Exposición de la Sábana Santa en el año 2010

Vaticano

El Papa anuncia ostensión de Sábana Santa en 2010 y expresa deseo de visitarla

VATICANO, 02 Jun. 08 / 09:46 am (ACI).- «Si el Señor me da vida y salud, espero ir yo también«, dijo el Papa Benedicto XVI al anunciar que ha acogido el deseo del Arzobispo de Turín, Cardenal Severino Poletto, para que en la primavera de 2010 haya otra «solemne Ostensión de la Sábana Santa«.

«Esta será una ocasión muy propicia para contemplar aquel misterioso Rostro, que habla silenciosamente al corazón de los seres humanos, invitándoles a reconocer en él el rostro de Dios«, indicó el Pontífice al recibir este mediodía en el Aula Pablo VI a siete mil fieles de Turín.

En su discurso, el Santo Padre aseguró «una oración especial al Señor» por las víctimas de las recientes inundaciones en Pinerolo y Cuneo y pidió que «sostenga a cuantos luchan para afrontar esta grave calamidad natural».

En los diez últimos años, dijo, la comunidad diocesana ha realizado «una extensa acción apostólica y misionera, partiendo de un intenso movimiento espiritual centrado sobre todo en la Eucaristía dominical, la adoración eucarística semanal y el descubrimiento de la importancia del Sacramento de la Reconciliación«.

Además, continuó el Papa refiriéndose a los fieles, «os habéis preocupado de acercar a los más ‘alejados’. Este compromiso misionero lo seguís compartiendo en el presente año pastoral, año de la ‘Redditio fidei’, cuyo momento culminante es precisamente la solemne profesión de fe que habéis proclamado juntos esta mañana ante la tumba del Príncipe de los Apóstoles«.

El Papa alentó a los peregrinos a que «ninguna dificultad, ningún obstáculo frene el amor por el Evangelio de Cristo. Si Jesús es el centro de vuestras familias, de vuestras parroquias y de todas las comunidades, sentiréis viva su presencia y crecerán la unidad y la comunión entre todas las arterias de la diócesis».

«Alimentad, por tanto, constantemente la unión con el Señor en la oración y con la práctica frecuente de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y de la Confesión», pidió el Santo Padre y llamó a preocuparse por «asegurar una formación cristiana continua de los jóvenes y de los adultos».

Distínganse por «las obras de caridad y por un esfuerzo coral al afrontar el gran «desafío educativo» de las nuevas generaciones», agregó.

Finalmente, pidió a la Virgen que «proteja a los sacerdotes y a los agentes pastorales; obtenga a vuestras comunidades numerosas y santas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada; suscite en los chicos y en las chicas el deseo de seguir el alto ideal de la santidad; sea para todos consuelo y apoyo, especialmente para los ancianos, los enfermos, los que sufren y las personas solas y abandonadas».

El sufrimiento silencioso del no nacido

No es ajeno al dolor, afirma un libro

ROMA, domingo, 1 junio 2008 (ZENIT.org).- Uno de los temas que recibe más atención últimamente en el debate del aborto es la cuestión de si el feto puede sufrir y sentir dolor. Un libro de reciente publicación reúne diversas evidencias sobre el tema de expertos, principalmente italianos.

«Neonatal Pain: Suffering, Pain and the Risk of Brain Damage in the Fetus and Unborn» (Dolor Neonatal: Sufrimiento, Dolor y Riesgo de Daño Cerebral en el Feto y en el No Nacido) (Springer) está editado por Giuseppe Buonocore y Carlo Bellieni, miembros ambos del departamento de pediatría, obstetricia y medicina reproductiva de la Universidad de Siena.

En el ensayo introductorio, los dos autores explican que las aportaciones de un gran número de expertos, que colaboran en el libro, coinciden en afirmar que un feto puede sentir dolor antes de nacer.

Una de las aportaciones, esfuerzo conjunto de nueve expertos, considera las evidencias obtenidas a través de las técnicas de ultrasonido. Estos expertos observan que la introducción de la ultrasonografía tridimensional y cuadrimensional ha permitido una evaluación muchísimo más detallada del feto, permitiendo así la observación de cómo reacciona a estímulos específicos.

El útero es un ambiente protegido, pero no aislado, y el tacto es el primer sentido que el feto desarrolla. En la décima semana de embarazo, se puede observar cómo un bebé no nacido puede llevarse las manos a la cabeza, abrir y cerrar la boca, y tragar.

