Roban túnica de imagen del Divino Niño en Venezuela

Roban valiosa túnica de imagen del Divino Niño en templo venezolano

CARACAS, 05 Jun. 08 / 04:18 am (ACI).- La túnica con incrustaciones de oro de la imagen del Divino Niño fue robada de la Basílica de Santa Teresa, en la capital venezolana, algo que muestra que «no hay valores ni respeto a Dios«, expresó el párroco del templo, Mons. Adán Ramírez.

Según se informó, la madrugada del martes unos ladrones ingresaron abrieron un boquete por el ala sur del templo, pasaron a la sacristía y luego fracturaron el nicho donde se encuentra la sagrada imagen. Además de la túnica, se llevaron algunas joyas dejadas por los feligreses en pago por promesas, así como el dinero de la limosna.

«Esto no es un robo al párroco o a la Basílica, sino a los feligreses que muchas veces se privan de tener algo y hacen sacrificios para cumplir sus promesas», manifestó Mons. Ramírez.

Tras referirse al incalculable valor religioso de la túnica, el párroco indicó que lo ocurrido «es un signo de la descomposición social que estamos viviendo». Denunció que «frente a nuestra iglesia hay robos constantes y prostitución», por lo que el robo «es una muestra que no hay respeto por nada ni por nadie»

Del mundo de la fama al mundo de la fe

Eduardo Verástegui: del mundo de la fama al mundo de la fe

El testimonio del galán latino, protagonista de la película Bella, al crecer en la fe y la conciencia pro-vida.

Eduardo VerasteguiEmpezó a trabajar a los 17 años cantando en un grupo que se llamaba «Kairo«. Viajes, discos, videos, telenovelas en México… La fama fue subiendo y cumpliéndose sus «sueños». Ya sin el grupo siguió cantando como solista. En uno de sus viajes México-EEUUU le conoció un director de casting de la «Century Fox» y lo contrató para grabar películas en Hollywood.

Con 28 años y jornadas de estudio de ocho horas al día, a los siete meses aprendió inglés. La maestra, para su sorpresa, resultó ser una católica convencida que sembró en él la inquietud por buscar la verdadera felicidad.

«Después de doce años de carrera, de lograr todos esos sueños que pensé me iban a dar la felicidad, de haber llegado de un pueblo chiquito a Hollywood, de hacer una película en inglés, de tener doce managers, publicistas, agentes, abogados, todo tipo de personas trabajando para mí para lanzar el próximo «latin lover, Don Juan, casanova»; y de pronto ¡confundido porque no era feliz! ¡Y claro: mexicano, católico practicante; yo pensaba que era practicante porque iba a misa una vez al año y traía un Rosario colgado!»

Así narró hace poco más de un año el comienzo de su conversión a un grupo de jóvenes que le escuchamos pasmados.

Eduardo Verastegui«Si amas tanto a Dios como dices -le mencionó la maestra-, traes el Rosario, tienes una Virgen en tu casa, vas a misa una vez al año y crees que lo estás sirviendo, ¿por qué le insultas tanto?; ¿por qué rompes este mandamiento…? Desde ahí empezaron las lágrimas. Tres meses de llorar y llorar. Por la gracia de Dios me di cuenta de que estaba viviendo en una incoherencia total, contradicciones todo el tiempo. Así es que dejé todo: mi manager, mi carrera; fui a hablar con un sacerdote…»

Fue tan fuerte la acción de la gracia de Dios que estuvo a punto de meterse en un seminario. Pero el consejo del sacerdote Legionario de Cristo le impulsó a otra misión: fundar una productora de cine.

«Allí donde está la oscuridad, ahí es donde debes estar porque si Dios cerró los ojos ahí necesitamos ser una luz en la oscuridad«, le subrayó el religioso.

Para colmo le dio un libro que le cambio la vida («Roma, dulce hogar«):

«Cuando cerré ese libro empecé a asistir a misa todos los días. Ese libro me ayudó mucho a discernir: o es realmente Dios o no lo es. Y si sí es (que me quedó bien claro por la gracia de Dios que estaba actuando en ese momento) quiero estar ahí en ese momento todos los días del resto de mi vida. Me fui a un retiro como cinco días y ahí fue donde salió la idea de armar «Metanoia films«, porque la palabra metanoia, conversión en griego, era lo que estaba pasando. Dejar todo lo que en un momento pensé que iba a ser la felicidad para seguir a Dios y entregar mi vida completa a Dios, que yo creí que iba a ser en el seminario, como monje de clausura o algo así y Dios me la puso de manera diferente».

