Arranca el curso apoyado por los padres

IMPARTE EDUCACIÓN DIFERENCIADA A TRES CURSOS

El Colegio Alborada arranca el curso apoyado por los padres a pesar la ofensiva socialista


Ésta ha sido la primera semana de colegio para los alumnos del colegio del Opus Dei. El gobierno municipal socialista presentó un recurso por considerar que la educación diferenciada es, entre otras cosas, discriminatoria y anticonstitucional.

Actualizado 19 septiembre 200

Tres son los cursos en los que el Colegio Alborada ha comenzado a impartir educación diferenciada: primero, segundo y tercero de Primaria. En ellos, el centro ofrece a los padres una educación basada en la «disciplina, el orden, el esfuerzo y la educación religiosa de sus hijos», asegura a ReL José María Calonge, director del centro.

Las familias de los alumnos del colegio son familias que tienen muy claro el tipo de educación que quieren para sus hijos y  no se han dejado acobardar por las protestas y movilizaciones municipales socialistas en contra de este proyecto. El pasado 5 de septiembre, Calonge se vio obligado a publicar una carta en su página web a todas las familias para transmitir calma ante todo lo publicado en esos últimos días en los medios de comunicación: «Ha salido en diversos medios una nota de determinados líderes políticos propalando mentiras sobre nuestro colegio», escribía Calonge en esa carta.

Campaña contra la educación católica

El Gobierno socialista ya ha dejado claro cuál es su intención en materia educativa: poner todos los impedimentos posibles a los colegios que no se adecúen a su proyecto sectario educativo. El grupo municipal socialista de la localidad de Alcalá de Henares presentó un recurso contra la concesión de uso por parte de la Comunidad de Madrid de dos parcelas del ensanche de la ciudad para la construcción del Colegio Alborada. En este recurso aseguraba que la educación diferenciada, para ellos «segregada», es contraria al precepto constitucional que predica la no discriminación por razón de sexos.

Del mismo modo, los socialistas alegaban que «de las declaraciones de responsables de las fundaciones que integran la empresa concesionaria se deduce una negación de la homosexualidad como una manera más de vivir la sexualidad». Por su parte, Calonge afirma que ellos recogen «la tradición de los colegios de inspiración cristiana, frente a corrientes pedagógicas», como las del Gobierno socialista.

El Ayuntamiento hizo una concesión al colegio por 75 años para «equipación educativa» de 12.000 euros al año, junto al concierto educativo para el centro, otorgado por la Comunidad de Madrid. Para el director del centro, la polémica suscitada sólo responde a intereses políticos: «El problema de fondo es que el Gobierno socialista no puede entender que haya un colegio que no piensa como ellos», y tranquiliza a los padres del colegio: «Legalmente no pueden hacer nada» y añade que todo lo publicado en los medios de comunicación por el Gobierno socialista no es más que «propaganda».

Iniciativa pública e iniciativa social

Para Calonge lo que pretenden los socialistas es «un cambio de marco legal, el imaginario socialista es que toda escuela sea de iniciativa pública», a diferencia de una escuela como el Colegio Alborada, de iniciativa social, que recuerda que el derecho de la educación no lo tiene el Estado, «el derecho de la educación lo tienen las familias», asegura. Pero esto «choca con la concepción de familia» que tiene el Estado. Para los socialistas, la escuela es «una pieza de su diseño social» que busca, entre otras cosas, acabar con los impedimentos legales para abortar, extender desde la escuela la tolerancia con la homosexualidad etcétera.

Jose María Calonge tiene muy claro, a pesar de todos los esfuerzos que él, como director, y todo el profesorado del centro han hecho para pasar por encima de todas las críticas y mentiras, que la educación de los hijos no es materia ni del Estado ni de ninguna institución, sino que «la familia es la que educa, nosotros colaboramos en la educación de la familia».

En cuanto a las asignaturas de EpC, el director del Colegio Alborada ha asegurado que en el centro respetarán tanto el marco legal como la opción de las familias, puesto que «ningún Estado puede adquirir funciones que, por el derecho natural, tienen los padres». La asignatura, por tanto, se impartirá desde su concepción particular, pero se contempla la objeción, con la posibilidad de estudiar un temario alternativo y compatible para los hijos objetores.

¿QUÉ PASÓ EN LA FORTALEZA?

