn visitará el santuario de Medjugorje antes de que termine el año

El cardenal Christoph Schonbörn, arzobispo de Viena, visitará Medjugorje, la pequeña aldea de Bosnia y Herzegovina en la que la Iglesia estudia un posible caso de apariciones marianas. La visita del cardenal será de índole privada, según la archidiócesis de Viena, y no implica el reconocimiento de la autenticidad de las apariciones por parte del cardenal.

Muy posiblemente el cardenal presida o participe en las celebraciones de Navidad, ya que su visita se efectuará entre el 8 de diciembre y el 4 de enero, informa Catholic News Agency, y así lo ha confirmado el secretario personal del arzobispo, Johannes Fürnkranz: «Se suponía que la visita del cardenal a ser absolutamente personal y no pública, pero ya que se ha filtrado, sólo puedo confirmar que se llevará a cabo».

Es público y conocido que el cardenal Schonbron, uno de los hombres de confianza del Papa Benedicto XVI en la Curia, siempre ha mirado con buenos ojos el fenómeno de Medjugorje, donde seis muchachos –ya adultos- de la aldea, cuentan tener apariciones marianas desde 1981 hasta nuestros días. Durante todo este tiempo, han sido muchas las comisiones de investigaciones, teológicas, médicas y científicas que han examinado a los chicos, y nunca han podido desmentir la historia que cuentan.

El pasado 15 de septiembre, la catedral de San Esteban de Viena, acogió la visita de una de las supresas videntes de Medjugorje, Marija Pavlovic-Lunetti, donde explicó a los congregados su testimonio de vida. La catedral estaba repleta de gente y fue el escenario de una bella velada que incluyó la Santa Misa y la Adoración Eucarística. Duró desde las cuatro de la tarde hasta las nueve y media de la noche.

Al final hubo una feliz y grandísima sorpresa cuando el cardenal Schönborn dio la bendición final a toda la asamblea. A continuación, destacó la importancia de Medjugorje para nuestros tiempos. Habló de las gracias de liberación obtenidas en Medjugorje. Mencionó en particular historias de adicciones -alcohol, drogas, etc- y las gracias que significan para aquellos que participan en la vida de la Iglesia.

Aquí ofrecemos algunas de las palabras del cardenal: «Podemos dar gracias a nuestro Señor porque a través de su Madre tantas personas son conducidas al amor de Dios, así como tantas conversiones ocurren, gente que regresa a la confesión y que crece en ellos un amor por la Eucaristía. La reconciliación se da en las familias y algunas personas son curadas de las drogas y de otros tipos de adicciones. El hecho que la Madre de Dios desee estar tan cerca de todos sus hijos es un inmenso don. Ella ha ya mostrado su proximidad en muchos lugares y por muchos años, especialmente en Medjugorje».

También en abril de este año, monseñor Leo Massburg, director Nacional de Missio Austria, citó al cardenal Schonborn cuando fue preguntado por los frutos de Medjugorje: «Yo sólo puedo citar a mi cardenal Christoph Schönborn, quien dijo que el  noventa por ciento de todas las nuevas vocaciones en su diócesis, venían de una manera u otra, a través de Medjugorje. En Austria, he notado en diferentes partes del país que en algunas parroquias ocurren cosas que son poco usuales en la vida corriente de una parroquia, como por ejemplo grupos de adoración para niños. Y ¿Quiénes son esos niños? Los que estuvieron aquí, en primera fila, en Medjugorje ayer y anteayer. Esto significa que Medjugorje se irradia en las familias, en las parroquias. Otra vez, al estilo de María: Ella no hace nada excepcional, Ella es excepcional».

«Ser sacerdote cambia completamente tu vida»

Es el nuevo vicario del Opus Dei en Galicia

Ángel Lasheras: «Ser sacerdote es algo maravilloso, que cambia completamente tu vida»

Al igual que el cardenal Herranz, Ángel Lasheras, el nuevo vicario del Opus Dei en Galicia, estudió Medicina antes de abrazar el sacerdocio. En su caso, en las Universidades de Santiago de Compostela y Sevilla. Pero tras unos años en los que también ejerció la docencia, marchó a Roma para estudiar, en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Filosofía Eclesiástica, y doctorarse con una tesis que dirige su mirada a los ámbitos de la Metafísica. Tras regresar a España, Lasheras desempeñó, entre otras responsabilidades, la de vicario de la Prelatura para Castilla-León, Asturias y Cantabria. Ahora, de nuevo en Galicia, dice que, como sacerdote, ve Santiago con ojos nuevos. Mientras a través de su ventana, situada frente al convento de las Carmelitas, entra la luz del tímido sol de los inviernos de Compostela, dice que «el Camino sigue obrando milagros» y que quien contempla la catedral construida sobre la tumba del Apóstol tiene ante sí «la historia de la Iglesia». Ramón Loureiro le entrevista para la Voz de Galicia.

Publicado el 2009-11-20 13:18:00

(Ramón Loureriro/LaVozdeGalicia/InfoCatólica)

– Usted se ordenó sacerdote en Roma en 1997, cuando contaba 42 años de edad…

-Sí, en 1997. Pero desde que tenía 18 años de edad y estudiaba el primer curso de Medicina ya pertenecía a la Obra. Por aquel entonces, siendo tan joven, estaba convencido de que mi vida estaría encaminada a la Medicina, pero después uno va madurando, tanto en lo espiritual como en lo personal, y llega un momento en el que se da cuenta de que está dispuesto a ordenarse sacerdote si el Señor lo quiere. Así que cuando desde la prelatura me ofrecieron la posibilidad de marchar a Roma y allí formarme para ello, acepté inmediatamente.

-¿Cómo se vive el sacerdocio desde esa madurez?

-Ser sacerdote es algo maravilloso, que cambia completamente tu vida. Percibir la gracia de Dios, vivir para apoyar a las personas que tenemos a nuestro alrededor y hacerlo con la mirada puesta en Jesucristo, es algo que te permite ver la existencia de una forma muy diferente. Al hacer de este año, del 2009, el Año Sacerdotal, el Papa nos ha pedido a todos los sacerdotes que seamos verdaderos santos; y creo que lo que tenemos que intentar cada día es precisamente eso.

-¿Qué espera del próximo año santo jacobeo?

-Ahora, y eso es algo que quiero agradecer al arzobispo [Julián Barrio] y al cabildo, estoy yendo a confesar a la catedral, y eso me permite ver cómo la gente viene a Santiago a reconciliarse con el Señor. La catedral de Santiago es un sitio diferente de cualquier otro. Y el Camino de Santiago ha marcado a la ciudad porque en verdad es un camino de conversión. Por eso, lo que espero del próximo año santo es que gracias a él sean cada vez más las personas que sientan la llamada de la reconciliación.

-¿Con cuántos miembros cuenta hoy el Opus Dei en Galicia?

-Con más de 2.100, entre agregados, numerarios y supernumerarios, que son la mayoría y casi todos casados. Mujeres y hombres. Pero a esa cifra hay que sumar la de todas las personas que colaboran con la Obra de alguna manera, y que son incontables.

-¿Y esa cifra tiende a crecer, o por el contrario decrece?

-Vamos a más, sin duda. En Galicia estamos creciendo. El prelado del Opus Dei, cuando estuvo aquí unas horas este verano, nos dijo que por lo mucho que nuestro fundador, san Josemaría Escrivá de Balaguer, que estuvo en La Estila y en la catedral, había rezado por la labor apostólica en sus repetidas estancias en estas tierras, teníamos que llegar a todos los rincones de Galicia, y eso es lo que yo quiero.

-¿Cuántos sacerdotes tienen en Galicia?

-En Galicia contamos con 41 sacerdotes incardinados en la prelatura, que tienen como principal misión la labor de formación y apostólica que es propia de la Obra, aunque después también puedan colaborar con las parroquias o en cualquier misión que precisen las diócesis. Pero después está, además, la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, formada por sacerdotes diocesanos que quieren vivir su identidad sacerdotal a través de la espiritualidad del Opus Dei, y que ahora son unos 150, más o menos.

-¿Cuáles son hoy sus principales objetivos en el ámbito de la Educación?

-La Obra tiene encomendada la formación cristiana en centros como Peñarredonda y Montespiño, en A Coruña, y Las Acacias, Montecastelo y Aloya, en Vigo. Lo que queremos es enseñar a los alumnos a vivir cristianamente, porque creemos que vivir de manera coherente con la fe cristiana permite ser buenos ciudadanos y también coherentes en la vida. Y tratamos de programar, además, desde los centros, actividades que no lleguen solo a los alumnos, sino también a sus familias. Que las familias enteras puedan beneficiarse de ellas.

-¿Echa usted de menos su vida de otro tiempo?

-No, no la echo de menos. Todos tenemos nuestra biografía, claro, pero la formación que recibimos nos ayuda a saber vivir en el presente, sin añoranzas. Mi horizonte no es el pasado, sino el futuro. Y cuando la sociedad se está alejando de Dios, creo que mi misión es trabajar para que las personas puedan conocerlo. Para que la gente se acerque a Dios de nuevo.

16 preguntas y respuestas sobre la masturbación


Las preguntas y respuestas se refieren a esta cuestión en general. Para casos particulares, sugiero la lectura del documento Persona Humana; del apartado “Masturbación” dentro del capítulo “ Psicopatología de la sexualidad” de Medicina Pastoral, Eunsa (páginas 307-310), del texto completo de Teología Moral y del apartado correspondiente del libro del religioso José Noriega, El destino del Eros .


  • Se han utilizado las diversas fuentes:
    • Documento Persona humana.
    • Apartado “masturbación” del capítulo “Jesús y los problemas de la vida sexual”, del libro de Mons. André Leonard, obispo de Namur (Bélgica) publicado por MC, Madrid 1994: La Moral sexual explicada a los jóvenes.
    • Algunos párrafos –adaptados- del apartado “Autoerotismo” del libro Educación de la sexualidad de José Antonio López Ortega, Eunsa.
    • Adaptación de algunos textos de Consideraciones pastorales, de M. A. Monge, en Medicina Pastoral, Eunsa, 2002.
    • Adaptación del apartado “masturbación” de Teología Moral de Aurelio Fernández, Burgos 1996.
    • Adaptación de Compendio de la Moral Católica de Jean Marie Aubert, Edicep, 1987.

Estas preguntas y respuestas se dirigen fundamentalmente a los jóvenes cristianos que se esfuerzan por vivir la virtud de la Pureza y deben explicar a sus amigos, en un contexto pagano, este aspecto de la virtud de la castidad.

  • En los libros y documentos que se han citan se encuentran muchos más matices y consideraciones, que los confesores tienen habitualmente en cuenta.

Documento Persona humana:

9. C. Malicia intrínseca de la masturbación

Con frecuencia se pone hoy en duda, o se niega expresamente, la doctrina tradicional según la cual la masturbación constituye un grave desorden moral.

Se dice que la psicología y la sociología demuestran que se trata de un fenómeno normal de la evolución de la sexualidad, sobre todo en los jóvenes, y que no se da falta real y grave sino en la medida en que el sujeto ceda deliberadamente a una autosatisfacción cerrada en sí misma (ipsación); entonces sí que el acto es radicalmente contrario a la unión amorosa entre personas de sexo diferente, siendo tal unión, a juicio de algunos, el objetivo principal del uso de la facultad sexual.

Tal opinión contradice la doctrina y la práctica pastoral de la Iglesia Católica.