Pero no paró todo ahí. Con la productora lista, contratos jugosos rechazados, dispuesto a promocionar los valores, se empezaron a sentir las pruebas por la falta de dinero:

«Sabía que Dios lleva a los hombres a las aguas profundas no para ahogarlos sino para limpiarlos pero ¡ya nos andábamos ahogando!»

En noviembre de 2004, invitado por el sacerdote Legionario de Cristo, fue a Roma, saludo a Juan Pablo y le presentó «Metanoia films». Una semana después conoció a Sean, un católico que le compró parte de la compañía y le dio el dinero para hacer la película:

«¡Justamente una semana después de haber conocido al Santo Padre! Para nosotros fue un milagro clarísimo».

Como la temática lo exigía, antes de iniciar el rodaje decidió ir a una clínica de abortos para hablar con alguna chica.

«Cuando llegué empecé a ver a estas chavas entrando; niñas de 15 a 23 años, en su mayoría latinas… ¡No pude ni hablar! Obviamente ni decirles «Fíjate que estoy haciendo una película, me gustaría saber el dolor que traes para…» ¡No pude! Se me cerraron los labios y lo único que hice fue observar la gente que estaba fuera tratando de convencerlas con sus panfletos, con todo lo que les estaban platicando».

Al final terminó hablando con una joven que le había reconocido. Se la llevó a otro sitio, y a platicar y platicar. Le enseñó un video pro vida, le regaló cosas, le habló de la belleza de ser portadora de una vida… Al final la joven se subió al auto de su marido y no aborto.

Tras filmar la película, el esposo de la chica le habla y le pregunta si pueden llamar al niño: «Eduardo». Verástegui fue al hospital, llevó a un sacerdote y bautizaron al niño.

«Una de las excusas que tenían para abortar era que la niña anterior había salido con los ojitos un poco malos; el segundo hijo les salió con una burbuja en la cabeza y pensaron que el tercero también les iba a salir así y nada, gracias a Dios el tercero fue el que salió físicamente sano. Me quedó muy claro que fue la gracia de Dios y que a uno lo utiliza simplemente como un instrumento, pero ha sido la cosa más bella que he hecho en toda mi vida…»

La idea de esa película es salvar muchas vidas. Que cualquier chica embarazada que quiera abortar y vea la cinta, quede tocada en su corazón y cambie su decisión. La película se llama «Bella»

La historia de Eduardo Verástegui ( http://www.eduardoverastegui.com.ar ) es una de esas conversiones que reclaman examen de conciencia y exigen revisión de la propia vida. «¿Si el pudo, por qué yo no?», se preguntarán muchos. La respuesta estará no en el fácil responder: «¡claro, es que él es famoso y yo no!», sino en la actitud de correspondencia a la gracia que da Dios, al amor de Dios que es el mismo para todos.

Cada uno actúa desde el puesto que le toca. Ninguno es innecesario porque en todo cuerpo tanto vale el corazón como el cerebro, la vista como el tacto. Todo depende del fruto que sepamos dar según el propio papel.

 

 

Humildad es la medida de la grandeza

Vaticano

Benedicto XVI recuerda a San Gregorio Magno: Humildad es la medida de la grandeza

VATICANO, 04 Jun. 08 / 09:16 am (ACI).- El Papa Benedicto XVI retomó en la audiencia general de los miércoles lacatequesis sobre San Gregorio Magno, a través de quien se confirma que la humildad es la medida de la grandeza.

El Pontífice se centró esta vez en la doctrina de este Papa y Doctor de laIglesia, recordó que en sus numerosas obras, San Gregorio «no se muestra nunca preocupado por trazar una doctrina ‘suya’: prefiere hacerse eco de la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre el camino que es necesario recorrer para llegar a Dios».

El autor de las «Homilías sobre los Evangelios», cree que el cristiano cuando lee las Escrituras «no debe conseguir solamente conocimientos teóricos, sino más bien el alimento cotidiano para su alma» e «insiste con fuerza en esta función del texto sacro: acercarse a la Escritura simplemente para satisfacer el deseo de conocimiento significa ceder a la tentación del orgullo«.

«La humildad intelectual es la primera regla para quienes quieren penetrar en las realidades sobrenaturales partiendo de los libros sagrados. Por otra parte, cuando se trata de la Palabra de Dios, comprender no es nada, si la comprensión no lleva a la acción», indicó.

En el «Comentario moral a Job», siguiendo la tradición patrística, San Gregorio Magno «examina el texto sacro con un triple enfoque: literal, alegórico y moral. El ideal moral consiste siempre en realizar una armoniosa integración entre palabra y acción, pensamiento y compromiso, oración y dedicación a los propios deberes. Ese gran Papa traza para el creyente un proyecto completo de vida, que constituirá durante la Edad Media una Summa de la moral cristiana».

