Encarnizamiento contra la Iglesia en España

Es Presidente del Consejo Pontificio para la Salud

Cardenal Barragán: «Sorprende el encarnizamiento contra la Iglesia en España»

Mexicano y miembro de la Curia Romana desde 1996, el Presidente del Consejo Pontificio para la Salud, Cardenal Javier Lozano Barragán, tiene una visión privilegiada para analizar las polémicas que sacuden a nuestro país, como el aborto, la eutanasia o los llamados bebés-medicamento. En una entrevista concecida a José Antonio Méndez para Alfa y Omega, el cardenal Barragán advierte que la Iglesia tiene la obligación de decir Sí a la vida y No a la muerte. Manifiesta igualmente su extrañeza por el encarnizamiento mediático contra la Iglesia en España.

(José Antonio Méndez/AyO/ReL)

El Gobierno español prepara una ley del aborto para hacerlo prácticamente libre. ¿Qué ha de hacer la Iglesia ante tal legislación?

El papel de la Iglesia es ser la conciencia de la Humanidad. La conciencia cristiana está forjada por los Diez Mandamientos, y el quinto dice No matarás. Por eso decimos Sí a la vida y No a la muerte. Aquí se trata de matar y decimos No. Con el aborto no hay medias tintas, o se está vivo o se está muerto. El Estado tiene como función garantizar el bien común de todos los seres humanos, y como matar no es el bien común, no tiene competencia para decir que el aborto es libre, como tampoco la tiene para decir que es libre matar al primero que te encuentres por la calle.

Pero hay quien dice que la Iglesia no puede hablar de política…

En realidad hay un anticuerpo antieclesial en casi todos los medios de comunicación y en muchas políticas del mundo. Es un prejuicio que se debe a intereses contrarios a la vida. Son pequeños grupos con intereses comerciales y de poder, que gozan a veces de aceptación social, porque hay personas que confunden el bienestar económico con la felicidad. Nosotros seguiremos llamando a las cosas por su nombre, y diciendo Sí a la vida y No a la muerte, porque ahí está la redención. La Iglesia no somos un grupo de fantoches con ropajes especiales, sino testigos de la Resurrección, enviados por nuestro Señor para decir al mundo que la muerte no es lo último, sino la etapa de maduración para la Vida plena. Eso sí, como dice el refrán, el que quiera azul celeste, que le cueste. Y el costo es la fe, la esperanza y el amor. Si estás dispuesto a pagarlo, serás feliz. Si no, es tu decisión. Nosotros, como dice la Escritura, tenemos la obligación de ladrar, porque si no, seremos perros mudos, que no sirven para nada.

Un dato curioso: los defensores del aborto han jaleado la existencia de los llamados bebé-medicamento…

Conozco lo que ocurrió en España. Imagine que a usted le dicen: Permítame hacerle pedacitos, porque vamos a poner una tienda de repuestos humanos: le sacamos los ojos, la nariz, y así con todo el cuerpo, para ayudar a quien le falte esa pieza. Pues esto es lo mismo. Un bebé-probeta, de por sí, es una anomalía: la vida humana es fruto de una donación amorosa mutua. Si no, no es humana. En el laboratorio se producen objetos, en la familia se engendra personas. Y tratar a una persona como un objeto es hacerle la mayor ofensa posible. Realizar un período de gestación en un laboratorio es quitar, desde el origen, la relación neuronal entre padres e hijo. En México decimos: Árbol que crece torcido, jamás la rama endereza. Y así, estos humanos crecen torcidos y jamás enderezarán la rama.

Las propuestas legislativas de España, Chile o Ecuador, ¿son parte de una maniobra internacional contra la vida?

Sí, y aunque lo que se hace en España tiene reflejo en toda Hispanoamérica, no es España el origen de esta maniobra, sino la ONU. Allí hay lobbies de grandes corporaciones y ONG que, con la ayuda de países de Europa, compran los votos a los países pobres para aprobar ciertas legislaciones. A los países africanos se los compran literalmente; e incluso a algunos países europeos se les dice: Tú Polonia, tú Lituania, tú Albania, ¿quieres entrar en la UE? Pues tu entrada te cuesta votar a favor del aborto, de la eutanasia, etc.; o si no, no te admitimos. Es un club de la muerte que quiere emplear cada vez más asesinos para sí.

Ante semejantes acometidas contra la vida, ¿qué salidas existen?