Sea lo que fuere de ciertos argumentos de orden biológico o filosófico de que se sirvieron a veces los teólogos, tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado.

La razón principal es que el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice esencialmente a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine. Le falta, en efecto, la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero.

A esta relación regular se le debe reservar toda actuación deliberada de la sexualidad.

Aunque no se puede asegurar que la Sagrada Escritura reprueba este pecado bajo una denominación particular del mismo, la tradición de la Iglesia ha entendido, con justo motivo, que está condenado en el Nuevo Testamento cuando en él se habla de «impureza», de «lascivia» o de otros vicios contrarios a la castidad y a la continencia.

Las encuestas sociológicas pueden indicar la frecuencia de este desorden según los lugares, la población o las circunstancias que tomen en consideración. Pero entonces se constatan hechos. Y los hechos no constituyen un criterio que permita juzgar del valor moral de los actos humanos.

La frecuencia del fenómeno en cuestión ha de ponerse indudablemente en relación con la debilidad innata del hombre a consecuencia del pecado original; pero también con el olvido del pudor, custodio de la castidad.

La psicología moderna ofrece diversos datos válidos y útiles en el tema de la masturbación para formular un juicio equitativo sobre la responsabilidad moral y para orientar la acción pastoral.

Ayuda a ver cómo la inmadurez de la adolescencia, que a veces puede prolongarse más allá de ella, el desequilibrio psíquico o el hábito contraído pueden influir sobre la conducta, atenuando el carácter deliberado del acto, y hacer que no haya siempre falta subjetivamente grave.

Sin embargo, no se puede presumir como regla general la ausencia de responsabilidad grave. Eso sería desconocer la capacidad moral de las personas.

En el ministerio pastoral deberá tomarse en cuenta, en orden a formar un juicio adecuado en los casos concretos, el comportamiento de las personas en su totalidad; no sólo en cuanto a la práctica de la caridad y de la justicia, sino también en cuanto al cuidado en observar el precepto particular de la castidad.

Se deberá considerar en concreto si se emplean los medios necesarios, naturales y sobrenaturales, que la ascética cristiana recomienda en su experiencia constante para dominar las pasiones y para hacer progresar la virtud.

  • ¿Qué se entiende por masturbación?

  • Darse a sí mismo el placer sexual, en solitario, por excitación voluntaria de las partes genitales.


En el autoerotismo, la sexualidad aparece como la posibilidad de un placer, de una descarga tension-distensión que restablece un equilibrio en la persona: se estructura así la percepción subjetiva del impulso sexual como una necesidad coactiva y cíclica.Tal percepción, y el uso que de ella se hace en la masturbación, carece de un elemento directa y realmente personal, que, al máximo, puede ser simplemente figurado en la propia fantasía: esto es, la finalización del impulso sexual no encauza a una salida de si mismo para dirigirse a otra persona, sino a simular la causa neurofisiológica que produce la descarga de tensión con una estimulación genital.
Pero una acción así no puede hacer referencia a una motivación de sentido último, a la realidad de una excelencia de plenitud: está vacía de realidad verdaderamente humana, de una reciprocidad en la que el hombre puede encontarr verdadera compañía.Por ello, se trata de una acción que, independientemente de la últerior intencionalidad subjetiva que tenga el sujeto y de su responsabildad, no ordena a la persona a una plenitud de vida, sino que la cierra en su soledad.Actuando así, se desvirtúa el sentido humano de la sexualidad, considerando el cuerpo como objeto de placer y no como sujeto de amor, que en su mismo dinamismo corporal está refiriendo a la búsqueda de una comunión».

José Noriega, El destino del eros, 85

  • ¿Cómo la juzga la Iglesia?

  • Enseña que es siempre objetivamente una grave ofensa a Dios.
  • La Congregación para la Doctrina de la Fe, en su Declaración Persona Humana, nº 9 explica la razón principal por la que la considera una ofensa grave: porque
    • “el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice esencialmente su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine”.
    • Y señala que le falta “la relación sexual requerida por el orden moral, aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero”.
    • Y no sólo es el Magisterio de la Iglesia. Se ha pronunciado así el sentido moral de los fieles y de personas de tantas culturas a lo largo de los siglos. Por eso la Iglesia enseña:“Tanto el Magisterio de la Iglesia, de acuerdo con una tradición constante, como el sentido moral de los fieles, han afirmado sin ninguna duda que la masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”. Declaración Persona Humana, nº 9.

  • ¿Por qué la Iglesia la reprueba?
  • Porque la Iglesia quiere preservar el verdadero amor:

    • Porque es un acto fuertemente egoísta, que no está al servicio del amor, ni de la vida. Implica un erotismo narcisista.
    • Porque contradice el sentido cristiano de la sexualidad, vivida como alianza de amor.
    • Porque choca frontalmente contra la interrelación hombre-mujer, que es lo que define el sexo.
    • Porque utiliza la facultad sexual de un modo que va en contra de su finalidad natural.
    • Porque sobrevalora el goce sexual independientemente del amor.
    • Porque en este caso el ejercicio de la vida sexual no es fruto del encuentro amoroso entre el hombre y la mujer, sino que cada uno se cierra en sí mismo, sin relación al otro.
    • Y porque en ella el sujeto se repliega sobre sí mismo, en un disfrute egoísta de sí.

  • En conclusión, la Iglesia considera que el único lugar donde debe practicarse la sexualidad es en el matrimonio: sólo en él la sexualidad es legítima y realiza su finalidad.

  • Pero esta valoración no sirve para los no cristianos…
  • Sirve para todos los hombres, ya que esta valoración no depende de la fe religiosa, sino de una verdad natural.

  • Pues muchos no le dan ninguna importancia.
  • Sí; pero no es bueno banalizar el problema, como si masturbarse fuese algo tan inocente como rascarse la naríz.

    • Hay dos actitudes:Una que no le da importancia a la masturbación, porque considera la relación hombre-mujer, casi de modo exclusivo, como una fuente pasional y egoísta de placer. Se acaba justificando cualquier modo de ejercicio sexual.Una actitud que integra la sexualidad en la concepción global de la persona, en el amor.
  • Entonces, ¿el cristianismo está en contra del placer?
  • No; y dejando claro que esta reprobación no es algo específico dell cristianismo, conviene recordar que el cristianismo acepta y ensalza el sentido satisfactorio del ejercicio sexual, cuando se realiza respetando su verdadero fin: el encuentro en el amor entre un hombre y una mujer, que se entregan mutuamente.
  • Es decir: la masturbación es un acto de egoísmo.
  • Todo esto debe valorarlo el confesor. Hay situaciones en las que intervienen otros factores:
    • falta de una educación adecuada desde la infancia.
    • influencia negativa por parte de otras personas, etc.
    • Habitualmente suele ser síntoma de otros problemas más profundos.
  • ¿Cómo cuales?
  • Cada persona es distinta, pero hay algunas causas que se dan con cierta frecuencia:

      • En ocasiones, procede de conflictos internos diversos.
      • Otras veces son fruto de una visión egótica de la sexualidad, que no ha superado el nivel genital.
      • O puede ser consecuencia de una inmadurez afectiva, de fracasos personales, de situaciones propias no aceptadas, de una huída de la realidad, etc.
      • Esos problemas pueden haber provocado una tensión sexual que el sujeto busca superar recurriendo a ese comportamiento, que le conduce muy pronto al vacío y al disgusto.

  • Hay algunos jóvenes que la consideran conveniente y positiva

  • No hay que olvidar que el demonio es “mentiroso y padre de la mentira” y que seduce a muchos jóvenes –también cristianos- sugiriéndoles que la masturbación no es un pecado: ¡incluso que es algo bueno!
    • Evidentemente, no es el pecado más grave que se pueda cometer: es mucho más grave cometer un asesinato; pero eso no debe hacer olvidar su gravedad; porque, cuando se convierte en un hábito (es decir, en una costumbre muy arraigada, muy frecuente), acaba por esclavizar a la persona, a la que acostumbra a una sexualidad egoísta, asfixiando en ella la vida espiritual.
    • Recuerda Leonard que «las culpas sexuales no son sin duda las más graves, puesto que el pecado por excelencia es el pecado de orgullo y el rechazo del amor.Pero el pecado de impureza es, sin embargo, quizá el más neurálgico, aquel cuyas consecuencias son más perturbadoras, porque alcanza al hombre o a la mujer en su propio cuerpo, es decir en ese nudo de nuestra condición propiamente humana, a la vez espiritual y carnal, que es nuestro cuerpo.»
    • Además, cuando se convierte la masturbación se convierte en hábito acaba disminuyendo la libertad y enturbiando los sentimientos, generando una gran falta de dominio de sí; y si no se supera a tiempo, tiende a prolongarse cuando una persona ha contraido matrimonio.

  • ¿ Qué postura debe adoptar un joven cristiano?
  • Un joven que quiera vivir rectamente -y en concreto, un joven cristiano- debe tener el coraje de enfrentarse a las falsedades.
  • La experiencia muestra, como escribe Leonard, que «el desorden sexual estropea el corazón humano, ahoga la vida espiritual, embota el gusto de las cosas de Dios y paraliza a la persona en su capacida de relación con el Señor y con los otros, replegándose sobre sí misma.La impureza es un lodazal del cuerpo y del corazón. Es una perversión del cuerpo y del corazón, de ña que sólo te podrá librar un amor mñas grande».
  • No faltan quienes dicen: si uno no se masturba, acabará liberando de todas formas el exceso de esperma por medio de una polución nocturna. ¿Qué más da, entonces, hacer lo que la naturaleza va a hacer de todos modos?
  • A los que argumentan con estos y parecidos argumentos hay que mostrarles que no siempre es bueno usar la libertad para hacer lo que la biología realiza de forma casi mecánica y espontánea.Una polución nocturna inconsciente no lleva a ningún repliegue egoísta sobre uno mismo; y no tiene alcance moral; mientras que la masturbación voluntaria, con las imágenes obscenas que la suelen acompañar, es un gesto egoísta que oscurece el alma y turba el corazón.En consecuencia, la inmoralidad de la masturbación no nace de la pérdida de semen humano, dado que la naturaleza es muy pródiga en este aspecto. La inmoralidad proviene del vano uso del sexo que obstaculiza la integración de la sexualidad en la unidad de la persona.

  • Algunos preguntan dónde se condena en el Nuevo Testamento.
  • La Iglesia enseña sobre este pecado que “la tradición de la Iglesia ha entendido, con justo motivo, que está condenado en el Nuevo Testamento, cuando en él se habla de “impureza”, de “lascivia” o de otros vicios contrarios a la castidad y a la continencia”. (Persona humana, 8)

  • Otros dicen que es un fenómeno normal.
  • No conviene confundir frecuencia con normalidad. «Es un desorden serio -recuerda Leonard- que contradice gravemente el sentido humano y cristiano de la sexualidad y del amor».
  • Si por normal se entiende lo que se da mucho desde el punto de vista estadístico, estamos de acuerdo. Pero la injusticia y la pobreza se dan mucho en nuestro mundo, y nadie las considera como un bien.
  • Conviene recordar que el cuerpo está hecho para el Señor, que es nuestra norma. Somos libres en Cristo, pero el que se entrega a la impureza deja de ser libre y acaba esclavizado por sus instintos.
  • ¿Qué influye en ella?
  • Muchos factores. Influye, sobre todo, la debilidad producida por el pecado original y el olvido del pudor por parte de la sociedad actual, como fruto de una cultura fuertemente erotizada.

