Intimidar a la Iglesia no sale gratis

Libertad Digital / José Francisco Serrano Oceja

Paradojas de nuestra historia. Mientras en el seno del Ministerio de Justicia, con la Iglesia como algo más que invitada en la mesa común de las confesiones religiosas, se está debatiendo la nueva ley de libertad religiosa, desarrollo indiscutible de la Alianza de Civilaciones, grupos anarquistas catalanes, jóvenes exaltados madrileños, se lanzan a poner bombas caseras en locales parroquiales, a pintar los templos, a obturar las puertas de las iglesias y a insultar a los sacerdotes y fieles cristianos.

¿Tendremos una ley de libertad religiosa post ataques y presiones a lo cristiano y a los cristianos, o tendremos una ley relativista de una libertad religiosa que sea una ley de desarrollo de algunas confesiones, que no se suelen caracterizar por un aprecio a la libertad religiosa, y de deslegitimación de otras? Aún no sabemos cómo será la nueva ley de libertad religiosa; parece que allá en el mes de agosto, tiempo propicio para anunciar este tipo de leyes, contaremos con el primer borrador, filtrado, lógicamente, a los medios del aparato gubernamental. Lo que sí sabemos es que si no se atajan estos principios de presión violenta a la Iglesia, a lo religioso, contra lo cristiano, de intimidación contra los sacerdotes, un bien peligra: la paz social.

Lo que el Gobierno debiera pensar es que el primer paso para libertad religiosa es garantizar la seguridad de quienes quieren libremente acercarse a una Iglesia para asistir al sencillo, y a la vez fecundo, acto de una celebración eucarística. Lo demás son retruécanos ideológicos y envolventes legislativos que pretenden la modificación del statu quo, además del vaciamiento, por la vía de algo más que los hechos, de la libertad de conciencia. Mucho se ha discutido si hoy se da en España una persecución religiosa formal, tal y como la hemos entendido en la historia. A estas alturas lo que sí tenemos claro es que comienzan a florecer brotes, no precisamente verdes, a lo sumo rojos y negros, de violencia sistematizada por una estrategia conducente a amedrentar a quienes son, por naturaleza, colaboradores del bien social.

Reiteradas veces hemos escuchado que la libertad religiosa era el termómetro de otras libertades, por no decir de todas las libertades. La historia es muy tozuda, y cuando se empeña en ofrecernos una lección acerca de dónde acaban los que comienzan siendo actos aislados, debemos pararnos y pensar qué es lo que va a hacer el Estado que debe velar por el orden público. Habrá quien diga que lo que ha ocurrido en Madrid, o lo que ha ocurrido en Barcelona, no son más que meros actos vandálicos, aislados dentro de un conjunto de normalidad social. No es normal que exista una coincidencia de argumentos, de lemas gritados y pintados, por ejemplo ese que dice que “la única Iglesia que ilumina es la que arde” o “el mejor cura es el cura muerto”. El laicismo, también el gubernamental, no debe mirar para otro lado; ha puesto al fuego el caldo para el cultivo de una deslegitimación social de la Iglesia, y de una violencia verbal, en lo social, hacia los cristianos y los miembros de la Iglesia, que tarde o temprano, como si fueras un virus que se incuba en el interior, sale al exterior y se manifiesta en la piel social.

No debemos olvidar que quienes han señalado con la diana de sus acciones a la Iglesia, lo están haciendo contra ese 76% de los españoles que se autoproclama “católicos”, más de 35 millones de españoles, y directamente contra esos más de seis millones y medio de personas que van a misa todos los domingos, y lo reconocen. No hay en este momento ningún partido político, estrella de música o evento deportivo que congregue cada semana a la mitad de personas que asisten a la misa los domingos. Y, como ocurre, en esos casos, la libertad de culto es algo más que una libertad; es la expresión de un sistema político y de un Estado de Derecho al que los cristianos han contribuido significativamente y al que no piensan renunciar. Intimidar a la Iglesia no sale gratis.

Salvó a 119 de las 149 alumnas secuestradas

LA HERMANA RACHELE FASSERA SALVÓ A 119 DE LAS 149 ALUMNAS SECUESTRADAS

Uma Thurman será la monja que rescató a las niñas raptadas de Aboke en 1996

La actriz Uma Thurman interpretará en una nueva pelicula a la hermana Rachele Fassera, la monja comboniana que rescató a la mayoría de sus alumnas secuestradas en 1996 en Uganda. La última de las 149 niñas, Catherine Ajok, fue rescatada hace cuatro meses, tras 13 largos años de cautiverio y abuso sexual y psicológico de sus raptores.