Una visión meramente humana diría que no hay remedio. Pero, con una respuesta cristiana, podemos decir que ahora nos encontramos con capacidad para entender la Redención. ¿Por qué Dios mandó a su Hijo? Porque nosotros no podíamos resolver el problema. Éste que vivimos es el pecado del mundo, y ni tú ni yo lo podemos quitar. Sólo puede hacerlo la omnipotencia de Dios, que se llama Jesucristo. Sólo quien cree en Jesucristo y se une a Él, vence. Nuestra victoria es la fe que vence al mundo: el Señor resucitado. Saquémoslo de la sacristía y pongámoslo en el debate político, en la crisis bursátil, en el laboratorio, en el mapa del genoma… No seamos tontamente vergonzosos de pensar que tenemos un Dios de alfeñique. Tenemos un Dios omnipotente. Si sabemos llevar este mensaje sin vergüenza, con valentía y en la práctica, venceremos. Si no lo hacemos, estamos muertos.

¿Cómo se ve a España desde Roma y desde Hispanoamérica?

Conozco bien España, y sé que es un país muy singular, en el que todo el mundo van detrás de los curas: unos con un garrote y otros con una vela y un rosario. Para mí es una sorpresa este encarnizamiento contra la Iglesia.

Publicado el 2 Febrero 2009 – 8:09am

Misas en el prado de las apariciones de El Escorial

Se levanta una prohibición de 1985

Rouco autoriza las misas en el prado de las apariciones de El Escorial

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha autorizado la celebración de la santa misa, el primer sábado de cada mes, en las instalaciones de Prado Nuevo, lugar de reunión de los seguidores de Luz Amparo Cuevas, supuesta vidente de la Virgen María en ese mismo lugar, y fundadora de la Asociación Pública de Fieles Reparadores de Nuestra Señora de los Dolores. Así ha sido comunicado en la mañana del domingo 1 de febrero, por el vicario correspondiente, a los miembros de la asociación.

(J. García/ReL) Esta autorización levanta la recomendación que en 1985 hiciera a los sacerdotes el por entonces arzobispo de Madrid, don Ángel Suquía, de no visitar el prado de las supuestas apariciones, para seguir investigando la naturaleza de lo que allí se vendría dando sin que su presencia levantara suspicacias favorables entre los fieles.

Desde entonces, tan solo en ocasiones puntuales el arzobispado había autorizado a celebrar misa en el polémico lugar. Con este levantamiento y autorización, el cardenal lanza un mensaje importante, no escrito, a los fieles de la Iglesia Católica -en particular a los de su diócesis-, de que tras estos veintitrés años de veto, no se ha observado nada contrario a la doctrina católica ni a la sana devoción a la Virgen María en el lugar conocido como Prado Nuevo. Tampoco entre los seguidores de la fundadora y supuesta vidente, y que en los días de mayor afluencia al prado, que coincide con el primer sábado de cada mes, es positiva la presencia de sacerdotes en el lugar para atender las necesidades espirituales de los peregrinos presentes.

Esto no quiere decir nada respecto al discernimiento definitivo sobre la veracidad de las apariciones, pero sin duda supone un voto de confianza de la máxima autoridad eclesial para con los miembros de la asociación de Prado Nuevo, justo en un momento en que vienen sufriendo una durísima persecución mediática y jurídica que, juicio tras juicio y hasta un número de diez, las Justicia ordinaria ha ido solventando en su favor.

No es el primer guiño que Rouco tiene con la asociación fundada por Luz Amparo. Es conocido que la diócesis regida por el cardenal dispone de seis sacerdotes originarios del entorno de Amparo Cuevas, dos de ellos ordenados el pasado año 2008 por el propio cardenal, con pleno conocimiento de su procedencia y vocación. Además, otros siete seminaristas residentes en las instalaciones de El Escorial, estudian en el seminario conciliar de Madrid.

La historia de Prado Nuevo comienza la tarde del 14 de junio de 1981, cuando Luz Amparo Cuevas asegura haber visto a la Virgen María junto a un fresno. Desde entonces, se vendrían dando sin parar una serie de apariciones durante el primer sábado de cada mes hasta nuestros días, aunque en los últimos años, y por petición del arzobispado, Luz Amparo no se desplazase al prado. Fruto del contenido de los mensajes que la Virgen María le daría a Luz Amparo, es la fundación de la citada asociación, a la que pertenecen ya casi un centenar de jóvenes consagradas, los sacerdotes y seminaristas citados, y unas treinta familias de laicos.