De igual forma, los últimos experimentos muestran que los recién nacidos tienen memoria funcional, un desarrollo que lo comenzó en el periodo anterior al nacimiento. Los autores observan que, de hecho, los recién nacidos recuerdan sabores y olores percibidos en el útero y estas percepciones pueden tener influencia en sus preferencias futuras. El no nacido también escucha los sonidos, incluyendo la voz de la madre. Los recién nacido han mostrado incluso que reconocen la música que la madre escuchaba durante el embarazo.

Protagonista

Otro artículo examina el tema específico del dolor fetal. El equipo de expertos médicos, autores del mismo, comienza observando que el niño no nacido es protagonista, al promover el tráfico celular con la madre, por lo que el es necesario considerar el feto como un paciente, cuyo bienestar han de tomar en cuenta los médicos.

Existen evidencias, observan, de que el dolor agudo o crónico, o incluso el estrés prolongado, puede ser peligroso para el feto, especialmente si tiene lugar durante el periodo crítico del desarrollo cerebral. Los efectos negativos posibles van desde un umbral más bajo de dolor hasta un incremento de los problemas relacionados con la memoria.

Basándose en experimentos con primates, el artículo lanza la hipótesis de que el dolor fetal puede incluso dañar el funcionamiento del sistema inmunológico del cuerpo, con implicaciones a largo plazo para las infecciones y las enfermedades autoinmunes.

En cuanto al estrés, los autores citan un estudio de un grupo de madres que sufrieron estrés y un grupo de control para comparar los resultados. Los bebés de madres estresadas se caracterizaban por un peso más bajo al nacer, menor circunferencia craneal y una edad de gestación menor al nacer en comparación con los bebés del grupo de control.

Los autores observaban que algunos expertos médicos no consideran que el feto pueda sentir dolor al no estar consciente, y también debido a que normalmente están dormidos en el seno materno. El artículo sobre dolor neonatal del libro replica a esto diciendo que hay evidencias científicas considerables que muestran que los fetos son sensibles en el útero a diversas sensaciones: sonido, cambios de luz, tacto y presión, y cambios de equilibrio.

Además, incluso aunque el feto no reconozca conscientemente el dolor como hacemos nosotros, sigue siendo una experiencia desagradable para el no nacido, añaden.

Efectos del estrés

Otro capítulo del libro consideraba otros efectos del estrés en el feto. Dos miembros del Instituto de Biología Reproductiva y de Desarrollo del Imperial College de Londres, Kieran O’Donnell y Vívette Glover, explican que el estrés maternal está muy relacionado con el desarrollo del feto.

Además, en casos de intervenciones médicas llevadas a cabo en fetos, hay evidencias que muestran una respuesta a un estímulo invasivo desde las 16 semanas de gestación. Incluso a las 12 semanas, el feto se retira si es tocado. No obstante, O’Donnell y Glover admiten que todavía no sabemos con exactitud cuándo comienza el feto a sentir o dolor o cuando llega a adquirir consciencia.

En el capítulo conclusivo, Marina Enrichi anima a los lectores a valorar la vida prenatal. Un mejor conocimiento sobre el estado y el desarrollo prenatal del feto traerá consigo una percepción de la vida fetal como algo precioso, lo que redundará en un mayor respeto por el embrión en desarrollo y por la mujer que lo lleva, sostiene.

Una de las consecuencias de esto, augura Enrichi, será que todos nosotros y la misma sociedad empezará a crear un ambiente más protector para el bebé no nacido y para la madre.

Sistema nervioso

Los expertos médicos italianos no son los únicos convencidos de la necesidad de prestar más atención al dolor que sufre el no nacido. El 10 de febrero, el New York Times dedicaba un documentado artículo informando de los descubrimientos de otros doctores sobre el tema.

El artículo comenzaba citando la experiencia de Kanwaljeet Anand, quien, mientras fue médico residente de un hospital británico pudo ver el notable daño causado a bebés prematuros al ser operados sin anestesia. En aquella época, hace 25 años, los médicos pensaban que el sistema nervioso de los bebés estaba demasiado subdesarrollado para sentir dolor.

A través de pruebas, Anand demostró claramente que este no era ni mucho menos el caso y que, una vez que los bebés recibían anestesia, la tasa de mortalidad descendía del 25% al 10%. El tratamiento antidolor de los bebés prematuros pronto fue una práctica habitual, afirmaba el artículo. Anand continuó sus observaciones en esta área y observó que bebés de hasta 22 semanas de gestación mostraban reacción al dolor incluso al ser pinchados con una aguja.

La consecuencia de esta observación fue la consideración de que el feto podía sentir dolor. Esto se convirtió en una cuestión importante al desarrollarse la cirugía fetal, puesto que, si el no nacido puede sentir dolor, esto se convierte en una consideración importante para el cirujano.