(Nicolás de Cárdenas/ReL) Madrugada del 9 octubre de 1996. La residencia de la escuela Saint Mary en el pequeño pueblo de Aboke (Uganda) se ve envuelta, en apenas unos minutos, en una espiral de violencia desgarrada. El llamado Ejército de Resistencia del Señor (LRA por sus siglas en inglés), arrampla con todo y secuestra a 149 niñas educadas por las hermanas combonianas. Poco pudo hacer en un primer momento la hermana Rachele Fassera. Pero no desesperó. Decidió seguir el rastro de los captores y sus alumnas, hasta que dió con ellos y logró que los milicianos soltaran a todas menos a una treintena, que quedaría a merced de los líderes del LRA (una milicia que lleva 20 años aterrorizando a los ugandeses) bien como esclavas sexuales, bien para convertirlas en niñas soldado.

El rescate de 119 de las 149 alumnas no fue suficiente para la hermana Rachele que, con determinación, decidió que debía dar a conocer el caso hasta lograr recuperarlas a todas. Algunas de las niñas fueron liberadas en operaciones militares, otras tuvieron el arrojo de escapar, aún a riesgo para sus vidas. Seguro que pensaron que era mejor jugárselo todo a una baza que seguir viviendo el infierno de sus captores.

La última de ellas, Catherine Ajok, volvió a casa hace tan solo cuatro meses. Tiene 26 años y un hijo. En sus trece años secuestrada, ejerció como una de las 30 mujeres de Joseph Kony, el líder del LRA. Con posterioridad fue «pasada» a un comandante. Esa fue su suerte dentro de la tragedia. Una operación del ejército ugandés en el Congo logró rescatarla.

«Hay que hacerlo»

Según recoje el diario Ottawa Citizen, cuando el director Will Raee presentó a la actriz Uma Thruman la historia para que la protagonizara, su respuesta no se hizo esperar: «Se emocionó mucho, me cogió por la muñeca y me dijo: ‘Will, esta película tiene que hacerse. Tienes todo mi apoyo y mis recursos. Quiero ayudarte a hacerlo’».

La película será rodada en Sudáfrica a lo largo de cinco meses con un presupuesto de unos 20 millones de dólares y su título previsto en ingles es «Girl soldier» (Niña soldado). Está basada en la obra de la escritora canadiense Kathy Cook titulada «Stolen Angels» (Ángeles robados).

Publicado el 30 Julio 2009 – 9:44am

Gobierno se contradice sobre la PDD

Gobierno se contradice en posición sobre píldora del día después

MADRID, 31 Jul. 09 / 06:53 pm (ACI)

La Asociación para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia (ANDOC), advirtió el cambio de postura del Gobierno sobre la distribución de la píldora del día después, luego que el Secretario General de Sanidad, José Martínez Olmos, señalara que estas pueden ser entregadas también por las farmacias y sin necesidad de una prescripción.

A través de un comunicado, ANDOC recordó que en 2004 el Gobierno enmendó una norma que proponía la distribución de la píldora del día siguiente sin receta y a través de las farmacias.

«No se puede dejar en manos de las farmacias la dispensación, tiene que ser en centros de salud y hospitales. Estamos hablando de medicamentos y es necesaria la intervención de un médico», expresó la entonces portavoz de Sanidad del PSOE en la Comisión de Sanidad, Carmen Montón. El Gobierno, a través de sus funcionarios, reconocía que el fármaco «tiene efectos adversos» y que era necesaria una prescripción antes de su entrega.

Sin embargo, recientemente Martínez Olmos indicó que la información que deben brindar los farmacéuticos no debe llevar emparejado «ningún tipo de control», pues «clínicamente, no están demostrados sus perjuicios para la salud, por lo que no requiere de un seguimiento ni de una capacitación específica de los profesionales».

«¿En qué informes o documentación científica se basa Sanidad para concluir que ya no es necesaria la prescripción, cuando la ‘composición’ de la píldora, al parecer, no ha variado desde 2001?», preguntó ANDOC.

Para la asociación las afirmaciones del funcionario «pueden dar una idea de a qué puede quedar reducida la tan celebrada ‘responsabilidad farmacéutica’ en la dispensación de este fármaco. Entre los profesionales sanitarios está cada vez más extendida la convicción de que está medida de Sanidad poco o nada tiene que ver con criterios terapéuticos«.

Más información: info@andoc.es

Salvó a su hijo y conmueve a católicos de EEUU

Mayra Sandoval

Madre coraje mexicana salvó a su hijo y conmueve a católicos de EEUU

DENVER, 31 Jul. 09 / 12:06 pm (ACI)

La mexicana Mayra Sandoval falleció víctima de un agresivo cáncer el 8 de julio pasado. Su hijo Samuel nació solo semanas atrás, gracias al coraje de esta madre que enfrentó a los médicos que le propusieron abortarlo para intentar un tratamiento contra su enfermedad. Su esposo y amigos nunca olvidarán su poderoso testimonio sobre el inconmensurable valor de la vida.