  • ¿Causa enfermedades físicas o psíquicas?

  • En sí, no causa especiales enfermades físicas ni psíquicas (otra cuestión es todo lo que pueda depender del temperamento y la propensión anímica y psicológica de cada sujeto), pero –tratándose de un fenómeno de inmadurez— no puede decirse que sea sólo un simple desahogo psicológico.

  • ¿Cómo la supera un cristiano, especialmente cuando se ha convertido en hábito?

  • Poniendo los medios sobrenaturales y humanos que recomienda la Iglesia:

    • Pidiéndole a Dios, con fe y perseverancia, la virtud de la pureza con humildad.
    • Recurriendo a la oración frecuente, a la Eucaristía y a la intercesión de la Virgen. Leonard: «Esperarlo todo de la Eucaristía: ¡Cuerpo de Cristo, sálvame! Que este sea también tu grito en las horas de la tenación o del pecado».
    • Acudiendo a la Virgen Inmaculada.
    • Acudiendo todas las veces que sean necesarias al Sacramento de la Reconciliación. Es fundamental el recurso frecuente a este sacramento, confiando en la misericordia del Señor, sin desanimarse: Leonard: confesarte regularmente es «dar a tu Dios la oportunidad de amarte tal como eres, de perdonarte tus faltas, y de curar las heridas de tu corazón y de tu cuerpo».
    • Cultivando la sinceridad, que lleva no sólo a decir la verdad, sino toda la verdad de nuestra vida, yendo a las raíces, reconociéndote pecador ante tu Señor, sin dejarte descorazonar por tu fargilidad, pues el amor de Dios es mñás grabde que nuestro pecado. Cristo es el Cordero de Dios que lava los pecados del mundo.
    • Abriéndose a los demás, con generosidad, saliendo de uno mismo.
    • Ejercitando el dominio de sí mismo en cosas lícitas; para fortalecerse en el dominio de si mismo en las ilícitas.
    • Esforzándose por dominar la curiosidad y la dispersión mental.
    • Evitando con fortaleza y perseverancia las ocasiones de pecar: determinada publicidad, determinados periódicos, libros, revistas, etc; determinados programas de televisión; determinadas páginas web y uso del ordenador; determinados juegos en la play-station o en el móvil, canciones, etc.; determinadas situaciones, en determinados sitios y a determinadas horas, etc.
    • Esforzándose en vivir la sobriedad, especialmente en la comida y en la bebida, en sus diversos aspectos.
    • Haciendo obras de misericordia.
    • Aprovechando el tiempo, con un trabajo esforzado y diligente.
    • Cultivando el orden, sin caer en el desorden de trabajos y actividades agotadoras y frenéticas que producen grandes cansancios.
    • Poniendo esfuerzo por adquirir una afectividad generosa y madura.
    • Rechazando las tentaciones de susceptibilidad, enfado, tristeza y pesimismo; de queja interior; de vuelta obsesiva sobre los propios problemas.
    • Ocupándose en actividades ilusionantes, y cultivando ideales humanos nobles, culturales, espirituales, artísticos, etc.
    • Haciendo deporte y esfuerzo físico.

¿Cómo liberarse?
Además de los medios espirituales, de la ayuda de los Sacramentos, etc, Leonard recomienda:La masturbación consiste en un repliegue sobre sí mismo. Contribuirás a liberarte desarrollando en tu vida los comportamientos que te descentran de ti mismo y te abren a Dios, al mundo, a los demás, a tus tareas.Todo lo que estimula el sentido del trabajo, del compromiso y de la relación, te ayudará mucho.

Además, una vida equilibrada en la que no se duerme ni demasiado ni muy poco, en la que se deja un justo puesto al descanso y al deporte, te dispensará de recurrir a la excitación sexual a título de desahogo o de sonmífero.

En cuanto a las debilidades pasajeras, a las complicidades oscuras con las excitaciones espontáneas que puedes experimentar, sobre todo en periodos de fatiga o de angustia, deberás confiarlas a la misericordia del Señor.

  • Todo esto se integra en la unidad de la persona. Por esa razón, conviene poner todos los medios y al mismo tiempo: tanto los naturales como los sobrenaturales.


Noriega ofrece a los padres y educadores estas reflexiones:
«Conviene estar atentos a las situaciones que llevan al autoerotismo: la tristeza, el fracaso, la soledad, la dificultad de relacionarse con los demás y afrontar los retos de la vida.La tristeza suele ser ocasión de impureza, ya que la persona busca salir de ella y encientra un sucedáneo fácil y complaciente en una experiencia vacía en la que se enroca para evitar enfrentarse con la realidad. No en vano el autoerotismo suele configurarse como una experiencia compensatoria.El proceso de la tentación suele desencadenarse a partir de un corto circuito representativo y simbólico, que dificulta a la razón práctica el gobernar su propio dinamismo corporal, obsesionándose con la satisfacción sexual, hasta el punto de desencadenarse un proceso compulsivo.

En ocasiones puede ayudar el desenmascarar ese corto circuito representativo y hacer ver la inconsistencia de la necesidad con la que se presenta.

Cuando se ha hecho hábito en la persona, es preciso enseñar a luchar de dorma muy indirecta: por un lado, fomentando aquellas actividades en las que la persona pueda encontrar una satisfacción noble y humana, amistades sinceras que le permitán salir de sí misma y descubrir en ello el gozo de amar a los demás y serles útiles.

Por otro, ofrecer elementos narrativos indirectos, como pueden ser determinadas lecturas, películas, obras de arte que le ayuden a recomponer la imagen simbólica de la sexualidad a través de la mediación de la afectividad.

José Noriega, El destino del eros, 86

  • ¿Y en los casos en los que una persona tenga fuerte inmadurez, es tan grave?
  • Son los confesores los que deben dar una valoración moral a cada caso.
  • La Iglesia enseña en el documento “Persona humana” que la psicología “ofrece diversos datos válidos y útiles en el tema de la masturbación para formular un juicio equitativo sobre la responsabilidad moral y para orientar la acción pastoral. Ayuda a ver cómo la inmadurez de la adolescencia, que a veces puede prolongarse más allá de ella, el desequilibrio psíquico o el hábito contraído pueden influir sobre la conducta atenuando el carácter deliberado del acto y hacer que no siempre haya falta subjetivamente grave.
  • Sin embargo –concluye el Magisterio– no se puede presumir como regla general, la ausencia de responsabilidad grave. Eso sería desconocer la capacidad moral de las personas”.
  • En ese mismo sentido dice el Catecismo: “Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral” (2352).
  • Por esta razón conviene acudir al confesor, que dará los consejos oportunos en cada caso, aconsejando al penitente los medios para vencer, tras considerar el comportamemiento de cada persona en su totalidad, y ver si vive los medios naturales y sobrenaturales recomendados por la experiencia ascética cristiana para superar las tentaciones.

J.M.C.

Educación sexual en los centros escolares

Jokin de Irala e Ignacio Gómara

Nuestro Tiempo, nº 619-620, enero-febrero de 2006


Se han llevado a laboratorio doce manuales de Biología y Geología de 3 º de ESO de las editoriales que cubren el 80% del mercado español. La intención era comprobar si esos textos promueven estilos de vida saludables para prevenir eficazmente problemas de salud pública como la promiscuidad sexual o las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Tras un minucioso análisis, los resultados “al microscopio” señalan que los textos presentan errores científicos y deficiencias educativas que facilitan conductas de riesgo entre los adolescentes.

Existe entre las autoridades políticas, médicos y educadores un amplio consenso en señalar que la actividad sexual en la adolescencia es preocupante. Varios estudios señalan que en los últimos años —junto al aumento de la utilización de preservativos— asistimos también al aumento de la transmisión heterosexual del sida y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente entre los jóvenes.

Se ha adelantado la edad de inicio de las relaciones sexuales. Esta actividad está asociada a un aumento de la promiscuidad y embarazos en adolescentes. En España, la cifra de embarazos en menores de 18 años duplica a la que se registraba hace una década. En este sentido, y desde hace años, son abundantes las acciones sanitarias y educativas encaminadas a promocionar estilos de vida más saludables entre los adolescentes.

Sin embargo, un análisis publicado en el British Medical Journal que revisa la eficacia de los programas de educación sexual impartidos con los objetivos de retrasar el inicio de la actividad sexual, inducir un mejor uso de los métodos anticonceptivos y reducir el número de embarazos en adolescentes, concluye que la educación sexual que se ha impartido desde 1970 no ha conseguido ninguno de sus objetivos.

¿Qué está fallando? Las causas de la alta incidencia de comportamientos sexuales no saludables pueden ser variadas. Sin embargo, no parece que el problema se deba a una escasez de información sobre la sexualidad. Un estudio indica que la mayoría de las adolescentes que quedan embarazadas habían acudido en el año anterior a los servicios sanitarios para recibir información sobre anticonceptivos.

También es más frecuente, entre las adolescentes que abortan, haber recibido con anterioridad la píldora poscoital. En el Reino Unido —país con la tasa de embarazos en adolescentes más alta de Europa— hay más embarazos de adolescentes donde más se difunden los anticonceptivos.

Y en los países en vía de desarrollo parece que hay más problemas con el sida precisamente donde mejor ha llegado el mensaje del preservativo. Es posible que el exceso de información indiscriminada y la escasez de formación en habilidades sociales puedan haber favorecido algunos de los problemas de salud que se pretendían evitar.

Tampoco parece que el problema se sitúe en la dificultad de acceso a los métodos anticonceptivos y, en concreto, al preservativo. El 84% de los jóvenes manifiesta que no tuvo problemas de disponibilidad al ser preguntados sobre el uso de preservativos. La idea de que la difusión de los anticonceptivos garantiza un eficaz control de la natalidad previniendo el aborto está muy arraigada.

Sin embargo, la realidad es más compleja. En Francia, dos tercios de los embarazos no deseados se producen en mujeres que utilizan habitualmente métodos anticonceptivos. En España, según un estudio realizado por la Clínica Dator, seis de cada diez abortos realizados en su clínica se deben a fallos en los métodos anticonceptivos. Los programas de distribución de preservativos en los institutos no han tenido los resultados esperados: un estudio registró que el 47% de los adolescentes que lo usó no logró evitar el embarazo en el primer año de uso.

Estudios epidemiológicos prueban cómo las diversas formas de entender y vivir la sexualidad no son inocuas o neutras desde el punto de vista de la salud. En este sentido, es importante la educación de la afectividad y la sexualidad recibida en la escuela, lugar donde aprendemos la mayoría de nuestros comportamientos y donde la sociedad transmite la cultura, los conocimientos y los valores por los que se rige. Por ejemplo, está documentado desde hace años que fundamentar y limitar la educación sexual de adolescentes en la contracepción incrementa el inicio precoz de la actividad sexual.

Efectivamente, una buena educación es la mejor prevención. Por ello, se ha realizado un exhaustivo análisis de contenidos de los libros de texto escolares en su capítulo sobre la reproducción y la sexualidad humana.

El estudio se ha centrado en los libros de texto, ya que son el recurso educativo más generalizado en las aulas, convirtiéndose en uno de los principales transmisores del currículo oficial y en un buen indicador de la cultura que se transmite en el centro educativo.

La muestra del estudio está formada por doce manuales escolares del área de Biología y Geología de 3º de ESO publicados en 2002 por las editoriales de mayor difusión en los centros educativos, tanto de la red pública como de la privada. La muestra analizada cubre más del 80% del mercado editorial español.