Anand, actualmente profesor en la Universidad de Arkansas para las Ciencias Médicas y pediatra en el Hospital infantil de Arkansas, en Little Rock, declaraba al New York Times que cree que los fetos pueden sentir dolor desde la semana 20 de embarazo, y posiblemente incluso antes.

El artículo también citaba a Nicholas Fisk, especialista en medicina fetal y director del Centro para la Investigación Clínica de la Universidad de Queensland, en Australia. Fisk ha llevado a cabo investigaciones que muestran que fetos de 18 semanas reaccionan ante procedimientos invasivos con la producción de hormonas de estrés y con un aumento del flujo sanguíneo hacia el cerebro. Esta es una reacción presente también en niños y adultos y está diseñada para proteger de las amenazas un órgano vital.

El artículo del New York Times reconocía que la cuestión si el feto siente dolor o no tiene implicaciones obvias en el debate del aborto. De hecho, la evidencia médica muestra que sí sienten dolor y, conforme pasa el tiempo, cada vez llevan más atrás su estimación de la edad a la que el feto se ve afectado por el dolor.

Sin embargo, es difícil para los defensores del aborto, admitir que un feto siente dolor, puesto que es sólo una evidencia más que prueba lo equivocados que están al negar al no nacido la oportunidad de vivir.

«Puesto que debe ser tratado como una persona desde la concepción, el embrión deberá ser defendido en su integridad, cuidado y atendido médicamente en la medida de lo posible, como todo otro ser humano», afirma el número 2274 del Catecismo de la Iglesia Católica. Reconocer que el feto puede sentir dolor es un paso en el camino de su reconocimiento como persona.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

«Disfruta de tu hijo»

lunes, 02 de junio de 2008

Aquilino Polaino-Lorente


Arbil.org

El sacrificio puede tornarse motivador del comportamiento humano, porque al fin y al cabo el querer del hombre está amasado siempre de sufrimiento. Y tras el sufrimiento del querer subyace casi siempre agazapada la felicidad

Lo bueno de algunos spots publicitarios es que incluso nos hacen pensar; enAlmudi.org - Aquilino Polaino-Lorente ocasiones, hasta en lo contrario de lo que, en apariencia, parecen proponernos. Hace unos días ojeando una revista descubrí un anuncio publicitario en el que se muestra una criatura encantadora, rodeada por la ternura de un rostro materno y nimbada por el eslogan «disfruta de tu hijo».

No es fácil acertar a entender cuál es el mensaje que el diseñador del anuncio ha querido darnos a entender. Pero no resulta difícil la interpretación del mensaje, si nos atenemos a lo que comienza a ser habitual en algunos de nuestros conciudadanos.

Una vez que se ha separado la sexualidad humana de la fecundidad; una vez que los jóvenes matrimonios se autoprograman para tener su primer hijo después de haber conseguido el piso, el chalet o la segunda residencia; una vez que a través del FIVET y del imperio de una artificiosa voluntad se genera una nueva criatura humana, sin compromiso alguno ni de la sexualidad, ni de la maternidad; toda vez que esto ocurre, es lógico y plenamente coherente que se produzca un enorme cambio en la finalidad, el sentido y la motivación por la que las jóvenes parejas se deciden al fin a tener un hijo.

Aunque lo que se piensa en la actualidad acerca de la maternidad ha variado mucho respecto de lo que se sostuvo décadas atrás, tal transformación, no autorizan a invertir por completo -tal y como nos propone ahora el anuncio publicitario-, algo tan profundo e importante para el ser del hombre como es la filiación y la paternidad.

Si el hijo deviene en un mero recurso para que el padre o la madre disfruten -«disfruta de tu hijo», se nos dice-, entonces habrá que admitir que automáticamente el hijo se convierte en un triste y oscuro deseo de placer, apenas un objeto lúdico y gratificante, que ya no es un fin en sí mismo, sino tan sólo un medio, probablemente, sólo útil para sacar a sus padres de la indiferencia en que se encuentran.

Pero si aquí se agota la finalidad de la vida del hijo -hacer disfrutar a sus respectivos padres-, ¿qué sucederá cuando pese a todas las posibles «programaciones» de sus progenitores, el hijo no cause el disfrute de los padres? En este último caso, ¿se podrá acaso devolver a alguien?

Supongamos que, en el mejor de los casos, cada hijo satisface plenamente la capacidad de disfrutar de sus respectivos progenitores, tal y como reza el anuncio. Aunque este aserto no parece que sea fácil de cumplir, se habría iniciado ya una profunda transformación en el mismo concepto de paternidad y filiación.