En una entrevista con El Pueblo Católico, periódico hispano de la Arquidiócesis de Denver, el esposo de Mayra, Ricardo Flores, recordó la batalla de fe y confianza que juntos libraron en los meses previos a su muerte.

Ricardo y Mayra nacieron en México e inmigraron a Estados Unidos donde se conocieron hace tres años. Pronto se enamoraron y empezaron a convivir. En octubre del año pasado, supieron que Mayra estaba embarazada.

Meses después, los médicos detectaron que Mayra tenía un tumor en los pulmones. Era un cáncer avanzado y agresivo, por lo que le sugirieron abortar al bebé lo más pronto posible e iniciar un tratamiento para detener la enfermedad.

Ambos escogieron la vida del bebé. «Podíamos confiar en Dios y dejar que se cumpliera su voluntad. Podíamos aceptar lo que Dios nos enviara, sea bueno o malo», declaró Ricardo.

Mientras la enfermedad avanzaba, la pareja empezó a aprender más sobre su fe católica. Aída, hermana de Mayra, sostiene que ella siempre fue católica, creía «pero al igual que muchos católicos, no conocía su fe«.

En su duro camino, Ricardo y Mayra recibieron el apoyo y solidaridad de la comunidad católica de Denver, a través de los grupos de oración de las parroquias San Antonio de Padua y de San José.

Para Ricardo fue muy especial la presencia amorosa del sacerdote John Gregory, quien los asistió espiritualmente. «Siempre estaba cerca de nosotros, nos enseñaba, nos ayudaba, nos apoyó, nos dio fortaleza, nos hablaba de Dios, de todo lo que Dios había hecho por nosotros«.

Con seis meses y medio de embarazo, Mayra comenzó la quimioterapia. Seis semanas después, los tratamientos no funcionaban, y debían practicarle una cesárea.

Fue un día intenso de oración y confianza, que conmovió incluso a los trabajadores del hospital.

Samuel nació con buena salud a pesar de su condición de bebé prematuro. Unas semanas después, la familia pudo volver a casa, pero la salud de Mayra empeoró y debió ser internada. Ya no podía comer ni respirar por sus propios medios.

El 21 de junio, Mayra y Ricardo contrajeron matrimonio religioso.

«Nos casamos en una habitación en el hospital. Fue hermoso. Después, nos sentimos en paz, en gracia de Dios. También lo hicimos por Samuel, para que tuviera la bendición de Dios de tener a sus padres casados», recordó Ricardo.

Quienes conocieron a Mayra recordarán siempre su hermoso testimonio de vida. Incluso el Padre Gregory asegura que acompañar a esta pareja fue «un increíble camino de fe» para su propia vida.

«Su experiencia me ha dado más fuerza para predicar sobre lo que realmente es la muerte, porque ella dio un testimonio de un nuevo nacimiento. Me ha dado más entusiasmo y me ayudó a entender que tengo que explicar que la verdadera muerte es el pecado, no la muerte física», sostiene el sacerdote.

Ricardo asegura que la enfermedad y la muerte de Mayra le enseñó sobre la existencia y el amor de Dios. «A través de todo esto, Dios me hizo saber que Él existe, que Él está con nosotros. Ahora tengo que cuidar de Samuel, y decirle que su mamá dio la vida por él», dijo

Acosados en vez de despedidos

empleo.elpais.com

Una encuesta señala que con la crisis han subido del 9% al 13% los trabajadores que sufren ‘mobbing’. Un 88% reclama mayor dureza contra los acosadores.

El acoso laboral en tiempos de crisis puede ser una herramienta para conseguir que los trabajadores se marchen de la empresa por su propio pie, sin pagar un despido improcedente. Quizás por eso la incidencia del mobbing haya crecido en tres años del 9% al 13%, según el XI Barómetro Cisneros dirigido por Iñaki Piñuel, presentado ayer, y que se basa en encuestas a trabajadores de la Comunidad de Madrid. Y quizás también haya más casos porque los trabajadores están más dispuestos a aguantar a un jefe maltratador, al tener menos alternativas laborales.

El 16% de los varones afirma sufrir acoso, por encima del 11% de las mujeres, algo que a juicio de Fernando Mansilla, psicólogo, se explica porque “los hombres pueden suponer una amenaza mayor para el liderazgo del acosador”. El perfil de la víctima es ambivalente. Por un lado, lo sufren sobre todo los empleados en situación precaria, tanto laboral como personal, pero también aquellos exitosos, lo que les hace blanco de la envidia. En general, son gente que destaca, “inteligente, con carisma, con elevada ética y sentido de la justicia”, los describe Mansilla. No ceder al chantaje o no querer participar en un fraude también pueden ser motivo para el maltrato.