Deficiencias en el 100% de los textos

En España, el actual currículo oficial para la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) “tiene como finalidad transmitir a todos los alumnos los elementos básicos de la cultura, formarles para asumir sus deberes, ejercer sus derechos y prepararles para la incorporación a la vida activa”. Al final de Secundaria los alumnos deben “integrar en su personalidad los distintos saberes culturales” y “asumir unos valores éticos que les permitan actuar con responsabilidad, solidaridad, autonomía personal y participación democrática”.

Como vemos, no se trata sólo de que los alumnos adquieran y expresen con rigor una serie de conocimientos propios de cada área, sino que deben ser capaces de desenvolverse con libertad y responsabilidad, actuando desde la asunción de unos valores éticos.

El objetivo del análisis es comprobar si la información que aportan los manuales escolares promueve la adquisición de estilos de vida saludables que lleguen a prevenir eficazmente las conductas de riesgo: la posesión de una base conceptual amplia y razonada es el primer paso para que se puedan cambiar los comportamientos poco saludables. Este análisis de contenidos se ha realizado a la luz de las evidencias científicas publicadas en los últimos años.

Se han examinado los siguientes cinco aspectos: rigor científico; integración de los elementos somáticos, emocionales e intelectuales de la persona como ser sexuado; promoción de estilos de vida saludables; desarrollo de habilidades sociales; y reflexión sobre implicaciones éticas y sociales.

Los resultados nos indican que el 100% de los textos examinados tiene deficiencias, tanto de rigor científico como de promoción de actitudes, valores y habilidades sociales positivas, siendo insuficientes e incluso negativos para una óptima educación de la afectividad y la sexualidad humana. Se han identificado al menos 281 afirmaciones que aportan una visión parcial de la sexualidad humana y pueden favorecer conductas de riesgo entre los adolescentes, dificultando su correcta maduración hacia la vida adulta. La media de expresiones equívocas por capítulo de libro de texto examinado es de 23,4.

Preservativos: del dicho al hecho…

Se ha detectado falta de rigor científico y ausencia de contenidos actualizados en aspectos tan importantes como la eficacia del preservativo, la prevención y tratamiento de las ETS y los métodos de planificación familiar. De este modo, nos encontramos con que solamente una editorial diferencia entre la eficacia teórica y la eficacia real de los preservativos y otros métodos anticonceptivos. Para otras editoriales el preservativo evita el embarazo con una “eficacia alta” o “muy alta”, “del 98%”. Los autores transmiten de este modo que el preservativo es la “barrera más segura”, con un índice de “fallos del 2-15%”.

Sin embargo, en España, tres de cada cuatro mujeres que han abortado usaban métodos anticonceptivos considerados seguros, siendo el preservativo el método que falló en el 60,4% de los casos.

Los manuales escolares también se equivocan cuando dan a entender que “los preservativos evitan el contagio de ETS”. Indican que “para evitar su transmisión es fundamental el uso del preservativo”, ya que es “un excelente medio de protección ante el contagio”. Dicen que es “el mejor”, “el más eficaz” o “el único método” que protege de las infecciones. Al transmitir a los adolescentes un alto grado de seguridad en el preservativo se les puede incitar a iniciar precozmente unas relaciones sexuales que consideran seguras, aumentando las conductas de riesgo y sus consecuencias perjudiciales.

Expertos en Salud Pública han señalado la existencia de una correlación entre el incremento del uso del preservativo y el de las ETS. Así lo han puesto de manifiesto en una reunión científica sobre Salud Pública celebrada en Washington, al afirmar que el programa denominado “sexo seguro” no es suficiente para frenar esta epidemia.

En concreto, aunque las autoridades sanitarias advierten que el preservativo ofrece una mala protección para tres de las ETS más frecuentes —clamidia, herpes y virus del papiloma humano (HPV)—, los libros escolares omiten esta información.

Como reconoce el Centre for Disease Control (CDC) en un informe sobre el HPV, “la evidencia científica obtenida no permite recomendar a los preservativos como estrategia primaria de prevención”, ya que “la infección del HPV puede aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como femeninas, estén o no cubiertas o protegidas con un preservativo de látex”. El informe concluye que “la manera más segura de prevenir las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el HPV, es la abstinencia del contacto sexual”, que, en Salud Pública, puede traducirse en campañas para que los jóvenes busquen activamente madurar su personalidad y retrasen, para ello, al máximo el inicio de las relaciones sexuales.

Por tanto, sería más adecuado indicar en los libros de texto escolares, tal y como señala la Fundación Cochrane, que el preservativo reduce la probabilidad de embarazos imprevistos y de ETS en un 80% pero no lo elimina. Además, será necesario señalar que, junto a este riesgo asumido para una sola relación sexual con preservativo, la promiscuidad acaba aumentando la probabilidad acumulada de contagio.

Actualmente existe un amplio consenso en señalar que una educación eficaz de prevención de sida, de otras ETS y de embarazos precoces puede fundamentarse en el llamado modelo “ABC” (Abstain from sex or delay it; Be faithful; use condoms): abstenerse de las relaciones sexuales o aplazarlas; ser fiel a la pareja (no infectada) y utilizar sistemática y correctamente condones si toman la decisión personal de no seguir las recomendaciones de A y B. Pero nunca se debe omitir la afirmación de que la abstinencia sexual y las relaciones sexuales mutuamente monógamas con una pareja sana eliminan el riesgo de una ETS mientras que el uso de preservativos sólo reduce el riesgo.

También se han encontrado errores en la información sobre el sida y otras ETS. Un libro dice que el sida “es la enfermedad de transmisión sexual de más difícil curación”, omitiendo que realmente es incurable. Otro expresa que “se han desarrollado tratamientos que hacen que los enfermos lleven una vida casi normal”. Y un tercero manifiesta que “en la actualidad todas las ETS, a excepción del sida, tienen tratamiento eficaz porque se tratan con antibióticos y otros medicamentos”.

De este modo, dan a entender que las ETS tienen poca importancia. Sin embargo, actualmente el sida y otras ETS no tienen un tratamiento satisfactorio o quedan sin tratar durante años porque, en muchos casos, son enfermedades asintomáticas. Las consecuencias de las ETS, si no se tratan, pueden ser graves. Tienen un alto riesgo de producir una inflamación pélvica crónica, embarazos ectópicos, esterilidad (debido a la clamidia), morbilidad y mortalidad infantil (herpes) o cáncer cervical (HPV). No obstante, el 83% de los textos analizados no cita la clamidia, mientras que el 58% omite mencionar el virus de papiloma.

La píldora del día después es “una situación extraordinaria”

En la totalidad de los manuales se ha detectado ausencia de información o inexactitudes sobre el funcionamiento y los efectos, primarios y secundarios, de algunos métodos anticonceptivos. Por ejemplo, el 92% incluye entre los anticonceptivos aquellos que pueden tener efecto anti-implantantorio, siendo por tanto un método que podría ser abortivo y no anticonceptivo.

Uno de los manuales afirma que la píldora del día siguiente “no es un método anticonceptivo, sino una situación extraordinaria”, pero sin embargo la incluye en la tabla de métodos anticonceptivos. Idéntico problema presenta el DIU, cuyos efectos posfertilización han sido descritos en la literatura científica. Como señala Trussell, investigador del campo de la planificación familiar, no se puede plantear una libre elección de los métodos anticonceptivos sin informar con exactitud sobre los posibles efectos posfertilización de algunos de ellos.

Además, cabe destacar que los manuales escolares no ofrecen una información actualizada sobre los métodos de planificación familiar natural, indicando que tienen “muy baja eficacia”, “con un índice de fracasos elevados”, por lo que son “totalmente desaconsejables”. Un texto no los menciona y otros dan una información confusa e incompleta. Un manual desaconseja los métodos naturales porque “exigen un gran conocimiento del propio cuerpo”.

Sin embargo, la OMS demostró hace años que incluso las mujeres analfabetas son capaces de utilizarlos y está debidamente documentada su eficacia. La planificación familiar natural moderna, como el método sintotérmico, es una alternativa eficaz y libre de efectos secundarios.

Centrarse en el “cómo se hace”

A pesar de ser textos dirigidos a adolescentes (3º ESO), se han detectado serias deficiencias en el tratamiento de la pubertad, reduciéndola frecuentemente a los cambios corporales y emocionales. Se afirma que “una vez pasada la pubertad, tanto el hombre como la mujer son personas maduras sexualmente y, por tanto, capaces de reproducirse”, identificando de este modo la capacidad reproductora, desde el punto de vista biológico, con la madurez personal, cuando es obvio que en la adolescencia no se dan simultáneamente.

Se confunde la madurez reproductora —que se inicia en la pubertad con las primeras reglas y eyaculaciones— con la madurez de la persona, donde se deben encontrar integrados en un equilibrio estable los sentimientos y afectos, la inteligencia y la voluntad, haciendo a la persona capaz de conducirse de una manera libre y responsable.

No parece oportuno reducir la sexualidad a su aspecto más fisiológico, ya que no aporta una visión integradora de la sexualidad humana. Los manuales escolares ofrecen respuesta a la pregunta del “cómo” del acto sexual, pero no profundizan en el “porqué” o el “para qué”.

La sexualidad humana no es simplemente una dimensión de la personalidad, sino que se debe referir a toda la persona. Al contrario de lo que indican algunos libros, la conducta sexual del hombre y la mujer no está determinada por el “instinto sexual innato”, ni depende “únicamente de los deseos y la capacidad de satisfacerlos de las dos personas implicadas en la relación”, sino que puede modularse por la razón, el autocontrol y la voluntad libre.

La mayoría de las deficiencias que se han detectado en los manuales surgen de un planteamiento antropológico específico, donde la sexualidad queda orientada a la consecución del placer, y la libertad individual se sitúa al margen de las consecuencias sociales de los actos. Este modo de proceder hace que el adolescente de ambos sexos perciba el deseo –que a esta edad se hace presente de una manera vigorosa y nueva para él— como el único criterio para determinar su conducta y llega incluso a confundirlo con el amor. Situar el deseo como fundamento de las decisiones personales y sin otras referencias claras sobre los modos más saludables de vivir la sexualidad en cada etapa de la vida está planteando un grave problema a la Salud Pública.

“La vida sexual comienza en la pubertad”

Diversos estudios señalan que el inicio precoz de la actividad sexual es un factor de riesgo directo de contagio del sida y otras ETS, mientras que la educación sexual centrada en la abstinencia es un componente importante para prevenir los embarazos en adolescentes. Sin embargo, en el 92% de los libros de texto no se han encontrado referencias explícitas que promuevan entre los adolescentes el retraso del inicio de las relaciones sexuales y la superación de la promiscuidad. Al contrario, el mensaje que reciben los alumnos es que “la vida reproductora y sexual da comienzo en el periodo que se conoce como pubertad”.

Los hábitos saludables que se promueven son: el uso del preservativo “siempre y cuando se coloque de la forma correcta antes de iniciar la relación sexual” cuando “se mantengan relaciones sexuales esporádicas o con personas desconocidas” y “evitar las relaciones de riesgo con personas muy promiscuas”. Es decir, dando una falsa idea de seguridad y presentando como “normal” las relaciones sexuales esporádicas, con personas desconocidas o cierto grado moderado de promiscuidad.

