Ya nos han subido los impuestos

El año acabará con un desequilibrio en las cuentas públicas de dos dígitos sobre el PIB (no hay precedente). Los gastos superarán a los ingresos en unos 100.000 millones de euros. Los ingresos van a menos y los gastos a mucho más. Y el desequilibrio se financia con deuda, es decir con impuestos futuros.

Cuando el ministro de Fomento, el más solvente del gabinete, propone subir los impuestos reconoce una obviedad: los impuestos ya han subido, simultáneamente al aumento del gasto público.

Como subraya con perspicacia Fernando González Urbaneja en ABC, otra cuestión es cuando el Gobierno pasa la factura a los ciudadanos, pero el hecho es irrevocable.

Medir los impuestos por los ingresos es un error de concepto, la cuenta buena es la que atiende a los gastos. Incluso con buena maña contable habría que estimar los gastos comprometidos (por ejemplo en pensiones) y revisar el balance del Estado a la luz de esa realidad.

Pero no pongamos las cosas peor de lo que están, simplemente con el gasto efectuado la subida de impuestos es cuestión de tiempo, pero tan ineluctable como que la noche sucede al día.

Los gobiernos tienen el monopolio de la fuerza, de la moneda y algunas otras armas para disimular sus pecados.

El pecado de gastar más de lo que se recauda es grave, sobre todo cuando mucho de ese gasto se convierte en corriente y recurrente, que es el caso.

El ministro de Fomento amaga con que pagarán más impuestos los ricos y que el aumento de gastos es virtuoso, gasto social que no admite rechazo.

En Economía y Hacienda hacen números y no salen; por eso callan, componen un presupuesto imposible para 2010 y gestionan el impúdico del 2009, que poco tiene que ver con la realidad.

Los impuestos ya han subido, otra cuestión es cuando pasarán la factura. Cuanto más tarde más cara.

Renovar la Misericordia en la Confesión

El Papa alienta a renovar la celebración de renovar la Misericordia en la Confesión

Mensaje a la sexagésima Semana Litúrgica Nacional Italiana

CIUDAD DEL VATICANO, martes, 25 agosto 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha pedido reanudar y renovar la celebración de la Misericordia de Dios, en el sacramento de la Confesión, en un mensaje enviado a la sexagésima Semana Litúrgica Nacional Italiana.

En el documento, firmado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, tiene lugar en el Año Sacerdotal al celebrarse los 35 años de la entrada en vigor para la Iglesia en Italia del nuevo Rito de la Penitencia.

El texto pide «verificar si más allá del cambio del rito, se ha formado una adecuada mentalidad teológica, espiritual y pastoral».

La misiva propone «favorecer una reanudación y renovación en la celebración de la Misericordia y en la experiencia significativa del Perdón divino».

El texto recoge la palabras que el Papa dirigió en un mensaje al vigésimo curso con motivo del fuero interno, promovido por la Penitenciaría Apostólica, el 12 de marzo de 2009, en el que afirmaba: «En nuestro tiempo una de las prioridades pastorales es sin duda formar rectamente la conciencia de los creyentes porque… en la medida en que se pierde el sentido del pecado, aumentan los sentimientos de culpa, que se quisiera eliminar con remedios paliativos insuficientes»

Para ello, el Papa considera que es importante redescubrir el sacramento de la Penitencia, que «requiere una catequesis previa y una catequesis mistagógica».

«Junto a una adecuada formación de la conciencia moral y una madurez de vida y celebración del sacramento, se necesita favorecer en los fieles la experiencia del acompañamiento espiritual» indica la misiva.

Precisamente por este motivo, el Papa confirma que «se necesitan ‘maestros de espíritu’ sabios y santos», y exhorta a los sacerdotes a «mantener siempre viva en sí mismos la conciencia de que deben ser ‘ministros’ dignos de la misericordia divina y educadores responsables de las conciencias», inspirándose en el ejemplo del cura de Ars, san Juan María Vianney, de quien en este año se recuerda el 150 aniversario de su fallecimiento .

El mensaje a la sexagésima Semana Litúrgica Nacional Italiana puede leerse en la sección de Documentos de la página web de ZENIT (www.zenit.org).