Arias Artacho publica una sorprendente novela sobre el enigma histórico de Masada

Se trata de uno de los hitos históricos del pueblo judío en su enfrentamiento contra la dominación romana. El escritor hispano-argentino, nacido en Barcelona y afincado en Valencia, da todas las claves de lo que sucedió durante el trágico asedio y su desconcertante final, y localiza movimientos cristianos donde nadie los esperaría…

Actualizado 20 septiembre 2009

Javier Arias Artacho es un escritor joven (37 años), nacido en Barcelona y criado en Argentina, y actualmente afincado en Valencia, donde compatibiliza su trabajo como profesor en la Universidad Católica de Valencia con una carrera literaria muy prometedora.

Prueba de ello es su última novela, La sombra de Masada, que acaba de publicar la editorial LibrosLibres en su colección Bestseller, consagrada a novelas de impacto.

Y ésta lo es. Arias Artacho narra uno de los hechos más llamativos en la historia del pueblo judío: el sitio y “conquista” de Masada por parte de las legiones romanas. Sucedió en el año 72 después de Cristo, cuando las tropas del emperador terminaban de sofocar la rebelión de los zelotes, judíos que esperaban un mesías de corte guerrero que les liberase del yugo de la invasión. Los zelotes no pudieron derrotar la perfecta maquinaria militar de Roma y eso costó la destrucción de Jerusalén. En la fortaleza de Masada se refugiaron varios cientos de rebeldes con sus familias. Era un lugar en un alto, casi imposible de atacar, tanto que el gobernador de Judeo, Lucio Flavio Silva, tuvo que construir durante meses una estructura de asalto para lograr la victoria.

Y la logró. Pero si hemos puesto “conquista” entre comillas es porque, en la refriega final, no tuvo que afrontar bajas… ni causarlas. Los legionarios se encontraron un silencio sepulcrar, con todos sus enemigos muertos: hombres, mujeres, niños, todos desangrados o decapitados. Hubo dos supervivientes de lo que pasó allí. Esos dos supervivientes son los protagonistas de La sombra de Masada.

Arias Artacho nos regala un excelente thriller histórico, y a la vez una bella historia de amor, y añade a estos dos ingredientes un elemento sorprendente: los “brotes verdes” del cristianismo allí donde nadie podría esperarlos. La historia engancha de principio a fin, y tiene la virtud de instruirnos sobre un hecho relativamente conocido (una serie de televisión evocó hace no muchos años el sitio de Masada), pero que sigue impresionando dos mil años después.

Israel se derrumbaba, la Iglesia nacía… y entre ambos acontecimientos, Simón y Miriam –que así se llaman los protagonistas- intentan hacer realidad su amor y sus sueños. Una novela de esas que llenan un fin de semana de lectura y permiten llegar al lunes viendo la vida de otra forma.

Javier Arias Artacho – La sombra de Masada – LibrosLibres – Madrid, 2009 – 301 páginas – 22,00 €

Los secretos deportivos de la Santa Sede

CICLISMO, JUDO, FÚTBOL, BALONCESTO…

Un empleado de Radio Vaticano prepara un libro sobre los secretos deportivos de la Santa Sede


En el Vaticano se ora por encima de todo, se estudia, se deciden nombramientos episcopales, se desarrollan planes de ayuda a los más necesitados… y se ama el deporte. Son muchas las pequeñas historias deportivas que han ido transmitiendo de boca en boca. Ahora, un empleado de Radio Vaticano quiere recogerlas en un libro.

Actualizado 20 septiembre 2009

Es de sobra conocida la afición al deporte de Juan Pablo II, un gran esquiador, nadador, palista, montañero… al que, en el momento de su muerte, el presidente del Comité Olímpico Italiano, Gianni Petrucci, recordó como «el Papa de los deportistas», pero la vida atlética de la pequeña Ciudad Estado del Vaticano va mucho más allá. Son mucha las historias deportivas que corren por sus pasillos y el jefe del departamento de sonido de Radio Vaticano, Roberto Calvigioni se ha propuesto recopilarlas en un libro, para que no se pierdan.

En el volumen, que está en plena fase de elaboración, uno podrá acercarse a la intrahistoria del Vaticano hablando de ciclismo, cinturones negros, puntos ganadores de saque en el tenis, fútbol y ciclismo, mucho ciclismo. No en vano, Benedicto XVi reivindicó los valores del deporte este verano al paso de la decimosexta etapa del Tour de Francia por las carreteras cercanas a la residencia del Valle de Aosta donde descansa cada año.