El gran objetivo: cómo evitar el embarazo

Cuando no se está dispuesto a renunciar a una actividad sexual perjudicial para el adolescente, sólo queda recomendar la anticoncepción, que es “la forma de evitar que el coito conduzca a un embarazo”. Los libros de texto actuales señalan, de modo casi uniforme, la necesidad de usar métodos anticonceptivos “que impidan el embarazo a pesar de mantener relaciones sexuales”. De este modo, hacen casi obligatoria la anticoncepción porque la sexualidad humana “puede tener consecuencias negativas como embarazos no deseados” que “puede ocasionar importantes trastornos sociales y psicológicos a uno de los miembros de la pareja”. Estos mensajes acaban eliminando de la sexualidad humana su valor como medio transmisor de vida.

La educación sexual sin valores es una invitación a experimentar. Ante sus efectos negativos —aumento del número de embarazos en adolescentes y de las ETS— los libros de texto continúan recetando el mismo remedio que se ha demostrado insuficiente —utilización del preservativo— o conductas sexuales llamadas “sin riesgo”.

Un texto recomienda a los adolescentes: “Al hablar de relaciones sexuales no debe pensarse sólo en el coito. Hay otras formas de relación muy importantes y más adecuadas para el amor entre adolescentes. El petting consiste en intercambiar caricias, besos y abrazos que producen excitación sexual, pero sin llegar a realizar el coito. Es, por tanto, una manera de disfrutar de la sexualidad sin riesgo de que se produzca un embarazo”. Esta afirmación es en la práctica incompatible con la recomendación de no tener relaciones sexuales completas.

Además, el 67% de los manuales considera que la mayoría de los alumnos de catorce años son sexualmente activos (o lo debieran ser para considerarse un adolescente “normal”) en contra de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la edad de inicio derelaciones sexuales. Olvidan, por tanto, que, de hecho, la mayoría de estos adolescentes no tiene actividad sexual. Se puede concluir que algunos contenidos presentes en los libros escolares fomentan la iniciación sexual precoz y favorecen la promiscuidad, dificultando seriamente que los alumnos adquieran una madurez afectiva suficiente antes de iniciar las relaciones sexuales.

Aceptar socialmente la homosexualidad

Por otra parte, el 42% de los textos analizados no realiza valoraciones sobre los estilos de vida más saludables, y el 58% contiene afirmaciones que “normalizan” conductas sexuales que no son mayoritarias en la sociedad. Según los datos del INE, sabemos que un 24,4% de los hombres y un 55,6% de las mujeres españolas entre 18 y 49 años refiere haber tenido relaciones sexuales con una única pareja en toda su vida; sólo el 17,1% de personas con relaciones sexuales en el último año ha tenido parejas ocasionales en este mismo periodo y que menos del 4% de los encuestados refiere haber tenido al menos un contacto de tipo homosexual en su vida, y el 1,1% de los varones declara tener relaciones exclusivamente homosexuales.

Sin embargo, con el propósito de fomentar la aceptación social de la homosexualidad un libro mantiene que “la orientación sexual fluctúa desde la homosexualidad exclusiva hasta la heterosexualidad exclusiva, e incluye diferentes formas de bisexualidad”, donde “los seres humanos no pueden elegir entre la homosexualidad o la heterosexualidad”. Estas afirmaciones no se fundamentan en ningún estudio científico, por lo que no debe presentarse como una verdad incuestionable en los libros escolares. De hecho, cada vez son más numerosos los testimonios de ex homosexuales que prueban lo contrario (www.peoplecanchange.com).

Se trasmite la idea de que es indiferente, para la salud, vivir la sexualidad de cualquier manera: “No hay un único modo de vivir la sexualidad, sino que esta depende de valores culturales, creencias religiosas, actitudes éticas y, en definitiva, de una elección personal”. Los manuales escolares, para cumplir su finalidad educativa, deberían dar una valoración objetiva de lo que es —según los estudios epidemiológicos— la mejor opción para vivir la sexualidad desde el punto de vista de la salud, de los adolescentes y de la sociedad. Por ejemplo, hay evidencias científicas que muestran cómo la estructura familiar influye fuertemente en la conducta sexual y otras conductas de riesgo de los jóvenes. Junto a la información precisa sobre los estilos de vida más saludables, para que puedan alcanzar este ideal de estructura familiar en su propia vida, la escuela debería generar actitudes y motivaciones que faciliten el autocontrol y la modificación de la conducta.

¿La reproducción asistida?: sencilla e inofensiva

Los resultados del análisis de contenidos también muestran la ausencia de una suficiente reflexión sobre las implicaciones éticas y sociales de la sexualidad humana. El aspecto más importante es la ausencia de valoraciones de las implicaciones médicas, éticas y sociales de las técnicas de reproducción asistida y del aborto.

No se informa de los riesgos médicos de la reproducción asistida tanto para la madre como para el hijo, ni se valoran las numerosas implicaciones éticas y sociales de estas técnicas. De las técnicas de reproducción asistida se dice que son “métodos sencillos y generalmente inofensivos” en las que “apenas hay impedimentos técnicos para que una pareja que desee un hijo lo consiga”. Esto contrasta claramente con la evidencia científica disponible, que indica, por ejemplo, el doble de malformaciones congénitas graves de niños concebidos por fecundación in vitro que en los embarazos naturales. Asimismo, el fracaso de las técnicas de reproducción asistida se acerca al 75%.

Es llamativa la imprecisión de los textos a la hora de explicar en qué momento empieza la vida y el embarazo. Sólo el 33% de los libros manifiesta que es en el proceso de la fecundación cuando comienza una nueva vida, mientras que el resto utiliza frases menos explícitas. Dicen, por ejemplo, que la fecundación “dará lugar a un nuevo ser tras sucesivas divisiones y transformaciones del zigoto” o que “a partir del cigoto, tras el desarrollo embrionario, se originará un nuevo individuo”.

De este modo queda en suspenso el estatus del embrión formado tras la fecundación, y se puede justificar la experimentación con células madre embrionarias, el uso de anticonceptivos con efectos post-fertilización o el aborto. Sin embargo, al margen de posturas ideológicas, el hecho biológico objetivo es que una vez completado el proceso de fecundación comienza una nueva vida, con su identidad genética exclusiva, necesitado únicamente de un medio adecuado para su desarrollo y crecimiento.

Qué dicen los adolescentes

El 58% de los manuales evita referencias directas al aborto, mientras que el 42% restante justifica el aborto en ciertas circunstancias: cuando se produce en la adolescencia, ya que “las grandes expectativas (educación, formación científica o aventuras deportivas) pueden truncarse y convertir a los implicados en seres frustrados”. Los manuales examinados no potencian conductas que lleven a evitar el embarazo en la adolescencia ni reflejan los problemas sociales y psicológicos de la adolescente que aborta. En ninguno de los manuales evaluados se plantea la responsabilidad que se podría exigir al padre biológico en el caso de producirse un embarazo tras una relación sexual, dejando a la mujer sola ante la toma de decisiones y la responsabilidad del embarazo.

Por último, es interesante destacar que la mayoría de los adolescentes manifiesta que la presión es la mayor razón para tener relaciones sexuales. El 80% dijo que se habían visto envueltos en ellas demasiado pronto y el 84% de las jóvenes señaló que querrían aprender a decir que no sin herir los sentimientos del otro. Los adolescentes manifiestan que no deberían ser sexualmente activos y que les gustaría que se les apoye y estimule a permanecer en la abstinencia. Por tanto, parece necesario que los manuales incidan en el desarrollo de habilidades sociales que permitan al adolescente resistir a la presión del grupo de pares o de los medios de comunicación, fomentar su autonomía y autoestima personal evitando las dependencias afectivas, mejorar su capacidad de negociar y explicar sus decisiones, encontrar modos adecuados de expresar sus afectos y sentimientos, dominar sus impulsos y valorar positivamente el esfuerzo por superarse.

Qué dicen los padres

La misma tendencia se ha registrado entre los padres: el 68% de los padres quiere que las escuelas promuevan entre los adolescentes la abstinencia y el 91% de los encuestados quiere que sus hijos reciban una educación sexual en la que las relaciones sexuales se vinculen con el amor y el compromiso que se encuentran en el matrimonio.

El análisis de contenidos realizado pone de manifiesto que el sentir de un sector importante de los padres y los alumnos no se ven reflejados en los contenidos de los libros escolares más frecuentemente utilizados en España. Sin embargo, en el 50% de los libros de texto se ha detectado una falta de sensibilidad y tolerancia hacia los valores familiares, por ejemplo cuando se recomienda informarse sobre las ETS a través de la prensa y la televisión pero no se recomienda acudir a los padres, o cuando se envía a los adolescentes el mensaje de que “los padres, los profesores, los médicos y, aún mejor, el personal especializado, pueden ayudarnos a entender sobre el tema”.

Los centros educativos no pueden permanecer ajenos a la misión fundamental de educar la afectividad y la sexualidad, pero deben realizarla en cooperación con la familia, primer ámbito educativo, al que corresponde la responsabilidad máxima sobre su orientación y contenido. Es esencial que la acción educativa de la familia y la escuela vayan al unísono y no por caminos contrapuestos, que tendrían consecuencias negativas para el alumno o la alumna. Una investigación realizada en más de 90.000 adolescentes indica que las relaciones estrechas entre familia y colegio, junto al compromiso de abstinencia, son factores protectores significativos contra actividades destructivas, tanto sexuales como de otros tipos.

Después del análisis realizado se puede concluir que los manuales escolares actualmente presentes en el mercado y mayoritariamente usados en las aulas carecen del rigor científico necesario en cuestiones importantes para la salud de los jóvenes, por lo que no constituyen un referente suficiente ni un recurso adecuado para que el profesorado desarrolle la educación de la afectividad y la sexualidad con sus alumnos de 3º de ESO en el aula.

Los resultados de este estudio ponen de manifiesto la necesidad de integrar la educación sexual con la educación de la afectividad. Si se desea promover estilos de vida saludables, será necesario que los libros de texto den referencias claras sobre las diversas formas de manifestar la sexualidad presentes en la sociedad. Estas referencias y valoraciones se deberán fundamentar en la evidencia científica que nos muestra los modos más saludables de vivir la sexualidad para la persona y la sociedad, independientemente del debido respeto por las personas que lleven estilos de vida menos saludables.

Parece especialmente necesario desarrollar contenidos que permitan al alumno adquirir habilidades sociales que le ayuden a tomar decisiones libres encaminadas a retrasar al máximo el inicio de las relaciones sexuales. La ausencia de mensajes favorables a la abstinencia y la fidelidad a la pareja hacen que los alumnos ni siquiera contemplen otras alternativas saludables de expresar sus afectos y sentimientos en esta etapa de la vida.

El presente trabajo invita a una serena reflexión de las diferentes partes implicadas en el proceso educativo: padres y profesores, autores y editores de libros de texto, autoridades educativas y sanitarias. El claro contraste entre la evidencia científica y los mensajes mayoritariamente presentes en los manuales escolares es preocupante desde el punto de vista de la necesaria veracidad en toda educación. Parece difícil plantear una auténtica libertad de elección sin antes asegurar que los jóvenes reciban una información más completa sobre la sexualidad.

¿Qué sentido tiene el pudor?

Ana Sánchez de la Nieta


Hay quien piensa que el pudor es algo ya superado, convencional, que depende únicamente de las culturas…

Esto, sin embargo, deja muchos interrogantes en el tintero ya que se observa, por ejemplo, como los niños, a partir de una edad y sin necesidad de orientación por parte de los padres, se encuentran incómodos desnudos y se esconden para no ser vistos o cómo en todas las culturas se tiende a ocultar ciertas partes del cuerpo.