Una de las cosas que habría pedido la Virgen María a Luz Amparo es el rezo del rosario cada primer sábado de mes en el prado. A los miles de fieles que responden con su presencia a esta petición, se sumarán ahora muchos más para participar en ese lugar de la celebración de la Santa Misa. La primera de ellas no se hará esperar. Será el día siete de febrero, a las 16 horas, en el lugar conocido como La Nave, aledaño al prado de las apariciones.

Publicado el 2 Febrero 2009 – 7:48am

«Merece la pena lo que hice…

el magistrado condenado por ser coherente con su fe católica, se muestra firme en sus principios y defiende su actuación en el caso de la niña candela

Ferrín Calamita: «Merece la pena lo que hice…Da una gran paz el cumplimiento del deber»


Rafael Nieto. 2 de febrero.

Si existe hoy un ejemplo claro de que no hay operación ni campaña de linchamiento moral que pueda hacer mella en un hombre cuando éste camina de la mano de Dios, sin duda ese es el caso del juez Fernando Ferrín Calamita. Extremar el celo profesional para proteger los intereses de una niña le ha costado la suspensión de empleo y sueldo, la marginación, el insulto, el desprecio y el acoso mediático. Sin embargo, nada hay en sus respuestas a las preguntas de Diario YA que revele arrepentimiento, ni siquiera amargura. Como buen católico, el juez murciano parece estar dirigiéndose al Padre para pedirle que, por favor, perdone a sus perseguidores, porque ciertamente no saben muy bien lo que están haciendo.

¿Se arrepiente de algo de lo que haya hecho desde que empezó esta tormentosa historia? En absoluto. Volvería a hacer lo mismo. Quizá, de lo único que me arrepienta es de haber declarado en la fase de instrucción y en el juicio oral, dando explicaciones de unas decisiones mías como Juez perfectamente normales. Es decir, de haber entrado en el juego y no haber guardado silencio. Y ello por cuanto ya sabía de antemano en mayo de 2008, cuando declaré como imputado, que estaba condenado en Murcia, y que mi única esperanza era el Tribunal Supremo y, en su caso, el Tribunal Constitucional. He sido sometido a un juicio político, artificial.

¿Cree Vd. que se le condena por ser católico, porque la Justicia es un desastre, o por las dos cosas? Sin duda, la condena es por ser católico, lo que según la sentencia equivale a homófobo. Es una barbaridad y un contrasentido: un católico no puede ser racista, xenófobo, homófobo…Todos los hombres tienen la misma dignidad y los mismos derechos.

¿Piensa que merece la pena tener una actitud como la suya, es decir, resistirse a la dictadura de lo políticamente correcto? La verdad es que sinceramente yo no tengo mérito alguno en lo que hice. Me limité, como era mi obligación, a recabar el informe de peritos sobre la repercusión o alcance que la adopción podía tener en la menor CANDELA, si era beneficioso o perjudicial para ella el crecer y ser educada en definitiva sin la figura paterna, por dos «mamás». Un Juez no debe dejarse guiar por las corrientes políticas del momento. Si hay que ir contra corriente, se va y no pasa nada. Hay que relativizar el momento presente y vivir cara al futuro. Claro que merece la pena. Da una gran paz el cumplimiento del deber. Paz que me imagino les faltará a los que han coadyuvado a mi condena. Lo siento por ellos. No saben lo que se pierden.

Vd. es hoy un ejemplo para muchas personas, y en concreto para muchos jueces…, ¿ha cambiado este suceso su vida, a título personal?, ¿en qué sentido la ha cambiado? Sinceramente, no creo que sea ejemplo para nadie. Solo dos Jueces, de fuera de Murcia, me han hecho llegar su apoyo indirectamente. Hay miedo y cobardía para comportarse como es debido, cuando ello comporta luchar contra el «sistema». Por supuesto que lo ocurrido desde julio de 2007 ha cambiado mi vida, pero para mejor. Antes, el primer lugar en la jerarquía lo ocupaba el trabajo, hasta el punto de que me he dejado mi salud levantando Juzgados colapsados (no en el caso del Juzgado de Familia de Murcia) y actuando de facto como «Juez volante», llevando dos Juzgados ( el mío y otro), figura que quiere crear el Ejecutivo. Ahora, el trabajo ha pasado a un tercer lugar, después de Dios y de mi familia. Antes, buscaba el prestigio y el aplauso de la gente y, paradójicamente, de los Presidentes de los TSJ, que me felicitaban por mi labor. Ahora, gracias también a otro Presidente de un TSJ, busco el aplauso del único Juez verdadero. Dios se ha servido de juececillos humanos para dar un palo a otro juececillo como yo y hacerme recapacitar que no iba por buen camino. Que el hombre no vive para trabajar. Que hay otras cosas mucho más importantes.

