Queridos amigos no hace mucho comencé a leer un libro sobre Madre Teresa de Calcuta que no me impresionó demasiado, la verdad sea dicha. Y vereis, no me impresionó porque el ecritor no hubiera plasmado la magnifica labor que hizo Madre Teresa sino porque el libro se centra practicamente en los momentos de desolación que tuvo esta buena mujer. En mi humilde opinión creo que toda la labor de esta misionera de la caridad se sustenta en dos pilares, ¡sí! algo así como los pilares de Don Bosco…Pienso que esos dos pilares fueron siempre Jesús y los mas pobres de entre los pobres. Toda su vida, hasta su ultimo aliento la dió por estas dos grandes causas.
Y en concreto a lo que quería referirme en este comentario era que ese Jesús en el que se sustentaba Madre Teresa, ese Jesús Resucitado no era más que alegría. Es por este motivo por el que creo que cuando hablemos de cualquier santo ya sea en un libro, una película, entre amigos, en definitiva como sea debemos tener siempre presente que la alegría es la caracteristica más importante de todo cristiano. Y bien; buscando y buscando no quería quedarme con el mal sabor de boca de no haber encontrado esa alegría en ese libro que os comente al principio pero sí pude compribar en otros escritos de la Santa este fragmento que a partir de ahora nunca jamás olvidaré:
«La alegría es signo de una persona generosa y mortificada que olvidando odas sus cosas, incluso a sí misma, intenta agradar a Dios en todo lo que hace por las almas. La alegría, a menudo, es un manto que esconde una vida de sacrificio, de unión continua a Dios, de fervor y generosidad. Una persona que tiene este don de alegría, frecuentemente alcanza un grado de perfección. Porque Dios ama al que da con alegría y lleva cerca de Su corazón a la religiosa que Él ama.»
Con estas palabras de Teresa de Calcuta me despido invitandoos a que seais la perfecta sonrisa de Cristo Resucitado para todos cuantos se crucen en vuestro camino. Estad alegres si quereis ser santos. Un abrazo y que Dios os bendiga.