La forma de vivir el pudor puede ser convencional, pero no el hecho de experimentar este sentimiento.

Los filósofos personalistas aclaran más estas cuestiones pues consideran que el pudor es una característica de la persona. Cada hombre comprueba en su interior como hay cosas; no sólo materiales sino también espirituales (pensamientos, deseos…) que no quiere que salgan al público. Tenemos una intimidad que nos pertenece y que no entregamos a cualquiera; o al menos, no entregamos a cualquiera sin hacernos violencia. Este sentimiento se llama coloquialmente vergüenza y se refiere, como se ha dicho antes, no sólo a hechos externos sino también a estados interiores.

La vergüenza no siempre se refiere a actos negativos, hay cosas buenas que también nos avergüenzan; en este caso, lo que experimentamos como mal no es la cosa en sí, sino el que se exteriorice. Muchas veces, por ejemplo, al realizar una obra de caridad o tener una muestra de cariño intentamos que no salga al exterior ya que puede ser malentendida y porque además, al exteriorizarse, pierde un poco su valor.

En este sentido, el pudor sería siempre una salvaguarda de la intimidad, de la interioridad de la persona.


¿Por qué es necesario ocultar ciertas partes del cuerpo? ¿por qué es impúdico un escote pronunciado? ¿o un vestido transparente?

Porque desvelan los órganos sexuales, que son los más íntimos del índividuo ya que con ellos “se efectúa la donación completa, íntima y corporal de la persona”.

Sería impúdico por tanto exhibir sin razón aquellas partes más íntimas del cuerpo, aquellas “que desempeñan un papel expresivo singular en los actos de intimidad sexual. En sí, tales partes no son ni buenas ni malas. Sencillamente realizan la función que la naturaleza les asignó. Esa función es íntima, se halla integrada en actos que no tienen sentido en la esfera pública, sino sólo en la esfera privada de la relación dual a la que está confiada la creatividad biológica y buena parte de la creatividad amorosa”.

Lo esencial en el pudor, por tanto,no es sólo cubrirse, sino ocultar los valores sexuales que constituyen, en la conciencia de la persona, un objeto de placer. Nuestros órganos sexuales pueden ser objetos que producen placer: como la persona no quiere quedar reducida a un mero instrumento de goce, oculta estos valores.


¿Experimentan del mismo modo el pudor la mujer y el hombre?

Al llegar a este punto, hay que hacer una distinción entre la forma que tiene de experimentar el pudor la mujer y el hombre. La mujer es más difícil que vea al hombre como un objeto de placer. En ella pesa más lo afectivo que lo sensual, es más sensible a percibir en el hombre las cualidades de una masculinidad psíquica; se fijará en cómo es su voz, qué temas de conversación tiene, qué características psicológicas posee. No desprecia su masculinidad física, pero ésta pasa a un segundo plano.

El hombre, sin embargo, tiene una sensualidad más fuerte que hace que la afectividad quede relegada. Es más fácil que vea en la mujer un objeto de placer; de hecho, en un primer momento, esto es lo que fija su atención. “La mujer no siente ese tirón automático ante el cuerpo de un hombre.

El hombre sí lo siente ante el cuerpo de la mujer. Por no saber esto, muchas mujeres interpretan equivocadamente las miradas de muchos hombres (…) No saben que el hombre tiende espontáneamente a fijarse en los aspectos meramente carnales, en lo que la mujer tiene de objeto.

Y por eso cometen el error de querer llamar la atención jugando con lo propiamente sexual. Si supieran lo que pasa muchas veces por la cabeza de los hombres que las miran, y el desprecio que a menudo provocan en ellos se sorprenderían mucho”

Es importante conocer estas diferencias ya que el pudor es una virtud para vivir en la sociedad; no basta que una persona vista de una forma correcta según su propia sensibilidad, tiene que tener en cuenta la sensibilidad de los demás. Precisamente, a la mujer le resulta más difícil entender la necesidad del pudor, la conveniencia de cubrirse porque no experimenta en sí misma una sensualidad tan fuerte.

“La mujer tiende a considerar en primer lugar los aspectos personales, afectivos, humanos. Lo estrictamente carnal viene, normalmente, sólo después de lo afectivo.Pero en el hombre no es así. Por eso las mujeres consideran como cariño lo que, por parte del hombre, es, en muchas ocasiones simple satisfacción del apetito. Se sienten queridas cuando en realidad estánsiendo usadas”.

Ante una minifalda, unos minishorts o un escote, una mujer puede juzgar fríamente la forma de las piernas, mientras que un hombre es posible que cosifique a la dueña de la prenda convirtiéndola en un objeto sexual.


Entonces… ¿Qué es el pudor?

El pudor es un mecanismo de protección ante la posibilidad de convertirnos en instrumentos de placer.

Es también, como en el caso de la guarda de la intimidad, una defensa ante el peligro de que alguien me pueda poseer sin que yo lo quiera.

Cada persona es dueña de sí misma y nadie, excepto Dios como Creador, puede tener propiedad sobre ella.

La excepción a esta realidad es el amor; el hombre se deja apropiar libremente por amor; pero a esto se volverá más tarde.

El pudor consiste en ocultar los valores sexuales pero es también una forma de provocar el amor; la necesidad espontánea de cubrir los valores sexuales es un medio para permitir que se descubran los valores de la propia persona; mientras se oculta aquello que puede cosificarme, se intenta remarcar lo que me hace persona. Los valores sexuales no me diferencian, no me hacen único; simplemente “dividen” a la humanidad enhombres y mujeres. Lo que me individualiza son mis capacidades personales, mi inteligencia, mis amores, mi intimidad, mis recuerdos…

La persona está llamada a provocar amor; si este amor se provoca simplemente por el atractivo físico es un sentimiento quebradizo que desaparecerá, como tarde, cuando se disuelva ese atractivo. Cuando una persona cubre su cuerpo en cierto modo está reclamando que se fijen en ella por dentro, es un grito de protesta: “no te fijes sólo en mi cuerpo, en mi físico: no soy sólo una imagen: soy ante todo una persona”.

Se entiende entonces que el pudor no significa autoencerrarse ni tiene nada que ver con despreciar el cuerpo; no oculto el cuerpo porque éste sea vergonzoso. Precisamente, el pudor es dominar el propio ser para una donación incondicionada, para abrirse a la otra persona. El pudor permite entregar en exclusiva algo muy valioso y que no es del dominio público.

La persona impúdica se pone en ocasión de ser un objeto del que uno puede servirse sin amarlo. Aquí, es importante señalar que el impudor no es sólo algo externo sino también interno en el que tienen mucho peso la imaginación y el deseo. Como se expuso anteriormente, una persona puede poseer un cuerpo, que se le ha mostrado anteriormente, con la imaginación o el deseo.

En este sentido, no puede minusvalorarse la fuerza que puede tener la mirada. Como señala el catedrático de Filosofía Alfonso López Quintás “la mirada es un sentido posesivo; constituye una especie de tacto a distancia (…) Ofrecer a la mirada las partes íntimas del cuerpo supone dejarse poseer en lo que uno tiene de más peculiar, de más propio y personal (…) Toda exhibición sugiere un acto de entrega, y, como la entrega personal no se puede realizar de modo colectivo, la exhibición pública constituye un mero juego con estímulos gratificantes. Este juego banal se encuentra a años luz alejado de toda relación personal creadora. En la misma medida implica una degradación”.


Muchas personas reducen el pudor a unos centímetros de ropa…

No es lo mismo acudir en traje de baño a una piscina, que ir con la misma prenda a la Facultad

«El pudor no se puede reducir a centímetros de ropa. Depende de un conjunto de factores que influyen en la percepción que los demás tengan de nosotros, depende de la diversa situación y de la función del vestido y depende también de las costumbres en el modo de vestir”.No es lo mismo acudir en traje de baño a una piscina que ir con la misma prenda a la facultad, una falda de tenis, que no tiene nada de impúdico en una pista, puede serlo enuna oficina.

No atenta contra el pudor la mujer de una tribu de Africa que, siguiendo las costumbres del país y las condiciones climáticas, va con el pecho descubierto pero sí lo hará aquella que vaya así a hacer la compra en un supermercado europeo. En este sentido hay, además de las costumbres, ciertas leyes de la percepción que reclaman la atención sobre uno u otro aspecto del cuerpo.

Continuando con el ejemplo anterior; nadie percibirá como reclamo sexual a la mujer de la tribu mientras que si se percibirá así a la mujer del supermercado, aunque vayan las dos con la misma tela. “Si estamos acostumbrados a vernos vestidos, la desnudez tiene un significado radicalmente distinto, destaca una disponibilidad sexual que no se presenta en la percepción de quienes habitualmente van desnudos”

Si el pudor no puede reducirse a una cantidad de tela, tampoco el impudor equivale exactamente a la desnudez. Hay momentos y situaciones en los que la desnudez no es impúdica (cuando existe un fin médico, o en el caso del acto conyugal donde el amor hace que quede preservada la dignidad de la persona). Un vestido será impúdico cuando subraye los valores sexuales, pueda provocar una reacción hacia esa persona como objeto de placer y encubra su verdadero valor como persona.

Por esto, es difícil dejar de calificar como impúdicas algunas de las tendencias actuales como las transparencias que se explican precisamente como un juego de seducción en el que se deja entrever -a veces claramente ver- esos valores sexuales, los escotes exagerados o las microfaldas que descubren gran parte de las piernas. Este tipo de prendas llaman la atención, a veces de una forma provocativa, sobre los aspectos sexuales del cuerpo femenino.

Por último hay que señalar que la falta de pudor en el vestido lleva a la despersonalización. La función del vestido es cubrir lo que es más impersonal, aquellas partes del cuerpo que no nos diferencian de los demás, haciendo que la atención del otro recaiga en lo descubierto, el rostro.

“El hecho del vestido que oculta el cuerpo y muestra el rostro ha hecho que la belleza conocida y expresa sea primariamente la de este último; la del cuerpo se supone, se infiere, se adivina, en ciertos grados y formas (…) Esto ha sido un factor de personalización de las relaciones humanas. El cuerpo tiene menor individualidad, es menos identificable, más intercambiable. En su función más propia, es el cuerpo de tal cara. La oscilación entre la preferencia por el rostro o por el cuerpo significa la existencia de dos orientaciones que condicionan la vida: se insiste en la personalidad, o se tiende a la indiferenciación”.


¿Cómo se puede educar el pudor?

Antes se ha visto como el pudor es un sentimiento profundamente ligado a cada hombre pero también se observa la diferencia con que las personas experimentan este sentimiento. En líneas generales, se puede decir que la tendencia a velar el cuerpo es un “fruto del proceso de crecimiento de la sensibilidad del hombre”.

Cuando hay una mayor sensibilidad, el hombre comprende qué es su cuerpo y trata de cubrirlo. Por eso hay una relación entre la cultura y el vestido. A mayor cultura, más sensibilidad y más pudor. En este sentido, el impudor es, muchas veces, una falta de cultura.

El hombre con sensibilidad no supera los límites de la vergüenza sino con dificultad. La mayoría de las personas han experimentado este sentimiento de violentarse al tener que desvestirse ante el médico. En el caso del acto sexual, el hombre supera esta vergüenza por el amor.