Pues, en el improbable caso de que así fuera, los padres se convertirían automáticamente en meros sujetos lúdicos y egoístas, hasta el punto de sojuzgar la autonomía y la libertad de sus descendientes. Sus hijos, entonces, quedarían hipotecados por la mera consecución no ya de su propio fin, sino por haberse transformado en un medio, incierto y ambiguo, del supuesto disfrute de sus padres.

Los padres que, fiados de la publicidad, secundasen hasta sus últimas consecuencias lo propuesto por el anuncio, devendrían así en personas con una paternidad/maternidad meramente hedonista.

Pero si la paternidad se subvierte hasta esos extremos, forzosamente ha de correr la misma suerte la filiación. No se olvide que paternidad y filiación se concitan, encadenan y entretejen en una misma y única relación (la paterno-filial), cuyos extremos por ser fijos (padres e hijos), imponen y exigen precisamente la interdependencia entre esos dos núcleos, a partir de los cuales se estructuran y trenzan aquellas relaciones.

Nunca se había configurado y entendido la paternidad en el sentido en que nos la apunta y sugiere el mencionado anuncio. El amor del padre por el hijo no tiene comparación posible con ninguna otra de las muchas y variadas relaciones afectivas que pueden acontecer en el ser humano.

Siguiendo a Papini puede afirmarse que «el amor del esposo es fuerte, pero carnal y celoso; el del hermano está frecuentemente envenenado por la envidia; el del hijo manchado tal vez de rebelión; el del amigo está manchado de engaño; el del amo, henchido de orgullosa condescendencia. Pero el amor del padre a los hijos es el perfecto Amor, el puro, el desinteresado Amor. El padre hace por el hijo lo que no haría por ningún otro. El hijo es obra suya, carne de su carne, hueso de sus huesos; es una parte suya que ha crecido a su lado, día tras día; es una continuación, un perfeccionamiento, un complemento de su ser; (…) Porque el hijo lo espera todo del padre, y mientras es pequeño sólo tiene fe en el padre y únicamente está seguro junto al padre. El padre sabe que debe vivir para él, sufrir por él, trabajar por él. El padre es como un dios terrestre para el hijo, y el hijo es casi un dios para el padre».

A lo que parece, el diseñador del anuncio ha olvidado lo más elemental de la paternidad y filiación. Los hijos jamás podrán ser mera hechura de los deseos de sus respectivos padres, como la paternidad jamás consistirá en el mero disfrute de los hijos. La ligereza posmoderna, en su afán de reducir a un lenguaje light las más duras realidades humanas, no repara en las deformaciones antihumanas en que incurre.

Ahora se nos quiere animar a la paternidad con el autoengaño del placer, como si algún padre hubiera podido satisfacer en uno solo del más perfecto de sus hijos su hambre voraz de felicidad, el oscuro deseo placentero o los anhelos de voluptuosidad que en toda persona subyacen agazapados.

En el actual imaginario colectivo hay muchas carencias, una de las más relevantes la que se refiere a la familia y, más en concreto, la que apunta a en qué consiste tener un hijo. Si conociese esa doméstica y sencilla disciplina, el referido especialista en publicidad en lugar de «disfruta de tu hijo» nos habría aconsejado otras cosas muy distintas y más de acuerdo con la realidad, como «trabaja por tu hijo», «sacrifícate por tu hijo», «gasta tu tiempo con él», «sufre por él y alégrate con sus alegrías».

Y, probablemente, nos habría animado más eficazmente con estos últimos eslogans a decidirnos a ser padres. Porque también hay en el hombre un deseo que barbota en su intimidad de trabajar por algo que valga la pena, de sacrificarse por la consecución de algún alto ideal, no importa el sacrificio que ello comporte.

También el sacrificio puede tornarse motivador del comportamiento humano, porque al fin y al cabo el querer del hombre está amasado siempre de sufrimiento. Y tras el sufrimiento del querer subyace casi siempre agazapada la felicidad.

Por eso y por mucho más me parece éste un mal anuncio, especialmente porque anima al hombre a algo grande como es la paternidad -algo que forzosamente siempre ha de comportar una cierta responsabilidad-, mientras trata de motivarle con el falso señuelo hedonista de una irremediable impostura: «disfruta de tu hijo».

Demandan a Planned Parenthood

Demandan a Planned Parenthood por aborto que dejó estéril a niña de 13 años

WASHINGTON D.C., 02 Jun. 08 / 12:18 am (ACI).- La organización Students for Life reveló que una madre de familia está exigiendo a Planned Parenthood Federation (PPF) la suma de 50 millones de dólares por los daños que sufrió su hija de solo 13 años edad en un abortouna de las clínicas de la transnacional abortista.

