José María Martí Sánchez / Doctor en Derecho
Son muchos los países que están apostando por incluir o reforzar la
«educación sexual», en sus sistemas docentes. Es el caso de España y la Ley de Educación de 2006. Uno de los núcleos principales de Educación para la ciudadanía es lo afectivo-sexual y la diversidad, señaladamente de orientación sexual. El artículo 23, sobre Educación secundaria obligatoria, establecía, entre sus objetivos: «k) Conocer y aceptar el funcionamiento del propio cuerpo y el de los otros, respetar las diferencias, afianzar los hábitos de cuidado y salud corporales […]. Conocer y valorar la dimensión humana de la sexualidad en toda su diversidad». Desde hace meses, el Ministerio de Educación y el de Sanidad trabajan para introducir en la escuela la «educación sexual» obligatoria. Bernat Soria, en declaraciones al diario Sur de Málaga (marzo 2009), afirmó que «en España aún algunos están discutiendo si Educación para la Ciudadanía tiene sentido. Yo creo que es el momento de recordar que esta asignatura incluye educación sexual. Y hay que trabajar en esa línea, a lo mejor hay que aumentar más el trabajo en la escuela, que es responsabilidad del Estado, y en casa, que es responsabilidad de los padres» .
El Anteproyecto de Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo (19 mayo 2009), insiste en la educación sexual. Entre los «Objetivos de la actuación de los poderes públicos» destaca promover: «a) Las relaciones de igualdad y respeto mutuo entre hombres y mujeres en el ámbito de la salud sexual y la adopción de programas educativos especialmente diseñados para la convivencia y el respeto a las opciones sexuales individuales. b) El acceso universal a la información y la educación sexual…». Por otro lado, «La promoción de la salud sexual y reproductiva en el ámbito sanitario irá dirigida a: a) Proporcionar educación sanitaria integral y con enfoque de género sobre salud sexual y salud reproductiva» (art. 5).
El artículo 9, «Incorporación de la formación en salud sexual y reproductiva al sistema educativo», explicita la visión oficial que se quiere inculcar y a la que se llama integral, a pesar de su sectarismo reduccionista. Éste modelo va a ser impulsado. El artículo 10, «Actividades formativas», dice que: «Los poderes públicos apoyarán a la comunidad educativa en la realización de actividades formativas relacionadas con la educación sexual, la prevención de infecciones de transmisión sexual y los embarazos no planificados, facilitando información adecuada a los padres y las madres».
Con una orientación parecida viene actuando la Administración de Obama. Su plan, para salvar la economía del país, de más de 819.000 millones de dólares, establece un programa de gasto público para reactivar la actividad productiva. Cerca de 300.000 millones se destinan a programas de asistencia social, así como a infraestructuras. Entre las inversiones, 335 millones de dólares son para educación sexual sobre transmisión de enfermedades .
Éste es el patrón que siguen los EE.UU. en política exterior, concretamente ante la ONU .
Otros países también reflejan similar tendencia. El Reino unido va a introducir una asignatura, «Educación Personal, Social y de Salud», a instancias del Ministro de Educación Jim Knight. De este modo «La educación sexual será obligatoria desde los 5 años en Reino Unido». Un exceso de precocidad y contenidos . En Portugal, la «Lei n.º 60/2009, de 6 de Agosto, estabelece o regime de aplicação da educação sexual em meio escolar».
La perversión de esta sedicente educación
Sin entrar en detalles, a pesar de su importancia, hay una aberración de base. Consiste en proponer a los niños y jóvenes una sexualidad sin conexión o referencia al matrimonio. Lo físico o corporal se escinde de lo espiritual o personal.
Es más, los países citados, en mayor o menor medida, y España va aquí a la cabeza, han vaciado, en su legislación, la definición de matrimonio. Han debilitado la estabilidad y, aún peor, atacado su esencia. La esencia del matrimonio no es cultural ni subjetiva (orientación sexual) sino natural y objetiva: la diferencia de sexo . Es la configuración del género humano en varón y mujer la que da origen al matrimonio, como complementariedad en lo físico y en lo espiritual. También es éste el fundamento de su gran proyección social: la fecundidad y, concretamente, la educación y procreación de los hijos.
También Portugal se encamina lamentablemente en esta dirección. La Ley n.º 61/2008 que altera el régimen jurídico del divorcio, facilita las rupturas. Y el Partido Socialista, actualmente en el Gobierno, incluye, en el programa de las elecciones legislativas de septiembre, el «matrimonio de personas del mismo sexo».
En coherencia con la supresión de referencias matrimoniales en la sexualidad, se aleja a los padres de la educación sexual. Con ello se elimina de raíz una formación sexual basada en el matrimonio. Pues los padres son testigos de este modelo y abordarán lógicamente la sexualidad de acuerdo a su vocación y género de vida de casados. Hay casos, en los Estados Unidos, de encarcelamiento de un padre que quiso ejercer, en este terreno, su misión de educador . Recientemente el Presidente del Gobierno español calificó de interferencia el ejercicio de la misión educativa de los padres, ante el embarazo de sus hijas menores (19 mayo 2009). Y la Vicepresidenta del Gobierno (11 julio 2009) situó el problema de que éstas aborten, el origen del conflicto, en la reacción de sus familias .
Por la misma razón, afrontar la sexualidad desde la verdad del hombre, se ha puesto bajo sospecha la influencia religiosa. El feminismo radical ha conseguido teñir de este prejuicio algunos textos internacionales . En España uno de los ataques más encarnizados del Gobierno contra la Iglesia católica vino motivado por el multitudinario encuentro «Por la Familia cristiana», celebrado en la Plaza de Colón de Madrid, el 30 de diciembre de 2007.
Consecuencia y llamada a la implicación de los padres
La sexualidad al margen del proyecto de vida matrimonial ni se ensancha, ni puede alcanzar su plenitud. De hecho se empobrece, sufre una amputación. El matrimonio ordena la sexualidad y le otorga su nivel humano . Se trata de que la unión de los cuerpos lo sea también de los espíritus. De que la atracción de los jóvenes, especificada por su dimensión sexual, se encamine a la entrega conyugal. Es el amor marital el que ha de abrazar la rica relación (poliédrica) entre varón y mujer y sus efectos, señaladamente la transmisión de la vida.
Por el contrario la sexualidad, reducida a mero placer físico (concupiscencia), se envilece. Pierde sus referencias humanas, de comunicación profunda, y su criterio ordenador. Se vuelve salvaje y ruinosa en sus manifestaciones.
El matrimonio era la pauta que servía de orientación y estimulo a los jóvenes. El ideal que ellos abrazaban, no tanto como algo impuesto sino como conquista personal, como logro por el que merecía la pena luchar y sacrificarse.
El pansexualismo, cultivado desde los círculos oficiales y los medios de comunicación social, ha difundido una sexualidad periférica y banal (sin sentido). Con una doble injusticia añadida. La de vulnerar la intimidad (personal y familiar), y la de condenar a la irrelevancia a los padres. Esta anomalía, tiene que ser corregida en beneficio de todos.
Sólo los padres, desde el matrimonio, pueden restablecer el auténtico significado antropológico de la sexualidad. Urge, pues, que colmen esta importante laguna en la formación de sus hijos. Que sin complejos ni temores transmitan un modelo integral de persona, a través de sus palabras y acciones. Se trata, nada menos que de enseñar a amar a los hijos, en cuerpo y alma (ni amputando ni disgregando). Afortunadamente la Iglesia sigue teniendo suficiente presencia social para apoyarles en su empeño. En este terreno, muy particularmente, Jesús es el Maestro que no defrauda.
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