En estos últimos dos o tres meses, ¿ha recibido más muestras de apoyo, o descalificaciones y críticas? He recibido muchísimas muestras de apoyo y afecto, verbalmente, por escrito, por e-mail…, de Murcia, de España y del extranjero ( Italia, Polonia, Argentina…) Apoyo no solo moral, sino también económico, a través de la Plataforma creada por un grupo de amigos, mi Abogado Javier Pérez-Roldán Suanzes-Carpegna y su hermano Carlos, y en la que participan diversas Asociaciones y periódicos digitales, como Pro Justicia, Hazte Oír, Hispanidad, Profesionales por la Ética y el Diario al que tengo el honor de dirigirme. Quisiera aprovechar la ocasión para agradecer de corazón a todas esas personas, conocidas o anónimas, el apoyo recibido. Descalificaciones personales no he recibido. Supongo que sí a través de determinados medios de comunicación. Pero no pierdo el tiempo en ellos, ni me afecta lo que puedan decir. Yo sigo la máxima de que no ofende el que quiere, sino el que puede. Dejar constancia que estas situaciones retratan a las personas, y uno se lleva en unos casos una desilusión tremenda, y en otros una gran alegría.

El Doctor Aquilino Polaino, que está en nuestro Consejo Asesor, ha recibido toda suerte de insultos por ser coherente con su ciencia y su credo…, ¿piensa que la ideología de género terminará por secuestrar no ya las creencias, sino también la razón humana? Vaya por delante mi admiración hacia el Dr. Polaino Lorente, el cual sufrió una brutal campaña de desprestigio por decir la verdad en el Senado, por no acomodarse «a los nuevos tiempos». La ideología de género que se viene implantando o queriendo implantar desde 1995 pasará, como ha pasado la ideología marxista, en la que en parte hunde su raíz aquella. Son un conjunto de ideas que no se corresponden con la realidad, viéndola a través de los esquemas de la lucha de clases. Son como una especie de «camisa de fuerza» que pretende imponer distorsionadamente su visión reducida de la realidad, lo cual está al servicio de unos determinados intereses. Hay que ser optimistas. La naturaleza se terminará por imponer. Hay diferencias evidentes, incluso biológicas, entre el hombre y la mujer. Esa diferencia es una riqueza para la sociedad, ya que están llamados a aportar cada uno lo suyo. Por ejemplo, la mujer enriquece los ámbitos humanos aportando lo específicamente femenino, que es un gran bien para el matrimonio, la familia, el mundo del trabajo y la sociedad en general. Ambos sexos se complementan. Dos hombres o dos mujeres, no. No son roles adquiridos de una forma artificial y que se puedan cambiar. La razón y la verdad triunfarán. Las instituciones que se trata de socavar (el matrimonio, la familia y la Iglesia) seguirán en los siglos venideros.

¿Cuál es su situación personal tras haber sido suspendido de empleo?, ¿cómo puede cualquier ciudadano colaborar económicamente con su causa? Yo estoy suspendido cautelarmente de empleo y sueldo desde febrero de 2008, a raíz de la inconcebible admisión a trámite de la querella, cuya finalidad fraudulenta era clarísima. Percibo el sueldo base. Tengo esposa y siete hijos. Los tres mayores tienen un pequeño empleo, además de cursar estudios universitarios, y están buscando un empleo que proporcione a la unidad familiar unos ingresos que completen la diferencia. También yo estoy gestionando el poder dedicarme a la docencia en los dos años que aproximadamente tardará el Tribunal Supremo en dictar sentencia, única actividad a la que me puedo dedicar, dado que como sigo siendo Juez mantengo el mismo régimen de incompatibilidades. Confío en que el Tribunal Supremo revoque la sentencia de la Sala Penal del TSJM, porque es injusta a todas luces. En caso contrario, recurriré al Tribunal Constitucional y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En cuanto a la colaboración económica, cualquier persona puede hacerlo a través de la web Plataforma Juez Ferrín Calamita. Hasta la fecha (hoy se cumple un mes) lleva recaudados 27.000 euros. Dicha cantidad, que parece ser me será entregada en un acto público en Madrid el 13-2-2009, será ingresada en una cuenta bancaria a mi nombre, independiente a la que tengo y fiscalizada por uno de los donantes que se hayan identificado (al que autorizaré para que tenga acceso a la misma y pueda pedir extractos), y con ella se atenderán los gastos familiares en la medida de lo estrictamente imprescindible, si mis hijos o yo no encontramos un trabajo. También las costas del juicio. El sobrante, si lo hubiere, sería entregado a alguna asociación benéfica, O.N.G, etc.