En su texto más conocido, la «Regla Pastoral», San Gregorio «se propone delinear la figura del obispo ideal, maestro y guía de su rebaño. El obispo es ante todo «el predicador» por excelencia y como tal debe ser ante todo un ejemplo para los demás» y recuerda que «para una acción pastoral eficaz es necesario que conozca a los destinatarios y adapte sus intervenciones a la situación de cada uno».

Además, «insiste en el deber que tiene el Pastor de reconocer su propia miseria, para que el orgullo no haga vano, ante los ojos del Juez Supremo, el bien cumplido».

«Todas estas preciosas indicaciones -explicó el Papa- demuestran el elevado concepto que San Gregorio tiene del cuidado de las almas, que define «el arte de las artes».  En el diseño teológico que Gregorio desarrolla en sus obras, pasado, presente y futuro son relativos. Lo que más le importa es el arco completo de la historia de la salvación que sigue su curso entre los oscuros meandros del tiempo. Para él, los guías de las comunidades cristianas deben comprometerse a examinar los eventos a la luz de la Palabra de Dios», indicó.

Benedicto XVI recordó que en las relaciones que el Papa Gregorio «cultivó con los patriarcas de Antioquía, Alejandría y Constantinopla reconoció y respetó siempre sus derechos, evitando cualquier interferencia que limitase su autonomía legítima» y «si en su situación histórica se opuso al título de Patriarca Ecuménico para el Patriarca de Constantinopla lo hizo porque se preocupaba de la unidad fraternal de la Iglesia universal y, sobre todo, por su convicción profunda de que la humildad era la virtud fundamental de todo obispo y más aún de un patriarca».

«En su corazón -recalcó el Santo Padre-, Gregorio siguió siendo siempre un simple monje y por eso fue contrario a los grandes títulos. Quería ser el «servus servorum Dei» (el siervo de los siervos de Dios). Profundamente conmovido por la humildad de Dios que en Cristo se hizo siervo nuestro, estaba convencido de que un obispo debía imitar esa humildad».

Aunque el deseo de San Gregorio hubiera sido el de «vivir como un monje en permanente coloquio con la Palabra de Dios, por amor suyo se hizo servidor de todos en un tiempo lleno de tribulaciones y sufrimientos: siervo de los siervos. Por eso fue «Grande» y nos enseña cuál es la medida de la verdadera grandeza», concluyó.

 

 

Condenados a prisión por convertirse al cristianismo

Cuatro argelinos son condenados a prisión por convertirse al cristianismo

ARGEL, 04 Jun. 08 / 12:47 pm (ACI).-Cuatro ciudadanos argelinos convertidos al cristianismo han sido condenados a prisión y a pagar una multa, mientras que otros dos fueron dejados en libertad tras haber negado su conversión; en Argelia; donde fueron juzgados por «práctica ilegal de un culto no musulmán», según informó el abogado defensor a la agencia AFP.

Uno de los conversos al cristianismo fue condenado a seis meses de prisión y a pagar una multa de dos mil euros; mientras que los tres otros deberán purgar una pena de dos meses de prisión con una multa de mil euros cada uno; según precisa el defensor Khelloudja Khalfoun.

Según explica este abogado, los cuatro que fueron condenados por el tribunal correccional de Tiaret reconocieron ser conversos al cristianismo, mientras que los que quedaron en libertad lo negaron. Kheloudja dijo también a AFP que apelará el fallo, dado que solo quienes admitieron ser conversos han sido condenados. «Han sido juzgados por los mismos hechos, por lo que todos debieron ser condenados o todos liberados», precisó.

El grupo de seis converses fue juzgado luego de haber sido arrestados a la salida de un local en donde habrían participado de un servicio «ilegal», según explican las autoridades argelinas. Según la controvertida ley de febrero de 2006 que regula el culto religioso en Argelia, los lugares para este ejercicio deben estar definidos por el ministerio de asuntos religiosos.

Este es el mismo tribunal que juzga a Habiba Kouider, arrestada el pasado 1 de abril bajo el mismo cargo.

De otro lado, otro tribunal correccional, el de Tissemsilt, localidad ubicada a 350 km al sudeste de Argel, capital de Argelia; emitirá su fallo el próximo 18 de junio sobre otros dos conversos al cristianismo. Condenados el 20 de noviembre de 2007 a dos años de prisión y pagar 5 mil euros por ejercicio ilegal de un culto no musulmán, solicitaron ser juzgados nuevamente en su presencia, como lo permite la ley argelina.