Cuando hay un amor verdadero, el peligro de ser tomado como un simple objeto de placer desaparece porque se valora a la persona en su totalidad; por tanto, el pudor pierde su razón de ser objetiva, porque es el amor el que protege la dignidad de la persona. También desaparece el riesgo de perder la intimidad ante la indiferencia del otro. Cuando seama, la entrega corporal viene acompañada de la entrega total. No se da el cuerpo sólo, se da la persona entera, toda su intimidad, y no sólo la física.

Lo contrario es la prostitución. El hombre, o la mujer, que en una relación sexual sólo comparte el cuerpo pero no el alma, se está prostituyendo. Con otras palabras “una entrega corporal que no fuera a la vez personal sería en sí misma una mentira porque consideraría el cuerpo como algo simplemente externo, como una cosa disponible y no como la propia realidad personal”

El amor es, por lo tanto, el requisito para que el hombre venza su resistencia a entregar su intimidad corporal. Alguien podría objetar a esto que la vergüenza, tanto del cuerpo como de los actos de amor, es muy débil o casi inexistente en algunas personas. Ciertamente, la vergüenza puede disminuir por diferentes influencias, de naturaleza personal o social, y ceder pronto. Como se ha dicho antes, si se pierde sensibilidad, desaparece el sentido del pudor. Y se pierde sensibilidad cuando se desconoce, se ignora o se rechaza el valor del propio cuerpo y de la sexualidad.

Por eso, tiene gran importancia la educación del pudor en los niños; es la edad donde toman conciencia de lo que significa su cuerpo y el de los demás. Si se acostumbran a verse desnudos delante de otros, o a ver desnudos a sus familiares, o a contemplar en el cine o la televisión actos sexuales que sólo tienen su verdadero sentido en la intimidad, su cuerpo y el de los demás perderá valor; no entenderá la necesidad de protegerse ante la posibilidad de convertirse en un objeto sexual.

A veces, con una ingenuidad un tanto tontorrona, se educa a los niños en una falsa naturalidad con el cuerpo que les deja sin el mecanismo de protección, éste sí verdaderamente natural, del pudor. Esto explica que sea frecuente, por ejemplo, encontrar adolescentes en los que esesentimiento de vergüenza por mostrar y entregar su cuerpo se borra con gran facilidad.

A menudo, después de estas relaciones, que difícilmente cuajan pues no hay verdadero amor, el chico/a se siente utilizado como un mero instrumento de placer, fácil de conseguir, porque el pudor natural ha cedido con rapidez.

En la educación del pudor, además de los padres, tienen responsabilidad los medios de comunicación que, en la actualidad, muestran un exceso de contenidos eróticos e incluso pornográficos. Esta saturación de sexo hace que se pierda sensibilidad y facilita que, en esta esfera tan importante, el hombre quede desprotegido.


¿Todo esto es algo exclusivo para cristianos?

Todo lo que se ha señalado hasta ahora se aplica a hombres y mujeres de diferentes ideas, religiones y culturas pues de lo que se trata es de defender una forma de vestir que no lesione la dignidad de la persona. El cristiano además tiene un papel muy importante en el campo de la moda, campo que no puede ver como algo trivial o superficial.

La persona cristiana sabe que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que el hombre tiene una dignidad, que es sagrada. Es consciente también de que se empieza por no respetar la dignidad del cuerpo y se acaba animalizando al ser humano. Se percata de que en el mundo de la moda predomina un consumismo desenfrenado que lesiona la justicia social: unos no tienen con qué abrigarse mientras otros gastan millones en renovar constantemente su ropero. Por eso, es importante quelos cristianos tengan una actitud activa en este tema. En primer lugar, con la coherencia de su ejemplo.

Hay prendas que una persona con un poco de sensibilidad, más si es cristiana, no llevará: aunque estén de moda, aunque todo el mundo vista así, aunque choque en el ambiente. Precisamente este choque hará comprender a muchos lo poco acertado que es presentarse en la sociedad con un determinado aspecto por muy aceptado que esté. La coherencia, en este campo como en muchos otros, puede ser un argumento definitivo. “Y en un ambiente paganizado o pagano, al chocar este ambiente con mi vida, ¿no parecerá postiza mi postura de naturalidad?”, me preguntas. -Y te contesto: chocará sin duda, la vida tuya con la de ellos: y ese contraste, por confirmar con tus obras tu fe, es precisamente la naturalidad que yo te pido”

Pero además de con el ejemplo personal, el hombre y la mujer cristiana tienen que ver en la moda una forma de acercar más el mundo a Dios. Antes se explicaba la relación entre la verdad, el bien y la belleza. Dios es la Suma Bondad, la Suma Verdad y la Suma Belleza, por eso es importante cuidar la belleza en el mundo. “A través del vestido (…) expresamos si en nosotros hay o no amor y sencillez, si hay o no búsqueda de la verdad, el bien y la belleza; quienes confesamos con los labios haber encontrado esta Verdad, Bien y Belleza en Jesucristo, estamos siendo con nuestro modo concreto de vida, lo queramos o no, un libro abierto que lo ratifica o lo niega. (…) Hasta en el vestido, entonces, como hábito de la caridad, se percibe si nos sabemos amados por Dios y si queremos vivir en este amor la relación con los demás”.

La belleza, y también la belleza física bien entendida, puede ser una forma de llegar a la virtud. El cristianismo no tiene nada que ver con el desaliño, la suciedad o el descuido de lo externo. “Caras largas.., modales bruscos…, facha ridícula…, aire antipático: Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?” Por el contrario, la armonía, la limpieza, el buen gusto y la elegancia dicen mucho de la finura de un alma.

El cristiano tendrá que compaginar el valor de la elegancia con el resto de las virtudes; con la caridad pues se presenta bien ante los demás buscando, no despertar admiración, sino hacer agradable la vida al resto de los que conviven con él; la templanza, porque debe ir bien sin malgastar, cuidando las cosas y no sustituyéndolas cada vez que cambia la temporada, ni acumulando prendas inservibles en el armario; la fortaleza para oponerse a la moda cuando ésta rebaje la dignidad de la persona, la modestia, para vestir con decencia…

Si , como hemos dicho antes, cada creador muestra en sus vestidos sus ideas sobre la persona, el diseñador que es cristiano tendrá en especial estima la dignidad del cuerpo y de la persona a la hora de realizar una prenda. Por eso, es importante que haya gente que valore esta idea del hombre y que trabaje en el mundo de la moda, para que se cree un tipo de ropa queacerque más a la belleza y a la verdad, que acerque más a Dios.

Otra conclusión es que el cristiano está llamado a cooperar en el reto de “crear un clima favorable a la educación de la castidad”. La moda puede ayudar o, al contrario, crear un clima opuesto a esta virtud. En este aspecto, todos podemos cooperar; el hombre de a pie que cada mañana elige lo que se va a poner, el diseñador que viste a la sociedad, la modelo que muestra en la pasarela estos diseños… Cada uno puede crear o no un clima de verdadera belleza y elegancia. Porque al final lo que está en juego no es un estampado, un diseño o una percha; está en juego la verdadera dignidad de la persona.

Estas preguntas y respuestas están sacadas del texto que ha publicado la autora en la Colección de folletos de Mundo Cristiano, de la Editorial Palabra


Yepes Stork, Ricardo:op. Pág. 276.

López Quintás, Alfonso: op. Pág. 237

cfr. Juan Pablo II. Amor y responsabilidad. Pág. 193-215.

Santamaria, Mikel Gotzon: op. Pág. 70.

Idem. Pág. 73.

López Quintás, Alfonso. El amor humano, su sentido y su alcance. Editorial Edibesa. Pág 238.

Santamaría, Mikel Gotzon: op. Pág. 87.

Idem. Pág. 90.

Marías, Julián: La educación sentimental. Alianza Editorial. Pág 245

Juan Pablo II. La redención del corazón. Editorial Palabra. Pág. 247.

Ruiz Retegui, Antonio. La sexualidad humana, en N. López Moratalla y otros. Deontología biológica. Universidad de Navarra. 1987. Pág 278.

San Josemaría Escrivá de Balaguer. Camino, n. 380.

Bru, Manuel María. El vestido del cristiano. Alfa y Omega (2-XI-1997).

San Josemaría Escrivá de Balaguer. Cámino, n.661

Pablo VI, “Humanae Vitae”

Restringe el derecho a escoger médico

Negar la objeción de conciencia restringe el derecho a escoger médico

Indica el representante de los médicos católicos del mundo, Simón Castellví

MADRID, viernes 20 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Algunos médicos de especialidades como la ginecología abandonan la profesión cuando no pueden ejercer en conciencia, lo cual socava el derecho de los pacientes a escoger un médico cercano a sus valores.

El presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC), Josep Maria Simon, ha indicado ésta y otras consecuencias de la negación de la objeción de conciencia que se da, por ejemplo, en los Estados Unidos.

“Negar el respeto por la conciencia en una materia amenaza el derecho de cada uno a actuar siempre en conciencia”, afirmó, al intervenir este viernes en el XI Congreso Católicos y Vida Pública que se está celebrando en Madrid.

Y añadió: “Además, ello no conlleva una mejor asistencia sanitaria; al contrario, el acceso a una sanidad de calidad, especialmente para las madres, queda mermado”.

Simón explicó que la FIAMC “ha tenido que luchar para proteger los derechos de la conciencia de los sanitarios en los Estados Unidos”.

Como ejemplo de ese contexto hostil, destacó la decisión de la administración Obama de revertir la Health and Human Services Rule (HHS Rule), de diciembre de 2008.

“Esta decisión representa una importante marcha atrás, especialmente para los médicos y el resto del personal sanitario, en cuanto a los derechos de la conciencia”, explicó.

“La HHS Rule protegía una parte fundamental de la libertad de los norteamericanos (libertades religiosa y de conciencia)”, continuó.

“Ésta, además, se refleja en todo el mundo libre, ya que los Estados Unidos son, hasta cierto punto, un modelo a seguir en muchos aspectos de nuestra convivencia -añadió-. De hecho, la “HHS Rule” reflejaba y aplicaba treinta años de leyes federales establecidas que protegían la conciencia de los proveedores de salud”.

“Obama muestra que está dispuesto a forzar a los médicos y a los proveedores de salud de los Estados Unidos a participar en abortos y otras acciones que violan la conciencia y su criterio clínico”, concluyó.

Simón también destacó varias acciones de Obama que “minan el respeto por la vida y la dignidad humanas y la libertad de las religiones, en los Estados Unidos y en otros países del mundo.

“Ya ha enviado millones de dólares de los contribuyentes a las agencias extranjeras que promueven descaradamente el aborto como método de planificación familiar (algo prohibido por la Conferencia de las Naciones Unidas de El Cairo) y otros tantos millones al Fondo de las Naciones Unidas para la Población, a pesar de su apoyo a la política china de abortos forzados”, dijo.

Sin embargo, también reconoció que, “en los últimos meses, Obama ha realizado dos interesantes nombramientos de autoridades que respetan la vida humana”.

Por otra parte, añadió, “actualmente, el presidente norteamericano intenta aprobar una reforma sanitaria que no sabemos cómo dejará a la objeción”.

Más allá de la situación que se vive actualmente en los Estados Unidos, el presidente de la FIAMC afirmó que “al poder de la Cultura de la muerte no le place la objeción”.

Simón dijo no ser partidario de regular demasiado la objeción de conciencia. “Ella existe y ya está en nuestro ordenamiento jurídico -explicó-. Cualquier regulación restringirá su derecho”.