¿Qué consejo le daría a un joven estudiante de Derecho que pretenda ser, algún día, un buen letrado o un buen juez? Que sea ante todo un buen profesional, honrado, coherente con sus ideas o creencias; que busque siempre en la medida de lo posible el bien de las personas que acuden a su bufete o al Juzgado; que si hay que ir contra corriente no lo dude; que en el caso de un letrado atienda a la capacidad económica de la persona y que trate a todas por igual, tanto si son clientes de pago como si son del turno de oficio. A mí realmente me impresionaron las palabras de D. Carlos Dívar, nuevo Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo en una entrevista periodística en septiembre de 2008, a saber, «Yo tengo que actuar conforme a mi conciencia. No puedo dejar de creer por tener un cargo público. Mi vida es una unidad. Antes de abandonar a Dios, abandonaría mi trabajo, sin hacer ningún ruido. Dios está tanto en mi vida pública como en la privada y yo no puedo renunciar a Él ni en una ni en otra. Jesús dijo: «Quien se avergüence de mí yo me avergonzaré de él delante de mi Padre». Y añadió que sus creencias religiosas cristianas «jamás» van a interferir en sus funciones, sino «todo lo contrario». Asimismo, confirmó creer en Dios «con todas sus fuerzas». «Yo creo en Dios y cuando uno tiene una fidelidad y la cumple por encima de todo, como yo soy fiel a Dios, después las demás fidelidades se cumplen más fácil, y jamás va interferir en mi función tanto en el Consejo como en el Tribunal Supremo creer en Dios, todo lo contrario». «El amor de Dios, que es el que ha dirigido toda mi vida, nunca puede quedarse en casa. Hago mías estas frases, así como la pronunciada por el Decano del Colegio de Médicos de Portugal: «Tener una opinión y principios éticos es lo que separa a los seres humanos de un rebaño de ovejas».

Genocidio en Zimbabue

Peligro de genocidio en Zimbabue


La Conferencia Episcopal de África Austral pide a Mugabe que deje el poder

ROMA, domingo, 1 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- Este 27 de enero, los obispos de la Conferencia Episcopal de África Austral elevaron de nuevo su voz para condenar a los responsables de la situación en que se encuentra Zimbabue, atenazado por una crisis económica tan grave que ha empujado ya a tres millones de personas (casi un cuarto de la población) a salvarse más allá de la frontera y ya ha reducido al hambre a la mitad de la población.

Una crisis que tiene su origen en las políticas sin sentido del pluridecenal régimen de Robert Mugabe que amenazan con degenerar ulteriormente, en medio de la indiferencia de los líderes políticos que desde hace nueve meses se disputan el poder, sin prestar atención a las condiciones de sus compatriotas, ahora golpeados también por una epidemia de cólera que justo en estos días la Organización Mundial de la Salud ha definido como fuera de control.

En marzo pasado, el voto popular dio por primera vez la mayoría parlamentaria al partido de la oposición, el Mdc-T, liderado por Morgan Tsvangirai, quien además obtuvo la mayoría relativa de los votos a las elecciones presidenciales, superando en sufragios al presidente Mugabe.

Este último, rechazando el veredicto popular, usó el arma de las intimidaciones y de la violencia para dar la vuelta al resultado a su favor en la segunda vuelta prevista por la Constitución. El clima estaba tan tenso que obligó a Tsvangirai a no presentarse a esta segunda vuelta y dejar el país para proteger la propia vida.

Mugabe ordenó entonces que, de todos modos, se celebrara la segunda vuelta, presentándose como único candidato, resultando vencedor obviamente. Desde entonces, la comunidad internacional intervino para tratar de obtener de Mugabe un rendimiento parcial, consistente en la creación de un gobierno de unidad nacional que incluyera a ministros de la oposición, liderados por un primer ministro, cargo hasta ahora inexistente, que se asignara a Tsvangirai, para contrarrestar el poder presidencial.

En septiembre, los contendientes acordaron aceptar esta solución, pero la crisis está abierta todavía, a la espera de las modificaciones constitucionales necesarias para instituir el nuevo cargo gubernamental, y quedando abierto el problema de la asignación del Ministerio del Interior, un departamento de importancia decisiva, dado que controla las fuerzas de seguridad.