Calvigioni ha relatado recientemente a L´Osservatore Romano, algunas anécdotas referidas a la «serpiente multicolor» del ciclismo que recorre fundamentalmente las carreteras de Europa cada año.

Pío XII fue un apasionado de los deportes. Incluso llegó a permitir que la Plaza de San Pedro se convirtiera en una improvisada cancha de baloncesto, donde se jugó un partido el 9 de octubre de 1995. Pero su auténtica pasión era el ciclismo, en concreto del corredor italiano Gino Bartali, de quien recibió el maillot amarillo con el que cruzó como campón la meta del Tour de Francia de 1948 en los Campos Elíseos de París.

Al año siguiente, el pontífice proclamó a Nuestra Señora de Ghisallo como patrona del cicllismo. Con tal motivo, se organizó una carrera de relevos con una antorcha que recorrió Italia desde los sitios vaticanos hasta el santuario de la Virgen en el norte de Italia. El útlimo relevo, estuvo a cargo de su admirado Bartali y su más feroz rival, Fausto Coppi, que sellaron una breve paz en aquella ceremonia.

Seguidor de Bartali también fue el beato Juan XXIII, que según Calvigioni, le pidió al deportista que le enseñara a pedalear: «Escucha Gino, estoy en bastante buena forma. Hay muchos jardines en el Vaticano y tengo una bicicleta, pero no monto muy bien. Si me pudiera echar usted una mano…».

Años más tarde, Pablo VI ondeó la bandera de salida de la primera etapa del Giro de Italia, en 1974 y Juan Pablo II ofreció una audiencia especial a los ciclistas durante el Jubielo del año 2000. Pero la vinculación del Vaticano con el ciclismo, llevó a crear un equipo profesional, el «Amore e vita», que en el campeonato del mundo de 2007 colocó a uno de sus componentes, un miembro de la Guardia Suiza, llevó a ocupar la octava plaza. El equipo no pudo con potencias ciclistas como Italia, España, Francia o Bélgica, pero sí superó a Canadá, Gran Bretaña suiza y Austria, formaciones nada desdeñables.

Un nuncio español con raqueta

Tras los muros vaticanos, también se ha vivido con pasión el deporte. En los años 70, los torneos de tenis se hicieron muy populares. En 1978, el campeón del torneo vaticano fue un productor musical de Radio Vaticano; el segundo lougar lo ocupó un guardia suizo y el tercero, el arzobispo Faustino Sáinz Muñoz, que actualmente ejerce como Nuncio de Su Santidad en Gran Bretaña.

El fútbol, esa gran pasión

com ono podía ser menos, contagiado por la fervorosa afición italiana al fútbol, el Vaticano pronto empezó a vivir goles entre sus muros. su primer torneo organizado de forma oficial en el Vaticano tuvo lugar en 1947.  Hoy, los equipos vaticanos cuentan con monseñores de la Secretaría de Estado y de la Curia romana, guardias suizos, empleados laicos de Radio Vaticano, la oficinapostal, los museos, la biblioteca e incluso del coro de la Capilla Sixtina. Todo luchan por la «Vatican Cup».

Además, desde 2007, el gran acontecimiento futbolístico que se vive tras losmuros vaticanos es la «Clericus Cup», una competición de seminaristas y sacerdotes en la que participan casi 400 jugadores distribuidos en 16 equipos. En la edición de 2009, los futbolistas inscritos provenían de 69 países de los cinco continentes, siendo los más numerosos los italianos, seguidos por los mexicanos, estadounidenses, colombianos y brasileños. La última copa la levantó el equipo del seminario diocesano encomendado al Camino Neocatecumenal Redemptoris Mater.

De los archivos a las «katas»

Una de las historias más reseñables de la historia deportiva vaticana es la de Pio Gaddi, uno de los pocos judokas con cinturón negro de Italia, que trabajaba entre pilas de archivos en el Veticano. Tras alzarse conla medalla de bronce en el cameonato europeo de celebrado en París en 1952, el Vaticano decidió que sería más útil a los intereses de la Iglesia entrenando a la Guardia Suiza, a los gendarmes vaticanos y a los vigilantes de los museos que ordenando expedientes.

Desde entonces, la advertencia «non flash» de los vigilantes de la Capilla Sixtina a los visitantes, ha dejado de ser una reprimenda un tanto vergonzosa, para convertirse en una seria advertencia.