Para considerar que una conducta es acoso, debe ser continuada y deliberada. El estudio señala que el acoso mayoritario es el descendente (64%), aunque también lo hay horizontal (18%) y ascendente (12%). El 9% confiesa que tiene miedo a ir cada día al trabajo, y el 30% haría examinar a su jefe por un psicólogo; “una ITV”, como la definió Piñuel. El 43% habla de su situación con un compañero y el 20% no lo habla con nadie.

Piñuel, que da clases de Empresariales en la Universidad de Alcalá de Henares y ofrece servicios de coaching a directivos a través del Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo Directivo, lamenta la existencia del “psicópata organizacional, el directivo que sube a costa de dejar gente en la cuneta”. Es un modelo que a veces “se muestra, se justifica y se enseña a practicar en las escuelas de negocio”. A cambio, propone un liderazgo sin aditivos negativos, un Liderazgo Zero, título de su último libro (LID Editorial). “No se trata de una reforma, hace falta una ruptura”, insistió.

El 88% de los encuestados en el informe Cisneros está de acuerdo en que se prohíba legalmente el mobbing, como contempla el anteproyecto de reforma del Código Penal. Piñuel estima en un 1% los casos que llegan a los tribunales. “Es importante que se regule, no porque el problema se vaya a resolver judicialmente, sino por la presión psicológica que ejerce en el acosado”, considera.

Bruno Álvarez, de Sagardoy Abogados, cuenta que en ocasiones las denuncias por mobbing tienen más que ver con que el trabajador se siente desplazado por los nuevos compañeros que con el acoso. “Suelen ser veteranos que están descolocados, con jefes más jóvenes que ellos”. A veces ocurre que un trabajador denuncia a la empresa y se demuestra que era él quién acosaba a los demás. “Acaban por despedirle a él”.

La dificultad de medir el maltrato

La dificultad de medir algo tan subjetivo como el acoso, sobre lo que sólo un juez puede dictaminar en última instancia, explica el amplio rango de cifras de incidencia de los distintos estudios sobre el tema. El Barómetro Cisneros suele dar resultados en la franja más alta. En 2006 calculaba en el 9% la incidencia, mientras que la oficial Encuesta Europea sobre Condiciones de Trabajo lo situaba en el 5% en España. Esta misma encuesta lo fijaba en 2000 en el 9%. “Tanta volatilidad no se explica por cambios reales, sino por la metodología”, advierte el psicólogo Fernando Mansilla.

Una de las razones es que son encuestas subjetivas. El Barómetro Cisneros se realizó en otoño de 2008, mediante cuestionarios enviados en sobre cerrado a trabajadores de empresas a las que se pedía permiso previamente, con anonimato garantizado. Finalmente se seleccionaron 1.250 de todos los sectores económicos. Más importante aún es el criterio para definir el acoso. Hay unas 50 conductas concretas aceptadas por consenso entre los expertos, por ejemplo, intentar eliminar a una persona de su puesto de trabajo maquinando contra ella, maltratarla verbalmente mediante amenazas o gritos o insultos, o inducirla intencionadamente a cometer errores. “Las preguntas son las mismas en todas las encuestas”, apunta Mansilla.

La diferencia aparece al fijar cuántas conductas de la lista hace falta que sufra una persona para considerar que está siendo objeto de acoso. “Hay gente que responde que no cuando se le pregunta si sufre acoso, pero luego sí refiere haber sufrido varios tipos de maltrato”, cuenta el psicólogo Iñaki Piñuel. Y viceversa: hay quien dice sufrir acoso pero no es capaz de concretarlo. Una y otra cifra se compensan, pero esta circunstancia indica que hay casos en los que “se banaliza el acoso”, señala Piñuel, y otros en los que los encuestados han oído campanas y exageran sus problemas. “Llevarse mal con alguien o que no te den las vacaciones cuando las pides no es acoso”.

Madres sufridas

El acoso a las madres es especialmente significativo, señala el Barómetro Cisneros. El 16% de las trabajadoras denuncia presiones en su empresa, y el 8% de las acosadas cita como principal causa de mobbing su maternidad. Según datos del Instituto de la Mujer, el 10% de las mujeres renuncia a su empleo al tener el primer bebé.

En cuanto al acoso sexual, el 16% denuncia haber sido víctima al menos en alguna ocasión, y un tercio de ellas lo son con mucha frecuencia. En el despacho de abogados Sagardoy advierten, sin embargo, que la gran mayoría de los casos no se denuncian, y de los que se denuncian, muchos son falsos.

La Ley de Igualdad de 2007 obligaba a las empresas de más de 250 trabajadores a firmar un protocolo de prevención del acoso por razón de sexo.