Desde hace tiempo no se había levantado ninguna voz para recordar que, si se llega al acuerdo para el que se ha activado la diplomacia internacional hace unos meses, se podrá decir que ha concluido la crisis política, pero al precio de una derrota de la democracia que pesará sobre el futuro del país y de sus habitantes. Las nuevas instituciones políticas no reflejarán la voluntad expresada por los electores y, hecho también grave, sustancialmente el poder seguirá en las manos de quien es el responsable de la actual situación desesperada.

He aquí por qué, por voz del arzobispo de Johanesburgo Buti Tlhagale, la Conferencia Episcopal ha declarado formalmente que la permanencia en el poder del presidente Mugabe es un acto ilegítimo que está además provocando un genocidio.

Unánimes, los obispos del África Austral piden a Mugabe que deje el poder inmediatamente y a los gobiernos de la región cortar todas las relaciones con el presidente: «Si esto no sucede -explicó el arzobispo de Johanesburgo- serán cómplices de haber creado una situación que está llevando al país al hambre, a la enfermedad, a la disolución de la sociedad y a la muerte de los ciudadanos».

Por Anna Bono, traducido del italiano por Nieves San Martín

Anna Bono es profesora de Historia e Instituciones de África en la Universidad de Turín.

Comunicación matrimonial

La comunicación matrimonial

domingo, 01 de febrero de 2009
José Manuel Mañú Noain


SonTusHijos.org (Estudios Arvo)

Numerosas estadísticas coinciden en destacar la abundancia de esposas insatisfechas con el nivel de comunicación logrado en su vida matrimonial. La proporción es de un 80% de mujeres que la consideran deficiente, frente a sólo un 20% de varones que piensan lo mismo.

Diferencias de valoracion

Se pueden hacer diversas lecturas de este dato; una de ellas es la desproporción de la valoración ente una y otra parte de la pareja. Eso, en sí mismo, ya es indicio de un posible problema. Mientras los varones no sean conscientes de que deben mejorar en esta cuestión, resulta difícil que pongan los medios para mejorar un problema que desconocen. Tenemos que interiorizar que los varones y las mujeres somos iguales en dignidad, pero diferentes en el modo de ser.

¿A qué se debe esa diferencia de valoración entre uno y otro cónyuge? Son varias las razones; entre ellas está el que la mujer, en general, necesita exteriorizar sus sentimientos más que los varones; si bien no cabe atribuir este rasgo necesariamente a cada persona de uno u otro sexo. Sabiendo que son rasgos generales, cabe afirmar que la mayoría de las mujeres descansan manifestando sus sentimientos y que consideran grata la labor de escucha del marido. Los hombres en cambio suelen ser más reacios a manifestar sus preocupaciones. Por eso es frecuente que, cuando el marido llega a casa, o una vez acostados los niños, la esposa manifieste notorio interés en relatar las incidencias del día, mientras que su marido suele preferir leer un periódico o ver un programa deportivo.

Además las mujeres son más minuciosas en sus explicaciones, pues dan gran importancia a los detalles. Si el esposo, con la intención de serenar a su mujer, o de que le deje tranquilo, trata de dar respuestas, descubrirá que su mujer se enfada; quizás no ha entendido que ella, al relatarle los problemas no le está pidiendo soluciones, sino compartir las preocupaciones o, al menos, ser escuchada.

Algunos, erróneamente, podrían pensar que esta afirmación tiene tintes sexistas, pero el hecho es que las mujeres tienden a valorar las cosas de modo diferente que sus maridos, y que compartir las preocupaciones les supone un descanso y un desahogo.

Generalmente las mujeres tienen más desarrollada la capacidad verbal que los varones; eso les ayuda a expresar con más precisión y profundidad sus estados emocionales; además consideran un signo de solidaridad y de cariño compartir los problemas entre las personas. Por el contrario, muchos varones considerando poco agradable el hecho de ser preguntados por sus sentimientos, suelen preferir que se les deje a solas cuando tienen un problema o, en todo caso, considera que la iniciativa para comentarlos debe partir de él. Como es obvio esto no tiene una precisión matemática.

Sumas y restas

Suma a la comunicación matrimonial: escuchar, que es mucho más que oír; interesarse realmente por lo que le están contando; saber dar nuevas oportunidades; corregir de un modo amable, delicado y a solas; saber pedir perdón y perdonar, aunque sea una vez más. Por eso, es válida la expresión: «Quiéreme cuando menos lo merezca, porque es cuando más lo necesito».

En cambio, resta a la comunicación conyugal: usar frases hirientes; dejar en evidencia al cónyuge ante terceras personas; hacer referencia a sucesos negativos del pasado; comparar despectivamente al cónyuge con otro miembro de su familia… Se entiende que no es acertado el comentario: «Cada vez me recuerdas más a tu madre…», en medio de una discusión.