La demanda fue presentada por la ciudadana Emma Jean Butler en febrero pasado contra la filial de PPF en Washington DC. Butler llevó a su hija a la clínica de la cadena el 7 de septiembre de 2006 para que le practicaran un aborto. La niña resultó embarazada como producto de una violación.

Durante el aborto «legal y seguro» ofrecido por PPF, la menor sufrió un severo sangrado abdominal, daños vaginales, heridas en el cérvix, perforación uterina y presentó una infección por residuos del feto dejados en útero. La niña no podrá volver a concebir.

La filial de PPF se ha defendido de los cargos arguyendo que la madre y la menor estaban informadas de los riesgos del procedimiento.

El director de Students for Life, Kristan Hawkins, señaló que ésta es «una situación terrible. Acompañamos a la niña y su familia mientras se recupera de los daños de la violación y del aborto. Sin embargo, es lamentable que Planned Parenthood se considere excusado de los cargos porque la niña fue informada de los posibles riesgos del aborto».

«Esto no es aceptable. Es irónico que el movimiento abortista reclamen que el aborto debe ser ‘seguro, legal y excepcional’ cuando en este caso una niña ha sufrido un daño permanente», denunció.

Cristo es el Corazón del mundo

En mes del Sagrado Corazón, el Papa recuerda que Cristo es el Corazón del mundo

01 Jun. 08 / 09:12 am (ACI).- El Papa Benedicto XVI dedicó la meditación del Ángelus dominical a la celebración del Sagrado Corazón de Jesús que tradicionalmente marca todo el mes de junio, y recordó que cuando se detiene en silencio, con os sentidos de la fe, el hombre puede percibir «la presencia de Cristo, corazón del mundo«.

Ante unos 40 mil fieles que llegaron a la Plaza de San Pedro para acompañar el rezo de la oración mariana, el Papa explicó que el Corazón de Cristo es un «símbolo de la fe cristiana, particularmente amado tanto por el pueblo como por los místicos y los teólogos, pues expresa de una manera sencilla y auténtica la buena noticia del amor, resumiendo en sí el misterio de la encarnación y de la Redención».

El Santo Padre señaló que la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, es la «tercera y última de las fiestas que han seguido al Tiempo Pascual, tras la Santísima Trinidad y el Corpus Christi«.

«Esta sucesión hace pensar en un movimiento hacia el centro: un movimiento del espíritu guiado por Dios mismo. Desde el horizonte infinito de su amor, Dios ha querido ingresar en los límites de la historia y la condición humana, ha tomado un cuerpo y un corazón, para que podamos contemplar y encontrar el infinito en el finito«, agregó.

El Papa aseguró que «toda persona necesita un centro para su propia vida, un manantial de verdad y de bondad al que recurrir ante la sucesión de las diferentes situaciones y en el cansancio de la vida cotidiana».

«Cada uno de nosotros, cuando se detiene en silencio, necesita sentir no sólo el palpitar de su corazón, sino, de manera más profunda, el palpitar de una presencia confiable, que se puede percibir con los sentidos de la fe y que, sin embargo, es mucho más real: la presencia de Cristo, corazón del mundo», señaló.

Benedicto XVI invitó a los fieles a «renovar en el mes de junio su propia devoción al Corazón de Cristo, valorando también la tradicional oración de ofrecimiento del día y teniendo presentes las intenciones que propongo a toda la Iglesia«.

Asimismo, explicó que «junto al Sagrado Corazón de Jesús, la liturgia nos invita a venerar el Corazón Inmaculado de María» a quien se pidió encomendarse «con gran confianza».

Finalmente, invocó «la materna intercesión de la Virgen para las poblaciones de China y Myanmar golpeadas por calamidades naturales y para todos aquellos que atraviesan situaciones de dolor, de enfermedades y de miseria material y espiritual que marcan el camino de la humanidad».

Según datos oficiales, el número de víctimas mortales causadas por el terremoto registrado en el suroeste del país el 12 de mayo asciende a 69 mil y los desaparecidos suman más de 18 mil.

El ciclón que azotó Myanmar causó más de 134 mil muertos y desaparecidos y 2,5 millones de damnificados.

Como es habitual, al final del Ángelus, el Papa saludó a los miles de presentes en diferentes idiomas, entre ellos español. Tuvo palabras de afectos para los fieles de la Parroquia de San Andrés Apóstol, de Moral de Calatrava (España), e invitó a los hispanohablantes a «escuchar la Palabra de Dios, a acogerla en vuestro corazón con docilidad y a llevarla a la práctica con diligencia».