El médico, que reside en Barcelona, también habló del contexto español. Explicó que recientemente, la Organización Médica Colegial se ha planteado crear un registro oficial y centralizado de objetores.

En este sentido, declaró: “Creo sinceramente que sería más operativo crear un registro de médicos “aborteros”: son muchos menos, se controlaría quizá mejor lo que no deja de ser un delito y así se evitarían presiones hacia los médicos que respetan la vida humana”.

Para Simón, “la conciencia es el último baluarte de la persona, su ámbito de intimidad en el que tomará decisiones y será responsable por ellas”, porque los seres humanos “somos libres y por tanto responsables”.

Mater Care, la agencia de la FIAMC para la cooperación internacional en temas obstétricos y ginecológicos, ha declarado recientemente que la objeción de conciencia “ha sido siempre algo propio de las sociedades civilizadas”, recordó Simón.

“Interferir el derecho de actuar contra la propia conciencia es anular el principio de autonomía del médico y los derechos de la maternidad -ha señalado la agencia-. Forzar a los médicos a realizar actos contra la conciencia es una forma de totalitarismo”.

De todas maneras, reconoció el ponente, “una parte de la sociedad internacional insiste en proteger el derecho a actuar según la propia conciencia”.

El presidente de la FIAMC afirmó que, así como “en algunos Estados ha sido imposible encontrar médicos que apliquen las legales penas de muerte”, “podría también suceder en el caso del aborto”.

“Esperemos que, en España, por lo menos se respete el Derecho a la objeción y que haya muchos objetores, lo que salvaría, sin duda alguna, numerosas vidas”, auspició.

Simón finalizó su intervención con dos ejemplos de defensores de la conciencia: el del congresista John C. Fleming, médico, que escribió el 6 de marzo de este año una carta al presidente Obama en la que hablaba abiertamente de discriminación hacia los profesionales que se niegan a realizar abortos debido a la nueva legislación.

Y el del beato austriaco Franz Jägerstätter, mártir de la conciencia que se negó a servir a la ideología nazi y escribió en la prisión militar de Bertín-Tegel, en agosto de 1943: “Ni el calabozo, ni las cadenas, ni siquiera la muerte pueden separar a alguien del amor de Dios, ni arrebatarle la fe y el libre albedrío”.

Beatificación de Madre Ghattas

Tierra Santa se prepara para beatificación de Madre Ghattas

Fundadora de la Congregación del Santo Rosario

JERUSALÉN, viernes 20 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Marie-Alphonsine Danil Ghattas murió el 25 de marzo de 1927, durante la solemnidad de la Anunciación – Encarnación del Señor mientras recitaba el cuarto misterio glorioso del Rosario, el de la Asunción de María a los cielos.

Este domingo esta religiosa nacida en Jerusalén, será beatificada justamente en la basílica de la Anunciación en Nazaret. Ella fue la cofundadora de congregación del Santo Rosario, la única comunidad religiosa autóctona nacida en las entrañas de Tierra Santa.

La ceremonia será presidida por monseñor Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la causa de los santos y enviado especial de Su Santidad Benedicto XVI para este evento.

Rosario

Desde pequeña Mariam Soultaneh, como fue su nombre de pila, sentía una especial devoción a la Vírgen María y al rezo del rosario: “¡Qué madre bella, María! No la puedo describir; ninguna imagen se asemeja ni un poco a su inmensa belleza. ¡Bienaventurado quien goza eternamente!”, dice en uno de sus escritos divulgados por su comunidad.

Fue gracias a su relación estrecha con María que pudo ver con claridad cuando tenía sólo 14 años su llamado a la vida religiosa. Su amor a la Virgen le ayudó a afrontar también algunas dificultades como la oposición de su mismo padre a su vocación. No obstante en 1860 vistió el hábito en la comunidad de San José de la aparición tomando el nombre de Marie-Alphonsine.

“Se distinguía por su profunda piedad y firme adhesión a la fe católica. Fundó la asociación de las Hijas de María y también otra orientada a las Madres cristianas. Prosiguió su labor apostólica en Belén”, asegura el postulador para su causa, padre Vito Tomás Gómez, OP, en un comunicado enviado a ZENIT.

Tras 14 años de vida comunitaria sintió un fuerte llamado de la misma Madre de Dios a dejar a las hermanas de San José de la aparición para fundar una congregación que se dedicara al rezo del rosario. Para ello tuvo que solicitar una dispensa a Roma y regresar a vivir a la casa de sus padres. Este permiso lo obtuvo en 1880, luego de muchas dificultades y con la ayuda del padre Josèph Tannùs Yammìn, un sacerdote del patriarcado latino.

Así, ella junto con otras cinco postulantes comenzaron a formar parte de esta nueva comunidad. El 6 de octubre de 1883, la hermana Marie-Alphonsine, quien quiso conservar el mismo nombre como religiosa en su nueva comunidad, recibió el hábito de la Congregación del Rosario. En 1885 fue admitida para hacer su profesión y pronunciar sus primeros votos.

Marie-Alphonsine pasó 42 años al servicio de su comunidad: abrió en Belén un taller para dar trabajo a las jóvenes pobres de la ciudad, luego fue Jaffa de Nazaret donde asistió a su director espiritual, el padre Tannous Giuseppe hasta el momento de su muerte. Más tarde fue a Beit Sahur, Salt, Nablus, Zababdeh, Belén, Jerusalén y, finalmente a Ain Karem, donde mandó fundar un orfanato. Allí permaneció hasta su muerte muerte en 1927.

“¡Oh Señor! ¡Es así que te muestras generoso y que consuelas a los pecadores que no te suplican! ¿De qué cosa será hecha tu caridad hacia tus amigos y elegidos? ¡Oh María madre mía! ¿quién te puede comprender? ¿Quién puede darse cuenta de tu compasión hacia las hijas de tu raza, especialmente aquellas que se sienten desorientadas en su vida?”, escribió la futura beata.

En todos los lugares donde habitaba concentró su acción en enseñar a leer o escribir, enseñar los trabajos manuales, fundar confraternidades para mujeres, enseñar el catecismo y, por supuesto, difundir el rezo del rosario. “La mortificación de sí mismo atrae gracias inmensas, así como la oración y la modestia”, repetía constantemente Marie-Alphonsine.

Hoy son cerca de 300 hermanas de la Congregación del Santo Rosario, presentes en Palestina e Israel, Jordania, Líbano, Siria, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Roma.

La secretaria general de la Congregación, sor Ildefonsa, explicó en declaraciones a la agencia italiana Sir, que no sólo la congregación, sino toda la comunidad cristiana, en especial en Galilea está preparándose desde hace tiempo para esta ceremonia.

La beatificación «será, para nuestras comunidades cristianas, una invitación al valor, a permanecer a pesar de las dificultades», añadió la religiosa.

“Me he donado con una ofrenda total por todo lo que la Divina Providencia quería de mí. No encuentro ningún mal en aquello que sufro porque soy una ofrenda del Rosario”, decía Marie-Alphonsine.

[Por Carmen Elena Villa]

«El celibato no aleja a los sacerdotes de la gente»

viernes, 20 de noviembre de 2009
Ramiro Pellitero


La Voz de Galicia (entrevista de Bea Costa)

El centro de Olbeira (Vilanova) fue escenario ayer de una jornada pastoral para sacerdotes. Entre los ponentes estuvieron el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjon Pelegrina, y el profesor Ramiro Pellitero.

Este último habló ante un auditorio de un centenar de sacerdotes de “Fidelidad a Cristo. La espiritualidad sacerdotal”. «Para que el sacerdote sea fiel a Cristo tiene que buscar la santidad personal, tiene que ser una buena persona y un buen cristiano y para ello debe apoyarse en sus propios deberes, la misa, la oración, la predicación y en el servicio a la gente», explica.

La Iglesia tiene crisis de vocaciones ¿cómo afrontan el problema?

Este es un problema de hace años, un problema que tiene muchas caras y muchos factores, como el descenso de la natalidad y que después de los años setenta hubo una pérdida de fe en muchas familias. Lo que se quiere hacer es actuar en muchas bandas. Lo más importante es que los sacerdotes mismos tomen conciencia de que se puede seguir teniendo sacerdotes si se les dice a las familias que los sacerdotes son para ellos. Un sacerdote no vive para sí mismo, vive para los demás.

En su ponencia decía que los sacerdotes no deben quedarse en el “Olimpo”. ¿No cree que cuestiones como la del celibato mantiene a los curas al margen de la sociedad actual?

La opinión pública piensa que el celibato mantiene a los sacerdotes fuera de la sociedad, y eso es una equivocación. El celibato no aleja a los sacerdotes de la gente. Más bien al contrario. Precisamente por ser célibes, los sacerdotes se parecen más a Cristo, porque eso hace que puedan tener más dedicación para la gente y, por tanto, ser más libres.

Se habla también estos días de la entrada de los sacerdotes anglicanos en la Iglesia católica. ¿No es esto un agravio comparativo?

Pienso que no supone ningún problema. Esto no es una cosa de la noche para la mañana. Quizá en un principio pueda confundir a alguien pera va a servir para aclararle a mucha gente las ideas de lo que es la Iglesia y la fe.

¿Si no hubiera celibato habría más vocaciones?

La Iglesia ha ido viendo desde los primeros siglos —hubo sacerdotes casados, incluso los apóstoles— que cada vez más y no cada vez menos, el celibato es interesante. Puede que en muchos sectores no se comprenda porque ven a la Iglesia con ojos sociológicos, pero si se mira con una perspectiva cristiana, me parece que si se quitara el celibato no ayudaría sino que rebajaría la sustancia de lo que es ser cristiano. Le quitaría al sacerdote tiempo y disponibilidad, y creo que no ayudaría a tener más vocaciones. En todo caso, el celibato no se quitará.

El aborto es otro de los asuntos candentes en las relaciones Iglesia-Estado y el profesor Ramiro Pellitero tampoco elude esta cuestión.

Dice la Iglesia que va a excomulgar a los políticos que voten la ley del aborto ¿no les aleja eso de la gente?

Hay gente a la que le puede resultar escandaloso pero debería estar mejor informada. Quien ha cometido un aborto sabe que eso está unido a la excomunión, él mismo se ha puesto en esa situación. Nadie te ha excomulgado. Además, esto no es de ahora. Lo que es de ahora es que se plantee en España porque en Estados Unidos llevamos ya tiempo con este tema; que un político se acerque a recibir la comunión y el obispo no se la dé, en Estados Unidos ya se hace. Si estás reñido con una familia ¿qué quieres, que el día de la fiesta, delante de la familia, te inviten al pastel? Por lo demás, este tema se está inflando por las necesidades de los medios de comunicación. Debería verse la perspectiva lógica de la cuestión.

Esa perspectiva lógica quizá se eche en falta en otras cuestiones. A veces la Iglesia no es tan coherente como pretende serlo en el caso del aborto.

Es verdad que podría ser más coherente y debería aplicarlo en todas las cosas. Pero cien mil abortos en este país al año, eso es un hecho muy grave.

Las relaciones con el Gobierno Zapatero pasan por horas bajas ¿Cómo cree usted que perciben los católicos este enfrentamiento?

Creo que la gente tiene las ideas muy claras. A veces parece que hay campañas orquestadas contra la Iglesia. Los periodistas también son cristianos y deberían ser más plurales. En las cosas importantes veo que hay poco diálogo.