Para restablecer la comunicación deteriorada, es importante saber distinguir entre lo que es fruto natural del cansancio y lo que refleja una situación de crisis; evitar hacer enmiendas a la totalidad, ya que difícilmente todo estará mal; mezclar cuestiones de planos muy distintos; no caer en el error de pensar: «Estoy harta/o de ceder; esta vez que ceda él/ella».

En algunas ocasiones podemos estar tan obcecados con nuestros puntos de vista que conviene que una tercera persona nos asesore. Para que sea un buen asesor es importante que cumpla los siguientes requisitos: que te conozca bien; que sea una persona prudente; que te ayude a reconstruir, no a derribar lo que todavía os une; que sea discreto con tus consultas; que sea de tu mismo sexo. Esto último puede resultar extraño para algunos; su lógica se fundamenta en que compartir intimidad crea unos lazos, que en el caso de las consultas sobre el propio matrimonio se pueden acabar convirtiendo en un obstáculo al problema que tratábamos de resolver. Si pensáramos que nuestro consejero, de sexo distinto, nos entiende mejor que nuestro cónyuge estaríamos dando pasos hacia la ruptura matrimonial, además de poder crear un problema a una tercera persona y a su familia.

Saber rectificar

Admitir la posibilidad de estar equivocado es indispensable para poder rectificar. A veces nos equivocamos, aunque estemos seguros de nuestra opinión, como se ve en la siguiente historia: Un día, una señora fue a la estación de tren; al llegar, le informaron que el tren que esperaba se retrasaría una hora. La señora, algo molesta, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua; buscó un banco en el andén central y se dispuso a esperar. Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un periódico. Inesperadamente, la señora observó cómo el chico, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y se llevaba una a la boca. La mujer no quería ser grosera, pero tampoco dejarlo pasar, así que, de un modo ostensible tomó el paquete y sacó una galleta y se la comió mirando al joven fijamente.

Como respuesta, el muchacho tomó otra galleta y se la comió sonriendo. La señora enojada, tomó otra con claras señales de fastidio. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba una galleta. «No podrá ser tan descarado», pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas. Con calma el joven tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió en dos y ofreció la mitad a su compañera de banco. «¡Gracias!», dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad. «De nada», contestó el joven suavemente, mientras comía su mitad.

Entretanto llegó el tren… La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho en el andén y pensó: » ¡Qué insolente y mal educado!» Sintió la boca reseca por el disgusto; abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró dentro su paquete de galletas intacto.

Estilos emocionales

Algunos malos entendidos se dan porque olvidamos que cada uno tiene un estilo emocional distinto, fruto del temperamento, de la educación recibida, de las costumbres familiares… Nuestro cónyuge tiene también su estilo propio, que puede ser muy distinto al nuestro. Saber aceptar los diferentes estilos es necesario para una buena convivencia. No siempre podemos cambiar los sentimientos; lo que sí está en nuestra mano es cambiar las respuestas.

Para que la comunicación sea efectiva, no basta con cuidar las formas, es preciso tener una idea clara de lo que es el matrimonio. Pensar que el amor reside en el sentimiento es uno de los graves errores de la sociedad actual. Los sentimientos ayudan, pero son variables. Es preciso partir de la convicción de que mi matrimonio con mi cónyuge se apoya en el compromiso que adquirimos al casarnos y que, por tanto, debo luchar por mantenerlo vivo con todas mis fuerzas.

El amor es como un ejercicio de jardinería: hay que arrancar las malas hierbas, preparar el terreno, sembrar, regar, abonar y ser paciente. Vendrán insectos, puede haber sequía o exceso de lluvia, pero no por eso se abandona el jardín. Aún en el caso de que uno piense que sólo él es el que pone de su parte, vale la pena recordar al clásico castellano: «Pon amor donde no hay amor y sacarás amor».

El respeto mutuo

Una buena comunicación se apoya en el respeto mutuo, en respetar la legítima autonomía del otro, como se refleja en la siguiente anécdota: En una tribu Síux, un joven guerrero y una joven muchacha se presentaron ante el jefe de la tribu. Nos queremos casar, dijeron. El anciano, al verlos tan enamorados, quiso darle su mejor consejo. «Nube Azul, dijo el jefe a la joven, sube a ese monte y trae el halcón más hermoso que puedas». «Y tú, Toro Bravo, escala esa otra montaña y coge un águila que hay en lo alto; dentro de dos lunas os espero aquí».

El día establecido, los dos jóvenes se presentaron con las aves. El jefe les dijo: «Coged las aves y atarlas entre sí por las patas, luego soltadlas y que vuelen». El guerrero y la joven así lo hicieron; el águila y el halcón se levantaron unos metros para caer poco después; en el suelo, arremetieron a picotazos entre sí. «No olvidéis esto jamás, dijo el anciano, si queréis que vuestro amor dure: volar juntos… pero nunca atados».

Saber los legítimos modos de ser significa, entre otras cosas, entender que la unidad no es lo mismo que la uniformidad. Amarse no es estar todo el día juntos, aunque tampoco su contrario; cada pareja debe de encontrar su propio estilo. En todo caso, hay que ser consciente que para que el matrimonio funcione, hay que saber dar: tiempo, cariño… Fomentar lo que une y evitar lo que separa. Un modo delicado de cariño es el que manifestó una niña africana con su maestra cuando ésta cumplió años: la niña apareció en clase con una preciosa caracola. La maestra se sorprendió; sabía que sólo se recogían en playas distantes. Cuando lo comentó, la chica le dijo sonriendo: «Maestra, la caminata formaba parte del regalo». Un detalle así es muy superior a compras caras y precipitadas.

La cultura del perdón

Comprobar nuestras limitaciones no es un obstáculo, especialmente si nos hace ser más comprensivos con los demás. Es importante fomentar la cultura del perdón. La sola justicia no basta en las relaciones humanas; se precisa la generosidad y la misericordia. Perdonar y ser perdonados; por eso hace tanto daño el orgullo en las relaciones personales. Una última idea puede ser el de tratar de conquistar a tu cónyuge cada día, como si fuera la primera vez. Ella guardará sus mejores joyas para cuando esté con su marido; él se esforzará en tener los detalles con su esposa que tenía cuando eran novios. ¿Difícil?: Sí; pero vale la pena.

Virgen de la Candelaria

Fiesta de la Candelaria

Para cumplir la ley, María fue al Templo de Jerusalén, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús

Virgen de la Candelaria
Virgen de la Candelaria

Esta fiesta ya se celebraba en Jerusalén en el siglo IV.

La festividad de hoy, de la que tenemos el primer testimonio en el siglo IV en Jerusalén, se llamaba hasta la última reforma del calendario, fiesta de la Purificación de la Virgen María, en recuerdo del episodio de la Sagrada Familia, que nos narra San Lucas en el capitulo 2 de su Evangelio. Para cumplir la ley, María fue al Templo de Jerusalén, a los cuarenta días del nacimiento de Jesús, para ofrecer su primogénito y cumplir el rito legal de su purificación. La reforma litúrgica de 1960 y 1969 restituyó a la celebración el título de «presentación del Señor» que tenía al principio: la oferta de Jesús al Padre, en el Templo de Jerusalén, es un preludio de su oferta sacrifical sobre la cruz.

Este acto de obediencia a un rito legal, al que no estaban obligados ni Jesús ni María, constituye una lección de humildad, como coronación de la meditación anual sobre el gran misterio navideño, en el que el Hijo de Dios y su divina Madre se nos presentan en el cuadro conmovedor y doloroso del pesebre, esto es, en la extrema pobreza de los pobres, de los perseguidos, de los desterrados.

El encuentro del Señor con Simeón y Ana en el Templo acentúa el aspecto sacrifical de la celebración y la comunión personal de María con el sacrificio de Cristo, pues cuarenta días después de su divina maternidad la profecía de Simeón le hace vislumbrar las perspectivas de su sufrimiento: «Una espada te atravesará el alma»: María, gracias a su íntima unión con la persona de Cristo, queda asociada al sacrificio del Hijo. No maravilla, por tanto, que a la fiesta de hoy se le haya dada en otro tiempo mucha importancia, tanto que el emperador Justiniano decretó el 2 de febrero día festivo en todo el imperio de Oriente.

Roma adoptó la festividad a mediados del siglo VII, y el Papa Sergio I (687-701) instituyó la más antigua de las procesiones penitenciales romanas, que salía de la iglesia de San Adriano y terminaba en Santa María Mayor. El rito de la bendición de los cirios, del que ya se tiene testimonio en el siglo X, se inspire en las palabras de Simeón: «Mis ojos han visto tu salvación, que has preparado ante la faz de todos los pueblos, luz para iluminar a las naciones». Y de este rito significativo viene también el nombre popular de esta fiesta: la así llamada fiesta de la «candelaria».